Capítulo 18 (+18 valga la rebundancia)

Nuevo día y no comenzó de la forma que hubiera querido. Termino de colocarse su valkyrie y salio al patio de la base. Ojeras y los labios ligeramente secos. Habían pasado al menos 2 semanas desde que habia dormido como quería. Las pesadillas no paraban y la única forma para evitarlas era centrarse en las misiones. Se sobre exigió demasiado esas 2 semanas, no dormía bien y lo que dormía, las pesadillas hacían que se recortara a minutos.

Con un bostezo se dirigió a la sala de conferencias de la organización. Habia varios agentes, incluso soldados de los que se habia hecho amiga. Se sentó y escucho indicaciones. Una vez termino los soldados salieron, quedando solo los agentes como ella. Paso saliva mientras se acercaba y escuchaba el suspiro de Morrison y la Capitana Amari.

-Bien, nuevas misiones. Esto será un poco más pesado. -Dijo Ana estirándose mientras tomaba los folders con la información necesaria.

-Sombra, Shiro y Moira irán a México, tenemos reportes de "Los Muertos" están vendiendo cantidades industriales de droga. -dijo Ana dándole la información a Moira. -Marc y Orfeo irán con Kami y Jack a Ilios, harán trabajo de guardaespaldas al menos una semana. Reyes, Genji, Dante y Edén irán a Hanamura, tenemos reportes de movilizaciones de la mafia. Por último, McCree y Caeli irán a Ruta 66, necesitamos un chequeo de la zona, no queremos enfrentamientos innecesarios, Jesse.

La información se la tendió al vaquero, mientras la mas joven sentía una enorme oleada de nervios subirle por la espalda. Paso saliva mientras McCree checaba todo con una sonrisa.

-¿Es necesario un mes, Capitana?

-Es el tiempo mínimo para que hagan todo, pueden tardar medio año si necesitan-dijo Reyes mientras la egipcia asentía.

-Perfecto, los mantendremos al tanto-el vaquero miro a la menor guiñándole el ojo y saliendo. Con confusión la chica fue a seguirlo.

-¡Hey! ¿Cuándo empezamos?

-Nos vamos hoy en la noche, muñeca. No quiero perder tiempo-finalizo mientras la menor gruñía.

-¡Caeli! -la menor se volvió sobre sus talones encontrándose con un grupo de soldados, la menor no pudo evitar sonreír mientras se acercaba a ellos.

-¿Qué misión te toco? -dijo uno de los mayores bastante sonriente.

-Debo salir con el agente McCree a ruta 66

-Vaya, estarán solos

-¿De que hablan?

-Si, en ruta 66 es imposible meter un equipo de mas de 3 personas, técnicamente son encubiertos.

-Bueno, espero no tardemos demasiado. - confeso la mas joven mientras los soldados empezaban a reír. Se despidieron y partieron para poder ir a su misión correspondiente. -No mueran.

Murmuro antes de ir a su base a poder prepararse. Se recostó con amargura en la cama suspirando ¿Por qué tenia que ir con el idiota de su "tutor"? Le daba rabia pensar en ello, la misión pasada habia ido con él, Zarya y Hanzo a Rusia, y el castaño no dejaba de molestarla, con comentarios subidos de tono y sobre todo burlándose de ella. Bufo y se revolvió. Podría preguntarle a la capitana Amari si habia otra misión para ella, aunque fuera el doble de peligrosa. Paso saliva y negó suavemente, no lo permitirían.

-¡Niña! -La voz de McCree resonó por toda la base, suspiro mientras se levantaba con pesadez y abria su puerta.

-¿Sí?

-Cambio de planes, nos vamos, ahora.

-Mejor para mí. -dijo y cerró la puerta mientras iba a buscar la típica mochila donde llevaba de todo para curar las típicas heridas de batalla.

Salio de la base y miro a lo lejos la nave donde iba el equipo de Edén, se veían bastante animados, divertidos y disfrutando de lo posible la calma que se respiraba antes de subir a la nave. Anhelaba ir con ellos, la ultima vez que hablo con Sombra en una de las misiones donde acompaño a Edén o alguien de su grupo, se dedicaban a reír y bajar el estrés de la misión antes de llegar.

