Capítulo 2. "Tan lejos"

Courtney

Un año atrás.

Y desde mi lugar, observo a James subir las escaleras con su birrete puesto y  y después caminar, tan seguro y feliz de si mismo, camina a recoger sus papeles y su diploma para después darles un leve apretón de mano a todos los directivos presentes. Lo veo bajar las escaleras con la sonrisa más grande del mundo, incluso una sonrisa más grande que cuando el bebé de Nathan sólo se dejó cargar por él.

  — Lo logró— me dice Cecy al oído.

— Lo logró— acepto.

Se va a donde estuvo durante toda la ceremonia y se sienta nuevamente en su lugar y lo pierdo de vista cuando otro grupo comienza a subir por sus papeles.

James terminó graduándose un año después que yo, ya que, después de mucho tiempo, pudo enfrentar a sus padres y decirles lo que había hecho: había presentado un examen para entrar a estudiar derecho. Aunque ellos no aceptaron su decisión, no le importó y siguió. No se graduó con las calificaciones más altas del mundo, pero ahora puede ir a casa de sus padres y lanzarles el diploma en la cara... aunque es probable que yo no pueda ir a su casa.

Cuando James y yo logramos tres años de relación, justo en año nuevo, me invitó a pasarla con su familia siendo ya algo oficial, y fue el día en que decidió decirles que ya no estudiaba periodismo  y que yo era la persona que le estaba dando rumbo a su vida, pero sus padres no tomaron eso como algo bueno, todo lo contrario; creen que le lavé el cerebro a su hijo para que hiciera todo lo que a mi me plazca. 

Mis familia conoció a James de otro modo: En el hospital. 

  Todos lo conocieron el día que mamá terminó en el hospital con el pequeño Dylan pateando desesperadamente dentro de ella intentando salir a todo lugar. La cosa estuvo un poco fea y yo tuve que tomar un vuelo de emergencia y James no dudó en acompañarme. Cuando llegamos al hospital, todos olvidaron por un momento a mamá y sólo les interesaba saber quién era el chico con el que venía. Maddie al saberlo, sólo sonrío al ver la cara de curiosas de todos. Y a los pocos meses, supongo que no se lo tomaron tan de sorpresa que les dijera que era mi novio, justo en año nuevo, cuando cumplimos cuatro años de relación. Es año decidimos pasarla con mi familia y fue el momento más difícil, porque iba a ser el primer chico que presentaba a mi familia; mamá no se lo tomó a mal, Steve no tenía porqué, incluso Nathan se sintió feliz por mi y enseguida él y James conectaron. Maddie, ella estaba más que asombrada por lo que estaba haciendo pero Justin, parecía algo molesto, ya que incluso años después de la boda de mamá me dijo que le gustaba, lo cual a James no le pareció algo agradable, por eso, no intentaron para nada llevarse bien.

Nathan y su novia terminaron casándose enseguida de haber tenido a su pequeño bebé que resultó ser niña. La llamaron Sue, no tengo ni la menor idea de porqué la llamaron así, pero es bonito. Cuando fue su boda, James y yo no apenas teníamos meses de relación y no estaba en mis planes presentarlo a la familia, así que terminé asistiendo yo sola, con el temor de que Matthew apareciera en el peor momento como en la boda de mamá. Pero eso no pasó y algo dentro de mí se decepcionó pero otra parte se sintió bien al saber que no iba haber mucho drama, sólo mamá y sus dolores de pies por el embarazo.

Después de que pasaron las bodas, los nacimientos y las presentaciones con las familias, llegó el momento en el que iba a graduarme y enfrentar al mundo como todo una "adulta": tenía que pensar que era lo que seguía y en donde demonios tenía que vivir, ya que iba a dejar la fraternidad. La primera opción que tenía era irme a vivir con Cecy, pero era preferible irme a vivir con Gwen ya que Cecy vivía con su novio, a veces sí y a veces no, pero al fin de cuentas terminaban juntos. Un año antes de que me graduara, James y yo discutimos la situación durante mucho tiempo hasta que llegamos a la conclusión que la mejor idea era irnos a vivir juntos: Comprar un departamento entre los dos para que pudiéramos pagarlo y cuando el se graduara ya no hubiera problemas.

Y después de ambos ahorrar y ahorrar, terminamos comprando un departamento algo alejado de la ciudad y de la universidad, ya que era más barato. Al principio, cuando nos mudamos, las cosas eran raras y hasta algo difíciles, ya que no nos poníamos de acuerdo en muchas cosas, el tenía  su desastre que se volvía gigante al juntarse con mi desastre o cosas como dejar arriba la taza del retrete. Pero con el tiempo, supongo que nos comenzamos a acostumbrar y comenzamos a hacer las cosas bien.

