Capítulo 33
El equipo 33 estaba alistándose dentro del laboratorio, Caeli estaba sentada, Moira entendió mejor la incomodidad del resto, era una niña completamente diferente; el flequillo que sobraba de su larga cabellera le cubría el ojo izquierdo, la armadura negra con rojo le daba un aire demasiado rudo con ese cabello corto, además de que su mirada... esos ojos rosados que rebosaban alegría y esperanza ahora eran puro odio.
—Bueno chicos, en la noche empezara todo, traje comida...— Sombra entro con una enorme bandeja de comida, se acerco y la dejo en la mesa donde estaba Moira. Nadie sospecho nada, nadie estaba de humor como para pensar en porque Sombra llevaba tanta comida encima.
—¿Algún plan para colarnos?—Edén tomo un paquete de galletas y se llevo una a la boca mientras miraba a la morena con duda.
—Pidieron a todo el personal de Blackwatch de la base, no pasaran lista ya que hay como 5 equipos de soldados fuera. Podrán usar el cobijo de la noche para entrar.
—Perfecto— Caeli se puso de pie y se sentó en la mesa del otro lado, saco un par de piezas de un cajón y comenzó a armarlas a una velocidad sobrehumana. Sombra trago ante esa demostración de habilidad.
—¿Que es eso Caeli?
—La llamo Carga de Izanagi...— Acaricio el rifle de francotirador con cuidado, era blanco con bordes en un bello color negro. Sonrió y miro los planos. —La hice antes de que sospecharan de mi... tengo otras para ustedes... ¿Las tienes aun Moira?
—Si, Torbjorn se negó a entregarlas así que las escondimos y dimos carcasas sin funciones.
—Perfecto... coman bien— Dejo el arma en la mesa y se dirigió a otra mesa, donde estaban los tubos de ensayo y los matraces de la genetista.
Edén miraba con melancolía a su amiga, dejo el paquete de galletas a medio comer y se dirigió a donde estaba, el sonido de las pesadas botas y placas de metal sonaban en los oídos de Caeli quien miraba los tubos con curiosidad.
—Tu... tienes algo...
—Pensaba en algo... tengo un plan, los 7 soportamos las 3 cargas de cada elemento si...
—Caeli... sabes el riesgo que implica...
—La vida misma es un riesgo siempre, Edén... mira si no damos todo no podremos...
—¿Piensas darlo todo cuando nos vieron como traidores?
—No lo hago por ellos, lo hago por Tami, por Evan... por Anthony. Me da igual esta organización ya, solo quiero a mis amigos a salvo. Daré todo por ellos como lo dieron todo por mi hace años...
Edén miro los ojos llorosos de la castaña, sonrió y acaricio su cabeza dulcemente, inclinándose y besando su frente con cariño. Caeli cerro los ojos y suspiro, esa muestra de cariño la hizo calmarse.
—Bien... entonces lo haremos... pero prométeme... que volverás y estaremos los 9 juntos como Anthony quería.
—Hare lo mejor que pueda.
—Debemos irnos, no vayan a salir, tienen un sistema de invisibilidad por si entra alguien.— Sombra salió junto a Moira pues ya habían dado las 6 y necesitaban de todos.
En la reunión, Mccree vestía de forma cualquiera, ganándose miradas molestas de soldados de Blackwatch y Overwatch por igual, era una situación de guerra y el estaba como un día cualquiera. Morrison se planto en la sala de juntas comentando el plan inicial. Antes de iniciar un ataque, un equipo de 6 se adelantaría y trataría de llegar a un acuerdo, de ser negativo, iniciaría la masacre.
En ese equipo iban Reinhardt, Winston, Mercy, Ana, Morrison y Reyes. Los demás esperarían la señal, los soldados tendrían que cuidarse más que los agentes pues los números de elementos soportes se vieron disminuidos con la traición de Caeli. Mientras el plan se trazaba, en el laboratorio de la genetista, todos estaban entrenando a su manera, Caeli miro a Shiro, era hora de rememorar su pasado.
Apretó sus puños y comenzaron una pelea, Caeli era más rápida, sus manos golpeaban velozmente las patadas y puñetazos del exo, repeliéndolos. Cuando encontró un hueco, el arco se alboroto y comenzó una serie de golpes potenciados por este, una velocidad sobre humana doblego al exo, y la patada final que se detuvo justo a un par de milímetros de golpearlo le erizo la piel al resto.
—Me sigue sorprendiendo cuanto tuviste que contenerte... estamos oxidados.
—Un poco si... pero era mas joven que ustedes... se entiende.
—Shhh... viene al...