Apretó la sudadera negra de su traje y suspiro, la nave donde iban a irse ya estaba lista. McCree la miro de reojo, sabia que estaba nerviosa y sobre todo a la defensiva. Suspiro recordando las varias bromas que le habia hecho y en vez de animarla o relajarla, solo empeoraba su relación.

Se sentaron alejados el uno del otro mientras la menor leía la información que la Capitana Amari les habia tendido. Narcotráfico, trata de blancas, robo y asesinato. Paso saliva mientras seguía leyendo, según Amari, un grupo de soldados los habían visto rondando en ruta 66 como hace un tiempo, cuando McCree se habia unido a Blackwatch y se habia "destruido" al grupo de narcotraficantes. Estaba tan metida en memorizar cada cosa que no noto cuando el castaño la miraba fijamente, e incluso se acerco a ella.

-Caeli.

-¿Sí? -dijo aun leyendo mientras el vaquero suspiraba.

-Lo siento.

-¿Uh? -la menor bajo un momento las hojas y se encontró con el peto de metal del mayor, casi pega un salto del susto mientras trataba de hablar con calma. -¿A qué te refieres?

-Mira, se que me he pasado un poco con los comentarios y las bromas a tu persona, pero creo que con eso podría relajarte antes de empezar con la misión.

-No eres el mas apto para entender mi humor McCree-dijo en un suspiro mirando por una de las ventanas de la nave. -No en estas circunstancias.

-Se que tienes algo, lo puedo ver desde hace semanas, pero no quiero meterme de mas en tu vida.

-Ya lo hiciste-dijo mirándolo con una sonrisa ligera. -desde que aceptaste de mala gana ser mi tutor te metiste en mi vida de una forma mas que profesional, aunque no somos nada ¿o me equivoco?

El moreno se mordió la lengua tratando de no gritar maldiciones, se quito el sombrero y le sonrió con algo de esfuerzo a la menor.

-Si asi quieres verlo

-¿Sigues detrás de mí? -dijo algo sorprendida mientras este reia un poco.

-Donde pongo el ojo pongo la bala, princesa. -la menor desvió la mirada totalmente sonrojada.

-Pesado.

-Talvez, un poco. -se acercó y tomo con delicadeza el mentón de la menor mirándola a los ojos. -Hare todo por ti, muñeca. Aunque he de admitir que si soy un ligero dolor de cabeza.

-¿Ligero?

Ambos rieron, lograron eliminar un poco la tensión entre ellos. La nave llego a un poblado algo cercano a ruta 66, no debían llamar mucho la atención. Bajaron de la nave y entraron a una Base donde habia un hombre haciendo papeleo.

-Espérame aquí. -dijo McCree deteniendo a la menor y acercándose al hombre. Frunció ligeramente el ceño mientras miraba lo que ocurría, solo hablaban, iba a acercarse algo la llamaba, pero evito pelearse con McCree, como siempre.

El hombre miro por arriba del hombro del vaquero encontrándose con la joven. Sonrió de lado algo divertido mientras McCree se tensaba un poco. Esa sonrisa nunca le agrado y menos el hombre. Desde que tenia memoria ese hombre habia cuestionado miles de veces a Morrison y a Gabriel, no entendía como seguía aquí.

-¿Te mandaron con una cría?

-Si, es mi alumna. -trato de ser lo mas cortante posible pero el interés de ese hombre en Caeli le estaba agobiando.

-Si quieres ir rápido te recomiendo que la dejes y te lleves a una de mis soldados son mas...

-No gracias, solo venia de paso. Ya nos íbamos. Reyes dijo que tenías información para mí. -corto y miro al hombre con algo de odio. Este rio y le dio la carpeta mientras susurraba en su oído.

-Ten cuidadito McCree, no confíes en ratas como ella. -la sangre le hirvió y apretó un poco su puño debajo de la mesa. ¿Qué sabia de Caeli? -Tener a esa refugiada en la base les traerá muchos, muchos problemas, chico.

