CAPITULO 13
—¿Este es su bote? Parece un Yate.
El bote, mide aproximadamente la mitad de mi cuadra y es de unos dos pisos. Mi idea de bote era una canoa decente y ocho remos.
—Lo mismo dije yo cuando Miguel llegó con él. Mi esposo puede ser muy exagerado a veces. En una ocasión tuvimos una pequeña discusión... mandó a traer cien ramos de flores y me envío uno cada media hora —dice Sonia. Miguel besa la mejilla de su esposa con ternura
—La comodidad no está de más. Lo mandé a hacer precisamente para poder compartir en familia. Y cada una de esas rosas valió la pena, aún estás conmigo.
—Y cuéntanos Alec ¿A qué te dedicas? ¿Podemos decirte Alec?
—Claro que si señora...
—Dime Sonia, si eres amiga de Vin, eres amiga nuestra.
—Vale, Sonia... Uhmm yo trabajo como creativa en una revista femenina. —Los ojos de Sonia se iluminan
—¿Women's Magazine?
—Si seño... sí.
—Oh que maravilloso, me gusta esa revista. —Espero que le siga gustando después de todos mis cambios.
—Sí, bueno ahora estamos renovando la revista. Las ventas están muy bajas así que decidimos darle una cambio.
—Bueno hay algunas secciones que si son un poco aburridas, pero la sección de Moda es genial —murmura. Subimos al bote y nos acomodamos en la parte trasera o como se llame— ¿Cuántos años tienes? ¿Con quién vives? ¿Tus padres viven? No quiero preguntar o decir algo y luego ofenderte. Cuéntame de ti. —Wow está en modo detective totalmente.
—Sonia cariño déjala tranquila, estas asustándola —Miguel y Vincent están encargados de los anzuelos, Vincent se ve ofuscado y Miguel luce divertido.
—Oh no se preocupen. Soy periodista, bueno en dos meses lo seré oficialmente así que no me incomoda. —respondo con una sonrisa.
—Ves Cariño ella está bien con mis preguntas. Vin nunca ha traído una chica, esto es como una emocionante primera vez... sin dolor claro está. —Me atraganto con mi propia saliva al igual que Miguel. Vincent no puede parar de reír.
—Vivo con mi mejor amiga en estos momentos yo... uh... acabo de separarme —Espero que no me juzguen por ello, son un matrimonio sólido y Vincent es como su hijo. No me gustaría ver al mío salir como una mujer que acaba de divorciarse aunque técnicamente aún estoy casada.
—¿Tú? —Luce sorprendida— Pero si eres muy joven. ¿A qué edad te casaste?
—A los veintitrés
—¿Qué pasó entonces? Estamos en confianza cuéntame —¿Por qué todos quieren saberlo? Es incomodo tener que contarle a las personas que fui engañada por quizás meses. Sin embargo, quiero decírselo así Vincent también conocerá la causa por la cual, esa primera vez estaba tan jodida.
—Alex era mi mejor amigo, lo conocí cuando tenía trece años estuve enamora de él desde ese entonces. Nos hicimos novios a los veinte años y tres años después nos casamos. Estuvimos bien hasta que hace un tiempo lo encontré con su amante en mi casa, en mi cama y por supuesto, hay un bebé en camino —Sonia hace un sonido ahogado, Vincent maldice y Miguel arroja el sebo.
—¿Eran la pareja de ese día? ¿La pelirroja y el hombre de traje? —Vincent luce muy disgustado esta vez.
—Sí, ese fue el día que Alex me corrió de casa. Cam pensó que sería bueno para mí salir un poco. Todo estaba bien hasta que me encontré a Perronica perdón... —Sonia lo deja ir con un gesto de su mano—. Me encontré a Verónica en el baño y me dio la primicia de que se había mudado a mi casa. No llevaba ni veinticuatro horas por fuera y ella ya había mudado sus porquerías. Estaban en el club celebrando con sus amigos según me dijo ella.
