Capítulo 23

La base estaba muy silenciosa, y eso empezaba a preocuparle a Reyes. Estaba en su habitación, analizando lo que Morrison y Ana le habían comentado sobre la interrogación al tal Camil. Se levanto y se dirigió a la sala. Entrando a la base, venia Caeli. Tenia el rostro lleno de nerviosismo y de preocupación.

—Caeli. —La llamo. La castaña salto ligeramente al escuchar la voz de su superior.

—Gabriel—dijo llevando su mano a su pecho, relajándose. — Casi me da un infarto del susto.

—¿Esta todo bien? Te noto algo preocupada.

—Todo bien, venia de con Moira. —sonrió la más joven entrando a su habitación.

El superior la miro irse, tuvo un mal presentimiento al escuchar que venia del laboratorio de la Genetista. Suspiro, tratando de sacarse sus ideas de la cabeza. La más joven se metió en su habitación, apretando un poco su muñeca, Moira habia extraído una prueba de sangre de ella y una de Camil. Se sentía débil y algo mareada, con pesadez, se metió en la cama para descansar.

Apenas amaneció, la actividad de la base estallo, todos hablaban y hablaban. Con amargura se levantó y salio, encontrándose con una trabajadora de la ONU, levanto la ceja y apenas la vieron, se congelaron.

—Aquí estas, necesitaba hablar contigo, Caeli. — la trabajadora se coloco frente a ella con una sonrisa. —Desde que tu familia "adoptiva" murió, volvimos a ponerte en adopción, y por fin una familia se intereso en ti.

La noticia le cayo como una cubetada de agua helada, por un momento la emoción de tener una familia de nuevo hizo que sus ojos se iluminaran, pero recordó que tenía otra familia, una familia a la que habia prometido proteger.

—¿Podre seguir dentro de Overwatch?

—Eso lo decidirá la familia a la que se le dará la adopción. Necesito que te veas lo mas presentable posible, en 3 horas te llevare a que los conozcas y hablen un poco. —finalizo la trabajadora, quien salio apenas termino. La base se lleno de silencio.

—¿Te iras? —Pregunto Edén, acercándose y tomándola por los hombros con suavidad.

—Bueno, tengo que hacerlo. Pero, si me tengo que ir de aquí yo... no creo aguantar, les hice una promesa. — respondió algo preocupada mientras los demás se miraban.

—Bueno, no podemos quitarte la felicidad de tener una familia de nuevo. Inténtalo y hoy pregúntales si podrías quedarte aquí, después de todo es tu "trabajo" y una parte importante de ti.

—Tratare de hablar con ellos de ese tema. —sonrió algo débil, apenas dijo eso, escucho los pasos apresurados de alguien y como una puerta se azotaba a sus espaldas. Se volvió y noto la falta de McCree.

—Déjalo, está molesto porque piensa que lo olvidaras—dijo Sombra burlona mientras la mas joven bajaba la mirada. —Anda, te ayudo a arreglarte.

Ambas entraron a la habitación de la menor, el silencio era incomodo y la castaña se notaba bastante ida. Sombra suspiro y toco su hombro, regresándola a la Tierra.

—Se que tienes miedo de dejarnos solos con un problema enorme, pero no podemos quitarte algo que podría mejorar tu vida.

—Lo se Sombra, pero me preocupa mucho. Si respetaran mi decisión de seguir en esto, podría ser más fácil. —dijo bajando la mirada.

—Por ahora, piensa en una familia. Luego veremos si vale la pena quedarte aquí. Teniendo en cuenta lo que Camil dijo, eres un blanco prioritario.

—Si me voy de Overwatch es mas probable que me sigan la pista.

—Talvez si, pero asi podremos protegerte mas. Si estas aquí, conociendo a Leda dirá que eres un inútil y podrían suspenderte por no ir a misiones.

La menor bajo la mirada mientras suspiraba. No quería irse, le habia costado tanto estar en ese lugar como para dejarlo ir tan fácilmente. Sombra empezó a cepillar su melena mientras la mas joven jugaba con sus dedos.

