3.25

Mientras Kenji lucha contra su cansancio durante la noche.
Jimin poco a poco se queda dormido en el sillón frente a la camilla en la que Jeon aún sigue inconsciente.

El japonés se pone de pie para dar una pequeña ronda de vigilancia en esa enorme casa que parece un mini hospital, de paso aprovecha para que su sueño no lo ataque por unos momentos.

Camina a paso lento con dos de sus navajas, una en cada mano listas para ser lanzadas, observa hacia las ventanas con cautela y luego prosigue con su ronda.
Se detiene en una de las habitaciones donde la puerta se encuentra semi abierta, la abre de una sola vez sorprendiendo al chico que le ha tomado la radiografía a Jeon.

—Oye, tranquilo —el chico de la radiografía con el nombre de Sam, pero que a Kenji no le interesa recordar, alza sus manos al aire con una mirada afligida.

—No fue mi intención asustarte —la mirada de Kenji, recorre toda la habitación hasta clavar sus ojos negros de nuevo en Sam.

Sam baja sus manos y continúa haciendo lo que hacía entes de que Kenji lo asustara.

El japonés se gira y prosigue recorriendo el resto de la casa, en una pequeña habitación observa al médico dormido, sus audibles ronquidos le causan un poco de gracia.
Escucha un poco de ruido cerca de la habitación más grande en la que Jungkook y Jimin se encuentran, acelera sus pasos siendo cuidadoso y silencioso.

Abre la puerta de golpe con su mano derecha alzada sosteniendo la navaja fuertemente listo para atacar. La chica enfermera que sostiene la pinza que el médico había utilizado en Jeon la deja caer al suelo, cuando observa a Kenji, para luego dejar salir un pequeño grito.

—Silencio —le ordena el japonés, caminando hacia a ella.

Pasa la navaja de su mano derecha a la izquierda, y recoge la pinza que la enfermera ha dejado caer.

—Solo hago mi ronda —le ofrece la pinza a la chica, y luego se encarga de que su mirada recorra la habitación tal cual y como lo ha hecho con las anteriores.

—Mi nombre es Dahyun —dice la chica, mientras observa que Kenji abre la puerta de lo que parece un armario.

—Al parecer todo está orden —musita el japonés, cierra las puertas de lo que es un armario con medicamentos, cuando se gira se da cuenta que la chica lo mira fijamente.

—¿Me dirás tu nombre? —pregunta la chica, mientras Kenji camina hacia la puerta.

—No —responde, para luego salir de la habitación.

Llega a la habitación de Jeon y observo a Jimin, hecho una bolita en el sillón abrazándose a él mismo con una de sus manos, mientras con la otra se aferra a la mano de Jungkook.

Kenji guarda sus navajas y luego toma una de las sábanas que están en una repisa, cubre a Jimin siendo cuidadoso para no despertarlo, el rostro del menor luce agotado y lo que menos quiere es interrumpir su sueño, después que cubre a Park sale lentamente de la habitación y regresa al sillón que se encuentra en la sala.

En la bodega está Nam acompañado de Yoongi y Mino, esperando que Bobby haga acto de presencia junto a Jov, para idear un buen plan para no ser descubiertos por Revìch y para no cometer errores innecesarios.

Yoongi desesperado toma el intercomunicador y decide hablarle para que se apresuré.

—Bobby, no tenemos tu tiempo, trae tu culo a la bodega ahora mismo —le ordena molesto, Yoon.

Por su parte, Namjoon, lanza dardos y Mino limpia las piezas de su rifle, para luego armarla nuevamente.

—Estamos por llegar —es lo único que dice el infiltrado en un susurro, y con eso todos se dan cuenta que está en una misión con los policías y que tardará un poco más.

Todos continúan con lo que hacen a excepción de Yoongi, el cual, golpea la mesa con la yema de sus dedos, un sonido se escucha en el intercomunicador y él deja de golpear la mesa con sus dedos.

—Dame eso —se escucha una voz por el intercomunicador.

