Despues de que Gokū y Vegeta tuvieran esa noche, el menor despertó a lado de Vegeta y sus hijos; bajó a la cocina a  algo para su esposo y para él, a la mitad de hacerce la comida empezó a tener náuseas... cuando fué al baño y vomitó, se puso una prueba de embarazo... después media hora, se dió cuenta que estaba otra vez embarazado. ¿Cómo era posible sí se habían protegido?

–¡Vegeta! —va al cuarto de los bebés— ¡V-Vegeta —lo mueve para que despierte—  ¡Vegeta!

–¡¿Qué quieres, pendejo?! Oh, lo siento.

–¡Buenas noticias! –llorando de alegría.

–Hmm ¿cuáles son esas noticias? ¿por qué estás llorando?

–¡Vamos a tener otra criatura!

–¿En serio, Kakaroto? Entonces mi plan de hacerle un agujero en el condón funcionó.

–¡¡Sí!! Espera, ¿qué?

–Uh, eh que.. ¡que bueno!

–¡Me has hecho muy feliz!

–¿En serio?

–¡Por su puesto que sí! —lo abraza tomándolo de la cabeza.

–Bueno, deja alimentar a estos niños...

–Bueno —toca su vientre— será igual de poderoso y fuerte que yo.

–Claro que sí, no lo dudes ni un segundo.

–Ma.. má... —pronunció Vegetto.

–¡Vegetto! ¿Puedes hablar? ¿Tan temprano?

–Pa-pá...

–¡Aw! Sus primeras palabras.

–¿Dijo "mamá"?

–¡Dijo "papá"!

–Ma-má...

–¿También Gogetta? ¡si sólo tienen dos días! —cargando a Gogetta.

–¡Vaya!, si que es sorprendente —cargando a Vegetto— eso quiere decir que son muy intelegentes como yo —reclamó Vegeta.

–Lo llevamos a la escuela ¿o no?

–Mhh, no sé si haya eso aquí, pero si es así, pues si, pero hay que darles libertad y no como Milk que los tenía encerrados sin ninguna diversión  alguna.

–Entonces, ¡está decidido!