1.1

Jimin

Salgo a toda prisa de la universidad luego de recibir mi última, debo recoger a mi hermana Iseul y una vez más voy tarde.

-Siento llegar tarde -me disculpo. -Gracias por la espera -farfullo mientras hago una reverencia.

-No te preocupes, Jimin, iré por ella -dice la maestra, girándose para ir por mi hermana.

Inhalo profundo intentando controlar mis respiraciones agitadas. Escucho un par de trotes, alzo mi vista y veo a Iseul corriendo con su mochila hacia mí.

-¡Jimin! -grita, lanzándose a mis brazos.

-Hola, cariño -la recibo.

Tomo su bolso y lo coloco en mi hombro izquierdo, y con mi mano derecha sujeto la suya.
Desde que nuestros padres fallecieron he tenido que trabajar y estudiar para que ambos tengamos una mejor vida.

Mi rutina diaria consiste en levantarme temprano, dejar a mi hermana en el colegio, ir a la universidad, luego recogerla, almorzar juntos y por último ir al trabajo juntos.

-¿Qué quieres comer, Iseul?

Al escuchar mi pregunta alza su rostro viéndome con esa tierna mirada que tanto amo. Lleva su dedo índice a su labio inferior y da pequeños golpes en este.

-Quiero hamburguesa -responde luego de haberlo pensado unos segundos.

Accedo, aunque no sea fanático de la comida chatarra, en especial para mi hermana. Cuando llegamos al establecimiento varios de los chicos me saludan ya que, he cubierto sus turnos algunas veces para ganarme un poco de dinero adicional.

-Ten, quiero que te comas todo, sino lo haces no tendrás la muñeca que me pediste -le advierto.

Asiente felizmente sin reproches.

Luego de un tiempo ambos terminamos de comer, reviso sus cuadernos y hacemos sus tareas.

-¿Tienes que trabajar ahora? -pregunta curiosa mientras guarda sus útiles dentro de su mochila.

-Es mi día libre -contesto.

-Jiminie -me llama al mismo tiempo que toma mi mano. -¿Puedes llevarme al parque a jugar? -pregunta haciendo un tierno puchero con sus labios.

Asiento esbozando una sonrisa, tomo mi mochila y escucho mi celular sonar.

-Hola -atiendo.

-Jimin soy Tae -escucho la voz de mi amigo. -Escucha, si estas libre necesitan un mesero y pensé en ti, la paga es muy buena. Si estás dispuesto ven lo más pronto posible, te enviare la dirección en un mensaje, toma un taxi, si no tienes como pagarlo, yo lo haré -cancela la llamada.

Veo a mi hermana, internamente me arrepiento de haber dicho que si a su propuesta de llevarla a jugar al parque.

-Iseul, cariño -la llamo. -Cambiaremos la salida al parque, Tae acaba de llamar, dice que me darán buena paga -le comento.

La sonrisa que había en su rostro se desvanece, ahora me ve con su entrecejo fruncido mientras se cruza de brazos.

-Ok, me llevas al parque después del trabajo -articula molesta.

-Saldremos por la noche -le recuerdo irritado.

Toma su bebida y comienza a caminar pasando por alto mi comentario.

-No importa la hora, Jiminie. Quiero ir al parque -la escucho decir.

Bufo, sé que no está bien complacerla en todos sus caprichosos, pero soy lo único que tiene y ella lo único que yo tengo.

Tomo mi mochila junto a la suya y la sigo. Una niña le hace mohines extraños a Iseul, mi hermana destapa su bebida y se la arroja encima.

-¡Park Iseul! -exclamo.

Corro hasta ella, me disculpo con la madre de la niña, tomo su mano, detengo un taxi saco mi celular y le muestro la dirección al conductor.

-¿Se puede saber porque le arrojaste la bebida a esa niña? -la confronto mientras ella se cruza de brazos.

-Me vio mal, Jiminie. No permito que nadie me vea mal -contesta,

Estoy molesto, pero no consigo mantenerme serio ante su respuesta.

-Si vuelves a hacer eso te castigaré. ¿Entendido?

-Entendido -repite entre dientes.

Cuando hemos llagado al lugar, le entrego el dinero por el viaje al conductor, bajamos del vehículo y nos quedamos embobados apreciando el lujoso restaurante frente a nosotros. De todos los trabajos que he tenido, es la primera vez que tendré la oportunidad de trabajar en uno de este nivel.

-¡Tae, Tae! -grita Iseul, al ver a mi amigo.

Sin pensarlo corre hacia él y se lanza a sus brazos.

-Vamos, entren. Te presentare -habla mi amigo. -Él es Park Jimin -me presenta cuando nos encontramos frente al gerente del establecimiento-. El joven del cual le comenté.

