Capítulo 30
Una vez Angela limpio la herida y el cerro, Caeli se dirigio a su habitación para darle las malas noticias a Morrison acerca del fallo de la misión. Mientras escribía por orden cronológico todo lo que habia ocurrido, tratando de no saltarse nada. Miraba el informe con duda ¿era necesario aclarar que esa chica era su sobrina? Suspiro, tomo otra hoja y reinicio el informe, saltándose esa información.
Cuando lleno todo el informe suspiro y enlazo las comunicaciones con el comandante Morrison. Para su suerte, nunca conecto. Probablemente tenia problemas mas importantes que estar monitoreando su misión. Se recostó en el escritorio, pensando en como habían salido las cosas. Probablemente, si hubiera sido un poco menos blanda, hubieran atrapado a Fudo. Pero no estaba segura, esa persona con armadura era demasiado impredecible. Se levanto del escritorio, dirigiéndose a su cama. Se recostó y miro el techo pensando un poco las cosas.
Apenas llegaran a la base de Suiza y le daría detalles a Morrison. Cerro los ojos y suspiro, empezando a quedarse dormida. No dejaba de pensar en esa mujer, parecía no tener sentimiento alguno, solo la miraba, fijamente como si fuese una muñeca. Un escalofrió recorrió toda su espalda, no habia mucha diferencia entre las dos, solo que una era enemiga de la otra, pero ambas estaban dispuestas a completar su misión, fuera cual fuera el precio final. Una imagen apareció frente a sus ojos, era ella, una niña de cabellera castaña oscura y corta, con los ojos rosas inyectados de rabia, con una enorme mancha de sangre en la mejilla. Como si la realidad la odiara. Estaban ambas de frente, la mas joven y la actual, mirándose fijamente.
La niña sonrió suavemente y se acerco un poco. Caeli hizo lo mismo, hasta estar a dos pasos una de a otra. Su pasado se mostraba frente a ella como una jodida pesadilla, una pesadilla de la que no podía escapar, ni ahora ni nunca, el único escape, era la muerte. Ambas se miraban fijamente, una mas fría que la otra.
—¿Porque dejas que todos te pisoteen cuando antes eras tu la que pisoteaba a la gente con el simple hecho de aparecer?
—Las cosas cambian con el tiempo.
—Antes te dabas a respetar, inspirabas respeto y miedo. Eras temida y respetada, a pesar de tu corta edad eras casi como una mercenaria.
—Ese no era el camino que yo deseaba, por lo tanto, no pienso seguirlo.
—Lo estas haciendo, al final volverás a hacer en lo mismo, volverás a ser yo. Volveré a infundir miedo y respeto a todo aquel que me rete. Solo es cuestión de tiempo.
—Tu no eres yo—murmuro la joven, mientras la niña le daba la espalda con una sonrisa.
—Al contrario, tu no eres yo. Yo soy la verdadera Caeli, yo soy la que debería estar en tu lugar. No una adolecente que se cree menor de edad mentalmente. Eres patética.
Su mundo volvió a ser normal, estaba apretando sus manos mientras gruñía de rabia ¿Por qué? ¿Por qué su pasado le recriminaba su estupidez de ser una niña tonta que dependía de los demás? Sabía que dolía, sabía que era una verdad demasiado dolorosa de asimilar, pero no tenia de otra. Una lagrima cayo de sus ojos, recorriendo su mejilla mientras pensaba en como cambiar las cosas. Si es que aun habia tiempo.
Al amanecer lo primero que hicieron fue regresar a Suiza. Miriam estaba muy callada al igual que el par de brujas. La castaña se mantuvo en silencio, buscando las palabras correctas para decirle a Morrison sobre su fracaso como líder. Tal vez por esto la bajarían denuevo a rango de soldado. Algo dentro de ella se agito y solo se limitó a suspirar. Todo el recorrido fue silencioso, demasiado para su gusto. Apenas llegaron, noto que Morrison los esperaba, toda su valentía se fue por el caño, cuando se levantaban, Leda fue la primera en salir y de forma burlona le hablo.
—Veamos como reacciona Morrison al saber que su agente estrella la cago, denuevo.
