2.34

Jungkook



Tercer día sin Jimin y sin los mellizos, tercer día sin una maldita sonrisa en mi maldito rostro, ya que el motivo de mi felicidad no está a mi lado.

Me pongo de pie y camino hasta la ducha, enciendo la regadera luego de retirar mi ropa, dejando que el agua fría recorra todo mi tórax y baje hasta mis muslos y luego a mis pies.

Introduzco mi rostro y cuando el agua moja mi cabello, llevo mis manos hasta él y lo hago hacia atrás.

Tomo un poco de shampoo y dejo un poco en mis manos, para luego esparcirlo en mi cabello haciendo un pequeño masaje en mi cabeza.

Es imposible no sentirme vacío cuando no puedo escuchar la voz de mi ángel y la de mis hijos, estoy pagando demasiado caro mi maldito error y juro que me arrepiento de haber hecho lo que hice, si hubiese sabido que este sería el costo de mi error, me hubiera detenido un poco a pensar mejor las cosas.
Pero está más que claro que él hubiera no existe y que lo hecho, hecho esta y no se puede borrar.

-Jungkook, debes bajar. Lisa, ha regresado -escucho la voz de Nam, fuerte y claro.

Giro el pomo de la ducha para detener el agua, tomo una toalla y la coloco en mi cintura, abro la puerta del baño y camino hacia el ropero, cojo la ropa que me colocare y me cambio rápidamente.

Antes de salir de la habitación tomo mi arma y bajo las escaleras de manera rápida, ya que ella tenía la orden de no aparecer de nuevo frente a mí.

Cuando estoy abajo ignoro a todos mis chicos, y camino hasta donde ella se encuentra dándome la espalda, la tomo del cuello y la giro para que quede frente a mí.

-Creí haberte ordenado que no te acercaras a mí. ¿Qué parte no entendiste? -coloco mi arma en su cuello.

-Cálmate, Jungkook -alza sus manos para darme a entender que no trae armas.

-Voy a matarte -susurro molesto en la comisura de su oreja.

-Solo escúchame -murmura con voz temblorosa, ya que sabe que soy capaz de quitarle la vida sin problema.

-Habla -ordeno, haciendo presión con el arma en su cuello.

-Yuan -dice, sollozando.

-¿Yuan, qué? -la acerco más a mí, haciendo que se comience a preocupar sobre la decisión que tomaré.

-Tus lingotes -jadea, al sentir la presión que el arma ejerce en su cuello.

-Revisa las cámaras -le ordeno a D.O.

-Si me informan que los lingotes están en la bodega, te quitaré la vida aquí y ahora -la adivierto.

-Hasta el momento todo está en orden -informa D.O. -Espera, veo un candado suelto -alza su voz, alertando a Nam.

-Sehun, necesito que entres a la bodega de los lingotes -ordena Namjoon, por medio del intercomunicador.

-Entendido -responde.

Esperamos unos cuantos minutos por alguna noticia por parte de Sehun, y de las condiciones en las que se encuentra la bodega.

-Los lingotes no están -escuchamos claramente por el intercomunicador.

-Los únicos que sabíamos de esa bodega éramos nosotros -dice Sehun, molesto.

-Dile a Bobby que se preparé. Mark, necesito un plan para traer los lingotes de nuevo -les doy órdenes a mis chicos sin soltar a Lisa, y sin dejar de apuntarle con mi arma.

-Ella lo sabía.

Nam, camina hacia mí.

-Ella sabe todo de nosotros, Jungkook. No hay posibilidad de que Yuan, se percatará de la bodega a menos que alguien se lo informará -espeta Namjoon, señalando a Lisa.

-¿Qué hay de Baek? -cuestiona Jin.

-Imposible, él nunca supo donde se encontraban las bodegas -responde JB.

-Seguro y fuiste tú.

Lisa, alza su mano y señala a Jin.

-Estás tratando de culparme a mí. Discúlpame, pero la única persona dolida en esta puta casa eres tú, no trates de meterme en tu mierda. Espero que Jungkook te mate -se defiende Jin.

Nam, lo toma de su hombro y lo calma.

-Ve a descansar Jin -le pide Namjoon.

-Así que fuiste tú -susurro en su cuello.

-JB -llamo su atención y luego le lanzo a Lisa. -Bien, hermosa, primero empezarás por decirme donde mierda están mis lingotes -le digo.

Lisa, comienza a removerse para poder soltarse del fuerte agarre de JB.

-Nam, si se suelta dispárale en sus brazos o piernas -le doy la orden.

Namjoon asiente, saca su arma y se prepará para disparar si Lisa, se suelta.

-Habla, Lisa.

Niega.

-¡Jennie! ¡Necesito alambre para amarrar! -grito.

La mencionada se pone de pie y corre hacía donde tenemos todo el equipo de torturas y regresa con lo que le he pedido.