—Aquí estaban— Una chica de ojos grises y larga cabellera Negra entro a la sala, Caeli la reconoció de inmediato.
—¿Leia?
—No puedo creer que tengan que esconderse...—La azabache entro y abrazo a Caeli mientras el resto las miraba con confusión.
—Supongo que sabes que paso...
—Mccree se encargo de avisarles a todos que eras una traidora pero Miriam lo negó, ella sabe algo, pero creo que no puede decirlo.
—¿Porque lo dices?
—Gabe sospecha de Leda.
Todo cayo en la mente de Caeli, esa mujer...sus puños se cerraron hasta tronar, tenia sentido, esa mujer la odiaba en alma y cuerpo; pero ¿que ganaba haciendo esto además de dejarla fuera? Cerro los ojos suspiro y miro a Leia con una sonrisa más calmada.
—Se mis ojo Leia, si sabes algo antes del ataque dímelo... quiero reducir las bajas lo mas que pueda, supongo que... tu y tu padre participaran.
—Si, tengo que ser soporte para el equipo, son pocos...
—Me lo imaginaba... anda vete, pero nadie sabe que estamos aquí, así que ten cuidado sobre que hablas.
—Tranquila... yo ayude a sombra junto a mi padre a sabotear las cámaras, nadie sospecha que están fuera.
La azabache salió del laboratorio, Caeli comenzó a reír suavemente mientras acariciaba su nuca, había valido la pena ganar aliados externos a la base. Miro el calendario al otro lado del laboratorio, frunció los labios y se acerco, tomo un lapicero de la mesa cercana y tacho en el calendario el día siguiente escribiendo un mensaje.
Las horas pasaron, y la hora final llego. La noche se comenzaba a cernir en Suecia. Las naves con aliados empezaban a llenarse de soldados y agentes. Una nave de Overwatch esperaba, en ella iban Moira, Sombra, Leia, Lena, D. Va y Mercy. Un grupo de soldados de Blackwatch subió, manteniendo el perfil bajo, después entro Mccree junto a Gabriel. Las naves despegaron dirigiéndose a las instalaciones de Clovis Bray en los limites de Italia con Suiza y Francia.
Llegaron a una zona neutral, cargaron sus armas mientras se dirigían a la zona de guerra. Cuando llegaron, vieron a lo lejos al equipo de Clovis Bray, armados hasta los dientes y con grandes grupos de asesinos. ¿De verdad Overwatch tenia la ventaja?
—Veo que... no esta con ustedes la refugiada estrella ¿acaso la mataron?
—Eso no te interesa, lleguemos a un acuerdo y evitemos el derramamiento de sangre...—Hablo Morrison, Reinhardt se mantenía con la guardia en alto por si debía abrir su escudo.
—Solo quiero a la niña... es todo.
—No es una opción entregarla... si es tu aliada.
Una fuerte risa salió del anciano que había escapado la ultima vez. Un potente chillido se escucho a la distancia y al lado de el cayo aquella mujer en armadura y después los 2 refugiados consumidos.
—Tienes razón... entonces no importa si... la tomo a la fuerza... Mátenlos a todos y traigan a la niña, debe estar en la base...
La mujer se agacho y abrió sus alas metálicas rugiendo y dando inicio a la guerra. Automáticamente Winston coloco su escudo burbuja mientras Reinhardt abría el suyo y retrocedía con el comandante y el resto.
—¡Ahora!
La masacre se desato, disparos por todos lados, soldados muertos en ambos bandos, la noche mas profunda les dio cobijo, sin embargo el enorme campo de guerra incendiado, la luz que generaban los disparos mantenían iluminada la carnicería. En cierto punto Overwatch estaba perdiendo Mccree hacia lo que podía, Morrison y Reyes estaban a cubierto mientras a lo lejos, los dos refugiados seguían esperando ordenes al igual que aquella mujer alada.
—Reyes... tenemos que salir y hacer todo... ya no vamos a aguantar aquí.
—Morrison, no creí que serias tan temerario en esta situación—La risa de Reyes animo al rubio, se miraron y antes de lanzarse a "morir" el tiroteo se detuvo, era la hora pero algo paso.
El sonido de rayos llamo su atención, todos asomaron su cabeza y miraron como entre los soldados de Blackwatch, 7 de todos daban un poderoso salto mientras el resto corría. La tierra tembló, uno de los 7 soldados tomo impulso y se lleno de un aura morada, tenso un arco de energía de vació y una poderosa flecha fue lanzada hacia el ejercito de los Bray. Esta se anclo al suelo y anclo a los soldados, luego, otro de los soldados repitió el salto cargado de arco, desvaneciendo en partículas azules a los soldados de Bray.
