Capitulo 4

-Bien ellos son otro equipo que reclutamos. Pasaran por mas pruebas y entrenamientos para determinar a que grupo se irán. Blackwatch y Overwatch.- dijo Morrison mientras Ruth y Leda se cuchicheaban un par de cosas mirando a la castaña que bajo la mirada.

-Reyes tu cuida de los del grupo 33-dijo Ana mientras Reyes asentía gustoso y algo emocionado como un niño pequeño.

Morrison se llevo al grupo donde estaba Ruth y Leda. Tracer y los demás hicieron un gesto al ver como el equipo de chicas de Morrison salía riéndose. En cambio, los del grupo 33 corrieron a abrazar a la joven.

-¡Caeli!-Gritaron todos al unísono, lanzándose sobre ella abrazándola. Cayendo al suelo mientras reían y la chica se limitaba a carcajearse.

-Me alegra tanto verlos chicos

-Edén y Shiro ya lloraban por verte

-Cállate Marc-dijo Shiro golpeándole el hombro mientras todos reían.

-¿Cómo les ha ido?-Dijo la chica, mientras Reyes los miraba desde el balcón curioso. Todos se mostraban tranquilos y amigables. Parecía que ellos no eran esas maquinas que decían por ahí.

-Pues nada relevante.- dijo Edén abrazándola con fuerza.

-Bien basta niños, es hora de darles habitación. Dormirán en habitaciones personales. No hay mucho equipo en Blackwatch asi que.

Todos sonrieron y siguieron al moreno. Genji y McCree estaban en la sala de la base de Blackwatch. Mas al fondo estaba Sombra bastante metida en sus cosas. La castaña miraba las instalaciones curiosa detrás de sus compañeros.

—Bien. Estos serán sus compañeros. Sombra, Genji y Mccree. Mas les vale ser respetuosos a dijo el moreno mientras los 3 mencionados miraban a los recién llegados. La vista de Sombra cayo en Marc, abriendo su boca dejando caer la paleta que Hana le había regalado.

Genji miro a Edén, de inmediato ambos se tensaron. Sin embargo, al dirigir su mirada a la castaña, el azabache se coloco frente a su compañera con un claro semblante de enojo.

—Bien preséntense niños—dijo Reyes y al volverse noto a McCree mirando al grupo con algo de molestia.

—¿Son buenos?

—La chica paso lo básico, Morrison quiere que la entrenemos, si es lo que espera se quedara.—Dijo el moreno mientras McCree suspiraba.

—Y tu la ayudaras

—¡¿Qué?!—todos voltearon a ver a Reyes, dejando un silencio incomodo mientras Caeli y Jesse se miraban.

—Reyes perdóname si soy grosero pero…no me haré cargo de una niña.

—¿Perdón?

—lo que oíste pulga, no tienes ni siquiera 18 años no puedo tomarte enserio.—dijo el vaquero mientras la menor fruncía el ceño.

—Eso no te da derecho a llamarme asi

—Tengo mas autoridad que tu aquí—el vaquero se cuadro intimidando a la menor. De inmediato Reyes intervino mientras Shiro y Edén se cuadraban frente al vaquero.

—Relaja el caballo, vaquero—dijo Dante tronando sus dedos metálicos.

—¿Qué me harán? ¿Rasguñarme?

—Déjenlo chicos… no lo vale—de inmediato los 6 voltearon a verla. La castaña bajo la mirada y apretó su brazo izquierdo.

—Caeli…—Edén iba a abrazar pero esta se alejo de un paso.

—Tiene razón…

—Chica déjame decirte algo, si vas a hacerle caso a este pendejo, tu autoestima esta por los suelos—Sombra se levanto de frente de la computadora y se acerco tendiéndole la mano.

—Me encargare de enseñare todo lo que se. Mccree perdió el encanto con las mujeres desde que lo mandaron por un tubo.

Los 5 del equipo 33 aguantaron la risa mientras cierto vaquero ardía en rabia. Y una castaña sonreía y le tendía su mano a la morena, estrechándolas.

—Muy bien, ¿Cuándo iniciamos?

—Mañana, te haré letal pequeña, descansa será duro—la hacker le revolvió el cabello y se fue mientras Shiro sonreía.

—Bien, vengan les daré un cuarto, Genji ayúdame con 3 de ellos—dijo Reyes mientras el ninja asentía y se llevaba a Dante, Marc y Orfeo.

Reyes se llevo a Caeli y a Edén. La habitación de Caeli era fe las mas grandes. Reyes la miro y suspiro.

—Niña escucha… Jesse esta preocupado por ti. Piensa que no podremos defenderte en batalla.

