18

Ya había pasado una semana y aun seguía enfadada. Ya debería haber olvidado lo que había pasado pero no, aun recordaba como mi acosador me había dejado plantada.
Hoy por la tarde, había quedado con mi mejor amiga para hacer juntas los deberes historía. Cogí mi bolso, puse dentro los libros de historía y avisé a mi madre que iba a ir a la casa de Sabrina. Ya había llegado a su casa, toque el timbre y abrió la puerta

-Hola Rebcca -saludó ella-. Llegas muy puntual como siempre.

-Tu ya me conoces -dije.

-Pasa amiga, pasa -dijo ella agarrando mi mano para que pasara.

-Gracias.

Nos fuimos a la habitacion y empezábamos a sacar los deberes de historía.

-¿Qué teniamos que hacer? -pregunté.

-Teniamos que hacer un resumen sobre la segunda guerra mundial.

-No me enterado mucho lo que dijo el profesor.

-Rebecca siempre haces lo mismo, no escuchas al profe -dijo Sabrina con una sonrisa.

-Tu sabes que no se me va muy bien historía y mates.

-Es verdad -afirmó Sabrina y empezó a reirse.

Sabrina se levantó y salió de la habitación. Mientras tanto, yo hacía los deberes, de repente la habitación empezó a oler algo rico. Vino Sabrina con una bandeja de galletas.

-¿Quiéres galletas caseras? -preguntó-. Lo ha hecho mi abuela.

-No hace falta, Sabri.

-No pasa nada, come si quieres.

Afirmé con la cabeza y empezábamos a comer juntas. Acabábamos de hacer los deberes y le conté que tenía un acosador en WhatApp y todo lo que había pasado.

-¡¡Queeeeeeeee!! ¡¡Que tienes un acosador en WhatApp!! -dijo ella sorprendida.

-Bueno, tenía, ahora ya no me esta acosando -murmuré.

-Que guaaaayy -chilló.

-No, no es nada guay, es una pesadilla que te esten acosando. Sabe todo de mi.

-Yo siempre he querido tener un acosador -dijo ella emocionada.

Le mire asustada. Mi amiga siempre decía cosas raras.

-Cuéntame mas sobre tu acosador. ¿Cuántos años tiene? ¿Es guapo? -empezó a cuestionarme.

-Él me dijo que era tres años mas mayor que yo, eso es una mentira, seguro que es un viejo. Y que es guapo, eso no lo sé tampoco me importa.

-Aaah -me miró con curiosidad-. Pero si sabe todo sobre ti, seguro que es uno de los chicos de nuestro insti.

-No lo creo. No se presentó en el dia en que teniamos que vernos cara a cara.

Sabrina empezó a dar vuelta por toda la habitación, se detuvo y me agarró del brazo. Me asuste un poco.

-¡¡Ya se quien es tu acosador!! -dijo mirandome con sus enormes ojos.

-¿A.. si? -tartamudeé.

-Siii -gritó-. Es Aaron.

-¿Aaron? ¿El nuevo? -le mire confundida-. No lo creo, es muy tímido y muy tierno para ser mi acosador. Hasta es imposible, mi acosador es todo lo contrario a él.

-Estoy segura de que él es el acosador, es demasiado misterioso, hasta te mira demasiado. Creo que le gustas.

-Sabrina, todos los chicos del insti me miran de arriba a abajo, él no es el único.

-Te miran tanto porqué eres hermosa y estas bien sexy. Pero la diferencia es que los chicos de nuestro instituto te miran tanto solo porque quieren ligar contigo y Aaron te mira mucho porque esta enamorado de ti.

-No creo que este enamorada de mi, es otro mujeriego, aunque aparenta muy buena persona y muy tierno. Ya no fío mucho los chicos de este instituto.

-No todos son mujeriego, habra algunos que son buenos como Logan.

-Si, por ese motivo Logan es mi mejor amigo. Por mala suerte Logan y yo, no estamos en la misma clase mientras nosotras estamos en una clase donde la mayoría de los chicos son mujeriegos.

-Aparte de mujeriegos, están bastante guapos

-No son guapos, son unos creído y unos estúpidos. Están todo el tiempo ligando.

-Uno de ellos es tu hermano mayor.

-No, Héctor no es un mujeriego. Será un estúpido retrasado pero un mujeriego no lo es -gruñí.

-Ya, pero tiene amigos mujeriegos -dijó.

-Ya lo se, por eso no me cae tan bien sus amigo pero, eso no significa que él lo sea.

-Bueno.... tienes razón.

-Lo que más odio de él es, que cada semana mete amigos suyos y siempre tienen que hacer un fiesta.

-¿Pero, tus padres no están en casa?

-Mis padres están todo el tiempo trabajando.

-¿Pero tu hermano menor no se chiva a tus padres ?

-¿Álvaro? Puff, no dice nada, solo porque Héctor le paga. Hasta cuando mi madre no está, él aprovecha para después irse a la casa de sus amigos.

-Vaya hermano que tienes. Que suerte que soy hija única -dijo mientras se estiraba-. Oye ¿y tu que haces cuando están los amigos de tu hermano en tu casa?

-Nada, me quedo en mi habitación hasta que acaben la fiesta -le contesté de mala gana-. A veces viene uno de sus amigos y me ofrece dinero fácil a cambio de sexo. Se creen que soy una prostituta.

-Lol, eso ya es pasarse de la raya. ¿Todos los amigos de tu hermano te hacen eso? -preguntó ella ansiosa.

-No todos, creo que Liam y Zack de momento no me han ofrecido nada. Igualmente no soy una prostituta, no vendo mi cuerpo.

-¿Y no se lo dices a tu hermano? -preguntó preocupada.

-Se lo digo pero él no me cree y me dice "no digas bobadas Rebecca" como siempre.

-Lo siento mucho, Rebe.

-No pasa nada, ya me he acostumbrado a estas cosas -dije y mire el reloj. Ya eran las diez y tenía que ir-. Sabrina, ya me tengo que ir.

-Vale -respondió.

Puse los deberes en el bolso y me despedí de mi amiga

-Adiós Sabri, gracias por la galletas -le dí un abrazo

-No hay de que.

-Bueno, nos vemos en el insti -grité mientras me alejaba de su casa.

-Nos vemos.

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