—Eso es...
—Mi redención...—Fue la Voz de Shiro, quien se quito el casco negro y lo lanzo tras él.
Silencio, las 6 figuras restantes se pusieron de pie, analizando a sus oponentes, el anciano grito y los 2 refugiados se lanzaron contra ellos, luego apareció Huntress, la asesina conjunta de Talon y Bray.
—¿QUE HACEN AQUI TRAIDORES?—Grito Mccree
—¡Cierra la boca y recibe nuestra... ayuda!— Camil se lleno de Vació, y se lanzo contra Evan, el chico consumido en arco, iniciando una fiera batalla.
—Tamara... amor mío, nos toca enfrentarnos esta vez.—Marc dio un salto, activando su distorsión nova, una versión móvil de la bomba nova.
—Pero... como...
—Les vieron la cara Morrison, yo creo saber quien esta tras esto, por ahora, aprovechemos la ventaja dada—Dijo Moira, quien salgo a ayudar a salir a los soldados de Blackwatch y Overwatch de la guerra de elementos.
—¡No, no confíen en ellos!—Grito Mccree mientras Leda los miraba con ira.
—¿¡Como pueden confiar en ellos!? ¡Nos traicionaron!
—¡Cállate ya! ¡Y ataca!— Miriam salto de su refugio hacia el campo de guerra, el resto de agentes se miraron, y gritaron para lanzarse a pelear.
—Tu eres mía...— Edén activo su escudo Centinela y se lanzo contra Huntress, la fiera batalla ocurría mientras una figura se quedaba de pie en el centro mirando al infinito campo que se le presentaba.
—Nuestro turno...—Se oyó el sonido del activar de la habilidad de dante, quien empezó a disparar a los francotiradores de Bray desvaneciéndolos en solar. —¡Te dejo el resto, diviértete!
—MATALOS YA— La mujer alada rugió y elevo vuelo, dirigiéndose hacia Mccree. Quien solo se quedo de pie, mirando a la enorme armadura acercándose.
Una patada la mando a volar, la armadura negra frente a el lo confundió, analizando todo, como pudo entendió quien era, preparo su revolver pero una escopeta le apuntaba bajo la barbilla.
—Mátame después, por ahora... somos aliados... te mostrare porque soy una refugiada... A MUCHA HONRA
Era Caeli, pero el Casco y la armadura la hacían irreconocible. Desapareció entre arco, apareció arriba de la mujer alada y de una patada cargada de arco la mando hasta las instalaciones de Bray a mas de 1 kilometro de la zona de Guerra.
—¡Hoy se acaba mi sufrimiento, mi rechazo! SOY CAELI RICCI, LA REFUGIADA 10 DEL EQUIPO 33! SOY UNA INVOCATORMENTAS!— El grito aturdió a todos, comenzó a correr con arco potenciando sus piernas dio un salto de 10 metros, el arco se arremolino y exploto en una tormenta, Caeli corría entre los soldados, dando patadas y puñetazos que los aturdían y después Dante los remataba y desvanecía con sus disparos de solar.
En el campo, solo estaban los agentes y el equipo 33, los soldados miraban con estupefacción total a la pequeña refugiada, era como decían, una bestia en batalla la razón del temer del grupo 33 era ella. Esa niña que contaban era capaz de arrancarle la cabeza a un Omnico de 10 metros, que disparaba sin dudar a sus enemigos... la asesina perfecta en tiempos de guerra nació en ella.
—¡Caeli!— Cuando el numero de soldados disminuyo, Marc le grito a la castaña, el plan iba a la perfección. Pero en un momento los soldados restantes de Bray retrocedieron casi huyendo.
—No hay tiempo... Es ahora o nunca...— Retrocedió y noto que Marc estaba sometiendo a la perfección a una Tamara fuera de si. Sin mucho más que pensar, Caeli salto sobre ella, aferrándose a su espalda y abriendo su mano.
"Si para ser normales, la decima debe cargar sus pecados... entonces seré el pecador que pague por los nueve..."
Coloco su mano sobre su pecho y al presionar, la mujer descontrolada en solar comenzó a chillar y rugir, la mano de Caeli se lleno de un bello destello naranjo, un fuego tan potente que ilumino el campo de guerra sumido en la oscuridad. Cuando alejo su mano, Tamara cayo en los brazos de Marc, con el aliento agitado y apenas respirando. En la mano de la decima renegada, había una esfera de color naranjo, enmonando esa bella luz por la zona y llamando la atención del anciano Bray.
—Imposible...
