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─ ¡Corre, Hoseok!

Las risas no dejaban de escucharse. Hoseok volteó a ver hacia atrás para fijarse si alguien los seguía. Taehyung tomaba su muñeca con fuerza mientras lo jalaba, ambos corrían lo más rápido que podían intentando encontrar el lugar perfecto.

Se detuvieron jadeando y Hoseok intentó no reír fuerte, por lo que terminó inflando las mejillas y haciend simplemente reía ahogadamente, parecía que se iba asfixiar. Ambos estuvieron así, intentando no hacer ruido.

─ ¿A qué hora aceptamos jugar al escondite? ─ Preguntó susurrando luego Taehyung limpiándose una lágrima. Hoseok lo miró incrédulo.

─ ¡Pero si fue idea tuya! ─ Le gritó en susurros. ─ Dijiste que todos deberíamos recordar cómo jugábamos cuando éramos niños de primaria. ¡Convenciste a todo el grado!

─ Vaya, pero no tenía que aceptar. ─ Le dijo Taehyung mientras lo miraba con una gran sonrisa y sus mejillas algo sonrojadas por el esfuerzo de correr con tanta fuerza.

Hoseok no pudo evitar tragar saliva y notar como el cabello se adhería a su piel de forma molesta, pero se miraba tan adorable. Sacudió la cabeza, pronto ambos escucharon el ruido de pasos.

Taehyung volvió a tomar su muñeca y se dirigió a los vestidores. Hoseok vió de reojo cómo Hwasa buscaba molesta, pues había perdido y le tocó ser la buscadora.

─ Por aquí. ─Susurró Taehyung y le hizo un gesto con el dedo índice sobre sus risueños labios. ─ Trata de no tararearnos música de fondo. ─ Le dijo riendo suavemente.

─¡Hey! ─ Exclamó Hoseok en un susurro. Mostrandose ofendido.

Pero al escuchar las quejas de Hwasa, ambos entraron rápidamente a los vestidores, adentrándose entre algunos largos casilleros. Dentro, creyeron estar a salvo, pues era el vestidor de hombres. Pero se sorprendieron cuando la puerta se abrió y una larga cabellera se asomó. Ambos corrieron en puntillas, adentrándose más y llegando hasta el fondo.

─ ¡Los escucho! ─ Exclamó Hwasa y Hoseok rió nerviosamente.

Taehyung giró los ojos pues Hoseok siempre era ruidoso, pero así le gustaba... ¿Le gustaba? Cielos... se sonrojó mientras tomaba de nuevo la muñeca del chico y lo empujaba dentro de un casillero. Hoseok lo vió asombrado, pero se asustó un poco cuando Taehyung se embutió junto a con él en el confinado espacio, hasta que ambos respiraban el mismo aire.

─ Sshhh. ─ Le dijo Taehyung y ambos escucharon los pasos de Hwasa pasar.

Cuando la chica exclamó molesta y salió pateando el suelo fuertemente, ambos rieron suavemente. Sus pancitas ya dolían de tanta risa, y poco a poco aquellas adorables voces se fueron acabando hasta que ambos dejaron de reír y quedaron viéndose a los ojos, iluminados solamente por la poca luz que entraba al casillero.

Las sonrisas se convirtieron en expresiones algo nerviosas y apenadas hasta que Taehyung colocó suavemente sus manos en la cintura de Hoseok. El chico sintió sus piernas temblar al sentir los largos dedos de Taehyung y sus palmas completamente apoyados en esa zona tan sensible. Ambos comenzaron a acortar la distancia, no podían creer lo que hacían, y no podían creer que el contrario estuviera correspondiendo

Hoseok tragó fuertemente y cuando estaban a pocos centímetros el casillero se abrió de golpe.

─ ¡¿Qué tenemos aquí?! ─ Hwasa se quedó ida al ver las manos de Taehyung en la cintura de Hoseok, desvió la mirada. ─ Encontré al dúo dinámico. ─ Dijo riendo intentando alivianar el tenso ambiente.

Taehyung soltó a Hoseok y ambos salieron del casillero.

─ ¿Somos los primeros? Yo no quiero tener que buscar. ─ Se quejó Hoseok.

─ Bueno... técnicamente vi primero a Tae, así que a él le tocaría.─ Dijo Hwasa encogiendo los hombros.

─ ¡¿Qué?! Hobi, Hobi, dime que buscaras conmigo. ─ Comenzó a rogar Tae haciendo reír a Hoseok y a Hwasa.

Estuvo rogando hasta que Hoseok aceptó y así fueron trás Hwasa para encontrar al resto de sus compañeros.

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El día había sido divertido y Hoseok corrió los últimos metros que lo separaban de su casa. Abrió la puerta y sacó sus zapatos mientras mandaba a volar su mochila por allí.