Finalizo y se fue, McCree se enderezo y apretó un poco la carpeta con información. Busco una manera de relajarse estaba a punto de explotar. No le sorprendían los comentarios de ese hombre, cuando Genji ingreso a Blackwatch, le repetía que traería problemas en un futuro.

Regreso con la menor la cual estaba calmada mirando a donde estaban las demás soldados, una se ellas llamo su atención, los ojos verde oliva y la cabellera ligeramente roja. Se parecía tanto a Tamara. Su corazón de detuvo cuando ambas miradas se conectaron, sintió una explosión de calor en su estómago y espalda ¿podría ser ella? ¿y si Shiro habia recibido información falsa acerca de la muerte de Tamara? La esperanza el acobijo de forma cálida y al mismo tiempo de forma agonizante. McCree se acercó y toco su hombro suavemente haciéndola regresar a la tierra. Lo miro y este suspiro mas relajado.

-¿Nos vamos?

-¿Te vas sin saludar? -los dos agentes se volvieron encontrándose con esa mujer, McCree mordió su lengua de nuevo. Tratando de no hacer una estupidez para poder largarse.

-Hola, Miriam. -dijo el vaquero de forma cruda mientras la mujer miraba a la menor con una sonrisa. Toda esperanza murió para la más joven, sintiendo como todas esas explosiones de esperanza le eran arrebatadas.

-Mucho sin verte, McCree. ¿Quién es tu amiga? No la habia visto nunca-dijo de forma casi burlona al ver que era una menor. El vaquero peleo por dentro por no explotar.

-Caeli, es una...-pensó un poco en si decirlo o no ¿ella tendría problemas si lo decía?

-¿Una?

-refugiada-dijo la menor, la mirada de la mas grande se torno cruel y bastante molesta. Se miraron a los ojos, chocando de inmediato. La menor se enderezo y cerro las alas del valkyrie.

-Ya veo porque no me agradaste ni un poco.

-No vine a ser tu amiga-murmuro la castaña mientras la soldado reia a carcajadas ganándose la mirada de los demás soldados. McCree tomo del brazo a la menor tratando de sacarla de ahí.

-¿Vas a huir? ¿eso te enseño Reyes, McCree? - La poca cordura que le quedaba se quebró. Se soltó del agarre de McCree y el arco recorrió cada parte de su cuerpo, en especial las manos. Dio un puñetazo en la nariz de la mujer haciéndola retroceder, después una patada a su cabeza dejándola en el suelo.

-No te burles de el, al menos no en mi cara. -la mirada de la menor se torno oscura y el arco recorría su mirada, todos se acercaron a ver a la soldado que tenia la nariz sangrante.

-Vámonos ya-dijo McCree sacándola de ahí. El ambiente habia quedado demasiado pesado entre los dos. En el patio, Caeli se quito las alas del valkyrie y suspiro, las metió en la mochila y miro a McCree, bajando un poco la mirada.

-Lo siento.

-No te disculpes pulga, lo tenía merecido. -dijo tirando la colilla de su cigarro acercándose a ella y revolviendo su cabello.

-¿Por qué se expresan tan mal de Reyes? -dijo algo confundida.

-Envidia, llevan años aquí y Morrison no permite su ascenso porque Reyes lo niega. Dice que son vitales aquí.

-A ti te odian, ¿verdad?

-Si, pero se lidiar con ello, no quería que te acercaras porque iban a ser bastante pesados, Miriam no es la excepción, parece un ángel, pero es una perra. Desde que Gabe la dejo aquí por mi...

-¿Por ti?

-Ella era su protegida antes de que deshicieran Deadloock, Reyes se interesó en mí y acepte unirme a Blackwatch para no pudrirme en la cárcel. Me hice uña y mugre con Reyes, su brazo derecho, y dejo a Miriam aquí.

-Entiendo-dijo dando un suspiro y sonrió de forma burlona lo cual irrito un poco a McCree.