Hubiera saltado sobre ella, pero no podía, mas bien no quería. Solo se levantó y camino, empujando a Leda con agresividad. Eden y Mercy se miraron de reojo, compartiendo la misma preocupación. Leda no sabía de la condición de Caeli, y los problemas que podrían ocasionar.
—Caeli.
—Lamento informarle que el blanco escapo, comandante.
—Entiendo, en otro momento será, Daito no es la prioridad por ahora. Los quiero en la sala de juntas en 10 minutos, no tarden mucho. —dijo Morrison tranquilamente dirigiéndose a la base. Caeli sintió bastante alivio al saber que no la estaba recriminando, pero también sintió una puñalada al escuchar que Daito no era su blanco ya ¿Habia pasado algo?
Con duda la castaña se dirigio a la base de Overwatch, durante su camino, pensaba un poco en las palabras de Fudo. Podría creerle fácilmente, pero le costaba bastante, si en verdad deseaba sacarla de ese infierno se sentía mal por su forma de juzgarlo, pero si era mentira, era obvio que no dudaría en juzgarlo.
Llego a la sala de juntas, algunos ya estaban ahí, asi que se limito a sentarse y esperar junto a ellos. Algo la estaba inquietando bastante, tenia un muy mal presentimiento, uno muy parecido a cuando estaban detrás del líder de Clovis Bray y apareció la chica de armadura de la nada. Un escalofrió recorrió su espalda mientras negaba suavemente tratando de olvidar esa extraña sensación. No paso mucho hasta que el comandante entro, seguido de Gerard. No le agrado mucho ver ahí al espía, esto era más preocupante a sus ojos, por lo menos ahora.
—Bien, esta situación es un poco preocupante. Lamento pedirles esto, pero, Amelie tendrá una fiesta esta noche y se niega a faltar, tantos ataques a mi persona me hacen preocuparme más por ella. ¿Podrían ayudarme por si Talon hace de las suyas? —Dijo Gerard, ni siquiera miro a Caeli, esperaba un no por su parte, pero se sorprendió mucho al ver que ella fue la primera en sonreírle.
—Por mi parte es un sí.
—Si Caeli va nosotros también—dijo Shiro mientras Eden y Orfeo asentían.
—También voy—dijo Moira, poco a poco los demás agentes aceptaron ayudar, Gerard se noto bastante feliz y mas tranquilo al saber que tenia su apoyo. Morrison miro a Caeli con cierto aprecio al ver que estaba ayudando a Gerard.
—¿Hoy en la noche?
—Asi es, descansen en lo mientras—finalizo Morrison saliendo con Gerard seguidos de Reyes.
Caeli salio de la sala mientras los demás la veían, algo andaba mal y todos lo presentían. No era normal que entrara y saliera, normalmente iba con algún otro compañero y hablaban un poco. Tal vez la presión de la misión pasada la hizo sentirse un poco excluida, o eso quería hacer, excluirse y tranquilizarse un poco. Apenas iba a entrar a su cuarto cuando escucho las voces de Hana y Tracer, se volvió ligeramente y vio que Amelie las seguía. Las 3 se detuvieron con una enorme sonrisa, poniéndola nerviosa.
—¿Ocupada?
—En realidad, no. ¿Sucede algo?
—Puesto que irán a mi reunión, decidí llevarlas a ver un vestido, algo que vaya acorde con la ocasión.
—Eh... no es necesario
—¿Estas bromeando? Necesitas verte hermosa, mas porque quiero presentarte a varios de mis conocidos. —dijo la francesa mientras Hana y Lena reían un poco.
—Está bien.
—Cámbiate y nos vamos, te esperamos en el patio. —dijo Lena mientras las 3 se retiraban.
—Esta bien—Las 3 se fueron y la italiana se limito a suspirar, entrando a su habitación, se sentía extraña. Tal vez el estrés la estaba cambiando, negó suavemente y trato de sonreír, de volver a ser ella.
