Capitulo 8. "No te enamores de la apuesta"
—Courtney—
Otro día normal: sin Cristina y sin Lucas, quien literalmente lleva desaparecido 4 días, antes de que pasara lo de Matthew. Cierro la mochila y me la cuelgo, arreglo los libros en el casillero y lo cierro. Otro día en la escuela. Si fuera por mí, pero mi madre no pide, sinceramente dejaría la escuela para dedicarme a dormir.
—¡Hey, Grant! —grita alguien.
Giro y veo que es Lucas, quien viene corriendo hacia donde estoy. Noto que sigue igual de flaco y con su pelo despeinado, como siempre, pero su piel es más morena; en vez de ser blanca, ahora es bronceada. Ya sé por qué desapareció.
—¿Por qué demonios no nos avisaste que te ibas a la playa? —le reclamo. Él comienza a reírse y, de verdad, parece un chocolatito. Comenzamos a caminar.
—Fue de último momento —se encoge de hombros—. Digamos que fue como un secuestro al que nadie opuso resistencia.
—¿Tu papá al fin tuvo vacaciones?
Asiente. Su papá trabaja en una empresa en la cual casi siempre está dentro y nunca fuera conviviendo con Lucas y su madre. Nadie sabe acerca del trabajo de su padre, sólo Cristina y yo.
—Pareces un chocolatito.
Me golpea el hombro suavemente.
—Y tú sigues igual de pálida que un vampiro —ahora lo golpeo en el hombro yo. —No me toques mi piel de chocolatito, me duele.
Se toca su hombro, lo que ocasiona que me ría y me preocupe al mismo tiempo.
Sí, eso sí es posible.
—Perdón, perdón —levanta su mano y me hace una seña de "no te preocupes".
—Y bueno, el señor Chocolate quiere saber qué ha pasado... ¿Dónde está Cristina y qué ha pasado en todo este tiempo?
Mira hacia a todos lados buscándola.
—Tiene varicela —él comienza a reírse—. Y te cuento que desperté en un mun- do paralelo en donde dos personas populares me hablan.
Se para en seco y me mira inquietado.
—¿Quiénes?
—Peter Brooks y Matthew Smith —sigo caminando y él me sigue—. Peter me invitó a una de sus fiestas y me quiso subir a su auto. Matthew sólo intenta hablar conmigo.
—¿Y por qué demonios lo hacen? —me mira—. ¿Estás segura de que no planean nada?
Lo pienso un momento. Eso es justo lo que pensé cuando vi las notas para la fies- ta y que Peter me quería subir a su carro; sin embargo, no creo que Matthew planee algo, me dejó claro que sólo quería arreglar las cosas del año pasado y hasta se estuvo besando con una chica casi en mi cara.
—De Peter sí lo creo, pero de Matthew no; él sólo quería disculparse. Lucas se ríe.
—¿Por ponerte el pie? —vuelve a reírse—. Matthew nunca pide perdón. Por Dios, Courtney, estoy en el equipo de futbol desde primero, he visto cómo trata a las chicas.
Me quedo sin palabras. Si Matthew no quiere arreglar las cosas por lo del año pasado, entonces ¿qué quiere?
Le sonrío a Lucas, pero de tan sólo mirarlo me dan ganas de reírme de él, pero no puedo, así que me pellizco discretamente para no reírme.
—Matthew—
—El muy estúpido se enteró de la apuesta y ahora él quiere ganarla —me dice Connor.
—Ya lo sabía, me enteré que la invitó a la fiesta... Peter nunca invita a una chica a una fiesta. ¿Entiendes? Si ella se entera de eso quizá se enamore de él por pensar que es su héroe —tomo asiento en la cafetería—. Y yo estaré acabado.
Veo que Andrew llega corriendo a donde estamos sentados. Se pone las manos en las rodillas y levanta un dedo para que le demos tiempo de recuperarse.
—¿Ya te enteraste a quién invitó Peter? Ambos asentimos.
—Ahí no acaba el chisme; Alice me dijo que Peter se enteró de un chico que hizo la apuesta de enamorarla y romperle el corazón. Él apostó lo mismo, pero no sólo romperle el corazón, sino también embriagarla y acostarse con ella. Melissa me dijo que él tiene tiempo observándola y que en realidad siente algo por ella; que en la fiesta se lo va a confesar y le dará un ramo de rosas y no sé qué otro regalo —nos comenta Andrew y Connor me mira como diciendo "¿De dónde saca tantas cosas?"—. Y ya por último, me encontré a tu novia, Jennifer, quien me dijo otra historia del chisme...
