15-Pasión (+18)
El regreso de Tn fue una agradable sorpresa para todos los presentes que no dudaron en hacerle toda clase de preguntas sobre el más allá. El chico les contaba todo y ellos se quedaron de piedra al escuchar las palabras de él. Cenaron tranquilamente y sonrientes, con un ambiente mucho mejor después de saber que el joven había podido regresar a la vida, pues era querido allí en Nevermore.
Al terminar de cenar, podían pasear por el lugar ya que había seguridad de sobra.
—Me alegra de tenerte de vuelta—Enid aún no se podía terminar de creer aquello—no sabes lo mucho que te he echado de menos.
—Ya estoy aquí, tranquila—susurró él antes de besarla.
—¿Podrían dejar de ser tan pegajosos delante de mí?—le preguntó molesta su hermana—es asqueroso.
—¿También quieres un beso hermanita?—ella le miró fríamente.
—Intenta darme un beso y te mandaré de vuelta al otro mundo.
Cuando llegaron a la habitación de las chicas, Enid quiso entrar cuando fue detenido por el chico quien le esbozó una ligera sonrisa. Ella se puso roja como un tomate.
—Roomie, tengo que ir a hacer unas cosas...luego nos vemos—comentó.
La pelinegra parada en la puerta les miró, vio que su hermano le guiñaba un ojo, suspiró algo molesta y entró antes de dar un pequeño portazo.
—¿Crees qué...sabe lo qué...?—él le dijo que sí.
Fueron hasta la habitación del chico tomados de la mano, Enid apoyaba su cabeza en el hombro de él mientras dejaba escapar de vez en cuando algún suspiro. Aún tenía los ojos algo rojos porque había llorado mucho esos días.
—Las damas primero—dijo cediendo el paso.
—Gracias—ella entró.
Allí, con la puerta cerrada, el chico se fundió con besos a su loba. Debido a su retorno, a estar con sus padres y luego la cena, apenas pudieron darse algún que otro beso. La loba había echado mucho de menos esos labios y dejaba escapar suspiros largos cuando sentía que besaba su cuello o agarraba su culo para manosearlo bien.
—Tn...yo...ay...—él le mordió la oreja.
No supo en que momento exactamente se quedó desnuda, solamente estaba allí tirada en la cama mientras el chico desnudo, estaba sobre ella. La besaba, tiraba de su labio lentamente con sus dientes haciendo que ese pequeño dolor se convirtiera en placer. Y tampoco se percató de en que instante había sido amarrada.
—No sabía que te iban estos juegos—dijo ella sonrojada y muerta de vergüenza—pero...no me disgusta.
—Esa es mi loba—le dio la vuelta y comenzó a darle unos pequeños azotes en su trasero mientras ella mordía la almohada.
—Podrías...
—¿Más flojo verdad?
—No...todo lo contrario...más fuerte...
Al verla sonreír, supo que daba su consentimiento para hacerlo. En la habitación se escuchaban las nalgadas en el trasero de la loba que pedía más y más. Acabaron rojas como tomates.
Luego la volteó para besar todo su cuerpo, desde arriba hasta la entrepierna donde Enid trataba de agarrar la cabeza del chico y la hundía más profundamente. Mente y ojos en blanco, la rubia solamente podía pedir más. No podía terminar de creerse que estuviera haciendo algo tan sumamente pervertido, pero le encantaba absolutamente.
Ella acabó sudada, exhausta y cansada de recibir ese amor por parte del chico. Él se colocó protección y le dijo que si estaba preparada. La rubia, mirándolo a los ojos, colocó las manos esposadas encima de ella y abrió las piernas mientras se mordía el labio.
—Solamente sé gentil...—pidió mientras tragaba saliva.
—Lo intentaré—la besó con pasión y ella rodeó su cabeza mientras empezaba a entrar en ella.
Dejó escapar un gemido antes de ser besada de nuevo, las embestidas empezaron y Enid a la par de ser penetrada era besada. Era demasiado placer y ese sentimiento nuevo en ella provocaron unas oleadas de placer que nunca había sentido.
Era completamente diferente de lo que había ocurrido entre ellos hasta ahora.
Los minutos pasaron y finalmente, ambos alcanzaron el clímax.
—Ha sido...increíble...joder...—él estaba recuperando el aliento.
—Si...y lo de...ay...—se cubrió la cara.
—Oye Enid...podrías...ayudarme...—dijo mirando a su amigo.
—Tonto...eso no se le pide a una dama—volteó roja.
Al cabo de unos segundos, ella le miró.
—Está bien...solamente espero hacerlo bien—dijo casi en un susurro muy roja.
Ella se colocó entre las piernas del chico, tenía aún fuerzas. Enid miraba avergonzada antes de abrir la boca y hundir su cabeza.
—Joder...¿entera de una lobita?—preguntó Tn sintiendo un gran placer, y además, estaba algo más sensible por haber acabado recién.
Ella siguió succionado con fuerza.
—Uff, las calladas son sin duda las mejores—pensó mientras sujetaba la cabeza de Enid.
La puerta de la habitación irrumpió el momento, era Miércoles quien pensaba que ya habrían terminado.
—¿No podrías tocar a la puerta?—preguntó algo molesto—no dejas que disfrute de mi novia.
Miércoles allí parada tras cerrar la puerta, vio a Enid levantar la cabeza y ya con el miembro de su hermano afuera de su boca. La rubia tenía el pelo revuelto, mojado por el sudor y una pequeña cantidad de saliva salía de su boca. Al mirarse a los ojos, pudo ver que Enid tenía unos ojos completamente diferentes, fruto de su etapa de celo en el cual entraba.
—Roomie—dijo entre jadeos.
—Al menos no has hablado con la boca llena—comentó ella provocando una pequeña carcajada en su hermano—hagan el favor de vestirse, nuestros padres han recibido noticias. Tú amigo Kemich ha atacado a otras familias.
—Joder...iré en diez minutos.
—Como sea, panda de depravados
—¿No te gustaría unirte?—el chico agachó la cabeza esquivando un cuchillo—que humor de perros.
—Os esperó en la habitación.
El chico suspiró, cuando quiso levantarse, Enid dijo que terminaría la faena, que no era para nada bueno y saludable que fuera así.
—¿O no quieres?—preguntó con tono pervertido y dulce.
—Me encanta está versión tuya—respondió antes de ver como de nuevo entraba en la faena.
Al cabo de un rato, más tarde de lo previsto, llegaron a la habitación de las chicas.
—Llegas tarde—dijo molesta la pelinegra.
—Un mago nunca llega tarde...ni pronto...
—Deja las chorradas, hay que prepararse para actuar—interrumpió la gótica a su hermano.
Allí los Addams les pusieron al corriente de toda la situación. No habían difundido que Tn había regresado, era un pacto de todos los presentes y la academia para actuar con sorpresa. Incluso organizaron un funeral falso para que fuera más creíble.
Los padres se marcharían y les dirían cuando actuar, que tenían muchas cosas que hacer.
—Ojalá haber ido a mi propio funeral—dijo éste.
—Idiota, bastante con haberte perdido—comentó la loba besándolo—ahora ve a descansar.
—Nos vemos mañana lobita—se besaron y se marchó.
Miércoles no dijo nada de lo visto, pero le sorprendió mucho ver a una Enid pervertida.
Ya en su cuarto, Tn pensaba en la forma de cobrarse su venganza. Por no hablar de que debía hacer con Kemich, ¿debía perdonarle?, ¿debía matarlo?, la amistad podría jugar en su contra.
Continuará...
Espero que les haya gustado.
Un saludo :D
Capítulo de la calma antes de la tormenta.
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