Cuando pierdes a alguien, te das cuenta de cuanto significa para ti.

Me desperté con el sonido de mi alarma. De costumbre, cogí mi móvil para ver si tenía alguna llamada perdida de William. Miré mi móvil y ninguna llamada de Willian.Hoy era domingo y hace cinco días que no le veía.

No pude evitar lo vació en mi pecho, durante estos dias intentaba llamarle pero no me respondía.

Me levanté de la cama y observé a las enanas. Caminé hacia el baño y me di una ducha necesaria. Cuanto terminé, me puse unos vaqueros y una camisa negras. Bajé rápidamente las escaleras. Me fui al comedor y me encontré con Héctor. Sostenía dos cafés en sus manos.

-Buenos días dormilona -dijo con una sonrisa de lado-. Por fin ya te has despertado.

-¿Te molesta que me despierte en estas horas? -me senté en la silla.

-Si, me molesta mucho. Mira que hora es -dijo-. No voy estar tres hora esperándote en el comedor.

-No te pedí que me esperaras.

-Si pero como buen hermano que soy, te esperé para desayunaramos juntos -dio un sorbo.

Rodé los ojos lentamente, por un momento me quedé mirando el café. No podía para de pensar en Willaim

-¿Estas bien? -preguntó Héctor.

-Si -sonreí. Me levanté de la silla.

-¿Dónde vas?

-A caminar un poco, necesito tomar el aire.

-No vas a desayunar.

-No tengo ganas, cuidame de las enanas -salí del comedor

Me puse los zapatos y salí de la casa.
Mientras caminaba, aún seguía pensando en William. Le extrañaba un montón, No pude evitar de sentirme mal, fui una estúpida en caer otra en la trampa de Zack.

Justamente cuando iba a cruzar la carretera, vi un parque cerca de una cafetería así que decidí ir en el parque.

Cuando llegué en el parque, me senté en un banco y me quedé mirando como los niños jugaban.

-¡Rebecca! -escuché una voz conocida detrás de mi.

Me di la vuelta y era Keila.

-Keila, ¿qué haces tú aquí?

-Lleve a mi hermana pequeña en este parque -dijo-. ¿Y tú que haces aquí?

-Tomar el aire -solté un bufido.

-A ti te pasa algo -dijo y sentó a mi lado.

-No me pasa nada.

-Mentira, a ti te pasa algo -dijo-. Cuéntame, que pasó.

Le conté sobre lo que había pasado.

-A si que se enteró que le habías engañado con Zack.

-No le engañé.

-Haber, besar a tu ex novio sabiendo que tienes novio, eso a mi me suena a engaño.

-Lo se -dije-. ¿Ahora que hago?

-Tienes que arreglar las cosas con William y Zack -dijo-. Los dos tienen que hacer los paces.

-Eso será imposible.

-¿Por?

-Zack volvió otra vez a Inglaterra.

-¿¡Enserio!?

-Si -miré el suelo-. Qué se quedé ahí, no lo necesito.

-Será hijo de... -se mordió el labio-. Entonces, tendrás que arreglar ñas cosas con William.

-¿Cómo? Le llamé 20 veces pero no me responde, me bloqueó en whatsapp también en facebook pero me deja en visto -respondí desesperada-. Ni siquiera se donde vive.

-¿Tienes alguien que tenga su número?

-No -dije-. No vale la pena que me ayudes, William no quiere saber nada de mi.

-No digas eso.

-Es verdad -miré mi reloj-. Ya me tengo que ir.

-¿Ahora? -afirmé con la cabeza-. Vale, hoy por la noche te hablo por el whatsapp.

-Vale.

Cuando me despedí de Keila, camine hacia mi casa. Abrí la puerta y me encontré a mi madre en el salon con mis niñas.

-Hola Rebecca.

-Hola mamá.

-¿Dónde estuviste?

-En el parque -subí las escaleras.

Cuando entre mi habitación, sentí mi móvil vibrar, lo saqué y vi que me llamaba. Era un número desconocido.

-¿Hola?

Oh, tu querido William te ha dejado, ahora ya no tienes un padre para de tus hijos

-¡Dejame en paz Sabrina! -colgue rápidamente la llamada.

No quería escuchar la voz esta maldita zorra. Dejé el móvil en la mesita de noche. Lo que no entendía como Sabrina sabía lo que había pasado entre William y yo.

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Hol@ mis querid@s lectores.

Se que pasó un mes desde que publiqué un capítulo. La verdad es que no tenía ganas de escribir, ya no quería saber nada de mi historia. Quería estar desconectada de wattpad durante un tiempo.

Así que os pido millones de disculpas por la tardanza. Y una última cosa, el sábado actualizo el próximo capítulo.

Chaooo💜💜