Capitulo 3 - "Cocos"


Ya era bastante tarde, quedaban como mucho 4 horas de sol.

Doug tomó las rocas y palos que habían recogido previamente y comenzó a hacer la estructura para la fogata, más alejado de la costa, no quería que nada malo sucediera si la marea aumentaba.

Con todos los preparativos listos el mismo, empezó a frotar dos ramas.

Sus compañeros revisaban su equipaje, tal vez habría algo de utilidad.

Ropa, ropa y más ropa... ¿Por qué a nadie se le ocurrió meter un manual de sobrevivencia, fósforos o un bote inflable?

Al poco rato, la fogata ya estaba iniciada y los chicos se sentaron alrededor de esta.

—Al menos tenemos comida. —Dijo Jane tratando de animar el ambiente.

—Si bueno, supongo que ese es el lado bueno... —Comentó la princesa azul. - y creo que deberíamos empezar a cocinarla.

—Yo puedo hacerlo, no es algo nuevo para mi. —Expresó La hija de Mulan.

—Vamos, yo también ayudaré.

Mal y Lonnie empezaron a cocinar.

—Carlos y yo iremos a buscar algunas frutas, para complementar. —Evie se llevó a el chico pecoso del brazo.

—Eso no me agrada...

—A mí tampoco...

—Me huele a celos. —Canturreó Jay de modo burlón.

Los novios de los chicos villanos estaban molestos, no les gustaba para nada la idea de la peliazúl. Ellos confiaban, sabían que no harían nada malo, pero aún así quedaba esa extraña sensación.

Por otro lado, Evie y Carlos, no muy lejos, pero tampoco al alcance visual de el resto del grupo, rebuscaban en los arbustos.

No se adentraron demasiado, no querian otro incidente con bestias salvajes.

—¡Genial! Encontré algunas fresas y moras. Seguramente las fresas le gustarán a Mal.

—Si, yo también, Evs y encontré unos hongos brillantes... Qué raro...

—Con esto será suficiente.

Habían recolectado bastante, en su mayoría fresas, a nadie le gustaría ver a Mal sin su dosis diaria. Metieron todo en sus bolsillos y camiron de regreso.

—¡Mira! ¡Hay unas rocas con pelos!

—No, Carlos, se llaman cocos.

—¡Oh! Bueno, hay muchos "cocos" por aquí.

—Recojamos algunos. Así tendremos algo que beber.

La chica se acercó a él y se percató de que no eran cocos, eran algo mucho peor, eran... ¡Arañas!

—¡Carlos! ¡Esos no son cocos!

—Te lo dije, son rocas con pelos, mira... -El hijo de Cruella tomó una de esas "Rocas" en sus manos.

—¡No! ¡Son arañas!

Carlos empezó a correr y gritar, eso captó la atención de el resto de arácnidos, que empezaron a seguirlo.

—¡Deja de gritar! ¡Atraerás más animales!

—¡Quizás podrías ayudarme!

Evie trato de alejarlos arrojando rocas, verdaderas rocas, solamente provocó más desgracia.

Ahora los dos corrían y gritaban por todos lados, siendo perseguidos por arañas, lo común, vamos.

Los chicos no encontraron mejor solución que adentrarse al océano.

Al paso de unos minutos, mejor dicho, horas, los artrópodos se alejaron y volvieron a su madriguera.

—¡Perfecto, ahora estamos mojados! —Gritaron al unísono, ambos molestos.

Está vez, en el camino, encontraron cocos, cocos reales, tomaron los suficientes para todos. Retomaron la ruta hacia su destino.

—¿Qué rayos hacían? ¡Creímos que los habíamos perdido! ¡Estuvieron fuera 2 horas! —Exclamó preocupada la hija de Maléfica, tomando por los hombros a su mejor amiga. —Y... ¿Por qué están mojados?

Los chicos soltaron los cocos en el suelo, los habían cargado todo el camino y no eran para nada ligeros.