El hombre me observa detenidamente y luego de unos segundos se dirige a mí.

-¿Es tu hija? -me cuestiona

Niego.

-Soy Park Iseul, hermana de Jiminie -se presenta mi hermana. -Prometo no molestar, pero deje que mi hermano trabaje -agrega de manera fluida, sorprendiendo no solo al gerente sino a mi amigo y a mí.

El hombre sonríe al escucharla.

-Está bien, Iseul -lo escuchamos decir. -Que te parece si mientras le enseñamos a tu hermano lo que hará, te enseñamos a ti a como doblar servilletas para que tú también ganes un poco de dinero -menciona.

Iseul sonríe, se baja de los brazos de Taehyung, se acerca al gerente y le extiende su pequeña mano hacia el que será mi jefe por una noche.

-Trato -balbucea mi hermana.

El gerente desciende hasta la altura de mi hermana y estrecha su mano con la de ella.


Jungkook

Estoy en mi habitación alistándome para una pequeña reunión a la cual debo asistir. Una cena en la que cerraré negocios con mis socios.

-Todo listo, Jungkook. Debemos irnos -escucho.

Asiento, tomo mi arma y la guardo en la cartuchera, me coloco el saco y salgo de mi habitación y luego abandono mi casa, abro la puerta trasera de la camioneta y entro.

Sehun se encarga de conducir mientras Namjoon va como copiloto, salimos de mi casa y dejamos a Nam, mi mano derecha unas calles antes del restaurante.
Él cerrara otro trato, pero de una manera distinta, y se encargará de entregar la mercancía si aceptan el monto establecido.

Llegamos, bajo de la camioneta, Sehun se queda afuera vigilando, llego hasta la mesa y siento mi celular vibrar, lo saco del bolsillo derecho de mi saco, veo la pantalla reluciente con un mensaje de Namjoon.

-Jackson lleva acompañante, deberías buscar uno.

Bufo mientras veo como un chico de baja estatura, rubio, labios carnosos y ojos pequeños se acerca mi mesa.

-Buenas noches -saluda -¿Desea ordenar algo mientras espera? -pregunta.

Su suave voz chillona me hace olvidar por unos segundos el mensaje que he recibido.

-Solo agua, por favor -respondo.

El chico asiente, se da la vuelta y me da la oportunidad de observar su cuerpo, y vaya que tiene un hermoso cuerpo.

Jackson y BamBam, llegan. Ambos toman asiento en las sillas que se encuentran frente a mí.

Jackson estrecha su mano con la mía mientras el chico mesero se acerca con lo que le pedí, BamBam lo mira burlonamente y cuando está frente a mi extiende su pie provocando que el chico me lance el agua encima.

-Fue un accidente -dice mientras de manera rápida se pone en pie. -Yo... lo siento mucho -se disculpa, tomando una servilleta para luego comenzar a secar mi pecho.

Atrapo su mano fuerte con la intención de llamar su atención.

-Tranquilo, cariño -verbalizo entre risas, consiguiendo su atención. -Te dije que no debes jugar al mesero -gesticulo.

Jackson, BamBam y el chico me miran sorprendidos, no suelto su mano, al contrario, aprovecho su atención hacía mi para acercar mi boca a su oreja.

-Quédate conmigo -susurro.

Él se aleja un poco al escuchar mi propuesta.

-Yo-yo estoy trabajando -titubea.

Suspiro al escuchar su respuesta.

-Te pagare el doble que te pagaran en esta mierda -le expongo en tono serio mientras me mira incrédulo.

-Si le digo que no ¿me dejara ir? -cuestiona, nervioso.

Niego.

El chico toma asiento, suelto su mano y él desordena su cabello haciéndolo hacía atrás. Toma un cubo de hielo que está en la mesa, lo pasa por sus hermosos labios y luego lo coloca dentro del vaso. Desabrocha un botón de su camisa dejando ver parte de su clavícula, dejándome sorprendido debido a la rapidez con la que se ha arreglado para estar a mi lado en un par de segundos.

Jackson se pone de pie, toma la mano del chico mesero y deposita un beso en ella.

-Buenas noches -lo saluda mi socio.

Sus mejillas se sonrojan luego del gesto de Jackson. Me acerco al chico de manera sutil y murmuro.

-No digas ni una sola palabra. ¿Entendiste?

Asiente.

Jackson con su mirada recorre el cuerpo del chico en repetidas ocasiones, haciendo notorio su interés.

-Muy bien a lo que vinimos -digo, llamando la atención de todos.

BamBam, mira con curiosidad al chico y no tarda demasiado en cuestionarme.

-¿No nos presentaras a tu acompañante?

-¿Acaso no escuchaste lo que dije? -alzo mi voz, haciendo que el chico se sobre salte-. ¿Aceptaras o no Jackson? No me hagas perder el puto tiempo.