McCree por su parte, estaba dando vueltas por toda la habitación. Se notaba en sus ojos la molestia de la noticia. No quería que se fuera, pero quería defenderla. Ahogo un grito de rabia mientras se quitaba el sombrero lanzándolo a su cama. Se recargo en el escritorio, pensando en como hacer que todo esto no la afectara. Que pudiera seguir con ellos y que tuviera una familia.

Dieron las 9 de la mañana, y la trabajadora regreso. McCree la miraba con odio, por el simple hecho de que podrían alejarla de el. Alejarla de todo lo que le costo casi un ojo de la cara. Apretó los dientes ocultando un poco la rabia. La mas joven salio de su habitación. Apenas salio de la base todos gruñeron al unísono.

—Vaya, la suerte no esta de nuestro lado.

—¿De qué hablas Reyes? —pregunto Moira, mirando directamente a su superior.

—Digamos que, si la familia la adopta y acepta que este aquí, si muere en una misión. No creo que estén felices de que les entreguemos el cadáver de su nueva hija. Y si no la dejan, Caeli se va a negar totalmente, vivirá de forma miserable. Recordemos que este era su sueño.

­—Esta entre la espada y la pared—finalizo Genji mientras el ambiente se tensaba un poco.

A las 9:30 am, la mas joven y la trabajadora llegaron a una cafetería en el centro de la ciudad. A fuera, habia una pareja, un hombre de cabellera roja y una mujer de cabellera chocolate, sus ojos eran verdes. El vivo retrato de Tamara. El estómago se le encogió al verlos.

—Buenos días, esta es Caeli. Tiene 17 años y bueno, es agente de Blackwatch ahora. —dijo la trabajadora con calma mientras la pareja le sonreía a la menor con calidez y cariño.

—Mucho gusto Caeli. Me llamo Fudo Phoenix, y esta es mi esposa, Mara Phoenix.

—El gusto es mío. —dijo con timidez, la pareja se miro enternecida.

Entraron a la cafetería, el ambiente empezó a ser cálido, acogedor y bastante protector. Empezaba a gustarle la idea. Las preguntas y las risas la hacían sentir como si volviera a su niñez, con sus verdaderos padres. Un nudo se formo en su garganta mientras la pareja la miraba, bastante preocupados.

—Lo siento, ¿dijimos algo que no?

—No, claro que no. Es solo que, hacia mucho que habia olvidado este tipo de ambiente. —sonrió un poco dolida, mientras la mujer acariciaba su mejilla a forma de consuelo.

—Entendemos, bueno, ¿hay algo que quieras preguntarnos?

—Si, es sobre mi "trabajo" ¿Creen que podría, seguir dentro de la organización? —pregunto, con suavidad. Mágicamente sintió como el ambiente se cortaba, la protección se habia vuelto sobreprotección y la calidez una especie de trampa.

—Bueno, es bastante riesgoso, y siendo sinceros, no nos gustaría verte llegar de cada misión, agotada y con heridas. —comento Fudo rascando su mentón mientras, la mujer suspiraba cerrando los ojos.

—Por mi parte seria un no, no porque no quiera que sigas con tus amigos. Si no porque no creo tolerar que nuestra hija, adoptiva o de sangre, muera y solo nos entreguen algo de ella.

—Entiendo—finalizo la menor mientras la pareja suspiraba.

—Escucha Caeli. No todo en la vida son misiones, en el archivo donde te encontramos decía que nunca has viajado, nunca has estudiado. Podríamos darte esa vida para que puedas conocer a mas gente y puedas probar cosas nuevas. —dijo Fudo con suavidad, dándole una sonrisa cálida.

—Gracias. —sonrió un poco la joven, el ambiente logro relajarse un poco.

La reunión finalizo, y la llevaron de regreso a la base. McCree y todos la esperaban en la base, con trabajo en mano claro. Apenas abrió la puerta, todos la miraron. Cuando Genji iba a hablar la menor los miro, con pequeñas lagrimas en los ojos.

