Capítulo 8
Al despertar pude notar que no me encontraba en mi cuarto, estaba en un lugar en donde al parecer el color blanco era su mayor afición y todo era tan claro que provocaba que volviera a cerrar mis ojos << ¿dónde estoy? >> varias preguntas sin respuesta se formaron por la mente de Elizabeth pero no fue hasta que intento mover uno de sus brazos que se dio cuenta que se encontraba en el hospital ya que su brazo se encontraba atrapado por varios cables y fue ese momento en el cual los recuerdos inundaron su mente dejándola con uno de sus mayores miedos ya que era el mismo monstruo que había jurado destruirla a ella y a su familia hace años el que aún le provocaba pánico hasta tal punto de perder la conciencia y el culpable de sus ataques de ansiedad. Ella empezó a hiperventilar ya que juraría que había dejado de respirar, intentó calmarse y no fue hasta que una alarma sonó que varias enfermeras llenaron la estancia; unas intentaron calmarla mientras otras le tomaban los signos vitales pero ella se encontraba totalmente alterada y se alteró aún más cuando vio entrar a su madre.
- Mamá ¿dónde está Mike?
- Mi niña, él está bien
- ¡DÓNDE ESTÁ! – las enfermeras se marcharon y la dejaron sola con su madre para que ella pudiera explicarle todo pero la impulsiva Elizabeth no dejó que su madre le explicara cuando ya se había puesto en pie para ir a buscar al dueño de aquellos ojos negros que tanto la habían conmovido sintió un fuerte mareo y cayó tendida en el piso
- Debes esperar que venga el doctor a revisarte para que no te lastimes y podamos seguir sus instrucciones al pie de la letra
- ¡Madre siquiera entiendes lo que siento!
- ¡NO, no te entiendo y nunca lo hice pero tú tampoco intentas entenderme¡- la señora Blong respiro profundamente y miró a su hija a los ojos sin vacilación alguna – Esto no es fácil, cuando eres madre no te dan un manual ni nada por el estilo y debo decir que criar un hijo ya es muy difícil pero criar a un hijo que posee grandes peculiaridades es aún más difícil. Sabes a cuantas personas tuve que demandar y asegurarme de que no salieran pronto de prisión por temor de que alguno de esos asesinos que has enviado a la cárcel desearan cobrar venganza, todos los días me iba rogándole a dios de que no te metieras en problemas y quizás para ti nunca estuve a tu lado pero siempre me preocupe por ti por eso mismo le pague a Mike para que se encargara de ti las 24 horas del día porque sabía que era el único que podría estar a tu lado y al cual no rechazarías
- Mama'
- Mama' nada, no puedo creer que mi niña despertara ¿tienes idea de cuánto tiempo estuvimos esperando a que despertaras y no lo hacías, estos 3 meses han sido un gran infierno para todos nosotros- se acercaba a su hija lentamente hasta envolverla en un abrazo de esos que solo las madres le pueden dar a sus hijos pero Elizabeth quedó atrapada en el momento en el que ella mencionó los 3 meses.
- ¿Ll.. llevo 3 meses en coma?
- Llevabas mi vida, por fin has despertado gracias al cielo.
3 meses, 3 meses aquellos 3 meses hacían eco en la mente de Elizabeth en donde ella no podía imaginar cómo fue la vida de quienes la rodeaban durante ese periodo de tiempo y lo peor de todo era si Mike ya había despertado ¿Cómo fue eso para él? Le leería unos cuantos libros de aventuras y de épocas feudales como aquellos que solo él sabía que le encantaban o solo se disponía a observar mientras ella se encontraba en ese sueño profundo, muchas ideas y preguntas surcaron su mente pero lo único que fue capaz de pronunciar fue.
- ¿Dónde está Mike?- su madre se removió incómoda e intento cambiar el tema - llamaré a el doctor para que te analice y nos diga cuándo podemos irnos – camino rumbo a la puerta mientras se giraba una y otra vez la argolla como cuando estaba nerviosa o temía responder algo – ¡¿Dónde está?! si no me quieres responder es por algo ¿le paso algo? , ¿está trabajando? O el ¿aún sigue aquí?
- Llamaré a el doctor quédate aquí – cuando su madre salió por la puerta ella no lo pensó y desconecto todos aquellos cables que sujetaban su muñeca de un solo golpe sin importarle si luego sangraría por ellas, su único pensamiento era en aquel chico que había estado con ella en todas sus crisis y momento difíciles en aquel chico que ya se había resignado de intentar tratarla como a un paciente normal o de usar aquellas técnicas que no servían de nada, aquel chico que aprendió que a veces no se necesita un doctor si no un amigo.
ella corrió por los pasillos buscando a alguien que le diera una pista de Mike y fue cuando vio a el doctor Levione sujetando su cabeza y apoyándose en sus rodillas mientras bajaban lágrimas de sus ojos, miró a su alrededor y vio un pequeño letrero que decía habitación 895 Mike Levione sin pensárselo dos veces entró en la habitación mientras por su muñeca se deslizaba una gran cantidad de sangre pero el hecho de que estuviera sangrando era insignificante comparado con que ahora ella estaba parada justo al lado de él y verlo justo enfrente de ella era lo único que lograría tranquilizar la presión que tenía en su pecho. Las cosas se complicaron cuando un grupo de enfermeros y doctores entraron en la habitación y detrás de ellos estaba mi padre junto al doctor Levione
- Señorita ¿me escucha? – dijo uno de los enfermeros que se acercaba lentamente y le hablaba como si de un animal herido se tratase
- Solo quiero verlo unos minutos más – Elizabeth se giró y se concentró nuevamente en ver como la respiración de Mike bajaba al compás, en el bosque de sus pestañas que parecían infinitas, en su piel suave y en aquellos labios que la habían besado con una promesa. Ella tomó su mano y acarició con el pulgar el dorso de su muñeca mientras lo observaba embelesada pero 2 enfermeros la sujetaron por detrás mientras otra se disponía a inyectarle algún calmante. Ella se removía furiosamente para intentar zafarse ya que su único deseo era cuidar de él pero aquellos hombres se lo estaban impidiendo, gritó una y otra vez que la soltaran pero hicieron caso omiso de sus palabras hasta que sintió como la aguja atravesaba su piel y aquel líquido que empezó a correr por sus venas empezó a dormir su cuerpo lentamente y ellos la fueron soltando hasta dejarla sentada en el piso mientras esperaban que el calmante hiciera efecto - ¡YO SOLO LO QUERÍA VER! – seguía diciendo una y otra vez hasta que ella misma empezó a sentir como su voz bajaba considerablemente y su fuerza también le dedicó una vista al techo y giró lentamente su mirada hasta ver a su padre de pie junto a ella quien la miraba con lágrimas en sus ojos y como cuando era niña buscó refugio en él y con su último esfuerzo levanta su mano hacia el - papa' ayudame – su padre tomó su mano y la levantó en brazos como cuando era una bebe y la acunó mientras el lloraba sin consuelo por ver todo lo que su niña ha tenido que pasar y ella recordó que nunca antes había visto a su padre llorar mientras se dejaba llevar por la oscuridad nuevamente.
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Quiero dedicar este capítulo a clantgui
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