Capítulo 2

El recital acabó y todos comenzaron a abandonar el recinto. Nosotras también, pretendíamos salir, pero la gran multitud nos arrastró y desesperadas, no podíamos encontrar la salida.

La gente amontonada, detrás y al lado de ambas, dieron un empujón y nos separaron.

_ ¡Emma!

_ ¡Romina!

Grité asustada y todos alborotados, Romina se me había perdido por completo. No podía encontrarla, lo que me urgió y solo vi gente y gente casi sobre mí.

Desesperada, me sentí ahogar frente a todo ese torbellino de gente y traté de buscar otra salida, pero se me hizo imposible. La multitud me llevó.

De pronto, vi a lo lejos una salida y traté, como pude, de salir de ese horrible tumulto y empecé a escarbar. Algunos no me dejaban pasar, otros me tiraban del cabello y hasta me despilfarraban del vestido.

Al fin pude salir y sin darme cuenta, me tropecé con la vereda y caí al suelo.

Vi, a mi espalda, a mucha gente que aún iba saliendo del recinto, pero donde yo estaba, no había nadie. Traté de colocarme de pie, pero sentí un gran dolor en la rodilla y miré con detenimiento la salida, que había frente a mí...

<<Esta es la salida que vi hace un momento >>

La rodilla me dolía mucho, pero no podía quedarme en ese lugar y traté, como pude de levantarme.

Me sacudí el vestido y comencé a caminar.

De pronto, nos encontramos él y yo de frente y yo quedé otra vez perpleja. No lo pude creer e impresionada, se me retuvo el aliento y él me sonrió con destellos. Se levantó los lentes de sol y me miró encantado.

_ Hola - sonrió más que contento.

_ Hola...

_ Pero ¿Qué haces aquí? – preguntó tan contento y sorprendido, como lo estaba yo.

_...Estaba buscando la salida y creo que me perdí – me sonrió con amabilidad.

_ Ven. Te ayudaré a encontrarla - le sonreí agradecida.

_ Gracias

Volvió a sonreírme con destellos, yo lo miré, y toda nerviosa, le sonreí y bajé la mirada con vergüenza, lo que a él le fascinó.

Levanté la mirada de nuevo y me encontré con él aun mirándome fijamente y yo me perdí en su profunda mirada.

Sin decirnos nada, nos miramos por un instante y mi alma y cuerpo temblaron por completo.

De pronto, Joey sonrió nervioso.

_... Bien, te llevaré a la salida

_Ok...

Comenzamos a caminar y sentí que me dolió mucho la rodilla y solté un quejido. Él me miró preocupado y yo me la toqué.

_ ¿Qué te pasa?

_... Me caí hace un momento

Le dije a punto de llorar y él me miró y luego miró mi rodilla. Vio que esta sangraba.

_ Te hiciste una herida

_... – lo miré con pavor.

_ Es mejor que vengas conmigo a mi camarín. Ahí podré colocarte algodón y una venda

_... De acuerdo. Gracias otra vez...

Sonrió y volvió a mirar mi rodilla.

_ ¿Puedes caminar?

_ Creo que sí. Déjame ver...

Hice el intento, pero me dolió más que al principio y él tomó, tierno, mi mano para ayudarme. Sin evitarlo, ambos nos acercamos mucho y nos miramos fijamente a los ojos y nos sonreímos.

_ Por cierto ¿Cómo te llamas?

_ Soy Emma – sus ojos se intensificaron de ternura.

_ Muy dulce

_Gracias...

Sonreí apenada y él me miró perdidamente. Luego reaccionó...

_... Eh vamos mejor a mi camarín...

Cargada de su hombro, él me llevaba y me hizo pasar a su camarín. Yo le sonreí por su tierno gesto y me ayudó a sentarme en su sofá.

Joey se me acercó y vio la herida en mi rodilla. Me miró y se colocó en cuclillas frente a mí.

_ ¡Cielos! Es una herida muy grande ¿Cómo te caíste?

_ No lo sé, es que había tanta gente y yo lo único que quería era encontrar una salida, y vi esta, y salí como pude y no vi la vereda. Pisé mal

_ ¿Te duele mucho?

_ Mucho...

A punto de llorar, él me miró tierno, y sin evitarlo, acarició mi mejilla.

_ Tranquila, veré como curarte esa herida

_ ¿Tú me curarás?

_ Si ¿Tienes algún problema con eso? - me puse nerviosa.

_ Oh no, claro que no, pero es que como tú... quien eres, puede darse el tiempo de curarle heridas a despistadas como yo – sonrió.

_ Relájate, soy tan humano y más despistado que tú, así que ya ves– sonreí.

_ Jejeje

_ Bien, iré a buscar el botiquín de primeros auxilios...

Lo vi alejarse y miré su enorme y ancha espalda, bajo esa playera blanca y no pude evitar suspirar.

<< A parte de guapo es muy atento y tierno >>

<< Es muy buena persona... >>

Me colocó algodón, con povidona, sobre la herida para así limpiarla y a mí me dolió. Solté un quejido y Joey me miró.

_ Lo siento. Trataré de hacerlo con más cuidado

_Ok...

Solo dije y él me miró y sonrió.

Me limpió con más cuidado, yo lo miré hacerlo y observé su rostro y sus facciones. Él concentrado en curar y limpiarme la herida, yo lo encontré tan atractivo. Era muy guapo.

Lo miré detenidamente y mi corazón latió fuerte. De pronto, él me miró y yo me puse toda nerviosa.

_ Ya estás lista. Te colocaré esta venda para que no se te infecte. En unos días se te sanará.

Me dijo y me miró vibrante y yo me perdí en sus profundos y acechantes ojos. Luego, le sonreí con vergüenza.

_... Ok, gracias

_ Que linda es tu sonrisa...

Más me avergoncé, sentí que las mejillas se me enrojecieron y él decisivo me preguntó:

_ ¿Te gustaría tomarte un trago conmigo? – abrí los ojos y los nervios me comieron por dentro.

_... Gracias, pero creo que ya debería volver por mi amiga. Debe estar buscándome – volvió a sonreírme.

_ Entonces, permíteme llevarte en mi auto hasta tu hogar

_ ¿A mi hogar? Oh no gracias. No es necesario

_ Vamos, si no es ninguna molestia para mí, en serio...

<< Es tan amable e interesante >>

<<Debe haber tenido cientos de enamoradas en su juventud y quizás ahora >>

_ ¿Y bien señorita? ¿Me permite llevarla en mi auto a su hogar?

_... De acuerdo, eso sí, mi amiga y yo nos estamos quedando por lo pronto en un hotel – sonrió.

_ Ok. Vamos entonces...

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