Mientras buscaba trabajo, seguía trabajando en la cafetería de Nora, donde literalmente vi crecer a Amy, verla llorar por amor, por la vida y por la escuela.  Pero al parecer, la vida fue un poco más fácil para ella al tener todos los consejos de Cecy, aunque en muchos aspectos, resultó ser que la pequeña pecosa podía ser más inteligente que Cecy y yo juntas, e incluso si incluía a Gwen o a Cristina, ella seguía ganando.

Cristina, mi mejor amiga Cristina, su vida iba bien y según ella, todo era mejor después de haber terminado con Connor, aunque claro, dos años, después regresaron y por primera vez después de mucho tiempo, hicieron un largo viaje para visitarme después de tanto tiempo. Yo no los esperaba y mucho menos un sábado en  la tarde en la que James y yo estábamos en pijama viendo un partido de su equipo favorito. Cuándo abrí la puerta y vi a Cristina, mi única reacción fue gritar de la emoción y cerrar la puerta en su cara para después girarme a ver a James y gritarle que fuera a ponerse pantalones, fingí que nada había pasado y abrí la puerta por segunda vez abrazándola después de muchos años. Saludé a Connor, quién no evitó mirarme con sorpresa, pero más fue la sorpresa de Cristina cuando vio a James y supongo que se sorprendió aún más cuando le dije que era mi novio y vivíamos juntos. Esa noche salimos a comer pizza, platicar y caminar por la ciudad hasta altas horas de la noche. Pero no, Cristina y James no hicieron click y al parecer comenzaron a odiarse a muerte... o esas miradas de odio que se lanzaban decían eso.

Carlee, la loca y bonita ex novia de James, desapareció un largo tiempo y yo dejé de preocuparme de que un día iba a despertar en el hospital toda golpeada y herida gracias a ella, pero después de un par de meses, antes de cumplir dos años de relación, Carlee de algún modo contactó a James y lo invitó a salir, eso fue lo que provocó que rompiéramos durante un mes; James no me comentó nada para evitar problemas y salió con ella. Él dice que no pasó nada, que evito todo tipo de contacto pero, algo me decía que eso era mentira. Si no hubiera sido porque no la encontramos en la calle y comentó lo de su salida,  jamás hubiera estado enterada. 

Quizá había actuado de nuevo como la adolescente que solía ser, pero me recordaba a la época en la que él era su novio y yo sólo la otra. Las cosas terminaron y yo lloré tres noches enteras y casi obligué a que Gwen lo corriera cada que iba a la fraternidad, hasta que un arranque de locura, decidí comprar un boleto de avión hacía alguna playa algo lejana en la que me senté todo un día a contemplar el amanecer y me puse de pie hasta que vi el anochecer. Las cosas eran tristes y por alguna extraña razón, la playa comenzaba a dejarme de gustar, hasta que una madrugada, James tocó la puerta de la habitación del hotel y con la voz algo ronca, me dijo que no lo dejara. Cecy, quién me había ayudado a salir unos días, ayudó a James a encontrarme para arreglar las cosas. 

Y en efecto, se arreglaron.

Y nuestras demás peleas no fueron nada serio.

  — Si alguna vez llego a estar en la carcel, ¿El podría sacarme de ese lugar?— escucho bromear a Amy.

— ¿Por qué rayos estarías en la carcél?— la regaña Cecy.

La no tan pequeña Amy de casi veintiuno, le lanza una mirada traviesa a Cecy  y ella sólo niega con la cabeza 

  — No sé que estés pensando, pero le diría que te de cadena perpetua— le advierte Cecy mientras se cruza de brazos.

— Creo que la apoyo— le digo a Amy mientras sonrío.

— Ya no haré una fiesta masiva con alcohol ilimitado— dice inocentemente.

— Desde que tengo empleo y un sueldo, el alcohol puede ser ilimitado para mi— le restriega Cecy en la cara con una sonrisa satisfactoria.

Amy sólo bufa y se cruza de brazos. Dejo de mirarla y comienzo a buscar nuevamente a James, quien ya se encuentra caminando a donde estamos y yo hago lo mismo que él, sólo que yo corro a sus brazos con emoción y lo escucho reír. Al separarme, veo su enorme sonrisa y algo en mi estómago comienza a hacer su magia; las mariposas comienzan a volar.

— Anthony, oficialmente puedes sacarme de la cárcel— bromeo.

— Creo que del único lugar del que podré sacarte es el baño cuando tardas horas— lanza una leve carcajada cuando ve que mi sonrisa se ha desvanecido gracias a su comentario.

— Acepto que a veces me tardo mucho, pero tu eres igual— me defiendo.

— Ya, dense un beso o algo, que tenemos que ir a celebrar— nos grita Amy.

 Y pensar que a los dieciséis le daba pena hasta mirar a los chicos.




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