Nam deja de lanzar dardos y Mino deja de limpiar su rifle, para observar de manera rápida a Yoongi.

—¿Ese fue Taehyung? —pregunta Namjoon, burlonamente.

—Imposible —dice el de piel blanquecina.
—Aléjate de mí. Min Yoongi, va a escucharme —se escucha de nuevo la misma voz por el intercomunicador.

—Es Taehyung —dicen al unísono Namjoon y Mino, mientras Yoongi traga grueso.

—Yoongi, Min Yoongi. Más vale que me respondas ahora mismo —habla Taehyung, molesto.

—Alguien está en graves problemas —espeta entre risas, Mino, pero se detiene cuando una mirada asesina se coloca en el rostro de Min.

Namjoon y Mino continúan con lo que hacen sin dejar de poner atención a lo que esta por suceder entre Taehyung y Yoongi.

—Taehyung, cariño —dice con voz suave, Min, para no alterar más a su pareja.

—Nada de cariño, Min Yoongi —la voz de Tae suena alterada.

—Déjame explicarte —habla Min, mientras Nam y Mino se burlan de la situación en la que el de piel blanquecina se encuentra.

—Solo explícame porque no me lo comentaste, Yoongi —esta vez la voz de Taehyung suena un poco desilusionada, y es ahí cuando Yoongi se da cuenta de su error.

—Lo siento, Tae, pero creí que te opondrías y no quería iniciar una pelea —le explica el de piel blanquecina a su pareja.

—Yoongi, sabes que, aunque que el miedo me agobie porque de nuevo regreses a tu antigua vida, estoy dispuesto a confiar en que te cuidarás y que volverás siempre a casa con bien.

Yoongi suspira aliviado al escuchar las palabras que Tae, ha dicho.

—Lo siento cariño —se disculpa.

El sonido de autos estacionándose fuera de la bodega, provocan que todos se pongan alerta.

—Tae, debo dejarte —dice Yoongi, mientras se pone de pie y toma un arma.

La comunicación se corta, y de pronto los tres hombres se encuentran de pie listos para atacar.

—Abran imbéciles —se escucha una voz a lo lejos, mientras Namjoon se acerca a la puerta.—Soy Bobby, abran antes de que derribe la puerta y los golpee a todos —gruñe molesto el infiltrado.

Nam abre de forma rápida, y observo a Bobby junto a Jov sostener el cuerpo de Yuan.

—Están concentrados en lo que hacen, o quieren que los ayude a concentrarse —agrega el infiltrado, dejando de sostener el cuerpo de Yuan.

Al ver Jov que solo él lo sostiene, suelta el cuerpo del taiwanés y lo deja caer al suelo.

—Mierda —bufa Nam, acercándose al cuerpo del taiwanés.—Aun respira. Mino, llévalo al cuarto de torturas —le ordena Namjoon.

Mientras Bobby y Jov se acomodan en la mesa, Nam y Yoongi también lo hacen esperando a que Mino regrese.

—¿Y bien? —inquiere Namjoon, observando al ruso.

—Todo está listo. Iré solo, mis hombres estarán esperándome en un auto para llevarme a mi Jet y volver a Rusia —dice Jov, mientras observa su celular y luego lo alza para mostrárselo a Nam.

—Quiero dejarte algo en claro —Namjoon se pone de pie, acercándose de forma intimidadora al ruso. —Si se te cruza por la mente traicionarnos, te juro por Dios, que yo mismo me encargaré de hacerte sufrir —le asegura.

Nam coloca sus manos en las posaderas de la silla en la que Jov se encuentra sentado.

Sin decir nada, Jov, no despega la mirada de Nam, y Nam no la despegaba de Jov.
El celular del ruso suena y en la pantalla se ve una vídeo llamada entrante con el rostro de una pequeña niña rubia sonriendo, el ruso mueve su mano y atiende la llamada.

—привет принцесса —saluda el ruso al pequeña, lo cual, significaba Hola princesa.

Namjoon se aleja un poco de Jov y espera que el ruso cancele la vídeo llamada.

