Capítulo 22
Sigue narrando Akane: llegué a casa y me encerré en mi habitación para leer la carta que me había dado Serena. Y en cuanto comencé a leerla, me dio algo de pena y ternura, ya que era una carta de amor anónima, y dice unas cosas muy pero muy hermosas que desearía que Ranma me dijera algún día algo así; y con respecto a la carta, tomé un lápiz y una hoja, y escribí una respuesta para el misterioso personaje, así se la daré a Serena y ella se la dará a él.
Luego de haber terminado la carta en respuesta al anónimo, y de haberla guardado en el bolso, decidí ir a la cocina a hacer unas galletas para Ranma, Kasumi se asombró un poco con la idea puesto que yo nunca me interesaba por esas cosas pues, así que me dijo:
¿De verdad quieres intentarlo Akane? – Preguntó.
Sí – Contesté – Son para Ranma.
Está bien – Dije – La cocina es toda tuya.
. . .
Kasumi, ¿No ibas a prepararnos algo? – Preguntaba Gemma.
S-Si pero... Akane dijo que quería hacer unas galletas – Contestó Kasumi.
Qué raro ¿No creen? – Intervino Nabiki.
Quizás ya Akane se esté preocupando por convertirse en una buena esposa – Dijo Kasumi.
Después de horas y horas de trabajo, las quemadas, las sobre cocidas, entre otras cosas, conseguí hacerlas, así que solo espero que hayan quedado bien y que a Ranma le gusten, salí de la cocina y todos incluyendo a Ranma me observaron asombrados de ver que hice por fin algo productivo en la cocina, tío Gemma intentó tomar una galleta para comérsela pero no lo dejé.
¡Escúchenme bien TODOS! – Grité – Estas galletas son solo para Ranma.
¿P-Para mí? – Dijo Ranma Sorprendido.
Sí – Sonreía mientras le daba el plato – Todas para ti solito.
Bueno, las probaré – Se llevó una a la boca.
Ranma escupe – ¡Qué asco!, Akane, ¿Qué le pusiste? – Hace gestos de asco y repugnancia.
Pues... ¿Lo que llevan las galletas? – Contesté con algo de vergüenza.
¡Vamos!, ¿No crees que exageras un poco Ranma? – Dijo Soun comiendo una de las galletas... – Corre a vomitar.
Akane, ¿Quieres asesinarme o qué?- Dijo tocándose el cuello en señal de asco.
¡Eres un ingrato! – Grité – Y yo que me esforcé tanto en hacerlas – Dije con impotencia – TE ODIO.
¡Akane! – Gritó Ranma mientras me perseguía.
Ranma me estaba siguiendo por toda la casa y yo solo quería estar sola, no estaba de humor como para andar escuchando sus absurdos reclamos de siempre. Me subí al techo sin que él se diera cuenta y me senté allí y solté unas cuantas lágrimas (Ranma, eres un tonto... Pero aun así te amo tanto) – Pensaba.
Oye Akane... No deberías de estar llorando de esa manera – Dijeron.
Volteé y me llevé una sorpresa...
Ryoga... No te esperaba aquí – Dije – Muchas gracias por darme ánimos.
Querida Akane... Para eso estoy – Dijo poniéndome las manos sobre mis hombros.
Siempre eres tan atento conmigo – Le sonreí.
Akane yo... Eh... Yo quería decirte que...
¿Qué querías decirme? – Pregunté – La vez pasada también quedaste en decirme algo.
Pues verás Akane, yo pues... Yo...
¡Akane!, aquí estás – Intervino Ranma.
Ranma no seas indecente, ¿No ves que Ryoga está tratando de decirme algo? – Me enfadé.
¡Uy sí!, ¡Qué lata!, Ryoga nunca te lo va a decir Akane – Decía – Es tan bobo que no se atreve a decírtelo.
¡Deja de molestarme Ranma! – Gritó Ryoga.
¿Qué?, ¿Acaso tú sabes? – Dije confundida.
¡Pues claro que sí se! – Contestó – Pero no me conviene decírtelo, ah y otra cosa, necesito hablar contigo.
¿Sobre qué? – Pregunté.
Llégate a mi cuarto y allí te lo explico mejor Akane – Contestó – Donde no haya CHISMOSO.
Jumm, me voy; Ranma ¡Ya me las pagarás eh! – Dijo y se marchó.
Luego de un rato, baje del techo y me acordé de lo que me dijo Ranma, y me dirigí a su cuarto donde me estaba esperando allí sentado frente a la ventana – Ranma, ya estoy aquí – Dije mientras me acercaba a él.
Llegaste – Dijo poniéndose frente a mí.
Dime qué es lo que quieres.
Me toma entre sus brazos – Akane, yo te amo.
(Me sonrojo) – Ranma... Yo...
Yo sé que tú también me amas Akane.
Te... Amo más de lo que crees – Dije viéndolo a los ojos.
Ranma dejó a un lado el miedo y la vergüenza y me besó, ¡ME BESÓ CON GANAS!, yo me dejé llevar por lo que sentía, sin saber que nos estaban observando; fue un momento mágico, ¡Fue mi primer beso! Y con la persona que yo realmente amo, Ranma... Al fin has regresado a mí, ¡Qué contenta estoy!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top