-Sabes lo que cuesta sacar las manchas de sangre, eres un desconsiderado -se queja Jennie, refiriéndose a lo que está por suceder.

Me acerco a Lisa, alzo un poco más su vestido para que sus piernas queden descubiertas, cuando logro lo que quiero, enrollo un poco de alambre de amarre en su pierna y lo soco haciendo que este comience a cortar su piel debido a la presión.

-Jungkook, por favor -chilla.

-Habla y me detendré.

Ejerzo más presión comenzando a profundizar la herida, haciendo que la sangre brote de su piel.

-Lo haré. Hablaré, pero detente -
solloza.

Dejo de hacer presión con el alambre y la observo.

-No te duermas y empieza a hablar -palmeo su muslo.

-Los sacará de Seúl, ahora -comenta con su respiración entrecortada.

-¿Fuiste tú quien le informo? -indago.

Sacude su cabeza y hace un sonido de negación con su boca.

-Respuesta incorrecta -ejerzo presión de nuevo.

-Sí, mierda, si fui yo -alza su voz.

-¿Cuál sería tu pago? -cuestiona Nam.

-La mitad de los lingotes -responde descendiendo su rostro. -No voy a disculparme -susurra mientras ríe.

-No he pedido que lo hagas -replico-. ¿Por qué veniste aquí a delatar a Yuan?

Tomo mi arma de nuevo y le apunto directo a su pecho.

-Tenía mi plan, Jungkook. No lo diré porque está claro que no se llevará acabo -habla, alzando su rostro. -Vas a matarme ¿en serio? -me cuestiona, mientras sonríe ladinamente.

-¿Tú qué crees? -pregunto, sonriendo como ella lo hace.

-No -responde segura.

-He decidido no dar más segundas oportunidades, así que respuesta incorrecta, linda.

Antes de jalar el gatillo, JB, se aleja un poco de Lisa y luego disparo, provocando que el cuerpo caiga frente a mí.

-Quiero está mierda limpia.

Observo a Jennie, la cual, está molesta, porque el suelo tiene manchas de sangre.

-¡Jungkook, tengo todo listo! -grita Mark, acercándose a mí con un papel en sus manos. -Podemos detener el cargamento en la frontera. Justo aquí -señala el mapa con su dedo índice.

-Le pedí a Bobby que se trasladará con un equipo de agentes para detener el cargamento -se une la voz de D.O, para informarme.

-Después que Bobby detenga el cargamento entramos nosotros. Me encargaré de traer esos lingotes de nuevo, te lo aseguro -Mark, extiende su mano y la estrecha con la mía.

-Bien, quiero que todos estén preparados, los necesito a todos al cien por ciento, ese cargamento es nuestro -me retiro de la sala junto a JB.

-¿Qué tipo de armas? -pregunta con una sonrisa ladina.

-Pesadas -contesto, tomando una sub ametralladora.

-Buena elección, Jeon -dice, mientras elige las armas para los demás chicos.

Mientras JB y yo alistamos las armas y las municiones, los demás se alistan para hacer su trabajo como se debe. A la perfección, con el objetivo en lo que queremos.

-Jeon, estoy listo -escucho la voz de Bobby, por el intercomunicador.

-Muy bien, D.O te informará cuando el cargamento este en la frontera -es lo único que le comunico a Bobby.

Minutos después mi celular suena una y otra vez, es un número desconocido, pienso mucho en atender o simplemente ignorarlo.

-Atiende -me pide Mark.

-Diga -atiendo con seriedad.

-Estoy en el centro comercial con los mellizos. La madre de Taemin se volvió loca, el chico que me entregó a Taemin, está con ella -reconozco la voz de Jimin, al instante.

-Mi ángel. Tranquilo, iré por ti -es lo único que logro decir.

-Mino, no sabe nada. Dile que no se acerque y que sólo venga contigo -eso es lo último que dice, ya que la llamada se corta.

-¡Jimin! ¡Jimin! ¡Mierda! -vocifero y salgo del cuarto de municiones.

-Primer piso, en el segundo restaurante -me informa D.O.

-Mark y Namjoon quedan a cargo. Quiero esos lingotes de nuevo.

Ambos asienten.

-JB, vienes conmigo.

El mencionado carga su usi y se coloca a mi lado.

-Todo saldrá bien -dice Mark, mientras me observa.

-Solo regresa con bien para que Jimin no me odie más de lo que ya lo hace -le pido a Mark, para luego todos salir en distintas direcciones.

-El tipo al que se refería, Jimin, es Kai. Es un asesino, debes ser inteligente, Jeon.

JB y yo escuchamos las indicaciones de D.O, mientras nos dirigimos al centro comercial en el auto.

-Comunícate con Mino -le ordeno a JB.

-Listo -dice cuando ha conseguido lo que le he ordenado.

