Capítulo 28
(Me jalan por la trenza)
Estás distraído Ranma – Decía Serena.
Tenía un "Flashback" en mi mente – Dije para disimular.
Deberías dejarla en paz – Dijo – Trata de olvidarse de ti y no se la estas dejando fácil Ranma... ¿Me estás escuchando? – Dijo algo enfadada.
O... Oye Serena, ¿Sabes que es lo que me quiere decir Ryaga? – Pregunté.
(¿Rya piensa decirle a Ranma lo de que ella se va de Tokio?) – Pensaba Serena.
No, ni idea – Contestó – Pero para que quiera hablarte en estos momentos, debe de ser muy importante.
Me quedo callado.
Creo que Serena si sabe algo al respecto pero... Prefiere que sea ella quien me lo diga; siento que esto entre nosotros, va a empeorar, ¡Tengo un mal presentimiento de todo esto!, me pase toda la tarde pensando... Preocupado por eso, ¡Quería salir de todo esto de una vez por todas!, ¡LA INTRIGA ME MATA!
Salí del gimnasio y corrí a la puerta del colegio para esperar a Ryaga – ¿A quién estás esperando? – Me preguntaba Akane. No quería decirle que iba a esperar a Rya así que aproveché de que Serena iba saliendo y le contesté – Esperaba a Serena, y ¡Allí está!, en la casa te cuento lo que me dijo – La beso – Nos vemos.
¡Te espero en casa mi cielo! – Akane se retira.
Me acerqué a ella para preguntarle donde estaba...
En la cancha – Dijo – Apresúrate porque si no se va a ir.
¿No me puedes acompañar? – Pregunté.
Ahh, tengo otra cosa que hacer – Dijo algo nervioso.
. . .
Aquí estoy Rya – Dije poniéndome frente a ella.
¿Y bien? – Dijo Ella cruzándose de brazos.
¡No podemos seguir así Ryaga-chan! – Decía – Sé que hice mal pero... Yo no quiero que te alejes de mí, porque... A pesar de todo... Te tengo afecto y quiero que seamos amigos.
Lamento mucho decirte Ranma que... Eso, no puede ser – Contestó.
¿Pero por qué? – Pregunté – ¿Tan así estás?
Me voy de Tokio Ranma – Dijo.
¿¡Qué!? – Dije – ¿Cómo que te vas de Tokio?, ¿Por qué?
Ryoga y yo lo decidimos así – Contestó – Es lo mejor para ambos Ranma.
¿Acabas de llegar y ya te vas a ir lejos? – Dije algo triste por saber la decisión de Ryaga-chan.
Sí, así es – Decía ella – Eso era todo lo que tenía para decirte Ranma... ¡Adiós!
De ninguna manera voy a dejar que esos dos se vayan a ir de Tokio, ¡NO LO PERMITIRÉ!, sé que debo respetar las decisiones ajenas pero, Ryaga y Ryoga con todo y lo testarudos que son, son mis amigos y no los quiero lejos de mí.
Llegué a casa y al subir las escaleras me topé con Akane quien me esperaba con un pésimo humor y como ya es costumbre... Me gritó:
¿¡Se puede saber dónde andabas y con quién!?
¿No te dije que estaba con Serena mi cielo? – Contesté.
Ella, después de pegarme por la cabeza me dijo:
Pasa a mi habitación, allí hablaremos mejor...
¿De acuerdo? – Dije algo temeroso.
Sabes que no es cierto, Serena pasó por el frente del Dojo hace más de 15 minutos – Alegaba.
(¡Ya estoy muerto!) – Pensaba.
¡Si estuve con ella! – Insistía – Si quieres vamos a preguntarle.
¿Sabes qué? – Dijo tomando la espada de madera – ¡Ya no importa!
No me dio chance de explicarle absolutamente nada ya que me estaba dando una buena golpiza con esa cosa, no hacía nada para quitármela de encima porque sabía que yo estaba mintiéndole, creí que me terminaría noqueando como la vez pasada pero...
No creo que ganes algo golpeándolo de esa manera – dijeron desde la ventana.
Era una chica... Y tenía una apariencia muy extraña, como "Futurista", pero... Su voz, su voz me resultaba muy familiar, la verdad no sé dónde la he escuchado antes.
¡No te metas entrometida! – Gritó Akane.
Lo que quieres saber es si él estuvo con Serena ¿Verdad? – Decía La chica – Pues sí estuvo con ella.
¿Lo ves? – Dije ya todo golpeado – No mentía mi amor.
Mi trabajo está hecho – Dijo la extraña visitante – Me retiro, ¡Con permiso!
¡ESPERA! – Dijo Ranma – Dinos... ¿Quién eres tú?
No pueden saberlo aún Ranma – Contestó y se marchó.
Serena: ¡Odio transformarme!, pero esta vez era necesario, ya veo que... ¡Sigo siendo capaz de salvar vidas!, quizás esté exagerando un poco pero, Akane es capaz de ahorcarlo si pudiera, ella debe dejar un poco la rudeza... Porque así no le da pie a Ranma para que confíe en ella. Mañana la buscaré y le diré a ella lo que creo que Ranma ya debe saber, espero que ya no sea necesario volver a ser "Sailor", no quisiera...
Pasé por casa de Rya para preguntarle qué fue lo que le dijo a Ranma y a la vez usar eso como excusa para ver a Ryoga por un momento.
Hola Serena – Me atendió Rya – Pasa, estoy sola.
¿Y eso? – Dije Sorprendida ya que cada vez que vengo él está – ¿Dónde está?
No lo sé – Contestó – Lo más probable es que se haya perdido al ir a casa de los Tendo.
(Lastima, ¡Quería verlo!) – Pensé.
Oye, ¿Qué fue lo que le dijiste a Ranma? – Pregunté.
Pues que estoy por irme – Dijo – No quiere que me vaya pero... Yo igual me iré.
. . .
Hablamos casi hasta las 10:00pm, ya se me había hacho muy tarde, así que me fui rápidamente a mi casa, me cambié de ropa y envolviéndome entre mis sábanas decía dentro de mí: – Ya no puedo más con esta carga, pero... Si se lo digo a alguien, ¡Será peor!, ¿Qué haré?, ¿Qué haré?
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