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─ Creo que... ─ Jimin se quedó pensativo. ─ No, estoy seguro que alguien está abusando de Hoseok.

─ ¡¿Qué?! ─ Adora lo miró con cara completamente perpleja y asustada. ¿Alguien está abusando de su hijo?

─ Lo siento, Adora, pero es que... no parece algo que inició hace poco. Parece que lleva bastante tiempo por la forma en la que Hoseok reaccionó cuando yo...

─ ¿Cómo reaccionó? ─ Preguntó ella.

─ Lo encubrió todo. ─ Le dijo Jimin. ─ Dijo que se cayó, que nadie lo golpeaba, que nadie lo tocaba. Dijo que él se caía mucho cuando se quedaba dormido, a veces de las gradas.

Adora miró al rubio con preocupación.

─ Pero esos no son golpes comunes, Adora. ─ Comentó. ─ Algunas son mordidas, marcas... Jungkook dijo que él no... él no era.

─ ¿Quién? ¿Su padrastro? ─ Preguntó de un solo. ─ ¿Compañeros del colegio?

─ No lo sé. ─ Dijo Jimin. ─ Él lo encubrió todo...

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─ ¿Hoseok, alguien... alguien te golpea? ¿Alguien te toca sin que tu quieras que te toque? ─ Preguntó el profesor Kim.─ ¿Tu padrastro?

─ No.. yo me caigo a veces y me quedan marcas...

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─ Hijo, ¿Sabes que puedes confiar en mí? ¿Alguien te está haciendo daño? ¿Alguien te golpea? ¿Te tocan? ─ Preguntó Adora.

─ No... yo, sólo he besado a Jungkook unas veces. Nadie me toca, yo me caigo bastante, yo... es mi culpa.

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─ Hoseok... ¿Cómo te hiciste estos golpes? ¿Lo recuerdas? ─ Preguntó Jimin.

─ Me caí, me quedé dormido.

─ ¿Cuando despertaste había alguien cerca tuyo? ¿Adónde te quedaste dormido? ¿Aquí?

─ N-No había nadie, no lo recuerdo...

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Muchas veces construimos muros para protegernos de las demás personas pero no nos damos cuenta que esos mismos muros pueden evitar que las personas correctas nos ayuden.

Habían pasado varias semanas desde que Jimin inició la terapia y Hoseok tenía mejor condición. Su madre también lo vigilaba, el profesor Namjoon era más condescendiente con él y Jungkook intentaba no dejarlo solo.

Pero aún así su padrastro encontraba la forma de abusar de él. Había aprendido a ser más discreto, a no dejar marcas en zonas demasiado visibles y también a manipular mejor al menor, haciéndolo sentir culpable por la muerte de su padre.

El colegio se había vuelto más estresante para Hoseok, pues al parecer sus compañeros, al darse cuenta de su noviazgo con Jungkook también se dieron cuenta que sus muros tenía un límite. Un límite que muchos querían romper para poder volver a acercarse a él, por eso ahora su teléfono estaba lleno de mensajes sin leer, al igual que las personas empezaron a saludarlo de nuevo y a intentar sacarle plática durante el tiempo en el colegio.

Algunos estaban intentando con más ganas que otros, por ejemplo Taehyung, quien le hablaba y hablaba. No había parado de enviarle mensajes e incluso le pedía a Jungkook que le pasara sus palabras. No importaba cuan cortante actuara, cuan pesado fuera, porque ahora todos sabían que había una forma, un camino.

Pero mientras ellos trataban de acercarse a Hoseok, Hoseok trataba de alejar a Jungkook. Incluso había declinado ir al restaurante, pero Jungkook aún mantenía su puesto reservado, a la espera de que cambiara de opinión.

Por eso ahora se encontraban sentados en su escritorio en clases, Hoseok mirando a la ventana y Jungkook sin nada que decir. ¿Cómo era posible que el pelinegro fuera capaz de cerrarse así? Se preguntaba Jungkook y por qué, no lo entendía.

─ Psst... Jungkook. ─ El chico de cabello achocolatado giró el rostro para encontrarse con Taehyung extendiendo un papel doblado. ─ Por favor, ¿Se lo pasarías a Hoseok?

Jungkook bufó y giró los ojos tomando el papel. Luego tocó el brazo del chico muro llamando su atención.

─ Te envía tu ex novio. ─ Le dijo Jungkook haciendo que Hoseok se atorara y sintiera sus piernas adormecerse.

─ No es mi ex, idiota, tú eres el único novio que he tenido. ─ Dijo el pelinegro y luego se sonrojó por lo que acababa de decir, cielos, no se suponía que le dijera aquello a Jungkook.

