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-¿Esa tal Catherine es la mejor amiga de tu novio? -dijo Sabrina pensativa.

-Si -suspiré.

-Yo de ti no me fiaría mucho de ella.

-No se que pensar -murmuré.

Era la ultima hora, estaba en la clase de Matematica hablando con Sabrina mientras esperabamos al profesor. Teniamos un exmen pero el profesor tardaba un poco.

-Por cierto ¿Qué le vas a regalar para el cumpleaños de Héctor?

-¿Qué cumpleaños? -fruncí el ceño confundida.

Sabrina me miró sorprendida.

-El viernes es su cumpleaños -murmuró.

-¡¡Ostia, es verdad!! -alcé un poco la voz-. No se que regalarle.

-Se te ha olvidado el cumpleaños de tu propio hermano.

-Callate.

El profesor llegó y en menos de dos minutos nos entregó el examen. Leí todas la preguntas dos veces, algunas de las preguntas lo entendía pero habian otras que no. Lo terminé en media hora y el profesor me permitió marcharme de su clase. Llegué a casa, abrí la puerta con las llaves y entré sin ruido. Unas risas me llamaron mi atención, así que recorrí la casa hasta la cocina.

Eran los amigos de mi hermano. Estaban bebiendo y fumando. La cocina olía tan mal y todo estaba desordenado.

-¿¡Qué es esto!? -pregunté con un tono autoritario, casi igual al que usa mi madre.

-Hermanaaa -exclamó Héctor-. Invite a mi amigos a casa ya que me aburría estar solo.

-¡¡Esto no es un bar!! ¡¡Mira lo que habéis hecho!! -grité furiosa.

-No seas aguafiestas -dijo un amigo de Héctor.

-¡¡Tú callate!! -exclamé molesta-. Héctor, ¿por qué no has venido a la universidad?

Él puso los ojos en blanco.

-Me quedé dormido -dijo.

Rodé los ojos enfadada.

-Siempre consigues lo que quieres -quería añadir otra cosa más pero mi móvil empezó a sonar y tuve que salir de la cocina para responder. El nombre de Zack aparecía en la pantalla y una sonrisa se extendió por mi rostro.

-Hola amor -saludé.

-Hola Rebe ¿como te fue el examen de mates?

-Un poco complicado.

-Si era super fácil -dijo él-. A lo que iba, te hecho de menos.

-Si la última ves que me viste era el examen -dije a carcajadas.

-Vente a mi casa, te necesito ahora mismito.

-Zack no pue...

-No puedes negarte -interrumpió rápidamente con voz socarrona-. Estoy en frente de tu casa.

Corrí hasta la puerta, la abrí y sí, esta allí apoyando sobre su moto con su casco sobre su mano y el móvil en la otra. Guardó el móvil en el bolsillo y de acercó hacia mi.

-Venga, sube -dijo con una sonrisa pícara.

Me besó y luego me puso el casco con cuidado. Me senté detras de él en la moto.

-No vayas demasiado rápido -dije.

Puse mis brazos alrededor de su cintura y cerré fuerte los ojos cuando empezó a arrancar la moto.
Unos minutos más tarde, la moto dejó de mover por lo que abrí los ojos, ya había llegado a la casa de Zack. Bajé la moto y me quite el casco. Zack hizo lo mismo y caminamos hacia la puerta. Abrió la puerta con la llave.

-¡Ya he llegado! -gritó Zack.

-¡Mi bebé! -dijo la madre de Zack y enseguida se acercó hacia Zack para besarle en la frente. La señora se dio de cuenta de mi presencia y se separó de su hijo-. Hola Rebecca.

-Hola señora -dije con una sonrisa.

Zack carraspeó y se puso los ojos en blanco. Su madre la ignoró.

-Te estaba esperando mi niña ¡He preparado magdalenas! -expresó alzando sus brazos.

Me agarró del brazo y me arrastró hasta el sofá. La madre de Zack desapareció un momento, para luego aparecer con magdalenas en su manos.

