2.26
Jimin
Después de haber tenido una boda simple y para nada de mi agrado, se viene la maldita luna de miel.
Han Bin, me tiene entre sus brazos mientras los hombres que trabajan para él nos felicitan.
-Necesitamos hablar -dice Lay, acercándose con cautela a nosotros.
-Estaré bien, ve con él -digo en la comisura de su oreja izquierda.
-Bien -accede y luego se aleja un poco de mí, haciendo que la persona que nos ha casado se acerque a mí.
-Un gusto, Jimin -estrecha su mano con la mía. -Taehyung, me habló de ti, no debes preocuparte. Todo está en orden -me informa.
Asiento.
-Estás diciéndome que todo mi dinero ha sido robado -escucho como Han Bin, alza su voz.
-¿Qué sucede? -le pregunto a Mino.
-Robaron todas las cuentas de Han Bin -responde, mientras se acerca a mí.
Han Bin se aleja de todos junto a Tao, y habla por su celular. Sé que sólo puede estar llamando a una persona, su principal sospechoso, Jungkook.
Trago grueso y comienzo a jugar con mis dedos.
-¿Fue él? -interrogo a Mino.
-No lo creo, no me informaron nada -contesta Mino.
-Seguro y está hablando con él -susurro.
Mino, toma mis manos rápidamente.
-No lo dañará, tranquilo -dice mientras intenta relajarme.
-¿Y qué si no cumple? -replico, mis ojos se llenan de lágrimas.
-Si cumpliré, lindo. No dudes de mí -rodea mi cintura con sus brazos.
Mino, suelta mis manos y se gira dándonos la espalda.
-Revisé las cámaras de seguridad -susurra en mi cuello.
-¿Y? -inquiero, colocando mis manos sobre las suyas.
-Los taiwaneses me traicionaron -deja un pequeño beso en mi cuello.
-¿Vas a matarlos? -pregunto.
Me gira rápidamente, haciéndome quedar frente a él.
-Sabes que sí -deja un casto beso en mis labios. -Nuestra luna de miel debe esperar -deja otro beso en mis labios.
-Está bien -suspiro aliviado.
-Vuelve con Mino al pent-house, debo ir a la casa y planear el ataque a los taiwaneses -me indica, para luego besar mis labios por tercera vez. -Pide lo que quieras, sabes que te lo daré sin dudarlo -me abraza fuertemente.
-Lo sé -murmuro en su pecho.
-Todo está listo -le informa Lay.
-Debo irme, lindo -deja un último beso en mis labios y se marcha.
-Debo llevarte al pent-house.
Mino, toma mi antebrazo y me dirige hacia el elevador.
El sonido de su celular inunda el pequeño elevador y mi corazón palpita rápidamente al pensar que puede ser Jungkook.
-Diga -atiende al instante.
-¿Quién es? -pregunto curioso.
-Ni idea, es un número desconocido -dice entre dientes.
-¿Con quién desea hablar? -pregunta Mino, mientras salimos del elevador. -Quiere hablar contigo -dice dudando, mientras me retiro el saco.
-Es Taehyung -digo sorprendido.
-Te comunicaste con Taehyung. El novio de Agust, sin decírmelo -me reta Mino, extendiéndome el celular.
-Te lo explicaré, lo prometo -farfullo.
Llevo el celular a mi oído derecho.
-Creí haberte dicho que no llamarás aquí -reprendo a mi amigo.
-Lo siento, pero debía asegurarme de que si funcionó -dice Tae.
-Si funciono, ahora no vuelvas a llamar a este número, si necesito tu ayuda te llamaré yo. ¿Entendiste? -intento explicarle a Taehyung.
-Está bien ya entendí, cuídate mucho, te amo -cuelga.
-Todo fue parte de mi plan, lo siento. En serio no quise mentirte, Mino -me disculpo, mientras le devuelvo el celular.
-¿El plan funciono al menos? -me cuestiona.
-Sí. Funciono a la perfección -respondo.
Me retiro los zapatos.
-Lamento no poder decírtelo, solo confía en mí -me acerco a él y tomo una de sus manos.