—¡Hijo de puta! —Vincent golpea la mesa y todos los anzuelos caen al suelo —¿Cómo es posible que te corra de su casa? Eres su esposa. Quien debe irse es él. Ahora entiendo porque estabas como una cuba ese día —Hago una mueca con su última declaración, no es lo mejor para decir frente a sus segundos padres.
—Bueno ya lo supere, y es lo mejor, no quiero nada de él. Quiero obtener todo con mis propias manos. Entre menos le tenga que agradecer mejor.
Sonia aplaude y declara. —Así se habla. Eres una mujer fuerte y estas afrontando las cosas de la mejor manera. ¿Cuánto llevas separada? —He ahí la cuestión
—Cinco días... —susurro avergonzada.
Espero ver sorpresa, indignación o reproche en sus miradas, llevo cinco días separada y ya estoy saliendo con otro. Pero me encuentro con miradas comprensivas y cálidas.
—Es bueno que tengas un amigo como Vincent. Me alegra que estés aquí —Estas personas son totalmente diferente a todo lo que creí. Sonia me abraza y una lágrima escapa de mis ojos, he estado acostumbrada a que me juzguen y critiquen. No me imaginé que unos desconocidos pudieran mostrar este afecto tan raído por mí. Soy patética, ¿Por qué no deje a Alex antes?
Mientras terminan de alistar los cebos, Sonia y Miguel me cuentan muchas historias sobre Vincent durante su niñez y adolescencia, hasta convertirse en el hombre que es hoy. Una de las mejores, fue cuando tuvo su primer sueño húmedo y se escondió en el baño por horas para no ser avergonzado. Eso hizo que Vincent quisiera tirarse por al lago o ahorcar a Sonia. Descubrí que Los Marín viven en el Club tiene una casa Campestre al otro lado del lago. Al principio sólo era una casa finca pero decidieron hacerla un Club de Pesca, Miguel ama ese deporte. Sonia me sorprendió, tiene una licenciatura en preescolar y fue maestra por quince años. Miguel es un millonario, mis ojos casi se salen cuando me doy cuenta que es el socio principal de la Industria licorera de la ciudad.
—¿Y tu Familia? Retomo las preguntas que te hice antes. —Sonrie Sonia.
—Mi padre se llama Fredy Zabala, mis abuelos son Españoles y mi padre es Colombo español. Es un ex abogado penalista, ahora está dedicado a sus pequeños negocios de compra y venta de bienes raíces. Mi madre Alba, es colombiana de pura cepa como dice ella, ayuda a mi padre en sus negocios. Mi padre es hijo único y mi madre tiene dos hermanos. Mi tía Laura y Salomé su hija viven en Texas y mi tío Juan Pablo vive en la ciudad con su esposa y mis dos primos Gustavo y Pedro. Mis abuelos maternos viven en una granja por el sur hacia las afueras de la ciudad y mis abuelos paternos viven en Alemania.
—Alemania, nosotros estuvimos hace unos días visitando a mis hermanos en Berlín —Que extraño Vincent me dijo que sus padres también estaban en Alemania.
—Abogado penalista ¿eh?... interesante. —Para los padres de Alex era una vergüenza que mi padre no ganará un sueldaso y defendiera a "pobretones". Para Miguel Marín es interesante
—Mi padre siempre ha dicho que todos merecemos ser defendidos y asesorados sin importar la cantidad de capital o el apellido que tengas. Y que siempre seremos inocentes hasta demostrar lo contrario.
—Tu padre es un gran hombre. –murmura con admiración.
—Lo es, mi padre ha sido muy importante para mí, quien me ha enseñado a ser paciente, coherente, humilde y solidaria. Mi madre suele ser un poco achispada a veces, pero también es la que me ha influenciado ese carácter fuerte, el ser siempre honesta y luchar por lo que queremos. —digo. Arrojamos al mismo tiempo la caña hacia el enorme lago, y esperamos.
—Es bueno ver como amas a tus padres —Vincent luce complacido.
—A Melissa le vas a caer muy bien, ya la veo revoloteando alrededor —El rostro de Sonia se ilumina cuando menciona a Melissa.