─ ¡Llegué! ─ Gritó.

Su madre asomó la cabeza por la cocina.

─ Hola, Hoseokie. ─ Le dijo con una sonrisa y se volvió a meter a la cocina.

─ ¿Qué cocinas? ─ Preguntó el menor entrando animadamente junto a su madre, avanzó hasta las hoyas de comida.

Hoseok extendió su mano para sacar de lo que fuera que su mami cocinaba, pero ella lo detuvo con una sonrisa en el rostro.

─ ¿Tanta hambre tiene mi adolescente hiperactivo? ─ Preguntó cariños y Hoseok hizo un puchero mientras asentía.

Ella rió con fuerza y le señaló al menor unas galletas en la mesa. Las había hecho porque ya conocía a su hijo y su maña de meterle mano a la comida antes de que estuviera lista.

─ ¡Gracias! ─Le dijo Hoseok abrazándola fuerte y dándole un gran beso en la mejilla.

Se apresuró a la mesa y se sentó a comer las galletas de dos en dos mientras su madre hablaba de cómo había estado su día. Su padre no tardó en llegar y saludarlos. El pobre lucía algo cansado, pero la expresión en su rostro mejoró cuando la señora Jung le dió un suave pero largo beso en los labios que hizo a Hoseok arrugar el rostro, pero luego se avergonzó por haber recordado a Taehyung.

El plato de galletas ya estaba vacío.

─ Guacala, mejor me voy. ─ Les dijo a los adultos que rieron por lo cliché que era a veces su adolescente.

─ Te aviso cuando esté la cena. ─ Le dijo su mamá y él asintió corriendo gradas arriba, pronto estuvo en su habitación y no dudó en saltar a su cama y sacar su celular.

Los chats ya estaban llenos de conversaciones, algunas eran de amigos y otras de amigas, pero él se apresuró a abrir el chat de Taehyung y reír fuertemente de la foto de Taehyung fingiendo gran dolor por haberse caído camino a casa. Le envió risas con signos de exclamación y el contrario le respondió bastante ofendido y pidiendo palabras de consolación.

Hoseok suspiró enamorado y puso el celular a un lado mientras miraba el techo.

Cerró sus ojos recordando las sensaciones que su crush le había provocado. Un cosquilleo había aparecido en su abdomen bajo y deseo que las manos de Taehyung lo tocaran así otra vez.

¿Estaría bien hablar con Taehyung sobre ello? No podía, le daba demasiada pena, no sabía porqué. Él siempre era muy honesto con Taehyung, pero simplemente no podía confesarse. Suspiró y llevó su mano a su pantalón mientras sus mejillas se sonrojaban. Últimamente esto ocurría cuando pensaba en Taehyung, pero esta vez parecía estar más excitado que de costumbre.

Con ambas manos abrió su pantalón y tomó su erección, pequeños susurros y gemidos salieron entre sus labios mientras movía su mano. No tardó demasiado en terminar, pues no solía tocarse mucho. Sus mejillas se sentían muy calientes por haber pensado así en Taehyung.

Tomó su celular y se metió al chat grupal, parecían estar enviando demasiados mensajes como para ser ignorados. Eran casi mil mensajes. Suspiró, pero aún así decidió leerlos porque probablemente hablaban de algún chisme.

Comenzó a leer y a medida avanzaba sus mejillas se calentaban aún más, mientras leía cómo Hwasa les decía a todos que él y Taehyung tenían algo. Taehyung intentaba negarlo de cierta forma, pero se notaba que hacía un esfuerzo por no ofenderlo.

Mordisqueó su labio mientras continuaba leyendo hasta que llegó a esos mensajes, donde Hwasa les contaba a los demás como los había encontrado en el casillero.

Ni Judas.

Pensó Hoseok completamente indignado, pero la peor parte es que después de eso Taehyung no continuó negando nada. Solamente se calló mientras los demás continuaban molestando y hablando sobre lo bonita pareja que harían.

Hoseok observó que aparte Taehyung le envió un mensaje y se dirigió a éste. Su crush le preguntaba qué pensaba sobre lo que había pasado entre ellos ese día. Hoseok entró en pánico, no lo podía creer. Tenía demasiada pena, por lo que cerró el chat y no volvió a responderle a su compañero ese día, tampoco volvió a meterse al chat grupal.

─ ¡Hoseok, ya está la comida!

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Hoseok abrió los ojos bastante confundido, se sentía con mucho sueño y definitivamente no estaba en su habitación. El profesor Kim lo miró con una ceja alzada, pues tenía marcado el espiral de su cuaderno en la mejilla.

─ Que bueno que se nos une, pensé que con su cambio de look estaría más... despierto en clase. ─ Le dijo el mayor haciendo que sus mejillas se sonrojaron y desviara su mirada a sus manos.

Se había dormido en clase.

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