—¿Cómo le sacaste esos chismes? —pregunto, lo que causa que sonría orgulloso—. Ah, y Jennifer no es mi novia.
—Porque esas chicas me aman —silencio—... Bueno, no; le di tres dólares a cada una para que me dijeran sólo a mí y no a toda la escuela; como mínimo, a Courtney no.
—¿Me están ayudando? —le pregunto con una ceja levantada. Connor y él se miran.
—¿Recuerdas lo que te dije de la película? Asiento.
—Él y yo apostamos —se recarga en la mesa mientras lo dice—. Yo aposté que tú te enamorabas de ella y Andrew apostó que no. El castigo será tu mismo castigo.
Mínimo no sería el único en raparse el cabello y usar un traje hawaiano.
—Pero, eso sí —me señala Andrew—, sigues teniendo cinco meses. Tick tock, tick tock.
Me cuelgo la mochila y me levanto.
—Si me disculpan, tengo a alguien a quien enamorar.
❤
A lo lejos, veo a Courtney pero no está sola y me pone nervioso pensar que es Peter, pero él no es tan flaco. Corro a donde ella, y me detengo justo enfrente y miró al chico; se trata de Lucas, su mejor amigo. Courtney me mira como solía verme antes, con su típica cara de "¿Qué quieres?"
—¿Vas a ir a la fiesta de Peter? Noto que se pone nerviosa.
—¿Para qué quieres saber?
Lucas me mira mal. Tiene suerte de que no soy ni el capitán del equipo ni Peter, porque él ya le hubiera dado un puñetazo.
—Para saber si quieres ir conmigo. Sonríe irónicamente.
—De seguro la chica que te estabas comiendo ayer querrá ir con mucho gusto.
Me sonríe de un modo en el que me abofetea sin tocarme y se va con Lucas. Me deja donde estoy con un pequeño shock.
Estúpido, estúpido, estúpido, estúpido... a ella fue a quien se le cayó la pluma, ella vio toooodo.
Me vuelvo a golpear mentalmente e intentó pensar qué haré. Yo no sabía que ella estaba conmigo en inglés; ni siquiera me había acordado de la apuesta, de que gracias a ello tenía que ponerle más atención a ella y no a las demás. ¡Demonios!
—Vaya, vaya... yo que te consideraba mi amigo.
Abro los ojos y veo a Peter frente a mí con sus cinco amigos. Intento pensar las posibilidades que tengo para correr.
Son muy buenas, sólo quédate a escuchar y después te echas a correr cuando las cosas se pongan feas.
—¿Tú hiciste la apuesta de enamorar a Courtney?
—Hay muchas más chicas con las que podrías jugar —le digo tranquilo y él sonríe.
Si intentara pegarme, quizá tendría posibilidades de no salir tan mal, porque ambos medimos lo mismo, el problemas es que él viene con amigos y yo estoy solo.
—Matt, ella no es un blanco fácil, ¿lo sabes? No sería tan tonta para caer en tus encantos. Yo sé tratar a una chica a la hora de...
—Tú ni siquiera sabes tratar a una chica. Todas con las que te has acostado rebasan tus amigos en Facebook. Ellas sólo son un polvo y Courtney no necesita eso —lo interrumpo—. Ella en realidad necesita a alguien que no juegue con su corazón, pero ya estoy metido en la maldita apuesta y no puedo hacer nada. ¿Entiendes? Ahora, si de verdad quieres a Courtney y no sólo para una noche, quiero ver que, mínimo, te bese. Y estando sobria.
Sus amigos comienzan a murmurar y sé que de verdad di en el blanco, sonrío y me voy.
Matt, Matt, Matt, ¿escuchaste lo que dijiste?
Ella en realidad necesita a alguien que no juegue con su corazón, pero ya estoy metido en la maldita apuesta y no puedo hacer nada.
Instantáneamente pienso en la apuesta. Quizá sólo dije eso porque la estaba defendiendo y porque no quiero que Peter haga que todo se vaya al infierno. Pero si ella no va a la fiesta, no hay ningún problema.
Inevitablemente pienso en ella con tacones y un vestido de noche, bailando al ritmo de la música. Malditos encantos de Courtney.
No te enamores de la apuesta.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top