No tardo mucho en ir con ellas, fueron a las tiendas mas cercanas, para desgracia de Caeli, Amelie se negaba a un vestido cualquiera, quería que fuera acorde con ella y fuera practico para cualquier situación, sabia porque iban, pero no quería ser vigilada solo por uniformados. Hana y Lena ya tenían conjuntos para la ocasión, solo faltaba Caeli, pero nada convencía a la francesa.
La castaña estaba cansada, y la reunión de la francesa no tardaba e iniciar. Mientras Hana y Lena se iban para prepararse la francesa miraba fijamente a Caeli. La italiana se puso un poco nerviosa y desvió la mirada.
—Creo saber que podrías usar, andando.
—Amelie enserio no es....
—Ya dije— La francesa el tomo de la muñeca y la llevo a otra tienda, era mucho menos lujosa y reconocida que a donde la habia llevado. El ambiente le agrado de inmediato, se sentía mucho mas cómoda y menos observada que en las demás tiendas donde reconocían a Amelie como una celebridad e inmediatamente la miraban mal por ser una simple "niña". La francesa la miro y le sonrió de forma suave, le devolvió la sonrisa y empezaron a ver los vestidos, eran demasiado bonitos a su punto de vista.
—Muy bien, el tiempo es poco asi que empecemos.
Mientras la italiana y la francesa iniciaban con su "transformación" Reyes y Morrison ideaban como estar cerca de Amelie sin levantar muchas sospechas, Mientras hablaban, McCree se acercaba junto a Reinhardt y Ana.
—¿Algo en mente?
—Habia pensado en que McCree se metiera de camarero, Talon no lo ubica demasiado asi podría estar más cerca—dijo Reyes mientras le castaño bufaba
—¿Por qué de camarero?
—Porque si vas como invitado estarás mas preocupado de estar con Caeli o bebiendo que atento a lo que pueda pasar—dijo frio el líder de Blackwatch mientras Ana reia suavemente.
—Los demás estaremos afuera listos por si pasa algo. Ana estarás en un techo donde tengas buena visibilidad de todo. El equipo 33 es nuevo, asi que dudo que los intercepten, estarán dentro como invitados. Mucho cuidado con escenitas—dijo Morrison levantando la mirada a McCree quien sonrió un poco nervioso.
—Bien, a arreglarse, cualquier cosa comunicadores activos, no lo usen para bromas.
—Que aguafiestas eres Reyes—Dijo Sombra cruzándose de brazos.
—Talon tampoco que ubica, necesitamos oídos y ojos dentro sombra.
—Sabía que me dejarían entrar, estoy lista. Nos vemos. —dijo la morena desapareciendo.
En la noche, todos estaban listos fuera del enorme salón, Sombra miraba a Tracer y a Hana, la coreana usaba un vestido de vista con colores rosa y azul con algunos detalles en blanco, su cabello estaba ligeramente rizado. Lena iba con un vestido negro corto y lo que parecían zapatillas de balé, Winston habia hecho un acelerador cronal al tamaño de su muñeca, con la energía suficiente para la noche. La morena iba con un vestido rojo demasiado sensual y su cabello estaba ligeramente rizado.
—Lamentamos llegar tarde—Amelie venia llegando y detrás de ella notaron a una joven castaña con un bello vestido azul cielo.
—¿Quién te acompaña?
—Es Caeli—dijo Amelie. Casi de inmediato, Lena y Hana se van de espaldas, se veía demasiado mas joven y su cabello se veía más largo que antes.
—Vaya, no esperaba verte tan linda, ¿Acaso la hiciste Spa?
—Un poco de maquillaje, no mucho, solo sus labios y un poco sus ojos, el vestido la hace ver lo suficientemente inocente para la edad que tiene, pero era lo mejo que encontré, no creo que a nadie le agrade verla con un super escote—las 5 rieron y entraron.
En el salón, ya estaba Gerard, inmediatamente se acerco a la francesa y se dirigieron con sus amigos, Caeli se sentía fuera de lugar estaba técnicamente sola, Sombra estaba cerca de la barra donde estaban preparando varios cocteles, Hana y Lena habían encontrado con quien hablar, sin despistarse de Amelie, y ella, solo estaba sentada en un pequeño sillón mirando a la francesa. Cuando este suspiro miro a done estaba Gerard, quien la estaba llamando con un gesto de su mano. Con tranquilidad se puso de pie y fue con el francés, al poco rato la francesa de acerco y los dos le sonrieron ¿Qué estaba pasando?