—Папа занят, я скоро вернусь в Россию —se despide el ruso de la pequeña, la cual agita su manita constantemente.

Namjoon observa a Bobby buscando una respuesta.

—No me veas así, no sé ruso —dice Bobby, alzando sus manos y riéndose.

—Le dije a mi hija que estaba ocupado, y que pronto volvería con ella a Rusia —habla el ruso interrumpiendo la risa de Bobby.
—Sobre lo que decías —el ruso señala a Nam. —Solo quiero venganza y no problemas, tengo una hija y no quiero que crezca sin mí. Confía en mi —extiende su mano hacia Nam.

—Hagamos esto entonces —dice Namjoon, estrechando la mano del ruso con la suya.

—Jennie, ¿cómo está el panorama? —pregunta Yoongi a la chica.

—Todo bien, un auto acaba de estacionarse frente al edificio del ruso —anuncia la chica refiriéndose a Revìch.

—Seguro y es Revìch —habla Mino.

—Entre más pronto hagamos esto, más rápido regresaré a Rusia junto a mi hija —Jov se pone de pie, toma su celular y ve la hora.

Las tres y media de la madrugada, desbloquea su celular y marca el número de Revìch.

—Cerraremos trato ahora mismo, te veo en mi edificio en treinta minutos —no deja que Revìch diga algo y corta la llamada.

—Terminemos con esto —Bobby se pone de pie y se coloca junto al ruso. —Iré junto a Jov, controlare a las patrullas con mi radio desde el auto. Ustedes saben que hacer —pasa de largo frente a Nam y sale de la bodega.

Bobby conduce mientras el ruso se coloca un intercomunicador y una pequeña cámara al lado de uno de sus botones.

—Estoy listo —dice el ruso, arreglando su saco.

Bobby, estaciona el auto en la parte trasera frente a dos camionetas negras de las cuales salen unos rusos guardaespaldas de Jov.

—Suerte —susurra Bobby, antes de que Jov cierre la puerta del auto, luego de salir de este.

—Voy a entrar solo, los quiero listos en las camionetas. Cuando baje del edificio volveremos a Rusia —les ordena Jov a sus hombres.

Camina hasta el lugar donde se encuentra la puerta trasera de su edificio, entra, divisa el ascensor y se dirige a este, presiona el botón del último piso en el cual solo entra gente autorizada por él.

Uno de sus hombres le permitirá a Revìch entrar hasta el lugar en el que Jov se encontrará.

Jov, llega a la azotea e instala lo necesario para que Namjoon y Yoongi, puedan escalar el edificio, luego que instala los arneses con los cables se acomoda el traje y regresa a su oficina.

—Va hacia arriba —escucha por medio del intercomunicador en la línea de sus hombres.

Reguliza la luz de su oficina y toma asiento en una enorme silla de cuero que se enc6 frente a su escritorio, escucha como el pomo de su puerta se gira, abre y deja al descubierto a Revìch.

—Estoy aquí —dice Revìch, tratando de tomar asiento en la silla que se encuentra frente a Jov.

—No te sientes —le ordena Jov, mientras se pone de pie.

—Estamos a punto de subir —se escucha la voz de Namjoon, por el auricular que tiene en su oreja, Jov.

—Quiero que me acompañes —Jov le señala la puerta que dirige hacia la azotea y deja que Revìch se adelanté.

Jov toma una maleta con el dinero, y aprovecha para preguntarle a Nam sobre los hombres que acompañan a Revìch.

—¿Qué hay de sus hombres?

—Mino les quitó la vida, tranquilo —responde Nam, mientras continúa escalando el edificio, junto al chico de piel blanquecina.

Jov suspira y cuando llega a la azotea observa la silueta de Revìch, dándole la espalda con sus manos dentro de sus bolsillo, Jov balancea la maleta y la arroja a los pies de Revìch, el cual se gira al escuchar el sonido.

—El dinero —pronuncia Jov, seriamente, observando con cautela si Namjoon y Yoongi aparecen.