—¿Paso algo? —Shiro se precipito a su amiga, quien lo abrazo con fuerza.

—Si la adopción sale bien, me retiraran del servicio. Y la pareja que se intereso en mi se va a ir a Japón después de eso. —sollozo mientras todos abrían los ojos con bastante sorpresa.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Son originarios de allá, y vinieron hasta Suecia para conocerme. No quiero irme. —Apretó con todas sus fuerzas al exo.

—Mientras no estabas, le pregunte a Angela sobre este tipo de casos, ella manejo uno. Me dijo que, si alguien más se interesa en ti, por tu edad, podrías elegir. —Dijo Moira cruzándose de brazos.

—¿Pero que estándar debe tener el padre adoptivo? —pregunto Reyes cruzándose de brazos, estaban dando todo por perdido.

—En este caso, como Caeli ha convivido con militares, si no me equivoco solo se pide un sustento económico y no haber estado en prisión, o con cargos encima. —Silencio. Reyes se sentó en el sofá apretando su rostro con derrota.

—Reyes.

—Tengo un cargo por asesinato. —finalizo mientras todos suspiraban.

—Yo estoy a cargo de Kami, no creo que me den otra adopción. Shiro.

—No, tengo cargos por trafico de drogas y de armas.

—¿Enserio todos tienen algún cargo aquí? —dijo Sombra mientras McCree gruñía.

—Creo que se a quien pedirle ayuda—dijo Reyes levantándose y saliendo de la base. Todos se miraron con confusión.

El líder de Blackwatch, se dirigió a la base de Overwatch. En su mente se cruzaron muchas personas que podrían ayudarle. Apenas llego a la oficina de Morrison, llamo a todos sus compañeros cuando fue la crisis omnica.

—Muy bien Reyes, espero sea una muy buena razón para sacarnos de nuestros deberes.

—Créeme que lo es. Van a adoptar a Caeli... y antes de que me interrumpas Ana, algo no me cuadra. Una pareja japonesa vino a verla para elaborar la adopción. ¿Te cuadra un poco?

—En parte tienes razón, pero ¿Caeli lo quiere?

—Claro que no, van a alejarla de su familia. Y ella lo dijo, no quiere dejar Blackwatch.

—¿Sabes los requisitos de adopción? —dijo Mercy confundida.

—Moira dijo que como ella convivio con militares gran parte de su vida, solo se pide el sustento económico y no tener cargos.

—Bueno cualquiera de nosotros podría.

—Me niego—dijo Torbjörn saliendo de la habitación.

Mientras debatían en la oficina de Morrison. Caeli estaba en la zona de tiro, con su Valkirie puesto, practicando un poco con el blaster. Atrás de ella, estaba McCree, mirándola fijamente, sin decir o hacer algo.

—Estas tan callado que me preocupa. —dijo la menor volviéndose y mirándolo a los ojos.

—No me agrado para anda la idea de que te vayas— se acerco y la tomo por los hombros con suavidad.

—Decisión mía no es, aun soy menor.

—Lo entiendo a la perfección. Pero dime si no se te hace sospechoso que una pareja japonesa viniera hasta acá para verte.

—Lo sé, sé que es raro. Pero si los servicios de la ONU dicen que está bien, no tengo opción. —las lágrimas amenazaban con volver a salir. El vaquero se limito a abrazarla, dejando que llorara en su pecho. ¿Cómo arreglarían esto?

Por su parte, en la oficina de Morrison, seguían viendo quien seria el mejor partido para "pelear" por la custodia de la menor. Parecía egoísta, pero a ninguno le cuadraba el hecho de que una pareja viniera desde Japón, solo a verla. Y por lo que Sombra averiguo, a la pareja fue a la que le dieron el trámite y la cita de forma mas rápida, sin poner peros.

—Entonces, Ana queda descartada por voluntad. Ángela no tiene la edad suficiente aun, según la ONU. — Dijo Reyes mientras miraba a Morrison con algo de preocupación. —Solo nos quedan, Gerard, Reinhardt y tú.