—¿Esta es la chica?
—Asi es, ella fue la que entro al teatro a sacar a Amelie.
—Eres admirable pequeña—dijo un hombre mayor mientras la italiana sonreía, bastante alagada. —¿Cuántos años tienes? ¿20?
—Cerca, apenas cumpliré los 18.
—Vaya, una menor, eso lo hace un gran logro, parece que Overwatch hizo bien en reclutarte, faltaba más gente asi. Sigue como estas.
Su mundo brillo con esos halagos, poco a poco más gente fue acercándose a conocer a la salvadora de Amelie Lacroix, la que estaba levantando a Overwatch de las cenizas, un ejemplo a seguir. Mientras hablaba con Amelie, noto que una mujer la miraba fijamente, su cabello rojo y los ojos de un tono amarillo con una extraña aura naranja alrededor. Su piel se erizo y sus instintos le decían que debía estar alerta, incluso el arco se puso a la defensiva.
—¿Estas bien?
—Todo bien, un escalofrió. —sonrió mientras Amelie reia suavemente. Miro denuevo de reojo a esa mujer, quien se dio la vuelta y salio del lugar. Esto no le agradaba. —Iré con Lena y Sombra.
—Adelante.
La castaña se dirigio a donde estaba Sombra, de inmediato la miro a los ojos transmitiéndole sus preocupaciones. La morena se acerco y toco su hombro mientras hablaban. Lena y Hana se les unieron poco después.
—Le avisare a McCree para que esta alerta. —Dijo Sombra mientras Caeli volvía a ir con Amelie. El arco se arremolino y las cosas empezaron a sentarle mal.
La castaña se sentía sofocada, presionada y nerviosa, tomo sus dedos y empezó a jugarlos mientras la francesa la miraba bastante preocupada. Amelie tomo su hombro y le sonrió de la forma mas cálida que pudo, necesitaba tranquilizarla. La italiana le regreso la sonrisa y todo ocurrio. Las luces se apagaron y de la nada volvieron encenderse, Caeli estaba tomando su vestido, lista para desgarrarlo y sacar su arma. La gente estaba asustada, Amelie se acerco mas a ella. Esto le estaba dando miedo.
—¡Damas y caballeros! Su atención por favor. —una voz espectral hizo que el pánico les subiera, McCree habia dado el aviso a Reyes y a Morrison de que algo estaba pasando que estuvieran cerca y listos. —Esta noche, conocerán a un nuevo asesino en las filas de Talon, una mujer que esta hecha para matar, para cumplir ordenes sin rechistar, en colaboración con otra organización terrorista. Ella es, Huntress.
Las luces volvieron apagarse y por uno de los grandes ventanales entraron varios soldados de Talon, rompiendo el vidrio más alto, entro una figura, ágil e impregnada de un aura morada. Una horrible sensación de frio congelo a todos. La figura se levanto con lentitud, sus ojos se iluminaron de forma terrorífica, uno era amarillo y brillaba como si fuera de un demonio, y el derecho brillaba con un tono morado. Inmediatamente, Lena y Hana sacaron sus armas y se fueron sobre esa figura, que las esquivo como si nada. Las luces de emergencia se encendieron, y la gente empezó a correr a la salida.
—¡Saca a Amelie de aquí! —grito Sombra mientras tomaba su subfusil y empezaba a dispararle a la figura, que se volvió hacia Caeli, el pánico la consumió, pero de alguna forma logro hacer reaccionar sus piernas y tomo a la francesa de la mano mientras corrían a refugiarse, Shiro y Eden trataron de detener a esa asesina, pero era demasiado ágil para ellos.
—Ya me cansé de ti. — Camil tomo impulso y con su habilidad definitiva creo un arco de vacío, cuando iba a soltar la flecha. La figura se volvió hacia él, su ojo morado brillo con más intensidad.