-Explícame cómo es que dejaste solo a Jimin y a los mellizos, con esa maldita víbora -digo molesto.

-Lo siento, Jeon, pero debía asegurar el perímetro. Al parecer, Jimin, observó algo raro y por esa razón decidí dar una ronda, pero iré hacia ellos -se explica con su voz agitada.

-No, quédate donde estas y espera a que JB y yo lleguemos -termino la llamada y luego acelero el auto.








Luego que Jimin tomo la decisión de poder encontrarse con la señora Lee, todo va bien hasta que observa un rostro conocido.

Un rostro que en algún momento le causo intriga y dolor, justo como le pasa en estos momentos y ahora no solo le preocupa su vida sino la de sus hermosos mellizos.

Agradece a su pequeño Daewan, el haber tenido que comprar un celular, ya que el pequeño lo ha tirado del muestrario, como puede se comunica con Jungkook, y le dice donde se encuentra con los mellizos.

-¿Sabes cómo murió mi hijo, Jiminie? -pregunta la señora Lee, luego de beber un sorbo de café.

-En un accidente, supongo -responde para luego llevar su mirada hacia sus mellizos.

-No finjas que no sabes -dice la señora Lee, con mirada profunda sobre, Jimin.

-Él te amaba y tú lo llevaste a la muerte -lo acusa la señora.

-Su hijo me secuestró y a causa de él me violaron. Sufrí demasiado, así que no me venga con que yo lo lleve a la muerte, cuando fue él quien quiso jugar a ser un narcotraficante cuando solo era una puta marioneta -suelta enojado, Jimin, haciendo que sus mellizos lo observen preocupados.

-No serás feliz, Jimin, de eso me encargare yo -recita la señora Lee.

Al escuchar esas palabras amenazantes. Jimin, toma a sus hijos y luego se pone de pie.

Cuando se gira y da unos cuantos pasos con sus hijos se encuentra con el chico que lo aterroriza, traga grueso al ver como sostiene una granada lista para explotar en sus manos.
El tipo sonríe mientras observa el rostro de preocupación de Jimin, la gente que se percata busca la forma de salir del centro comercial lo más rápido posible.

-Mierda -balbucea Jimin, tomando con mucha más fuerza las manitas de sus mellizos.

Odia estar en esta situación ya que sus hijos están junto a él. Se gira a pasos rápidos y se encuentra con la señora Lee, apuntándole con un arma corta, calibre treinta y ocho, la sostiene con sus manos temblorosas y con lágrimas recorriendo su rostro, poco a poco el centro comercial empieza a quedar vacío.

-Todo es tu culpa -solloza la señora, mientras Jimin, piensa en un plan para poder salvar a sus hijos si en dado caso, Jungkook, no llega a tiempo.

-Sí, fue mi culpa. Cúlpeme todo lo que quiera por la muerte de su hijo -habla con voz quebrada, Jimin, toma aire y baja su mirada hasta sus mellizos. -Mis hijos no tienen nada que ver en esto -añade, mientras se acurruca hasta quedar a la altura de sus bellos mellizos y los abraza. -Quiero que ambos corran hacía, Mino -susurra suave y audible para sus hijos, luego de haber observado a Mino ocultó tras uno de los pilares del centro comercial, ya que es lo primero que se le ocurrió. -Si entendieron lo que les dije, quiero que me abracen fuerte y asientan -les pide a sus hijos.

Jimin sonríe al sentir los brazos de sus mellizos sobre él, al ver que ambos hacen lo que él les pide.

-Los amo demasiado, al contar tres correrán -se pone de pie aun tomando las manos de sus hijos y caminando lentamente hacia la señora, Lee.

-Uno -observa a Injae y luego regresa su mirada a la madre de Taemin. -Dos -mira hacia arriba del centro comercial y puede ver a JB, apuntando directamente a la señora, baja su mirada acompañada de un enorme suspiro, para luego observar a Daewan.

Alza su mirada una vez más, está decido a hacer lo que sea con tal de que sus hijos no salgan lastimados, observa de nuevo a la señora Lee, pero esta vez ve más atrás de ella en un pequeño rincón en la dirección contraria en la que se halla Mino, logra ver aquellos hermosos ojos que tanto ama.

Esos ojos que solo brillan cuando ambos están uno frente al otro, sonríe y continúa caminando, da un último suspiro y deja salir el último número, percatándose que Kai está detrás de él sujetando la granada y esperando un movimiento de su parte.

-Tres -alza un poco su voz.

Suelta las manos de los mellizos y ambos corren, la señora Lee, dispara, pero Jimin logra esquivar la bala acurrucándose en el suelo. Intenta correr detrás de sus hijos, pero la señora Lee, amenaza con dispararle, un segundo disparo más fuerte y más audible se escucha.

