-bien llamaré a Gamakishi para que nos consiga víveres…- el mayor negó…- déjame a mi hacerlo…- el rubio lo vió y sonrió divertido…- oh no, papá y mamá me dejaron mucho dinero… además no debes salir tampoco, ya deben estar buscándote los akatsuki y si te encuentran no me lo perdonaría…- el azabache sonrió, era extraño como lo hacía sentir el pequeño… se sentía necesitado por alguien y eso lo hacía sentirse bien…- en teoría soy el mayor y debo cuidarte, pero tú lo has estado haciendo por  mi pequeño…- Naruto sonrió con su característica sonrisa alegre…- me hace feliz verte mejor… te lo dije eres una buena persona que no merece la vida que has tenido… y si está en mis manos te ayudaré…- el azabache abrió sus ojos sorprendido… y sonrió con cariño…

- Gracias por preocuparte… desde pequeño siempre fui muy independiente, mis padres no consideraban que ocupaba más atención por esto… así que yo mismo me fui alejando de la gente, y la gente dejó de preocuparse por mi bienestar… terminé siendo un arma para mi padre, para la aldea y para Danzo, te agradezco que te intereses por mi bien…- el rubio sonrió con cariño, retiró con su mano el cabello que colgaba por el rostro del azabache y lo acomodó tras su oído…

-A mí me obligaron a ser independiente… me corrieron del orfanato a los cinco años, un tiempo viví en las calles comiendo de los deshechos de la gente, hasta que huí al bosque, aprendí a pescar y hacer pequeñas fogatas…- Itachi  mientras más escuchaba más se sorprendía y se sentía triste por el rubio...- usaba las planta y hongos que encontraba en el bosque, había robado una olla en la aldea y ahí cocinaba mi comida… dormía junto al río, eso fue por algunos meses hasta que un día Hiruzen me encontró y me dió un departamento, claro lo pagaba Ero-sennin, de eso me enteré hace poco… sabes siempre creí que Hiruzen me amaba, yo lo veía como un abuelo, pero nunca fue así… sólo cuidaba mi lealtad a la aldea…- sonrió triste el pequeño sol… Itachi tenía sus ojos abiertos con impresión…- lo lamento debió ser una vida pesada…- el rubio confirmó…

- los aldeanos eran una pesadilla, me golpeaban seguido y terminaba en el hospital bastante seguido, dónde no querían atenderme y terminaba Hiruzen ordenando que lo hicieran... el viejo me daba una mesada, había días que me la robaban o me vendían demasiado caros o caducos los alimentos …- Itachi comenzaba a tener coraje hacía los aldeanos, era un niño pequeño…- veía como admiraban al cuarto hokage y un día quise ser como él para que los aldeanos me aceptarán, quería demostrarles que mi existencia tenía un valor… después de todas las traiciones que he vivido en mi vida, me di cuenta que no necesito su aprobación, con que la gente que me importa me valore, para mí es más que suficiente… me hizo muy feliz saber que Ero-sennin y la abuela no eran de ese grupo, mi mundo se había desmoronado cuando creí lo contrario…- el rubio comenzó a soltar lágrimas e Itachi no pudo más… lo jaló hacia su pecho abrazándolo de forma protectora… y no sabe porque pero beso su frente con cariño…- no te traicionaré te lo prometo… mientras tenga vida estaré a tu lado…- el rubio se sonrojó por lo que escuchó, escondió su rostro en el pecho del mayor, absorbiendo su aroma, hipnotizadolo… - hueles rico…- el rubio se pintó de mil colores avergonzado escondiendo el rostro en su pecho al darse cuenta lo que dijo, al azabache le dió risa y ternura el pequeño… - acercó su rostro a su oído…- tú también hueles rico…- pudo ver las orejas del menor pintarse de rojo mientras estaba escondido en su pecho… ya era bastante tarde, ambos en esa posición comenzaron a quedarse dormidos en el piso del salón del trono…