Empiezan a llorar los bebés.

-S-son las seis de la mañana, ¿y ya están llorando?

-Pues ve, eres su madre después de todo ¿no?

-Okey, tranquilo -va al cuarto de los niños y los carga- ya niños, les daré de comer pero no lloren... -les da de comer por 7 minutos ó más- Bien, Vegetto, Gogetta a dormir.

Tocan la puerta.

-¡Agh! ¡¿Quién podrá ser a esta hora?! -abre la puerta- ¡Bulma! ¡P-asale! ¿Qué se te ofrece?

-Vegeta me dijo que te diera una cápsula de una casa con una piscina pero pequeña la casa.

-Oh, entiendo, y ¿ya la tienes?

-Me desvelé por ello asi que hice un esfuerzo -le da la cápsula- Toma, disfruten su luna de miel.

-G-gacias, Bulma, vete a descansar que te ves súper mal.

-A eso iba, gracias, Gokū. Adiós.

-Adiós -cierra la puerta.

-¿Quién era? -cuestionó bajando las escaleras con Vegetto.

-Era Bulma, me dio una cápsula en la cual tiene la casa.

-¿Y qué esperámos? ¡Vamos a alistarnos!

-Claro, ¿por qué no?

Vegeta y Gokū se alistan (muda de ropa, zapatos, prendas interiores, prendas para los niños shampú etc...

-¿Listo? -preguntó el pelipalmera emocionado.

-Más que listo.

Los dos agarraron sus maletas cargando a sus espaldas y a sus bebés cargando en sus manos y brazos.

En el transcurso del viaje Gokū sintió algo al igual que Vegeta, se detuvieron para ver qué es lo que tenían...

-¡Kakaroto, tengo co-la!

-¡¡Y-yo también!!

-¡Mira, también nuestros bebés tienen cola! Bueno, les están empezando a crecer.

-Es cierto, me da miedo que yo veo la luna y me transforme en mono y tengo miedo que yo les pueda hacer algo...

-¡Ja, ja! Novato... tranquilo, si quieres te enseño a usar esa transformación a voluntad.

-¿De verdad? ¡Ay, gracias, Vegeta!

-Claro, no hay de qué -le da un tierno beso.

-De acuerdo, mhh... ¡vamos ya hacia esa isla!

-¡Ja, ja! Lo que quieras y desees.

Los dos enamorados prendieron vuelo hacia una isla cercana; cuando llegaron pusieron la casa...

-Vayamos a instalarnos... -dijo emocionado.

-Claro, y si quieres podemos ir a la piscina.

-¡Por supuesto!

-Vale, solo vamos a dormir a los niños y estar solos tú y yo... -dijo lujuriosamente.

Vegeta y Gokū fueron a la piscina, entre tantos saltos, clavados, aventadas de agua, salieron y se disponen a ir a la cama.

-Mhh... ¿Vegeta?

-¿Qué ocurre? Mhh, ¿no me digas que fue por el clavado que te salió mal?

-N-no, es que... se me ocurrió la idea de... hacerlo...

-¿Uhh? Mmf, ¿a qué te refieres con "hacerlo"?

-Oh, eh... a eso... -juega con sus manos.

-¿A esto? -gatea hacia él encimándose en él.

-Oh, eh.. sí -no podía emitir una palabra por el nerviosismo que tenía.
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Vegeta comenzó a besar al menor de forma placentera, luego pasó a besar su cuello muentras que el menor soltara uno que otro gemido y jedeos hasta que el mayor bajó a sus pezones pellizcándolos y lamiéndolos.

Vegeta baja hasta los abdómenes del menor; este empezó a besarlo y lamerlo, así por un rato hasta que llegó al boxer del menor y empezó a acariciarlo encima de la tela.

Vegeta le quita eł boxer a Gokū y se quita su boxer. Gokū empezó a succionar el miembro de Vegeta mientras que el mayor soltaba uno que otro gemido y este le avisa al menor. El menor al sentír la escencia de Vegeta deja de succionar para luego, pasar todo el líquido espeso de éste.
Vegeta le enseñó a éste tres dedos. Entendió la señal y lamió sus dedos.

Ya que estaban todos lubricados de saliva le metió al menor el primer dedo mientras que este gemía; pero rapidamente le dejó de doler, Vegeta le metió el segundo dedo, y así el mismo procedimiento con el tercero hasta que llegaron al tercer escalón.

-Voy a entrar.

-No tienes que avisar sólo hazlo -dijo con celo- por favor hazlo para que me quites el calor...

Vegeta empezó a entrar poco a poco en Gokū mientras que este gemía del dolor hasta sacar una lágrima.

Vegeta empieza a hacerlo más rápido. Gokū al no aguantar el dolor empezó a rasgar las sábanas y a abrazar a Vegeta dejándole algunos rasguños.

Vegeta toca más allá del punto G del menor, mientras que gemía más fuerte hasta que Vegeta se corrió dentro de él y Gokū al sentir la escensia de Vegeta se corrió en los abdómenes de ambos.

-Ah, esto es... algo.. repentino por segunda ó tercera vez.

-¡Ja, ja! Sí, ¿y su vamos a dormir con los niños? -preguntó Gokū.

-Claro, si tu quieres -se cambia- solo recuestate en mi hombro.

-Gracias, pero, ¿si nos dormimos con los niños?

-Oh, claro ja, ja. Sí, claro.

Gokū al estár cansado empezó a babear...Vegeta lo cambió y lo llevó con los bebés y se quedaron dormidos junto a los niños .