-Bien, pero preferiría que me tomarás en cuenta para la próxima -confiesa, acariciando mi mano.
-Ya eres parte, solo quiero que estés atento y cuando diga que llames a Baekhyun, lo traigas hasta mí, lo más rápido posible.
Asiente.
Suelto sus manos, recojo mis zapatos y el saco y me dirijo a mi habitación. Me retiro el traje y me coloco un pantalón de pijama junto con una camisa, arreglo la cama y me acomodo.
Apago la luz de la cómoda y quedo en la oscuridad, tomo la sábana y la abrazo fuertemente pensando cada segundo en Jungkook y en mis hijos.
Jungkook
Estoy cansado además de sentirme solo, me muevo en la cama y siento el vacío ya que obviamente mi hermoso ángel, no esta más a mi lado.
Presiono mis ojos para no abrirlos, imágenes de Jimin durmiendo junto a Han Bin inundan mi mente, haciendo que una furia y ganas de llorar se hagan presentes.
Escucho como la puerta de la habitación se abre, pero le resto importancia. Realmente no quiero levantarme, porque sé cuál será mi realidad, vivir un maldito día más sin el amor de mi vida a mi lado.
-Pa-pa -escucho la voz de los mellizos al unísonoso.
-Volvieron -mascullo.
Me siento en la cama y los subo a ambos.
-Te elo appa -dice Jae, mientras enrolla sus pequeños brazos en mi cuello y besa mi rostro dejando rastro de baba en él.
--También te quiero, princesa -rodeo su cintura con mi brazo derecho. -¿Tú no quieres a papá, Dae? -le pregunto a mi hijo, observándolo con una sonrisa.
-Shi, te elo pa-pa -se pone de pie en la cama y se lanza a mi brazo izquierdo.
-También te quiero, campeón -beso su sien-. ¿Se portaron bien?
Ambos asienten.
Daewan, deja de abrazarme y comienza a jugar con unos carros que ha sacado segundos atrás de su bolsillo. Injae, sigue abrazándome y dándome mimos.
-Jae, peina a ti -articula la pequeña, colocándose atrás de mí para empezar a jugar con mi cabello.
-¿Quieres jugar a peinar mi cabello? -la cuestiono.
Giro mi rostro y la observo sobre mi hombro con una sonrisa.
-¡Shi! -grita.
-Bien, veré si tu appa tiene un peine y ligas para el cabello.
Toma asiento en la cama.
-Oigan, ambos retírense sus zapatos, saben que su appa se molesta -les recuerdo.
Rápidamente ambos se retiran sus zapatos.
-Volveré con las ligas, no quiero que bajen de la cama se pueden lastimar -le entrego el peine a Jae.
Salgo de la habitación y entro a la de los mellizos encontrándome con Jin, el cual arregla la ropa de mis hijos.
-Vengo por ligas para el cabello. Jae, quiere jugar a peinar mi cabello -comento, tomando una bolsa llena de ligas de distintos colores.
-Observe el vídeo -dice Jin, mientras yo selecciono las ligas y él continúa acomodando la ropa.
-No sé qué decir -musita.
-Tranquilo, él dijo que te dijera que lo siente -camino hacia la puerta. -Todo se salió de control, seguro y se casó para que no me busque más. Me pidio de nuevo que no lo rescaté porque si no, B.I, no cumpliría lo que le ha prometido -digo, de pie dándole la espalda.
-Mierda -es lo único que dice Jin.
-Estaré con los mellizos, si algo sucede que me lo hagan saber -salgo por completo y regreso con mis hijos.
-Volví -anuncio.
Jae se pone de pie, le doy las ligas y tomo asiento de nuevo en la cama.
-Dejare los biberones por si acaso -dice Jin, entrando a la habitación y luego sale.
-¿Lito? -me pregunta mi hija.
Injae, toma mis mejillas con sus manos.
Asiento.
-Jae, si tiras de mi cabello de esa manera duele demasiado -llamo la atención de mi hija.
-¡Dae, ila! -grita mi princesa, para llamar la atención de su hermano.