—¡Camil, detente! —grito Eden, en se momento la flecha salio disparada hacia la mujer. Un par de cuchillas salieron de sus brazos, rojas y filosas, cruzo sus brazos de forma que el filo la protegiera. La flecha se detuvo y se adhirió a sus navajas, la silueta sonrió y bajo un poco las cuchillas. Camil palideció ¿Por qué el vacío no la consumió?
—No te preocupes, yo le daré un buen uso. —era una mujer, salto y regreso la flecha como si nada, este cayó a un lado de todo el equipo 33 y exploto.
La flecha enlazo a todos con el vacío, uniéndolos e inmovilizándolos, Eden trataba de utilizar su habilidad definitiva, pero el enlace impedía que sus habilidades funcionaran. Caeli miro a Amelie y le tendió su arma.
—¿Qué?
—Debo ayudarlos, son mis amigos, no te pasara nada, lo prometo.
—Confió en ti.
—Escóndete aquí. —Sombra pareció y se quedo con Amelie mientras Caeli salía de su escondite mirando fijamente a la mujer.
—Caeli, escóndete. —dijo Camil con dificultad, mientras todos buscaban como liberarse de la flecha.
—Pobres ingenuos, todo este... espectáculo, no es por la francesita, es por esta niña. —su cuchilla se afilo y velozmente se lanzo contra Caeli.
—¡Corre! —Grito Eden con mucha dificultad.
La castaña salio corriendo, para su desgracia, la mujer la seguía de cerca, era demasiado rápida. La asesina bajo las cuchillas de forma que arrastraran en el suelo, haciendo un horrible sonido, con dificultad la castaña llego a la azotea del lugar, cerro la puerta y tomo un poco de aire. Las cuchillas se clavaron en la puerta, haciendo gritar a la castaña. Se alejo rápidamente y se volvió a la puerta, agitada y aterrorizada.
Las cuchillas se encogieron y la mujer abrió la puerta con demasiada calma. Estaba temblando e hiperventilando por el pánico. Se acerco con lentitud, y la castaña sintió como el arco se encogía, presa del miedo. Retrocedió un par de pasos hasta que la mujer se abalanzo sobre ella y la acorralo contra la pared, se quejo al sentir el impacto.
—Te daré una recomendación, coopera, no quiero lastimarte.
—¿Por qué haces esto?
—Es mi trabajo, asi como el tuyo es eliminar a Talon y a Daito.
—¿Cómo lo...
—Querida, soy uno de sus experimentos, a diferencia de los demás, yo sabia en que me metía. Pero ya no tengo elección, si quiero que mis modificaciones funcionen, debo cooperar. Cosa que no me estas ayudando a hacer. — esta abrió su casco revelando su rostro, no habia sentimiento alguno, sus labios eran rozados y una extraña marca morada subía por su cuello y tocaba gran parte de sus mejillas.
—Acaso...
—Son secuelas del vacío. Bébete esto. —cuando acerco el tubo de ensayo a sus labios, inmediatamente se volvió cerrando con fuerza su boca. —No quería llegar a esto. — La mujer la tomo del cabello con fuerza, haciéndola gemir del dolor, y de repente, sus labios estaban unidos, la estaba obligando a beberlo. Sentía asco, miedo.
—¡Caeli! — Corriendo, entro Camil, petrificándose al ver como ese liquido morado brillante corría por la comisura de los labios de su amiga. —No... ¡No!
—Ahora, observa algo que deberás aprender si quieres ganarme. —murmuro la mujer, rompiendo el contacto con Caeli. Quien cayo al suelo, victima de la extraña sustancia. —¡Ven aquí traidor!
El grito de Camil la aturdió, vio como ambos se golpeaban dejando firmas de Vacío alrededor. La mujer tomo del cuello a Camil y lo azoto en el suelo, se colocó sobre él, comentando sobre lo que aria.
—Recuérdalo bien Caeli, si quieres vencer a Daito, debes hacer un par de sacrificios—dijo con calma, acercando la mano al pecho de Camil. Imagino lo peor. —Ellos deben renunciar a lo que nunca les perteneció.