—Melissa es nuestra hija, tiene veinte años —aclara Miguel, cuando percibe mi confusión.
—Es una jovencita muy dinámica. —dice, alegremente, Sonia.
—Un dolor en el trasero dirás —murmura Vincent, haciendo reír a todos.
—Sería un placer conocerla también —digo con honestidad.
—Lo harás — declara Sonia con determinación.
—Sonia quería acompáñame por algo más de carnada.
Mientras Sonia y Miguel salen, Vincent aprovecha para acercarse a mí y plantar un beso en mi mejilla.
—¿Lista para pescar algo esta noche? —La sonrisa complacida, permanece en su rostro.
—Claro que sí, soy la reina de los peces. —bromeo.
—Si tú lo dices Amorcito
Después de que Sonia y miguel regresan, cada uno se concentra en su caña de pescar y compartíamos más historias, risas y vino, esperando a nuestras victimas acuáticas. Yo pesqué cuatro hermosos ejemplares mientras que Vincent y Miguel obtuvieron posiblemente un banquete para cinco familias grandes. Sonia liberó a todas sus víctimas argumentando que con las de su esposo era suficiente. Me entregaron mi "cosecha" y cerca de las once nos despedimos.
—Espero volver a verte, y voy a estar pendiente de tus columnas en la revista — susurra Sonia mientras nos abrazamos.
—Gracias Sonia.
—Me encanto conocerle Alejandra, nos volveremos a ver —Es el turno de Miguel, el abrazarme.
—Gracias señor.
—Si a mi esposa le dices Sonia a mi puedes decirme Miguel
—Está bien. —sonrío y regresa al lado de Vincent.
Mientras regresábamos a casa, caímos en un cómodo silencio. Estoy por quedarme dormida, al parecer dos días de acostarme a la madrugada y levantarme temprano me estaba cobrando factura, cuando su voz me alerta.
—Entonces... ¿la pasaste bien? —pregunta. Da la vuelta y entramos al edificio de Cam.
—Sí, fue divertido. Especialmente la parte en la que un espagueti salió por tu nariz... oh y cuando viste bajo la falda de tu profesa y ella se tiró un gas en tu cara —no puedo dejar de reír. La profesora no sabía que Vincent estaba bajo sus enaguas.
—¡Oh por favor!, son cosas de niños —gime. Vincent luce mortificado.
—Tenías quince años
—Era un niño, a esa edad me gustaban aún los caballeros del Zodiaco y jugaba a escondite americano... ¡Era virgen!
Me doblo de la risa en su auto, Vincent procura estar molesto pero se rinde y ríe conmigo. Después de recuperarnos un poco me hala a su regazo y me besa.
—Me gusto tenerte conmigo hoy —dice entre besos.
—A mí me gusto estar a tu lado también.
—No esperaba que conocieras a Miguel y Sonia hoy, pensaba llevarte por el sendero y tomar un bote para que nadie nos viera. No planeé lo que pasó hoy —Esa afirmación me toma por sorpresa—. No es lo que piensas, bueno en realidad... hace unos días te enteraste del engaño de tu esposo. Solo llevas días Alec, no quiero que creas que estoy tomando las cosas a la ligera. Tampoco me encentro emocionalmente disponible en este momento. No voy a negar que me gustas, pero no creo que los dos estemos preparados para una relación formal. Podemos divertirnos y pasar el rato. No hay porque presentar a la familia y declararnos amor eterno, podemos conocernos poco a poco y ver hacia donde van las cosas.
Proceso lo que acaba de decir y le doy la razón, llevo cinco días soltera. Acabo de salir de una relación tormentosa de cuatro años, no me creo preparada para dedicarme a otra. Mi corazón aun no es lo demasiado fuerte como para lanzarse al abismo por otro hombre. He decido empezar mi vida nuevamente y entrar en una relación sin concluir la anterior, no es lo más saludable para mi mente y corazón, sin embargo, su oferta de conocernos y divertirnos puedo tomarla. Vincent me gusta pero mi corazón no se desangra por él... aún. Me gustaría saber por qué él no está disponible en este momento, pero me detengo de preguntar.