-¡Hey! ¿Qué es tan gracioso?

-Bueno pensé que talvez... por eso no me aceptabas al principio, porque tenias miedo de que pudiera agradarle a Reyes y el te mandara por un tubo. Pero no soy la mejor agente asi que queda descartado-finalizo la menor mientras le sonreía, el moreno se limito a suspirar mientras la menor reia.

Subieron a un tren para llegar a ruta 66, era de noche, asi que pasarían algo desapercibidos. La menor miraba por la ventana con cierta incomodidad. El sueño la estaba matando, pero las constantes pesadillas le quitaban la voluntad de dormir. McCree se limito a mirarla por el rabillo del ojo. Habia mucho silencio a su punto de vista.

Una vez llegaron a su destino, bajaron del tren y se dirigieron a una pequeña casa de madera. El vaquero se estiro un poco y miro a su acompañante. Quien habia dejado todo en la mesa y se acurrucaba en uno de los sillones.

-Hay habitaciones cariño. -no recibió respuesta, se acercó y la movió suavemente. Se habia dormido. Suspiro amargamente y la cargo con cuidado a la habitación, la recostó y regreso a la sala, leyendo la información. No era mucha, así que tendrían que monitorear bastante la zona. Y, sobre todo, debía cuidar de ella. Si en un despiste se separaban y esos maleantes la encontraban o la mataban o la usaban para su negocio de trata de blancas.

Al día siguiente, la menor despertó sobresaltada, con la cara roja y sudando. Miro a todos lados, pero no encontró a McCree. Nerviosa se levanto y salio de la habitación. El mayor estaba recostado en un sillón con el sombrero en la cara. Rio ligeramente y se acerco quitándole el sombrero.

-No molestes.

-Levántate y vamos a comer.

-Primero deberás cambiarte, no aguantaras 2 horas totalmente cubierta. -dijo el moreno sentándose en el sillón y estirándose un poco.

-No tengo nada más. -dijo cruzándose de brazos mientras el vaquero reia.

-No creo que una camisa mía no te quede. -dijo y la jalo de regreso a la habitación.

Luego de un rato ambos salieron, la menor se notaba incomoda, McCree parecía meterse demasiado en el papel de vaquero "traigo a todas muertas por mi". Suspiro y llegaron al café de la zona. Mientras comían la mirada de McCree se endureció un poco y le hizo un gesto a la menor, no entendió bien, pero al ver el nerviosismo de McCree prefirió alejarse de la mesa y de el un momento.

A su lado, paso un hombre con chaqueta de cuero y bajo su brazo un casco de motociclista. Miro fuera, no eran motocicletas, eran "Colibríes" ¿Cómo tenían esa tecnología tan a la mano? Paso saliva y se sentó un momento en la barra. Escuchaba a McCree de fondo, talvez lo habían reconocido. Pero no le tomo importancia, sabia de su pasado, podía confiar en el y que no la delataría hasta que llego a sus oídos un poco más de conversación.

-Oí que hay agentes de Overwatch por aquí.

-Lo sé, deben estar buscándome. -dijo McCree quien hablaba con la mayor calma que podía.

-¿Regresaras a Deadlock?

-No lo sé, podría ser un riesgo para sus planes.

-Eras el mejor pistolero en nuestro grupo. Piénsalo, estaremos en el almacén. -escucho los pasos del hombre tras de si y vio como la pandilla dejaba el café. Regreso son McCree quien la miraba bastante pensativo.

-Me perturba verte tan pensativo.

-¿Crees que volveré?

-No se, ver tu rostro tan pensativo me da mucho por que pensar y preocuparme.

-Calma, no quiero regresar. Ya mejoré mucho mi vida como para echarla a perder ahora.

La menor le sonrió haciendo que el vaquero le devolviera la sonrisa con algo de calidez. Salieron del café y continuaron caminando por la zona. Habia muchos de ellos por las calles, se sentía intimidada. Asi estuvieron al menos un mes. Cuando por fin encontraron una solución por sugerencia de sombra.