—Lo dije una vez y lo repito de nuevo... esto acaba hoy.— Caeli sonrió tras su casco, apretó aquella esfera y esta se desvaneció dentro de su mano como bellas motas de luz de fuego.
—Caeli...— Mccree analizaba lo que pasaba, la guerra se había reducido a los renegados, a los refugiados que el llamaba traidores. Ya no entendía nada y no deseaba entenderlo.
La pequeña se volvió, y se fue contra Evan, quien estaba sometiendo cruelmente a un limitado Camil. Dado que ya habían robado sus habilidades de vació y entre ellos podrían compartirlas sin gastar sus usos pero si su energía, ahora estaba atado de mano. Evan miraba fijamente a la chica de armadura negra que le estaba dando frente, rugió y salto sobre ella, pero... la menor desenfundo un revolver y sin dudarlo dio en el hombro del consumido, quien cayo al suelo, lloriqueando por el dolor que causaba la herida en su abdomen.
Se acerco a él y con la mirada atónita de los presentes, exceptuando al equipo 33. Se agacho y realizo la misma acción que hizo con Tamara, esta vez en él. Una esfera de Arco apareció, la analizo y sin pensarlo mucho la estrujo en su mano, absorbiéndola y sintiendo las sacudidas de arco en su cuerpo, siendo agresivas y voraces, consumiendo su interior en un ardor indescriptible, pero lo soportaba bien.
—¡Caeli!—Cuando volteo, se encontró a la asesina de Talon, Huntress corriendo hacia ella mientras sus cuchillas raspaban el suelo.
—¡Debí matarte ese día, ahora no te escapas!— La cuchilla paso cerca del costado derecho de la castaña, esquivándola por milímetros.
Ambas se miraban fijamente tras sus cascos, en un incomodo silencio, la castaña salto primero, el arco se activo en una poderosa onda, que hizo tambalear a la consumida. Levanto la mirada y recibió una patada en la cara. Caeli cayo al suelo, y de inmediato lanzo otra patada a la cara de su rival quien no logro esquivarla.
Había dos tipos de odio mostrados en ellas, el odio de Caeli impulsado por su ambición se salvar a sus amigos y dejar atrás a los que la llamaron traidora; y la ira ciega de Huntress ante la intromisión de la castaña en sus planes, talvez ella de verdad deseaba ese poder, ser la asesina perfecta de Talon.
Era obvio que los planes de Overwatch significaban topes en los logros de la albina que estaba aprendiendo a usar el vació. Su enfrentamiento con Caeli era el momento perfecto para demostrar su valor a los ojos de Talon y Bray.
Ambas se miraban fijamente, el casco de Caeli desprendía un sutil brillo rojo en la parte de la barbilla, apretó sus manos y sin mucho esperar se lanzo al frente contra la albina, los golpes que recibía pero lograba bloquear la menor desprendían chispazos de color azul cielo, el cielo rugió. Una tormenta eléctrica estaba cerca, los del equipo 33 sabían que significaba, tomando a sus dos amigos en brazos empezaron a retroceder.
—¿Que hacen? ¿¡No van a ayudarla!?
—Moira... es hora de retirarnos, esta tormenta no es normal y dudo que salgamos vivos si nos quedamos.—Por el comunicador de Blackwatch entro la voz de una agitada Caeli.
—Retrocedan, no ganaremos hoy. Pero ya tenemos a mis amigos, aprovechen el hueco que he formado...
La nave de Blackwatch se alisto y las demás de Overwatch ya estaban partiendo. Mccree miro a la lejanía como esas 2 asesinas se mantenían en una reñida batalla.
—Edén... lo sientes...
Todos quedaron en silencio cuando miraron al cielo, un poderoso rayo cayo sobre Caeli. El grito de la menor los aturdió pero un nerviosismo extremo apareció en el equipo 33.
—Vámonos, ya...
—¿¡Que!?—Mccree miro hacia los refugiados que comenzaron a subir a todos.
Mccree regreso su mirada a Caeli, y se arrepintió de causar tanto caos con sus estúpidas teorías. El cuerpo de Caeli se puso de pie después de que el rayo se desvaneció, la albina estaba retrocediendo lentamente cuando la castaña salto y de sus manos salió un poderoso rayo de arco, que mando a volar por los aires a la albina.
—¡Sube de una puta vez Mccree! ¡Tenemos que irnos ya!
Caeli cayo de rodillas mientras miraba de reojo hacia atrás, estaba feliz de verlos huir, su misión estaba completa, todo estaba bien ahora. Se levanto, tambaleante y temblando mientras los soldados de Bray comenzaban a retroceder al igual que el sorprendido anciano, ella era más que sus propias armas.
—¡Caeli!—La nave de Blackwatch despego y estaba alejándose.