—La vista desde aquí es hermosa, me recuerda a que un día podemos estar arriba y al otro estrellarnos contra el duro pavimento —comenta Jov, mientras se acerca a Revìch. —Pero también me recuerda que no hay más lugar donde puedas ocultarte —cuando está frente a Revìch, coloca sus manos en sus hombros y los presiona fuertemente, asustándolo un poco.

Observa que Namjoon y Yoongi, están en la azotea retirándose los arneses, y caminando sigilosamente hacia ellos.

—He esperado por este momento hace mucho, y lamento no tener el valor de quitarte la vida yo mismo —Jov quita su mano izquierda del hombro de Revìch, hace puño su mano y la deja caer con todas sus fuerzas en su abdomen.—Todo suyo, señores —dice Jov, alejándose de Revìch sacudiendo sus manos.

—Ven acá, dulce Revìch —Yoongi lo toma creyendo que el ruso se encuentra desarmado, pero no es así.

Revìch saca su arma y le dispara a Yoongi, haciendo que este caiga al suelo.

—¡Aaah¡ —grita. —Mierda, voy a matarte —se queja Yoongi, mientras espera que el dolor del impacto en el chaleco anti balas se le alivie.

—Porque complican todo —bufa Namjoon, lanzándose a Revìch para forcejear un poco para quitarle su arma.

Cuando lo consigue golpea su rostro con la cacha de la pistola, dejándolo quieto por unos momentos.

—Yoongi, bájalo —le ordena Nam al de piel blanquecina, que se pone de pie.

—Gracias —dice Namjoon, observando a Jov.

—Debo volver con mi hija, pero necesitare un video de su muerte —le pide Jov a Nam.

—Lo tendrás, ahora ve con tu hija —dice Nam, para luego darle la espalda a Jov.—¡Yoongi, espera! —grita Nam corriendo hasta él, pero es demasiado tarde.

Min ha lanzado a Jov del edificio con uno de los lazos.

—Iba sujetado —habla Yoongi, molesto.

—Tengo a Revìch —informa Mino.

—Hora de bajar señores, la alarma ha sido activada —les ordena Bobby a todos.

Namjoon y Yoongi se colocan los arneses y se enganchan a los lazos que Jov les había colocado desde la azotea, de forma rápida se dejan caer al vacío siendo sujetados por los lazos y sus arneses, mientras bajan observan las camionetas del ruso desaparecer.

—Hora de irnos —Yoongi se retira el arnés y entra a la camioneta, en la cual se encuentra Mino aguardando por ellos, Nam entra y lo primero que hace es comunicarse con Kenji.

—Nam —responde el japonés por el intercomunicador.

—Tenemos a Revìch, vamos de camino a la bodega —Nam, sonríe satisfecho.

—Llevaré a Jeon y a Jimin a casa pronto, observe que Jeon había despertado, pero Jimin aún descansa —le informa Kenji a Namjoon.

—Cuando estén en casa, házmelo saber —es lo último que Nam dice, para cortar comunicación.

Kenji se acerca a la habitación en la que Jeon se encuentra y lo observa con sus ojos abiertos, perdido en un tierno Jimin que aún se está dormido y sosteniendo su mano.
No quiere interrumpir así que decide esperar una orden por parte de Jeon o de Jimin para llevarlos a casa.



Jungkook


He despertado hace mucho, pero antes de hacerlo escuchó unas pequeñas voces en mi mente.
Esas tiernas voces de mis pequeños mellizos acompañado de la risa de mi pequeño Sang, los mellizos caminan hacia mí y una niña que no es mi princesa Injae, carga al más pequeño de mis hijos.

—Despierta Kookie —dice la pequeña que carga a Sang, esa voz es de la hermana de Jimin.

—¿Iseul? —susurro, observando como mis hijos acompañados por Iseul se acercan a mí.

—Despierta —me pide de nuevo, Iseul.

—Estoy despierto —hablo, mientras ella niega.

—Despierta, y regresa junto a Jiminie —me ordena Iseul, mientras siento leves caricias en una de mis manos.