El mencionado asiente.

-Sabes que si me traicionas o quieres robarme, te matare -le recuerdo.

Los ojos del chico se ensanchan de manera exagerada luego de escuchar mi advertencia hacia Jackson.

-Es una broma, cariño -interviene BamBam.

El chico sonríe, desciende su mirada y empieza a jugar con sus dedos. El celular de BamBam suena, y de inmediato lo veo.

-Debemos irnos, Jackson. Acepta y larguémonos.

Cerramos trato, se ponen en pie, se despiden y se marchan dejándome solo junto al chico. Lo miro detenidamente y continua jugando con sus dedos, pero cuando siente mi mirada gira su rostro y me observa fijamente.

-Debería de sonreír un poco -me aconseja.

No digo nada, solo me limito a verlo fijamente.

-Ok, lo siento -se disculpa.

-¿Qué haces aquí? -escuchamos una voz.

El chico se pone en pie de forma torpe al reconocer la voz de su jefe.

-Le pedí que me acompañara por unos minutos, no es su culpa -respondo por el chico.

El hombre asiente y luego el chico lo sigue.

Me quedo sentado unos minutos más y observo al chico trabajar duramente dejando comida, retirando platos, sonriendo con una hermosa sonrisa.
Después de un tiempo salgo del lugar, pero antes voy con su jefe.

-Propina para el chico que me hizo compañía -dicho eso salgo del lugar y entro a mi camioneta.

Espero unos minutos más hasta que el turno del chico concluya.

-Ten, entrégaselos al chico rubio. Dile que es lo que prometí por hacerme compañía -le ordeno a Sehun.

Sale de la camioneta y entra al restaurante, veo al chico negarse a aceptar el dinero, pero al final lo acepta, lo sé porque Sehun regresa a la camioneta.

-El chico lo agradece mucho -me informa.

Asiento y luego le pido que arranque.

En el trayecto a casa no puedo conseguir en dejar de pensar en la sonrisa de ese chico, en definitiva, debo regresar al lugar. Mi celular suena y me saca de mis pensamientos vagos.

-Dime, Nam -atiendo.

-Debes cerrar negocios, el tipo del bar no tiene tu dinero -me pone al corriente-. ¿Lo cierras tú o lo cierro yo?

Inspiro profundo, corrijo mi postura y niego.

-Voy para allá -le hago saber y luego cancelo la llamada. -Llévame con Nam -le ordeno a Sehun.

Debo distraer mi mente para que la sonrisa de ese chico salga de mis pensamientos, me coloco mis guantes de cuero y salgo de la camioneta quitándole el seguro a mi arma.

-Ponme al tanto -le pido.

Nam me observa y asiente.

-Se le entregó cargamento el cual no termino de vender, vine por el dinero y dijo que no lo tiene.

Veo a Namjoon con desagrado, sabe que detesto este tipo de situaciones.

-Le di una semana más y resulta que no vendió lo que le entregué, sino que se lo consumió -agrega Namjoon, desviando su mirada.

Me acerco al tipo y tiro de su cabello forzando a que me mire.

-¿Así que te consumiste toda mi droga?

Asiente lastimosamente.

-¿Por qué mierda le disté producto para vender cuando es un puto consumidor? -interrogo a Nam mientras golpeo con la cacha de mi pistola al tipo.

-No tenía idea que era un consumidor, Jungkook. Lo siento -contesta Namjoon.

-¿Cómo mierda piensas pagarme lo que te consumiste? -lo interrogo, dando un puntapié en su estómago.

-Te-te daré a mi hija -dice jadeando.

La sangre me hierve, golpeo nuevamente su estómago y me doy la vuelta.

-Así que tu hija debe pagar con su cuerpo lo que su padre hizo -espeto

-S-sí -contesta entre quejidos.

Me giro un poco, apunto a su cabeza y jalo el gatillo de mi arma.

-Tu hija no sufrirá por ti.

Le pongo el seguro a mi arma y la guardo en la cartuchera.

-Averigüa donde vive su hija, envía dinero suficiente para ella.

Nam asiente.

-Limpia esta mierda y vete a casa, Namjoon -le ordeno.

Me retiro los guantes, los guardo en mi saco y entro a la camioneta.

-Vamos a casa.

Sehun arranca, cierro mis ojos y recargo mi cabeza en el asiento y nuevamente tengo la sonrisa de ese chico vagando por mi mente.








Sé que han esperado mucho por esto, así que, gracias por la espera. Prometo intentar subirles la trilogía lo más pronto posible.

Quiero agradecerle muchísimo a Sofi que me obsequió la portada, el separador y el banner. Te adoro Sofi 🥰♥️

¡Mucho Love para todos!

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