-Ya podemos entrar, pero primero necesitamos que hackeen el sistema que tienen esos malditos. Por lo que nos dijeron mañana en la madrugada iban a traer a las chicas desaparecidas ¿no? -dijo Sombra en una comunicación con Reyes a su espalda.

-Asi es, tenemos que actuar rápido. -dijo McCree mientras la menor miraba algo nerviosa al vaquero.

-¿De pura casualidad te pidieron algo?

-Me ofrecieron regresar. -murmuro el moreno mientras Sombra y Reyes suspiraban.

-Tendrás que "aceptar" su oferta. De alguna forma podrás hacer el hackeo

-Lamento decepcionarlos, pero yo no se hacer este tipo de cosas. Y no pienso exponer a Caeli.

-Tendrás que dejarla hacerlo.

-Sombra, si me despisto 2 segundos o la matan o la llevan con las chicas.

-Son gajes del oficio, cálmate, lo hare-dijo la castaña a espaldas del vaquero, que solo se tensó más.

-Bien, te mandare las especificaciones, si entro desde acá puede que sospechen de McCree y no creo que funcione.

McCree cerro la comunicación y miro a la castaña parecía muy molesto. La menor sabía por qué y se limitó a sonreírle con algo de nervios. McCree tomo su mentón con cuidado y la obligo a mirarlo. Estaba enojado, como diría sombra estaba "emputadizimo".

-Mas te vale andar con cuidado. No quiero ir a recogerte a una esquina o recoger tus restos por aquí.

-Prometo tener cuidado, calma. Sigilo es mi segundo nombre. -el mayor suspiro y le dio un beso en la frente calmando un poco el ambiente.

Ambos se fueron a descansar, la menor se la pasaba mirando y releyendo todo lo que Sombra le mando. No pudo dormir es mas no quería, las pesadillas seguían esperándola.

Estados Unidos, Ruta 66 04:00 am

-McCree.

-¿Estas listas? -La menor asintió y apretó un poco su sudadera, las alas del valkyrie se cerraron y bajaron la luminosidad a cero. En silencio ella y McCree se acercaron al extraño taller que estaba al otro lado de la zona mas concurrida de la Ruta.

Antes de llegar McCree le indico por donde podría subir a la zona de seguridad. Se despidieron con la mirada. McCree entro al taller, en el centro algo alejado de la puerta principal estaban sentados sus ex colegas. Algo nervioso se acercó. Le importaba poco que lo descubrieran, le preocupaba Caeli.

-¡Hey! Jesse. Sabía que regresarías. -dijo el hombre tirando una colilla de puro al suelo y saludando al vaquero.

-Que tal. Pensé un poco en lo que me ofreciste y, por que no regresar, pase buenos tiempos aquí. -se sentó mientras otros 2 reían y seguían con su juego de cartas, McCree se sentía tan ajeno a algo que habia sido su vida. Una vida que odiaba recordar.

Por otro lado, Caeli habia logrado meterse a la zona de seguridad, el sistema que tenían era simple, mucho menos complejo que las computadoras y sistemas de Athena, la diferencia radicaba en que con Athena tenía a un lado a Sombra, explicándole y recordándole que hacer.

Se relajo y con ayuda del arco logro entrar al sistema, hizo cada paso que habia mandado Sombra, estaba terminando, podrían salir de aquí casi de inmediato y llamar al equipo de Blackwatch que ya estaba cerca.

-¡Hey, tu! - alguien se acercó y la alejo de la computadora, con ayuda del arco tomo los brazos del hombre causándole dolor suficiente para soltarla, solo un par de códigos más. Logro teclearlos y terminar todo antes de recibir un fuerte golpe en la nuca.

Cayo de rodillas y sentía como el mundo daba vueltas mientras buscaba levantarse para dar frente. Patearon sus piernas cuando estaba de pie. Cayo de espaldas lastimándose con las alas del valkyrie. Ahogo un grito mientras se recostaba de costado. Si no estaba sangrando de la nuca, este último golpe lo haría.

