115

Sábado por la mañana, me desperté por la maldita rayos del sol. Miré por la ventana, hacia un buen tiempo.

-Buenos dias -me di la vuelta al escuchar la voz de William.

-Buenos dias Will.

-Hace un buen día -sonrió-. ¿Qué tal si vamos a la playa?

-No se, me da vergüenza salir con esta barriga.

-Estas hermosa -dijo-. Te quiero quiero abajo en 10 minutos, nos esperan.

Y salió de la habitación.

Suspiré y me quité el pijama para ponerme mi bikini y unos pantalones cortos, peiné un poco mi cabello y después bajé hacia el salón donde me encontré a William tumbado en el sofá con los ojos cerrados. Me acerqué lentamente y cuando estaba lo suficientemente cerca le di un buen susto.

-¡¡DESPIERTAA!! -grité.

-¿¡¡Eh!!? -se despertó de golpe poniendo una mueca bastante adorable.

-Te la debía -sonreí.

Se levantó y pasó su brazo por mi cintura.

-También me debes otra cosa -dijo con una sonrisa pícara.

-¿No nos esperan en la playa?

-Pues que esperen.

Juntó sus labios con los míos, haciendo que perdiera todos los sentidos. Me separé porque necesitaba aire en los pulmones pero en seguida puso sus manos en mi cabeza y me acercó para besarme de nuevo, esta vez más lento haciendo que me entrara un cosquilleo en el estomago y no, no eran los enanos.

De repente la puerta se abrió y apareció Cristina y el rubio de la noche anterior. Al vernos, Cris nos miró con asco.

-¿Qué estabais haciendo vosotros dos? -preguntó Cristina de brazos cruzados.

-Limpiando el salón -dije.

-Jugando al parchís -dijo él.

Dijimos los dos a la vez para luego mirarnos y soltar un ¿Qué? también a la vez.

¿Qué clase de excusa es jugar al parchís? Ni siquiera había un parchís. Cristina rodó los ojos y después cogió al chico de la mano y lo llevó hacia fuera.

-Daros prisa.

Cuando por fin se fueron, solté una carcajada y miré a William que estaba tumbado en el sofá.

-¿Jugando al parchís? ¿En serio? -alcé una ceja.

-Es más creíble eso que lo que tú has dicho, a mi me da pereza limpiar.

-Mejor nos vamos -dije a lo que él asintió y se levantó también.

Caminamos a penas unas calles y llegamos a la playa que se encontraba vacía, solo había alguna familia y una pareja en lo que me alcanzaba la vista.

-¿Dónde se supone que están todos? -pregunté a lo que William se encogió de hombros

-Tendremos que buscarlo -se quitó los zapatos para empezar a andar por la arena y cuando vio que no le seguía se dio la vuelta confundido-. ¿Estás bien?

-Me da asco la arena -dije a lo que él soltó una carcajada.

-Vale -dijo intentando calmar la risa-. Pero yo no puedo hacer nada, la playa tiene arena.

¿No me digas? No lo sabía.

-¿Me llevas a caballito? -dije haciendo un puchero.

Obviamente no me da asco la arena, solo tenia pereza de andar y me apetecía subirme a su espalda.

-No.

-¿Por favor? -digo haciendo otro puchero.

-No Rebecca, estas embarazada.

-No pasa nada, solo es llevarme a caballito nada mas.

-Qué no Rebecca.

-Si me pica algo y me contagia la rabia o si me clava un cristal y me desangro, yo y mis enanos también nos moriremos y será tu culpa.

-Exagerada.

-Eres muy malo -saqué la lengua de forma infantil.

-Yo también te quiero.

-¿Dónde se han metido? -pregunté después de diez minutos andando-. Estoy cansada

-Qué floja eres.

-¿Qué has dicho?

-Te he dicho floja -sonrió.

-Yo no estoy floja - dije-. Tu eres un idiota.

Me di la vuelta y empecé a andar dejándolo atrás, oí su risa y después rodeó mi brazo para darme la vuelta.

-No iba enserio -sonrió.

-Lo sé.

Sonrió un poco pero enseguida se apartó de mi.

-Voy a llamar a mi hermana -se alejó de mi.

Lo observé mientras hablaba con Cris, estaba en la orilla, la forma en la que se pasaba la mano libre por el pelo me indicaba que estaba nervioso. Unos minutos después colgó y se acercó de nuevo.

-Hemos andado en la dirección equivocada, están en la otra punta de la playa.

-Joder.

Empezamos andar de nuevo hacia el otro lado, William seguía raro, no quería preguntarle nada, así que simplemente lo seguí en silencio hasta llegar donde estaba el resto del grupo.

-Ya era hora bebe, ¡te he echado de menos! -gritó Emily, la misma zorra de ayer saltando a sus brazos, William parecía incómodo.

Rodé los ojos y caminé hasta sentarme al lado de Cris que estaba con el rubio de antes, Derek creo.

-Hola -saludé.

Miré a William, que estaba tumbado mientras la zorra hablaba con él, su mirada se encontraba con la mía por un segundo y enseguida me apartó la vista, volviendo a centrar la atención en Emily.

-Bueno, ¿te gusta la ciudad de mi infancia? -preguntó Cristina.

-No he visto gran cosa, pero la playa es genial -dije fijándome en la claridad del agua, parecía la típica playa de las películas.

-Deberías decirle a tu novio que te enseñé más cosas -dijo Derek señalando a William con la cabeza

-Está demasiado ocupado con tu hermana por lo que veo -dije con celos.

-No te preocupes por ella, tiene novia.

-¿Qué? -soltamos Cristina y yo al unísono.

-Esta saliendo con una chica desde hace un año -dijo bajando la voz.

-¿Entonces es lesbiana? -preguntó Cristina mirándola con incredulidad y una media sonrisa en la cara.

-Eso no tiene sentido -dije frunciendo el ceño sin entender nada, ayer estaba coqueteando con William.

-Bueno, ella dice que es bisexual, pero actúa así con cada chico que conoce, nunca llega a más de algunos coqueteos o algún beso, supongo que quiere ocultar su verdadera orientación.

-Aún así es una zorra -solté sin pensar que se lo estaba diciendo a su hermano-. ¡Lo siento! -dije al darme cuenta de lo que había dicho pero él simplemente se rió y dijo que tenía algo de razón.

-Ni se os ocurra decirle que os he contado esto o soy hombre muerto -nos advirtió antes de levantarse y meterse en el agua

El resto del día se me pasó demasiado lento para mi gusto, William se pasó el día esquivando mi mirada y evitándome, no se separaba ni un segundo de la zorra/lesbiana que no paraba de coquetearle, sin embargo tampoco hacia caso a ella. Yo me quedé hablando y bromeando con Cristina y el rubio hasta que decidimos que era hora de irnos

-Esta noche hay fiesta en casa de Mark -dijo Emily, dirigiéndonos la palabra por primera vez en todo el día -deberíais venir -dijo ahora mirando a William.

Aparté la mirada molesta, seguía sin tragarme del todo la historia de su hermano, si de verdad es lesbiana, lo ocultaba muy bien. Finalmente me despedí de ellos y recorrí el camino de vuelta a casa hablando de cosas absurdas con Cris, William nos seguía unos pasos por detrás en un incómodo silencio. Odiaba cuando se ponía así sin motivo aparente, no me sentía bien estando tan alejada de él, pero yo no había sido la que se había puesto como un perro enfadado en cuestión de segundos

¿Qué mierda le pasaba?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top