—Tienes razón, no te preocupes. Sé muy bien que aun debo resolver mis líos emocionales y reparar mí fracturado proyecto de vida y toda esa mierda. Sin embargo también me gustas... Hmm podemos empezar como amigos, divertirnos sin presiones o compromisos. Sería lo justo para ambos.
—Me parece bien. —Me da un beso casto en los labios—. Dulces sueños
—Cuídate.
Entro al apartamento y soy recibida por un Adam desnudo riendo y corriendo por todo el lugar, detrás de él una Cam en igual condición de vestimenta con un cucharon de cocina en la mano gritando una gran cantidad de improperios.
—¡Vas a lamentarlo! Tú, grandísimo hijo de... —grita Cam. Persigue a Adam hacia la terraza.
—No me veo llorando... —Es la respuesta ahogada de Adam
Yo me encuentro conmocionada en la puerta. Acabo de ver los tesoros del novio de mi mejor amiga. Debo decir que ahora entiendo porque razón Cam aun lo conserva, tiene un buen tesoro.
Adam logra escabullirse nuevamente y regresa al a sala
—Mierda... Hola Alec —Adam intenta tomar un cojín para cubrirse, demasiado tarde amigo, ya vi el orgullo de tu padre. Cam aprovecha y ataca a Adam con el cucharon, aún no se percata de mi presencia.
—¡Te dije que lo lamentarías! Eres un bastardo... voy a acabar contigo pequeño gusano —Intenta pegarle a Adam en sus tesoros.
—¡Basta Cam! Vale, lo lamento... —Le resulta un poco difícil mantener el cojín en su lugar y esquivar los golpes de Cam— ¡Alec está en la sala!
Cam se congela en medio de uno de esos golpes que tal vez acierten, Adam cae hacia atrás del sofá y yo sólo puedo estallar en risas. El trasero de Adam está a la vista de todo el que levante su mirada hacia la ventana.
—¿Qué... es... lo que... sucede? —Logro balbucear en medio de mis carcajadas. Adam rompe a reír también mientras Cam luce como si fuera a llorar.
—¡Este cabrón! —Apunta con su arma letal, en dirección a Adam— Le dije "La Puntica Y No Más"... pero el muy mal nacido no hizo caso —llora la última parte.
—¿De que estas... Oh ya entendí —Vuelvo a reírme porque es muy gracioso. Pobre trasero de Cam.
—No es gracioso... ¡duele!
—Dijiste que ya lo habías hecho —se defiende Adam
—¡Sí baboso! Pero no con uno de tu tamaño, eres algo así como un jodido rinoceronte —Estoy riendo tan fuerte que hay lagrimas por mis mejillas.
—¿Has visto el cosito de un rinoceronte? —pregunta, genuinamente interesado.
—¡Ese no es el punto idiota!... ¡TE ODIO! —grita. Me señala con su arma de destrucción— ¡Y tú deja de reírte! —Sale furiosa pisoteando hacia su habitación.
—¡Lo siento Cam! —bramo, antes de que su puerta se cierre con un portazo—. Va a hacerte pagar eso ¿Lo sabes verdad?
—No logre escuchar lo que dijo. Tenía su cara en la almohada, así que me deje llevar. Creo que hoy dormiré en el sofá.
—Voy a traerte una almohada... no tengo ropa que se ajuste a tus... cuerpo. Ya regreso.
—Gracias —Luce derrotado y preocupado me conmueve, un poco aunque aún siento ganas de reírme, mi estómago duele.
—Cómprale galletas de coco y leche de chocolate en la mañana y te perdonará.
—Eres genial. —Su rostro se ilumina con una sonrisa y se aproxima para abrazarme
—¡NO!... déjalo así —Me retiro rápido y logro escuchar sus carcajadas.
Son tal para cual. Amigos ¡Ja!... Amigo el ratón del queso.
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