La tomaron del cabello haciéndola gemir de dolor. No podía pelear, los brazos le fallaban, estaba demasiado aturdida aún. Miraba a donde la llevaban, la tiraron de unas escaleras de metal y se encontró con una mesa y 4 hombres. Estaba jodida.

-Vaya, una agente. -dijo un hombre mientras los 4 hombres se levantaban, no veía a McCree. ¿Se habia ido?

Volvieron a jalarla del cabello obligándola a mirar a esos hombres, le dolía todo apenas podía soportar un poco el dolor. La examinaron, la soltaron y azoto contra el suelo, no podía mantenerse si quiera de rodillas.

-No la hubieras maltratado tanto.

-Hackeo el sistema de seguridad, tenia que dejarla inconsciente o matarla, iba a llamar a su equipo, claro está.

-Oye McCree, ven a ver esto. -escucho los pasos de alguien acercándose y como la miraban, con pesadez miro al vaquero, tendría que actuar su mayor odio por él, tendría que cubrirlo para que pudieran acabar con esto.

-¿Qué esa chica no estaba contigo en el café? -dijo uno de ellos sacando un arma y apuntándole al vaquero. Sabia que si hablaba lo matarían, sabía que no saldría todo como lo acordado. La menor empezó a reír, con mucha dificultad mientras los 6 hombres la miraban. Sentía el pánico de McCree.

-Oh por dios, esto es tan bueno. Use a uno de sus amiguitos para llegar aquí. Seducir se me da muy bien. -Con dificultad miro a McCree con una sonrisa burlona. -¿Enserio creías que seguiría a un narcotraficante como tú? Me da asco solo pensarlo.

-Que mal que no hayas llamado a tu equipo, cielo-dijo Mccree siguiéndole el juego, agachándose y tomando su rostro. -ahora estas en mi territorio.

Los 5 hombres empezaron a reír mientras la menor miraba a McCree a los ojos, esperando que hiciera algo, un golpe, una patada, un disparo, algo para que fuera mas realista. Pero nada. Solo la dejo ahí.

-Bueno si tu no le haces nada, lo haremos nosotros. -dijo uno de ellos mientras McCree se alejaba un poco.

-Esta bien, solo no sean crueles, es mercancía y de la buena. -el estómago se le encogió al oír esas palabras. Sabía que era actuación, pero lo que seguía iba a revivir un pasado que odiaba y que anhelaba borrar.

Empezaron a tocarla, a desgarrar la ropa y a morder su piel. El olor de cigarrillo y alcohol impregno todo su cuerpo, mientras lloraba ligeramente, tan pronto sintió como se acercaban a su piel, cerro los ojos. El arco estaba resonando, sentía como se arremolinaba la rabia en su interior. Grito y empezó a patalear, no dudaron en retenerla. Lloro y rogo y silencio, cuando los 5 se acomodaron y 5 disparos retumbaron en el taller. Su respiración se empezó a regularizar mientras se abrazaba con cuidado.

-Perdóname cariño, llame refuerzos, es hora de irnos, esto ya no es nuestro asunto. -McCree se quitó el poncho y lo coloco en los hombros de la joven, quien se abrazó a él llorando.

-Idiota. No vuelvas a dejarme en este tipo de situaciones.

-Calma preciosa, no volverá a pasar. -la cargo en su espalda y cuando estaban dispuestos a salir se vieron rodeados de varios miembros de Deadlock. Instintivamente, McCree se refugió detrás de un par de cajas mientras los tipos empezaban a disparar.

-Como salimos de aquí-murmuro Caeli mientras McCree la pegaba a su cuerpo evitando disparos para ambos.

-Peleando, no creo que aguantemos aquí si esperamos a los demás. -un disparo paso cerca de la cabeza de McCree haciéndolo gruñir. -Se por donde salir, saldrás de aquí primero.

-Saldremos los dos juntos-Dijo la menor apretando su mano. McCree espero a que recargaran. Al hacerlo corrió hacia el otro lado del taller, a los segundos Se situó en una zona alta, cuando estaban dispuestos a continuar con el tiroteo. Caeli salio disparada con su ángel de la guarda hacia McCree, el tiroteo empezó, pero lograron salir de ahí.