El rubio, observa su cuerpo, pero está más que claro que la bala no ha entrado en él, ya que es ella la que comienza a descender al suelo. JB, ha hecho lo suyo.

Jimin se desliza por el suelo para tomar el arma que la señora Lee, manipulaba, pero es demasiado tarde, ya que la mano de Kai tirando de su cabello se lo impide.

-Tomalá y veras como tus hermosos hijos mueren junto a nosotros -amenaza Kai, tirando fuertemente del cabello de Jimin.

-Déjalo ir -se escucha la voz ruda y temible de Jeon Nochu Jungkook.

Kai, alza su mirada conectándola con la de Jeon, sin soltar el cabello de Jimin.

-Me pagaron por adelantado -informa Kai, con una sonrisa en su rostro dándole a entender que debe terminar su trabajo.

-Te juro que si lo tocas te mataré -Jeon alza su arma apuntando a Kai.

-De pie -le ordena demandante a Jimin.

Cuando Jimin, está de pie Kai rodea su cuello con uno de sus brazos y lo pega por completo a su cuerpo. La furia de Jungkook, ya no puede ser disimulada, su enojo desborda por doquier y Jimin, lo sabe.

-Jungkook -la voz de JB, se hace presente.

-Que se vaya o explotare esta mierda ahora mismo -le ordena Kai.

Jimin, lleva sus manos hasta la de Kai, para que deje de hacer tanta presión en su cuello.

-¡Vete! -grita Jeon, desesperado al ver como el color del rostro de Jimin, se torna color rojo, debido a que la presión que Kai, ejerce en su cuello le dificulta poder respirar.

JB desaparece dejando solo a Jeon, a Kai y a Jimin en el centro comercial, los únicos sonidos que se escuchan son las sirenas de los autos policiales y el intercomunicador de Jeon.

-Tengo a los mellizos a salvo -notifica Mino. -Jeon, debes salir, la policía va en camino -le advierten.

Esta vez la mirada ya no está conectada con la del maldito que tiene a Jimin, está vez su mirada está conectada con la persona que es su todo, a la persona a la cual se ha abierto no solo físicamente, sino también emocionalmente tanto así que, le es imposible estar alejado de su hermoso ángel.

-Vete -es lo que Jimin pronuncia sin hablar, solo mueve sus labios, lo cual Jeon, entiende a la perfección, pero prefiere ignorar.

-Jeon, mierda, están a menos de diez minutos -sigue informándole D.O, por medio del intercomunicador a su jefe.

-Vete, Jungkook -está vez sus palabras si son audibles para todos.

-No me iré sin ti -responde el mayor, alzando su arma de nuevo.

-¡Bájala! No, sabes que, arrójala lejos y obedece a tu chico -le ordena Kai.

-Jungkook, vete. Mierda, solo vete -le suplica.

Los ojos de Jimin, no logran contener más las lágrimas.

-No escuchaste ¡no me iré sin ti! -grita desesperado, observando hacia todos lados.

-Si lo harás -articula el menor, sollozando. -Corre, Jungkook -los ojos del mayor se abren grandemente.

Jimin le pide que corra, pero no entiende el porqué.

-Corre, mi amor -le pide por segunda vez.

Jungkook, aun no entiende. Kai, comienza a alejarse cada vez más de Jeon, llevándose a Jimin consigo.

Jimin, tiene un plan, eso es lo que quiere creer Jeon, eso es lo que piensa y espera no equivocarse, porque no esta dispuesto a perder a su hermoso ángel.

-Te amo -es lo que Jimin, repite en su cabeza una y otra vez, pero no lo dice.

Simplemente observa a su hermoso narcotraficante y piensa en lo feliz que lo hace, en lo mucho que lo ama y en lo impaciente que esta por decirle que esperan un nuevo bebé.

Jimin, logra soltarse para luego correr cerca de la pequeña fuente en la cual, su hijo se había subido el día anterior. Kai, logra retenerlo nuevamente.

-Nos vemos, Jeon -se despide Kai, con una sonrisa burlona tomando una de las manos de Jimin, para poder dejar la granada en su mano.

El rubio, ve por última vez a su amado Jungkook, suspira y luego toma el valor necesario para pedirle que se marche y lo deje por última vez.

-¡Corre, Jungkook! ¡vete! -desgañita.

Eso es lo último que se escucha por parte de Jimin, lo siguiente que se escucha es como la granada detona y como el cuerpo de Jeon vuela a unos cuantos metros de distancia debido al impacto que la granada ha causado.

Lo único que se puede observar es humo, escombros y sangre, lo único audible es la voz de los hombres de Jeon, intentando encontrarlos.

-¡Jungkook!

-¡Jimin!

Son las únicas voces que retumban y hacen eco en el centro comercial buscando a su jefe y a su pareja, esperando encontrarlos aún con vida.


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