Abro mis ojos lentamente y veo el techo de lo que parece una casa, giro mi rostro lentamente y veo a mi hermoso ángel hecho bolita en un sillón mientras con una de sus manos sostiene la mía, no quiero despertarlo ya que se ve agotado.

Nunca podré dejar de sentir lo que Jimin provoca en mi mente cuando siento su tacto, no importa el lugar o la situación, su lindo rostro me hace volver a la realidad, es como si desde que nos conocimos nos conectamos, estoy envuelto en sus manos, aunque por días quisiera soltarme, pero tomo sus manos observo sus lindos ojos y decido quedarme.

Jimin se remueve un poco soltando mi mano y rápidamente decido cerrar un poco mis ojos, mientras él intenta despertar bien.

Junto a Jimin hemos pasado por tanto desde que nos conocimos, mareas insignificantes las cuales intenté nadar solo y me derribaron. Era un tigre siendo libre hasta que fui enjaulado, era un lobo que vestido de oveja quería proteger a un hermoso chico y su hermana.

Jimin se pone de pie, luego que se retira la sábana de su cuerpo se asoma a la puerta y luego regresa a mi lado.

—Jungkook, amor, por favor despierta —acaricia mi rostro, mientras yo trato de no abrir mis ojos.

Al principio ignoraba mis sentimientos, pero desde el primer día que mis lascivos ojos se fijaron en él, me enamoré perdidamente de él. Y desde el día que sus hermosos ojos me vieron con amor caí de rodillas ante él.

—Jungkook —solloza Jimin, abro mis ojos rápidamente al escucharlo.

—Desperté hace mucho, cariño. Tranquilo, no llores —hablo con mi voz un poco pesada.

los ojos de Jimin se inundan de lágrimas y se lanza a mí para abrazarme.

—Debería golpearte, y no abrazarte —dice aferrándose a mí cada vez más.

Desde que conocí a Jimin me di cuenta que la vida avanza, al igual que los segundos, los minutos y las horas, no importa lo que pase siempre nos encontraremos y regresaremos a casa juntos, por más que trate de alejarlo de la horrible marea del océano. Sé que siempre estará a mi lado es imposible detenerlo, yo soy la locura y él, mi camisa de fuerza.

—Te amo —susurra en mis labios.

—Llévame a casa —le pido.

Asiente y de manera rápida le ordena a Kenji que abandonemos el lugar.

No hay nada en este mundo que se compare a la felicidad que siente todo mi ser, al estar junto a él, cada salto que mi corazón da cuando estoy junto a él solo me indica que hice la elección correcta.

Jimin y Kenji, me sacan en una silla de ruedas, y me introducen al auto de forma rápida.

—Te ves desastroso —se burla Jimin, tomando mi mano.

—Lo mismo digo, cariño.

Me aferro más a su mano que deja pequeñas caricias en el dorso de mi mano.

El sentir las pequeñas manos cálidas de Jimin en mi rostro, lo bien que se siente ser abrazado y acogido por sus brazos, lo tranquilo que sus besos me hacen sentir, es como estar en casa no importando el lugar o la situación en la que nos encontremos, todo estará bien si estamos juntos luchando por nuestra familia, y por nuestro inmenso amor.

Llegamos a casa, saludo a mis tres hermosos hijos, luego Jimin me traslada a la habitación, me acomoda en la cama se encarga de retirar mi ropa sucia y colocarme una nueva.
Él se ducho de forma rápida y se acomoda a mi lado izquierdo para no lastimar mi hombro derecho.

—Te amo mi ángel —susurro en su cabello, mientras él duerme aferrado a mi mano izquierda.

Si me preguntan ¿qué es Jimin para mí?, respondería sin dudarlo que él es mi felicidad, él es mi luz, él es mi camino. Es mi compañero para sobrevivir a las mareas y turbulencias de la vida, él es mi familia, mi soporte, él es el amor de mi vida. Es mi ángel y yo siempre seré su demonio.

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