—Lo entiendo… pero no debía hablarme asi. No quiero llevarme mal con el por esa estupidez.

—Me alegra lo entiendas. Descansa, mañana será un día duro.—La menor asintió y se despidió del moreno mientras se sentaba en la cama suspirando mirando sus manos.

Al amanecer, la castaña ya estaba alistándose. Hana había ido a dejarle ropa, una polera negra y un traje de misiones especiales. Negro con botas y extrañamente algo ajustado. Se coloco la polera y suspiro mirándose al espejo. No se sentía una agente. Mucho menos una recluta, acomodo su cabello de forma que no le estorbara. Salió de su habitación, se topo con Dante y con Shiro en el comedor desayunando un par de tostadas y café. Estaba nerviosa.

—Bien recluta es hora fe iniciar—Dijo Sombra apareciendo a su lado ,sobresaltándola.

Ambas salieron y fueron a la. Zona de tiro. Pasaron ahí todo el día sin progreso alguno. La chica corría pero a ratos tropezaba y casi caía. Jesse solo gruñía al ver su torpeza.

—¿Te molesta la novata?—el vaquero volteo topándose con Hanzo.

—Bastante, no sabe hacer nada.

—Agradece que hace algo, las de Morrison me dan jaquecas. No hacen nada.

—Pero son mayores.

—Hablas como si Reyes te hubiera traído con 20 años. Tenias la edad de esa niña. Tal vez menos.

—Ni me lo recuerdes…—Gruño colocando un puro en su boca y empezando a fumar.

—Estoy pensando en decirle a Sombra y a Reyes que me permitan entrenarla, tiene potencial.

—¿También vas a defenderla?

—Debemos capacitarla.

—A mi nadie me capacito Hanzo.

—Estabas en contrabando, igual que Shiro o que yo.—El vaquero gruño y se alejo de su amigo con la ira hasta la punta de los pies.

Al anochecer, sombra entró a la base. Jesse la miro y espero ver entrar a la recluta pero nada, y su curiosidad pudo mas.

—¿Dónde esta la pulga?

—Entrenando con Ana—dijo la morena entrando a su habitación. De inmediato el vaquero corrió a asomarse y si, ahí estaban las dos. La menor apuntando a una diana con un francotirador mientras Ana la auxiliaba.

El vaquero gruño y entro a su habitación azotándola. Mas en la madrugada, Caeli entro con la respiración agitada. Llego a su habitación y se dejo caer en la cama abrazando la almohada, recordando las palabras de Ana.

—Mccree piensa que todos los que llegan ya saben que hacer, pero a el también lo ayudamos, solo esta celoso.

La menor se durmió abrazando mas la almohada. Apenas amaneció, despertó de un brinco con el cabello en la cara y con la espalda empapada.

—Arriba pulga durmiente—Dijo Mccree dejando la cubeta en el suelo y saliendo de su habitación. 07:30 am. La menor gruño y se levanto titiritando por el agua helada.

Se coloco otra ropa y una polera que Genji le había tendido al verla empapada. Tomo algo de desayunar y salio a su entrenamiento. A ratos miraba a las chicas del otro grupo. Estas solo la miraban y reían. Apretó su mano y siguió con su rutina.

Mientras empezaba a cargar su arma, un joven de cabellera azabache ligeramente azul y ojos miel se acerco tomando un arma a su lado, Tobías. La menor estaba tan ocupada que ni lo noto hasta que este hizo un disparo limpio y certero a uno de los blancos.

—Que tal preciosa —dijo el joven mientras la chica lo miraba apenada.

—Hola…¿Tobías?

—Asi es, veo que no te va tan bien, ¿Pasa algo?

—No nada… no me siento a gusto es todo.—murmuró bajando el arma.

—Es normal no estas acostumbrada. Si necesitas alguien con quien hablar, búscame—este beso su frente y se fue mientras la menor se queda a mirando el blanco con la cara roja.

Apenas 2 días y ya tenían que mostrar avances de la chica. Morrison no estaba muy convencido. Cuando iba a tomar una decisión Ana intervino.

—Hagamos algo Morrison, Que ambos equipos se enfrenten, así nos dirás que falta, la entrenamos una semana y si logra perfeccionarlo, se queda.

El comandante suspiro y se quedó pensando, imaginando a la chica, era cierto que estaba decidida pero no solo era decisión no que necesitaban. También era valentía y coraje, y eso le faltaba.

—Bien. Llámenlos y veremos que pasa.—dijo el comandante mientras Ana y Reyes asentían. El moreno fue por los refugiados del grupo 33 y Ana por los chicos que Morrison había instruido estos 2 días.


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