El grito agudo y lleno de dolor de Camil la hizo congelarse, una extraña luz morada salio de él, quien jadeaba y se retorcía. Una esfera morada brillaba en su mano, mientras se volvía hacia Caeli y se agachaba a su altura.
—¿Sabes bien lo que es no?
—Porque... detente.
—No puedo dulzura, tal vez en un futuro nos enfrentemos de nuevo. —se levantó y la esfera se desvaneció y se unió a la mujer que sonrió mirando sus cuchillas.
—Ellos te esperan, abajo o aquí. Estás perdida, perra—dijo Camil con dificultad.
—Soy mejor acechadora nocturna que tu cariño, por eso Daito no se preocupo de tu escape. Nos vemos. — el vacío exploto a su alrededor consumiéndola en una neblina morada, salto del edificio y cayo frente a Morrison y a Reyes, quienes se paralizaron. —Feliz caza. — y la neblina desapareció junto a ella.
Todos subieron a la azotea, Caeli estaba palideciendo rápidamente y sus ojos rosados estaban siendo consumidos lentamente por el arco, un color azul se apoderaba de ellos lentamente. Morrison le tomo de los hombros mientras la llamaba, pero todo estaba oscureciéndose para ella.
"No hay luz. Estarás siempre a la deriva. Sola y sin nada. Agonizante"
Resonó en su cabeza una voz espectral, horrible y que le transmitía angustia, pánico y, sobre todo, miedo. Intento gritar, pero ningún sonido salio de sus labios.
—¡Caeli! —reconoció la voz de Eden a la lejanía y como un par de brazos la abrazaban. Todo se hizo negro.
"Debes recuperar lo que te pertenece"
En su inconciencia, ella estaba de rodillas, con una extraña armadura cubriéndola, a lo lejos, diviso dos figuras más, una más alta que la otra. Una poseía una cabellera albina larga y una extraña capa caía de sus hombros, la otra tenia una cabellera roja hermosa y una túnica cubría su cuerpo. Ambas con un casco bajo su brazo y 2 seres omnicos flotando a sus lados.
"¿Estas dispuesta a aceptar el precio para vencerme?"
Frente a ella, estaba una silueta azul, extendiendo su mano. Con un poco de nerviosismo la tomo, y sintió como el arco se alborotaba, la jalaba, la azotaba, la golpeaba y le susurraba. Grito y fue cuando logro reaccionar. Abrió los ojos, estaba llorando. Estaba en una camilla, y las luces blancas la aturdieron. Limpio sus lagrimas y sintió como alguien se acercaba a ella.
—Gracias a dios estas bien. Me asustaste—era McCree. No dudo en írsele encima, abrazándolo y llorando de forma incontrolable. Ni ella sabía por qué ¿Qué era exactamente lo que habia visto?
A lo lejos, una silueta sonreía mientras jugaba con un par de cuchillos impregnados de vacío. Otra silueta, pelirroja y con una enorme armadura encima se acerco a ella. Otras dos personas venían entrando.
—Pronto tomaras sus habilidades, no te apresures... Phoenix.
—Y tu deberías considerar ser menos paciente, Hun.
—Yo se cuando empezara todo lo bueno, ella aun necesita despertar, y cuando lo haga, las 3 seremos símbolos de respeto y miedo. Ella es el arco, tu el solar, y yo el vacío. Juntas dominaremos todo y a todos.
—Todos sabemos que estas siendo controlada, Hun. Tu jamás aceptarías lastimar a un inocente. —dijo un anciano mientras reia, la mujer se volvió con un notable gesto de odio y desagrado.
—¿Tiene algo de malo?
—Para nada, me alegra saber que te tenemos bajo control.
"¿Estas seguro de ello?"
Ese pensamiento resonó en 3 cabezas, uno mas malicioso que el otro y uno demasiado desesperado por ser liberado. Esta no era ella, no era su vida, ni siquiera sabía que estaba en esto. Era solo un experimento exitoso más. Al igual que Hun.
"La línea entre la luz y la oscuridad, es tan fina ¿Sabes de qué lado estas?"
El vacío resonó y se arremolino.
"No puedes controlar algo que no conoces, algo que es muy fácil que se libere. Algo que, con solo desearlo, explota"
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