Al día siguiente
25 de Diciembre

Narra Max

No podía dormir.

2:56 AM

Fui a la cocina a prepararme un té para intentar relajarme y seguir durmiendo.

Mientras esperaba a que el té se calentaba, miré por la ventana y todavía había gente que aún estaba celebrando este día especial.

Parecían estar pasándoselo realmente bien...

Miré atrás y allí estaba Annie acurrucada en el sofá frente a la chimenea con Demonio.

Me acerqué a ella

Se veía tan tierna durmiendo...

-Mi niña...Siento tanto no poder darte todo lo que te mereces...-dije juntando mi frente contra la suya mientras le acariciaba la mano-Te quiero-terminé.-

Seguidamente me levanté y me fui alejando poco a poco de ella.

-Yo también te quiero-dijo una vocecita-

Me giré y Annie estaba mirándome con la sonrisa más tierna.

-Anda duérmete renacuaja, Papá Noel estará al venir y no puede verte despierta.

Annie automáticamente cerró los ojos y se dejó caer en el sofá.

Sonreí ante tal gesto.

Ya me había desvelado por completo.

Absolutamente no podía volver a dormirme.

No se me ocurría otra idea que salir a la calle a dar un paseo y pensar un poco.

De repente se me ocurrió una idea increíble

Al final me decidí, me puse una chaqueta, guardé una muñeca de cristal en mi bolsillo y salí a la calle.

(...)

Estuve varios minutos andando hasta que llegue a casa de Sierra

Sé que seguro está durmiendo ahora, pero necesitaba verla.

Escalé hasta la ventana de Sierra y, afortunadamente la ventana estaba abierta.

(Cosa que no entiendo porque estamos en pleno invierno.)

Entré y allí estaba Sierra durmiendo.

Con sus sábanas algo desordenadas, su pelo llegando a recordar a un nido y un pequeño charco de babas en la almohada.

No pude evitar sonreír ante lo que estaba viendo.

Es un desastre perfecto.

Me giré hasta su mesita de noche la cual estaba prácticamente al lado.

Saqué la muñeca de mi bolsillo y la deposité en la mesita, debajo de la lámpara.

Saqué mi bolígrafo y un pequeño trozo de papel y escribí:
"Feliz navidad, Miller ❤️"

Me alejé del papel y me acerqué hasta donde Sierra estaba durmiendo.

Tomé sus sábanas y las deslicé hasta taparla a la altura de los hombros.

No pude evitar pasar mi mano por su largo pelo.

Salí de su habitación saltando por la ventana y me fui sonriendo con las manos en los bolsillos pensando en lo que acababa de suceder.

NARRA SIERRA

Desperté con la misma emoción de una niña de 6 años al saber que por fin era el han esperado día de Navidad.

Tomé mi bata y la lanzé a mi mesita de noche para cogerla luego de hacer la cama.

Algo cayó de inmediato haciendo un fuerte estruendo.

Miré extrañada

Levanté la bata del suelo y justo debajo había una hermosa muñeca de cristal igual que la que Max le regaló a Lilia aquel día.

La cogi

"Feliz Navidad, Miller ❤️" -Decía en una nota

Llevé la muñeca a mi pecho abrazándola con una sonrisita tonta.

"Feliz Navidad a ti también"-Pensé.

El ruido que hizo la muñeca contra el suelo probablemente sobresaltó a mi Madre y acudió a mi cuarto.

-¡Vaya, qué madrugadora! Me sorprendes...-dijo graciosa-¿Quieres ver tus regalos? porque yo sí quiero ver los míos-decía mi Madre emocionada-

-¡Vamos!-dije-

Siento que hoy va a ser un gran día.