—No creo que me den a mí la adopción Reyes. —dijo Morrison con un suspiro.

—Oh vamos, por el amor de... escucha Morrison, no perdemos nada intentándolo.

—Bien, hare el intento—finalizo el rubio mientras Reyes sonreía complacido.

—Bien empecemos esto.

La tarde parecía que habia pasado volando. Angela habia metido las solicitudes de adopción de Reinhardt, Gerard y Morrison. Esperaban que su buena reputación con Overwatch y la ONU les sirviera un poco.

Caeli se la habia pasado en su habitación, con la idea de poder perder todo en solo unos días, talvez meses. No era mucho tiempo. Oculto su rostro entre sus brazos. No sabia como detener esta pesadilla. Solo esperaba que la pareja pensara mejor las cosas. Una idea ilumino su rostro mientras sonreía con esperanza.

—No les conte del arco—sonrió mientras se ponía de pie.

—Y no es necesario que lo hagas—dijo McCree, quien estaba recargado en el marco de la puerta con una sonrisa.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Angela reviso tu expediente, y hay otras 3 solicitudes de adopción, el problema es que se niegan a verte, aún.

—Extraño

—No tanto. De todas formas, eso alentara el proceso. Esperemos que el suficiente para que puedas cumplir tu mayoría de edad y decidir por ti. Toda la base esta preocupada por "tu problemita".

—Créeme que eso sería lo mejor. —ambos se sonrieron con un poco mas de calma. McCree la tomo cuidadosamente por la cadera, con ambas manos. La mas joven se sonrojo ligeramente, poniendo sus manos en el pecho del vaquero.

—¿Qué te apena tanto?

—No estoy acostumbrada McCree, no te burles— respondió, cerrando los ojos con bastante vergüenza, mientras el mayor reia suavemente.

—Vamos, no te pusiste asi ese día. Ven aquí. — la cargo y beso sus labios de forma dulce. La castaña no dudo ni un segundo y le correspondió. Paso su mano por el cuello del mayor, profundizando un poco mas el beso y acortando distancia.

Al cortar el beso, se miraron a los ojos. La mas joven seguía con las mejillas rojas. McCree junto su frente con la de ella, haciéndola reír. Se estaba encariñando muy rápido con ella, a este paso, si todo el plan de Reyes fallaba, notaria la falta que le hacia la menor. Se habia acostumbrado a molestarla, se habia acostumbrado a su forma tan "clandestina" de amarla, como si fuera un adolescente, era la relación mas extraña que habia tenido, y extrañamente le encantaba.

—McCree.

—¿Si, pequeña?

—Yo, creo que te... —antes de terminar, el vaquero se abalanzo contra sus labios, de alguna forma, ambos cayeron en la cama. La menor tenia al vaquero encima suyo, el beso la tomo tan desprevenida que no sabia que hacer.

El mayor alejo sus labios de los de su amante, bajando a su cuello, llenándolo de besos y pequeñas y suaves mordidas, todas llenas de cariño. Jadeo mientras apretaba los hombros del mayor, él levanto suavemente la mirada. Conectaron y se quedaron en silencio.

—Te amo, pequeña. —La menor se sonrojo mientras sus ojos se llenaban de sorpresa. No se lo esperaba de el.

—Me importa poco que estén haciendo, McCree, Caeli. Salgan ya. —Dijo Marc afuera de su habitación. El color se le subió a la más joven, mientras McCree aguantaba la risa. "Al carajo la discreción" pensó el vaquero.

Se quito de encima de la menor, acomodando su ropa y sombrero, mirándola por el rabillo del ojo. Estaba roja y se veía que nerviosa. Le encantaba su forma infantil de hacer ciertas cosas. Burlón, se acercó y revolvió su melena, haciéndola reír.

—¡Hey!

—Me gusta cuando te enojas. Bueno, casi siempre—se encogió de hombros sonriendo. Ella rodo la mirada y sonrió un poco. Podría acostumbrarse a ese trato demasiado pronto, pero prefería no hacerlo. No si la adopción se permitía y los separaban.