-Lo he hecho para ti -dijo con una sonrisa.

-Muchísimas gracias señora -escuchamos unos pasos cerca. Me di la vuelta y vi a un hombre.

-Amor, mira quien vino -se levantó la madre de Zack y enseguida se dirigió hacia el hombre.

-Rebecca este es mi padre -dijo Zack con poco ánimo.

-Amor, esta hermosa chica es la novia de nuestro bebé.

El padre de Zack me miraba con curiosidad.

-Encantado de conocerte, soy su padre -dijo el hombre.

Sonreí. Los padres de Zack eran bastante buenos sobre todo la madre de Zack.

-Mejor vámonos a la habitación -dijo Zack avergonzado.

-¿Por qué no me dejas conocer mejor a tu novia? -preguntó él padre de Zack.

-Creo que ya le conoces.

-No Zack, no la conozco -respondió él y enseguida se acercó hacia mi-. ¿Cuanto tiempo lleváis saliendo?

-Cuatro meses señor.

-Zack ¿por qué no me has dicho de que tenías una novia?

-Siempre hace lo mismo -intervino la madre-. No nos cuenta nada.

-Ya mamá -rodó los ojos.

-Mi bebé se está haciendo mayorcito -dijo la madre de Zack acariciandole la mejilla.

-¡Mamá! -bufó Zack molesto sabiendo de que su madre le trataba como si fuese un niño pequeño.

-Siempre he querido ser abuela -dijo con emoción.

Zack se cubrió su rostro con ambas manos avergonzado, estaba super rojo.

-Mamá, solo tiene 17 años -murmuró Zack -. Creo que vas demasiado rápido.

-Ya lo se mi bebé, todo tiene su tiempo -sonrió-. Siempre hemos pensado que tener un hijo es lo más hermoso, ya que no puedo tener hijos.

-¿Cómo? -cuestioné confusa. No entendía lo que intentaba decir.

Los padres de Zack se miraron y sonrieron con nostalgia.

-¿No te contó Zack de que es adoptado? -dijo la madre-. Lo adoptamos porque no podíamos tener hijos y me gustaría que en el futuro, Zack pudiera hacerlo contigo.

Asentí con la cabeza y miré a Zack por un rato. Estaba muy callado.

-Rebecca ¿vamos a mi habitación? Estoy algo cansado -dijo en voz baja.

Se acercó, me tomó la mano con delicadeza y tiró de mí para subir las escaleras. Tenía la manos bastante frías.

-¡La puerta abierta! -recordó su padre desde el salón.

Me llevó a la habitación y observé el libro en que Zack se enfadó y me quitó de las manos hace cuatro meses.

Él se sentó sobre la cama y siguió mis movimientos con su mirada. Cogí el libro pero enseguida Zack me lo quito de las manos.

-Te dije que no tocaras este libro -gruñó

-¿Por qué no me dejas leerlo? -alcé una ceja.

-Porqué no -respondió en seguida.

-Soy tu novia Zack -dije un poco enojada.

Se rasco la nuca nervioso.

-Después te lo contaré, ahora no es el momento.

Le miré con ternura. No se pero algo de él le hacía ser tan lindo.

-No me mires así Rebe -dijo haciendo una mueca.

-¿A si cómo?

-Como si fuera un oso adorable o un bebé.

Suspiré. Entonces, algo llamó mi atención. Debajo del libro de mates había unos documentos de adopción. Lo saqué.

-¿Qué es esto? -pregunté.

-Los documentos de adopción -murmuró con seriedad.

-Oye Zack ¿conoces a tus padres biológicos?

-No ni lo quiero conocerlos -dijo con seriedad-. Ellos no son mis padres.

-Seguro de que tu madre biológica tuvo motivos porque te..

-No quiero hablar de eso -alzó un poco la voz.

Hubo un silencio entre nosotros. Miraba a Zack con tristeza, quería saber porque sus padres lo abandonaron pero no tenía que intervenir, no era asunto mío.

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