—Larga historia —Los dos suspiraron profundamente.

-Tenemos mucho tiempo. -Replicó Doug cruzándose de brazos.

Evie simplemente los besó. —No ocurrió nada. —Con eso sería suficiente para que Doug olvidara por completo su enfado. -¿Y la comida?

—Todavía no está lista. —Respondió Ben, que era el que ahora se estaba encargando de ella.

—Llevan horas cocinando eso. —Mencionó Audrey viendo sus uñas.

—¡Entonces levántate y...

—¡Mal, tenemos fresas! -Anunció Carlos para evitar una pelea.

—¡Fresas!

—Tambien tenemos frutos silvestres, cocos y algunas cosas más... —Comentó Evie.

—Algo que beber... —Pensó Chad -Tengo sed, ¿Cómo abriremos los cocos?

—Bueno, Mal, machete... pan comido. -Dijo Jay obvio.

—¿Qué? ¿No ves que estoy ocupada con las fresas?

Jay, viendo que Mal no se prestaba para abrir cocos, decidió hacerlo el mismo.
Y le ofreció uno a Encantador Jr.

—No está envenenada ¿cierto?

—Callate y tómalo.

—Bien, bien, ya que...

—¿Cómo se dice Chad? —Intervino Jane.

—¿Qué?... ¿En serio?... Gracias Jay... —Contestó de mala gana el rubio.

—Buen chico, buen chico... —Acarició Lonnie la cabeza de el chico. Este solamente gruñó.

Hubo un largo silencio incómodo después de eso, nadie tenía un tema relevante del cual hablar.

En este punto ya era noche, ¿Por qué tardan tanto en asar un jabalí? ¡Es la cosa más sencilla del mundo!

—Yo sigo con la duda, ¿Qué sucedió para que regresarán mojados? solo recolectarían frutos. —Preguntó Jane

—Pues...

—Evie vio unas rocas con pelos y me dí cuenta que eran arañas, entonces, gracias a Evie, no a mí, terminamos siendo perseguidos por arañas y tuvimos que entrar al océano para que no nos asesinaran. —Dijo Carlos rápidamente interrumpiendo a su mejor amiga.

—¡Hey! Eso no es cierto, pero si, básicamente fuimos perseguidos por arañas.

Todos rieron ante el incidente de sus compañeros.

Ben seguia cocinando, está vez Lonnie lo ayudaba, mientras Mal devoraba salvajemente las fresas.

—¡Como puede ser posible que seas el rey de Auradon y nadie venga a buscarnos! —Chilló la princesa rosa dirigiéndose a Ben, fastidiada por la situación.

—Pues... Creo recordar que pedí que no nos buscarán durante una semana. —Respondio el Rey de Auradon.

—Bien, ¡Creo que ya está! —Exclamó la chica asiática, captando la atención de todos.

El hijo de Bella y el chico de lentes sirvieron grandes trozos de Jabalí en hojas de palmera que se encontraban al rededor.
Mientras tanto, Mal, que ya había terminado con las fresas, comenzó a partir los cocos.

Con la comida y bebida ya servida, todos se sentaron y comenzaron con la cena.

—"Será como comer chuletas de cerdo, Chad" "No sabra tan mal, Chad" Si, claro...

No es que fueran malos cocineros es que el jabalí no sabe tan bien como esperaban, o almenos eso decían ellos...

—No te quejes, al menos tienes algo que comer... —Dijo Doug.
—Además, Evie trajo algunas cosas ¿cierto?

—Encontramos champiñones que, al parecer brillan. —Contestó el dueño de Chico, sacando los hongos de su chaqueta.

Champiñones fluorescentes, no puede suceder nada malo.

—No creo que sea buena idea...

—Vamos Ben, no puede ocurrir nada malo. —Dijo Jay tomando uno de eso champiñones brillantes.

Jabalíes, sacrificios, arañas... y apenas es el primer dia...









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