Solo escucho una risa juguetona de Daewan, para saber que Jae, está haciendo estragos mi cabello.
-¿Terminaste? -indago.
-No -responde, golpeando mi hombro para que le pase una liga. -Appa, ama mucho a ti -dice y lo siguiente que escucho es un sollozo de Jae.
La liga se ha reventado y ha golpeado sus dedos, dejándole una notable marca.
-¡Mierda, Jae! -exclamo.
Dae, lleva una de sus manos a su boca y con la otra me señala, haciendo que Injae, deje de llorar y comience a reír.
-Si lo repiten los castigare -los sentencio a ambos. -¿Oye, por qué me pegas? -tomo las manos de Jae, y empiezo hacerle cosquillas.
-Appa, catiga -dice Injae, formando un puchero en sus labios.
No evito reír.
Dae se lanza a mí, lo lanzo a la cama y también le hago cosquillas.
-Jungkook -escuchamos los tres-. Revìch, está aquí.
Dejo de jugar con mis hijos y camino hacia la puerta.
-Al parecer los rumores vuelan rápido -dice Namjoon, sonriendo.
Camino hacia la cama y bajo a los mellizos, les coloco los zapatos a ambos. Tomo a Jae en mis brazos y tomo la mano de Dae.
-Continuaremos jugando más tarde -digo.
Nam abre la habitación de los mellizos para que pueda entrar con ambos.
-¡Tío! -grita Dae, corriendo a los pies de Jin.
-Volveré pronto, princesa -beso su mejilla y la coloco en la cama. -Gracias, Jin -digo, para luego salir de la habitación de los mellizos y regresar a la mía.
-Lindo peinado -escucho la voz de Baek.
-Te esperaremos en el cuarto de reunión -dice Nam, dejándome solo con Baek.
-Injae, quería jugar a peinarme -comento intentando quitar la liga, pero se me dificulta mucho.
-Lo haré por ti, toma asiento -señala la cama.
Me siento a la orilla, Baek, llega hasta mí y comienza a retirar las ligas de mi cabello, cuando las ha retirado acomodo mi cabello, mientras me observa.
-Gracias -tomo sus manos y las alejo. -Debo irme -me pongo de pie rápidamente. -Sal de mi habitación -le pido claramente, haciendo que se marche.
Bajo las escaleras junto a Baek, sin decir ni una sola palabra, su celular suena y lo atiende rápidamente.
-Bien, solo dame unos minutos, volveré a llamarte -corta la llamada. -Debo irme -termina de bajar las escaleras y luego sale de casa.
Camino hasta el cuarto de reunión, la puerta se encuentra abierta. Kenji, Bobby y Nam, están junto a Revìch.
-Jeon -pronuncia, y se pone de pie en el momento que el ruso me observa.
-Revìch -me acerco a él y estrecho nuestras manos. -Toma asiento, dime qué te trae a mi territorio -le pido, tomando asiento frente a él.
-Llama a JB -le ordeno a Bobby, quien solo sonríe antes de salir de la habitación.
-Robaste el dinero de B.I -empieza a hablar, colocando una de sus piernas sobre la otra.
-Hasta donde yo sé, fueron los Taiwaneses -verbalizo, para luego sonreír ladinamente observando a Kenji.
-Tú y yo sabemos que eso no es así -me señala.
-Estoy aquí, Jeon -entra JB, con una mini usi recortada sin seguro en sus manos.
-Tranquilo, Revìch. No te hará daño a menos que se lo ordene -le aseguro.
Todos comenzamos a reír a excepción del ruso.
-Ahora sí, dime qué haces aquí, para que JB no te mate -suspiro.
-Quiero venganza al igual que tú, Jeon. Perdí a más de la mitad de mis hombres por B.I -se mueve en la silla.
-¿Qué hay de tus problemas con Yuan? -cuestiono seriamente.
-Robe cien lingotes de oro, B.I. Se percató de mi golpe y mando a Yuan por mis lingotes -contesta.
Mis chicos al instante se alertan.
-No necesitamos de ti, Revìch, pero al parecer tú si necesitas de notros para recuperar tus lingotes.