Salieron de la habitación. Marc los miraba cruzado de brazos y levantando una ceja. La más joven sintió un nudo en el estomago. El era como su padre. Demasiado autoritario y si te lo saltabas, bueno habia ciertos problemitas.

—¿Qué dijimos de la discreción, McCree?

—Se discreto si no quieres que Morrison o la ONU te meten preso o la manden a otra base—respondió con hartazgo.

—Entonces hazlo. Caeli, Moira te busca.

Recordó las pruebas, y las revisiones que Moira le habia dicho que debían ser diarias. La menor asintió y fue al laboratorio de la genetista, no quería perder la oportunidad de saber porque el arco se descontrolaba de esa manera, y si habia alguna forma de controlarlo, aunque fuera temporal. Una vez en el laboratorio, Moira y Camil estaban ahí. Cerro la puerta y se sentó frente a la genetista, estaba nerviosa, demasiado.

—Veamos como va todo, parece que encontré algo. Y quiero hacer una prueba, si me lo permiten.

—¿Es seguro, para ella? —Pregunto Camil un tanto asustado.

—Para ti, si, pero para ella. Tengo mis dudas.

—Caeli...

—Esta bien, hazlo Moira.

—¿Eres consciente de que podrías salir mal, verdad?

—Todo por la ciencia—finalizo haciendo suspirar a la genetista, quien se acerco y coloco una especie de sedante en la menor. Le dolió, le dolió como el mismo infierno.

—Calma, pasara rápido. —la recostó y espero a que el sedante hiciera efecto.

Cayo en una especie de sueño, veía luces de tonos morados y azules. No entendia nada de lo que Moria haría, pero quería que todo funcionara, aunque se arriesgara de mas. Habia momentos en que sentía ligeros pinchazos, hormigueo y algunas veces una especie de caricia.

—Eso es todo, dejare que el efecto del sedante pase— escucho a Moira, pero la oía tan lejana.

Unos minutos bastaron para que abriera los ojos, Moira la observaba, un suspiro aliviado salio de ella. La menor se enderezo y miro alrededor. Por un momento se vio en el consultorio de Angela.

—Por un momento creí que estaba con Angela.

—Estas en su consultorio.

—¿Qué?

—El sedante tuvo una reacción muy fuerte contigo, ya habían pasado al menos 3 horas y no despertabas. McCree empezó a buscarte y a las 6 horas me preocupe. Te traje aquí pensando que te habia matado, pero Angela me dijo que todo estaba en orden, que el sedante te cayo muy pesado. —finalizo, relajando a la castaña.

—A todo esto, ¿Qué me hiciste?

—Solo diré que en las pruebas que les hice encontré similitudes, nada del otro mundo. Pero por alguna razón, no hay nada relacionado con el arco en tu organismo. —La menor gruño bajando la mirada, habia sido su ultima opción. Entonces el arco se conseguía de alguna manera. Como una enfermedad o algo.

—Gracias de todas formas Moira.

—Aun no acabo contigo.

—¿ah?

—Quiero saber porque Daito esta detrás de ti. Talvez hay algo en ti que yo no encuentro.

—Esta bien.

—No serán más pruebas como esta. Quiero tenerte en chequeo constante, si tienes problemas con el arco o cosas asi.

—Entendido—sonrió la menor, mientras la genetista le devolvía la sonrisa.

—Por cierto, McCree me pidió que diera explicaciones, pero me negué, así que te toca a ti explicarle.

La mas joven sintió como un ligero nerviosismo subía por ella, escucho los pasos de cierto vaquero entrar. Iba a recibir los sermones mas incomodos de su vida. El moreno la miraba fijamente, de brazos cruzados mientras se sentaba en una silla frente a ella.

—¿Es necesario dar detalles ahora?

—Si, quiero que me digas todo. Hasta el más mínimo detalle.

—Es mucho ¿No importa? — McCree se acomodó en la silla y sonrió.

—Tengo todo el tiempo del mundo.


[...]



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