Él estaba pensando en cómo cortarle a Jungkook, pues no sabía cómo hacerlo.

Jungkook sonrió dejándolo embobado.

─ Ok, te envía tu taesito. ─ Hoseok giró los ojos, pues Jungkook seguía algo celoso del lindo apodo de Taehyung en su celular.

Hoseok tomó el papel y miró a Taehyung a los ojos, luego lo metió a su boca y comenzó a masticarlo. Mostrándole así que no leería sus papelitos.

─ Sabía qué harías eso, por eso no escribí nada en el papel. ─ Le dijo Taehyung desde su silla.

Hoseok se atoró con el papel y Jungkook tuvo que darle unos golpecitos en la espalda. Cuando los tres chicos levantaron la vista todos en la clase los miraban, incluyendo al profesor Kim.

─ ¿Algo que compartir con la clase? ─ Hoseok negó con la cabeza mientras Jungkook y Taehyung se disculpaban.

El resto de la clase Hoseok miró hacia la ventana. Sus piernas se habían entumecido y no quería quedar paralizado. Se sentía mal, no quería seguir así.

Mientras el día pasaba, su mente daba vuelta en cómo le era infiel a Jungkook, no podía evitarlo. No podía evitar que abusaran de él, además muchas personas le estaban haciendo preguntas con respecto a sus golpes. Jungkook aún no lo hacía, pero sabía que llegaría el momento y Hoseok se sentía tan vulnerable. Sentía que todas esas personas le harían daño.

Su padrastro le había dicho que todos le sonreían por ahora pero que llegaría el momento en que también abusarían de él. No quería, no quería que nadie más le hiciera daño. También le dijo que ellos le dirían a todos de su enfermedad en algún punto y entonces más personas querrían aprovecharse de él.

Hoseok no quería que nadie más supiera que tenía narcolepsia, sólo quería morirse, cielos quería morirse porque estaba tan enamorado de Jungkook y cada vez que despertaba con dolor en su cuerpo, sabiendo lo que había pasado, su corazón se rompía y se sentía cada vez más vacío.

No podía...

─ ¿Cómo les fue hoy? ─ Preguntó su madre.

Hoseok parpadeó, ¿En qué momento habían llegado al carro?

─ Estuvo bien. ─ Respondió Jungkook y Hoseok se giró para ver al chico a su lado.

Jungkook lo observaba. Sus ojos realmente lo miraban y el corazón del chico muro se aceleraba. Quería sentir sus besos, quería hablar con él. Cielos... pero no podía, no sin sentirse culpable, no sin que su pecho doliera hasta el punto en el que sintiera que era difícil respirar.

La mano del chico a su lado rozó la suya y Hoseok sabía que debía alejarse, pero no podía. No cuando se sentía tan bien.

Llegaron a la casa y su madre se bajó del carro, él y Jungkook caminaron algo más lenta, llegando hasta la puerta.

─ ¿Seguro que no vendrás? ─ Le preguntó Jungkook. ─ Falta poco para que Yugyeom se vaya y...

─ No. ─ Le dijo Hoseok. ─ Y-Yo... no puedo. ─ Un suspiro salió de su boca.

─ Hoseok... ─ Jungkook se inclinó para dar un beso en sus labios, pero Hoseok le dió la mejilla. Su corazón dolió por haber hecho aquello.

Especialmente cuando Jungkook su tardó un poco más besando su mejilla y se separó con ojos tristes.

─ Vengo más tarde. ─ Le dijo y Hoseok solamente asintió.

El pelinegro se apresuró a entrar a la casa y cerrar la puerta tras él. Quitó sus zapatos y dejó su mochila, pero pronto su padrastro estaba con él en el pasillo de entrada.

─ ¿Por qué te besó? ─ Le preguntó, pues el mayor no sabía sobre su relación con él chico. Hoseok vió al mayor con ojos bastante abiertos. ─ ¿Estás con él?

El mayor lo acorraló contra la puerta y Hoseok se sintió morir, sus piernas cedieron al instante y cerró sus ojos con fuerza.

─ Eras una puta igual que tu madre. ─ Le susurró al oído. ─ ¿Dejas que los dos te la metamos? ¿También le abres las piernas a tu amiguito?

Un sollozo salió de la boca de Hoseok mientras se apegaba más a la puerta. El mayor le dio una bofetada que lo dejó bastante confundido y que resonó en el pasillo.

─ Eres sólo mío, Hoseok. Siempre serás sólo mío, voy a hacer que pagues por matar a mi amigo con tu vida.

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