La menor sonrió suavemente, en su armadura aparecieron las alas de su Valkirye, cansada pero con un ultimo destello de su energía de arco, comenzó a correr siguiendo la nave. Dio un salto y con su Ángel Guardián salto hacia la compuerta abierta donde Edén y los demás la esperaban. Tomo la mano del chico de cabello azul y sonrió tras su casco. Pero cuando parecía que la victoria era segura, una bala atravesó su hombro, sacándole un grito de dolor.
Miraron hacia atrás, una molesta mujer de armadura alada los seguía, Caeli sabia que no seria tan fácil. Miro a sus amigos y sonrió.
—Lo siento Edén, creo que no volveré.
—¿Que? No... ¡Caeli!
La castaña golpeo el botón que cerraba la compuerta, soltó la mano del chico y se dejo ir de espaldas junto al aire. Las alas del Valkirye se abrieron y quedo frente a frente a esa mujer. Mirándose tras el casco.
—Tienes agallas. Debo admitirlo.
—No me sobran fuerzas... mejor ve a salvar a tu viejo.
—¿Que?
El casco de Caeli reventó y abrió sus bellos ojos rosados, una explosión de elementos empezó en su interior. La ira fe la tormenta, el temple del centinela, las brazas del pistolero, la precisión del acechador... todo estaba consumiéndola.
La mujer bajo la mirada, sin dudarlo se fue en picada a donde estaba el anciano líder, los gritos fe los soldados eran audibles a la distancia ¿Que iba a pasar exactamente? La castaña cerro los ojos, mientras los elementos consumían su cuerpo escucho una voz suave y amigable llamarla.
"Sabia que eras tu... hermana."
Abrió los ojos un momento, a la distancia, miro un bello portal triangulas de color azul y dos siluetas mirándola fijamente. Sintió frio y miro sus pequeñas manos, congelándose lentamente entre bellos cristales helados de una tonalidad azul oscura.
—¡Hey, Refugiada! VETE AL INFIERNO DONDE MERECES.
Un disparo atravesó su frente desde abajo. Su cuerpo se relajo, las alas del Valkirye se cerraron y el cuerpo lleno de elementos cayo al vació como una bomba. La detonación sacudió las naves de Overwatch, mientras todos miraban en la nave con incredulidad el espectáculo de luces y humo a la distancia. El fuego azul, naranja y morado que habían dejado los 3 elementos que usaban los refugiados.
Edén cayo de rodillas mientras Mccree caía de sentón en el suelo. Sombra comenzó a llorar en silencio. Miriam bajo la mirada sintiéndose culpable de que la pequeña castaña hubiera sacrificado su vida por una organización que no la apoyo al final.
La llegada a la base fue un silencio total. Los demás soldados los recibieron aplaudiendo y gritando de alegría habían ganado. Nadie dijo ni hizo nada, ni el equipo 33. Internaron de inmediato a sus dos amigos tratando de asimilar lo que habían visto.
Unas horas después, el caos en la base empezó. Edén sostenía el cuello a Mccree gritando maldiciones mientras golpeaba con ferocidad a ese moreno. El resto de soldados trataban de quitárselo de encima pero Mccree solo se resignaba a recibir los golpes mientras su nariz sangraba a mas no poder.
—¡Basta! Edén déjalo ya.— Miriam detuvo a Edén quien lloraba y gritaba.
—¡Todo esto es tu maldita culpa Mccree! ¡TU ESTUPIDEZ TE CEGO IMBECIL, POR TU CULPA CAELI ESTA MUERTA!
Mccree se acomodo en el suelo mirando las manchas de su propia sangre. Mercy se acerco a sanarlo mientras el equipo 33 trataba de mantener en calma a su amigo. Hubo silencio cuando vieron a Morrison tan ido.
—¿Comandante?
—Esta confirmado... Caeli se... se suicido por salvarnos. Sus elementos la consumieron y se uso así misma como una bomba... no, no encontraron su cuerpo.
El grito de rabia de Edén fue lo último que escucho Mccree, antes de que ese chico le reventara la cara de una patada que lo dejo inconsciente.
"Todas las estrellas mueren. Algunas se desvanecen, otras estallan y otras forjan nuevos fuegos. Ninguno de nosotros puede hacerlo solo. Y ninguno debería querer hacerlo. Sigue las flores azules hasta tu destino... y ten presente que aunque el que las ha plantado haya muerto, seguirá cuidando de ti."
"Aquellos que amamos jamás nos abandonan. No han sido olvidados. En el firmamento del corazón, nunca dejan de brillar."
—"Eyes up, guardian..."
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