Nam se pone de pie, sonrío orgulloso ya que su mente es asombrosa.
-¿Qué tienes pensado, Namjoon? -lo observo divertido.
-Nosotros ayudamos a Revìch a recuperar sus lingotes, buscaremos una forma de llegar a B.I. Asesinas a sus hombres con nuestra ayuda y tu venganza está más que lista -expone Nam.
El ruso asiente.
-La pregunta aquí es ¿qué ganamos nosotros?
JB, comienza a jugar con su arma mientras Bobby y Kenji, lo observan riéndose de sus acciones.
-Les daré la mitad de la mitad de los lingotes -dice el ruso.
-Estás jediéndome -reprocho, mientras me pongo en pie molesto. -JB -alzo mi voz, haciendo que el mencionado alce su arma.
-Bien, bien, está bien. La mitad -articula el ruso, asustado.
-Nos entendemos ahora -golpeo su hombro izquierdo. -Baja el arma -señalo a JB. -Bien, haremos lo que Nam dijo, pero de quitarle la vida a B.I, me encargo yo -camino hacia la puerta. -Que Mark planee el golpe para que viajen a Taiwán y vuelvan con los lingotes. Del resto nos encargamos todos, y de B.I me encargo yo -salgo del cuarto rápidamente.
Han Bin
-¿Dónde está la perra? -le pregunto a Lay.
-En el sótano -contesta.
Camino rápidamente hacia el lugar junto a Lay.
-Dile a los demás que vengan y traigan sus armas -ordeno. -Aliyah -saludo a la chica que está atada de manos. -Linda, Aliyah. Harás lo que te diré, le dirás a todos tus hombres que vengan acá, sino lo haces te mataré -coloco mi arma en su sien.
Con mi otra mano tomo el celular de la chica y marco el número de uno de sus hombres Taiwaneses.
-Hazlo -demando, presionando su sien con el arma. -Chicos -toma aire. -Necesito que vengan a la casa de B.I, ahora mismo -dice con dificultad en su voz.
-Buena chica -corto la llamada, lanzo el celular al suelo y lo quiebro con mi pie. -Odio a la gente que me traiciona -golpeo su rostro con el arma.
-Nadie te ha traicionado -verbaliza, mientras su boca desangra.
-Robaron mi dinero y fueron ustedes -golpeo nuevamente su rostro.
-Tranquila, te lo demostraré, cariño -la puerta del cuarto se abre.
-Los Taiwaneses están aquí -anuncia Lay, dejando que todos pasen.
-Bienvenidos, manos al frente -les ordeno a todos.
-¡Háganlo! -grita la chica.
-Tú, tú y tú -golpeo a tres de los hombres, colocándolos frente a ella. -Hay más de cinco hombres que participaron en el robo, Aliyah. Y tú lo niegas -camino a pasos rápidos hacia ella y disparo en uno de sus muslos.
-¡Aaah! mi hermano te matará -jadea la chica.
-Sino lo mato yo antes -replico, disparo en su otro muslo.
-¡Hijo de puta! -grita.
-¿Quién será primero? ¿Tú o ellos? -sonrío.
-Púdrete, te arrepentirás de esto -espeta la chica.
-Me aburres, serás tú -apunto a su pecho y la mato-. Sabes que hacer, Lay. Los quiero a todos muertos.
Salgo de la habitación, mientras más de mis chicos entran.
-Ahora -doy la orden.
Lo siguiente que se escucha es una fuerte descarga de distintas armas, acabando con la vida de los Taiwaneses, los cuales me han traicionado.
La maldita dijo que me arrepentiría, pero no lo creo, todo va bien a excepción de su traición. Mi último paso es hacer mío a Jimin y hacer que Jeon, se enteré.
Tomo mi celular y establezco comunicación con Mino ya que Jimin, no tiene celular.
-Mino cuida de Jimin, volaré a China por mi dinero -le informo a mi hombre de confianza.
-Como diga -contesta.
-¡Lay, es tiempo de irnos! -alzo mi voz.
-Todo está listo, jefe -me informa.
Salimos de la casa y entramos a la camioneta, para luego dirigirnos al avión.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top