El sonido del timbre interrumpió la conversación que estaba teniendo con el loco pero adorable de mi mejor amigo.
-Abre tu- hice un puchero mientras movía rápidamente mis pestañas- porfa
El resoplo y se levanto del sofá diciendo algo así como que era muy vaga. No me importaba lo mas mínimo, lo soy y lo acepto, el primer paso es aceptarlo, ¿no? Bien, pues eso mismo hago yo. Igualmente a pesar de ser tan vaga me picaba la curiosidad por saber quien era el susodicho al que se le ocurría llamar a mi puerta a estas horas. Mire el reloj romano que adornaba el espacio que separaba la televisión del techo. Bueno eran casi las dos de la tarde tampoco era tanta locura. En fin, voy al grano que me enrollo mas que mi profesora de literatura y eso ya es motivarse de lo lindo. Me incorpore en el sofá y intente ver con quien hablaba Shawn. Para mi mala suerte mi amigo era mas alto que un pino y sin exagerar, no me quedo mas remedio que dirigirme hasta la puerta. No debí haberlo hecho. Mierda.
-Hola nena- sonrio mostrando una bonita hilera de dientes blancos tan perfecta como las de los anuncios de colgate.
Genial, era el imbécil de Jaden, ¿Que acaso no tenía bastante con lo de esta mañana? El mundo me odia.
-Parece que te cansaste de aparecer por la ventana cual superman y descubriste que las personas normales entran por la puerta, te felicito genio- sonrei arrogante, había dicho tan solo dos palabras y ya había logrado sacarme de quicio.
-No, simplemente tu ventana estaba cerrada, me habría encantado disfrutar de las vistas mientras tu te vestias, por desgracia aquella cortina tapa demasiado.
¡¿Que demonios había dicho el hijo de fruta?!
-Hey, hey, hey, para el carro tío, ¿Quien te crees que eres para hablarle así a ella?
Seh, ese había sido el sobreprotector de Shawn, si señoras y señores, niños y niñas, ya era hora de que diera la cara por mi, ¿no? Vamos, digo yo que siendo su mejor amiga ya estaba tardando. Hombres...
-¿Este es tu novio?- preguntó con incredulidad haciendo enfasis en la palabra "Tú"
-A.ti.que.te.importa- dije parandome cada vez que decía una nueva palabra.
-Mucho.nena.mucho- me imitó
-Vete a la mierda- dije cerrando de un portazo la puerta.
Este chico me sacaba enormemente de quicio, era un estupido arrogante con el ego demasiado subidito y que se cree perfecto. Okey, no niego que lo sea por que el chico esta como el quiere pero...espera, rebobinemos, ¿Que narices acabo de decir?
-¿Quien es ese imbécil? ¿Lo conoces?- preguntó Shawn sacandome de mis pensamientos.
Bravo, no era la única que pensaba que Jaden era un completo imbécil. Y...debería de dejar de perderme tanto en mis pensamientos porque para mi que Shawn dijo algo, o almenos me pareció ver como movía los labios.
-¿Que decías?- pregunte algo despistada
-Preguntaba si me estabas escuchando, pero ya veo que no.
-Oh...eh...si te escuchaba, el imbécil ese se llama Jaden y...no lo conozco mas que de vista.
Pasaba olímpicamente de tener que narrarle todos y cada uno de los incidentes que ocurrieron la otra noche cuando misteriosamente entro a mi habitación por la ventana. Ahora que lo pienso si el logró entrar con tanta facilidad al tenerla abierta a un ladrón podría resultarle muchísimo mas sencillo. Debería hablar con mis padres de ese temilla...veamos, a nadie le gustaría que un ladrón entrase a tu habitación en plena noche, ¿cierto?
-Estoy de acuerdo contigo, ese es un imbécil de nacimiento.
Sonreí, por algo éramos mejores amigos, nos entendíamos a la perfección. Seguimos hablando durante mas tiempo y decidí omitir el tema de que Jaden entraría mañana al instituto. Shawn no era un chico muy violento pero... Mis enemigos son sus enemigos y hay una pequeña lista negra por ahí y los apuntados lo pagaron muy caro, ya lo creo. Tampoco me malinterpreteis, yo solo quiero lo que quiero cuando quiero. Okey, olvidar eso, sono como una niña pija, mimada y rica que, como no, obviamente no soy. Después de un buen rato el se marcho y yo me quede sola en casa. Ahora comprendo porque Jake quiso que Shawn se quedase conmigo, iban a tardar demasiado. Suspire mientras me dejaba caer en mi cama agotada. Coloque los auriculares en mi Iphone, no se si lo dije antes pero...¡Si! ¡Tengo un Iphone! ¡Ja! ¡Jodersus todos! Vale, ahí me he motivado pero realmente amo mi Iphone, es mi bebé...así que tocarlo y veréis, ¡Nadie se mete con mi Iphone! Como iba diciendo comencé a escuchar música mientras revisaba algunos whatsapps, que tonterías dice la gente por dios bendito. Tan rápido como escuche el timbre de la puerta de la entrada corrí a abrir y...ahí estaba Beth (y el resto de mi familia) con un oso de peluche gigante ¿Puede alguien explicarme porque ella posee un blandito, suave y achuchable oso de peluche entre sus brazos y yo no? Que conste que no soy para nada celosa.
-Hola Neri- dijo la enana que sostenía el oso de peluche al mismo tiempo que entraba a la casa.
Jake cuando pudo me dio un abrazo alegrándose de que ya estuviera mejor. Se preocuparon demasiado y...tampoco era para tanto, no soy una roca, tengo sentimientos, exagerados que no falten...
-Bueno, yo...estaré en mi habitacion- dije subiendo las escaleras a toda velocidad.
Sabía que debería hacer las paces con Bethany pero... Si mi hermano es tan tonto que creía que realmente después de que se me pasase el berrinche iba a cambiar dejando así de ser yo, la llevaba clara el chaval. Pero obviamente este no se rindió tan fácilmente. Apenas acababa de cerrar la puerta cuando este la volvió a abrir, entro y la cerro.
-¿Que pasa con tu hermana?- preguntó cruzándose de brazos notablemente enfadado.
¿Y sabéis que? No me importaba lo mas mínimo.
-¿No ibas a hablar con ella?- insistió
-Yo no prometí nada
-Nerina es tu hermana
-Por eso mismo, no es el fin del mundo, pierdete por ahí y llama a tu novia.
-No me voy a ir de aquí hasta que tu te dirijas a su habitación y te disculpes.
-¿Y que crees que solucionare con eso? Sabes que no la perdonare enserio.
-¿Porque? Explicame que te ha hecho Bethany para que la trates así.
¿Existir? ¿Aparentar ser la niña perfecta? ¿Llamar la atención de todo el mundo? ¿Que todos olvidasen que existo?
En vez de decir lo que realmente pensaba me gire y me senté encima de mi escritorio encogiendome de hombros.
-¿Ves? No es motivo para que la trates así ella...
-Es mi hermana pequeña- imite su voz- si, lo se.
-Es imposible hablar contigo- sentencio apoyando su espalda contra la pared.
-Lo mismo digo
-¿Pues sabes que? Buscate la vida porque pienso tratarte del mismo modo que tu tratas a Beth haber si así te das cuenta de lo mal que ella lo pasa- salio de mi cuarto y cerro la puerta de un portazo.
-Por mi bien- respondí gritando para que el lograra escucharme.
Sonreí. El no sabia que acababa de entrar en mi lista negra, si, a pesar de ser mi hermano, y iba a encargarme de que se tragase sus propias palabras ¡La guerra acaba de comenzar!