Se escabulleron mientras oían sus gritos histéricos. Escucharon la voz de Miriam y de otro agente, lograron relajarse y quedarse en donde estaban. Cuando el alboroto paso salieron y se dirigieron a la casa donde estaba situada su base temporal. La menor le informo del éxito a Sombra, quien se lo comunico de inmediato a Reyes y Morrison.

-Hoy en la noche irán a recogerlos. McCree nos contó de su "choque" con Miriam y teniendo en cuenta que están totalmente estresados, queremos evitarnos problemas. Buen trabajo. -finalizo sombra mientras la menor cerraba la comunicación y suspiraba.

Miro a la habitación donde estaba McCree, habia dicho que quería estar solo, no entendía por qué. Se levanto y se acercó a la puerta tocando suavemente.

-¿McCree, estas bien?

-Todo bien, princesa.

-¿Seguro? -no hubo respuesta. Abrió la puerta y miro a McCree recostado, confundida se acercó y encontró a su tutor, con al menos 2 agujeros de bala en el costado, suspiro y se acercó tocando las heridas.

-¡Hey con cuidado!

-Déjame curarte.

-No.

-¡McCree es mi trabajo!

-Puedo curarme solo. -dijo molesto mientras la menor gruñía y metía los dedos en las heridas haciendo gritar al mayor. -¡Joder, está bien!

En silencio la menor fue por la bolsa donde tenia todo, retiro ambas bajas y con ayuda de su bastón caduceo cerro lo mas que pudo la herida. Mientras terminaba un vendaje para que las heridas no volvieran a abrirse, sintió la mirada de McCree en ella.

-¿Pasa algo?

-Nada, perdona por no cuidarte en ese momento.

-Esta bien, sabia a que me exponía, tenia mas miedo de que te metieran un tiro en la cabeza ¿Quién me ayudaría después? -dijo el menor terminado el vendaje y sonriéndole con suavidad.

-En parte tienes razón. -sonrió el mayor acariciando su mejilla. -Aunque esas marcas que tienes no se irán tan rápido. ¿es la desventaja de ser la sanadora del grupo, ¿verdad?

-Algo así. -murmuro mientras suspiraba. Sentía calor, no solo en la cara, si no en todo el cuerpo. McCree se sentó en la cama y poco a poco fue acercándose a ella. Con una sonrisa suave en los labios.

-Creo que es momento de ser claros Caeli, no tolero que recibas los golpes que yo merezco. Entiendo que en tu posición como Sanador quieras hacerlo. Pero eres vital para el equipo ¿sí?

-Todos son vitales McCree. Desde un Atacante hasta un Soporte. -las manos de McCree se situaron en su cintura. El arco se arremolino de nuevo en su interior, pero era de una forma diferente, se sentía cálido y los estallidos del elemento la hacían sentir varias cosas.

-Para mí eres más importarte tú. -Y cerraron la distancia en un beso. Las manos de McCree se metieron debajo de la sudadera de la chica, levantándola un poco. No entendía, no quería entender porque su tacto era tan cálido, porque la hacia sentir así.

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Hacia que el arco de su interior se expandiera y llegara a todo su cuerpo. Dejo que el mayor explorara cada parte de su cuerpo, tocaba las zonas donde tenia marcas y cicatrices recientes de los enfrentamientos en las misiones en las que estuvo involucrada. Jadeo suavemente al sentir los labios de McCree en su abdomen.

-Me detendré si lo dices, no hagas nada que no quieras-murmuro el mayor con suavidad, confiaba en él. Lo suficiente.

-Está bien...sigue.

La falda, la sudadera, las medias, todo quedo fuera en cuestión de segundos. McCree se acomodó sobre ella besándola con delicadeza. Bajo a su cuello, mordiéndolo y besándolo con el mayor de los cuidados. Las manos de la joven apretaron los hombros del moreno que se dedicaba a dejar besos en todo su cuerpo. McCree metió su cara entre las piernas de la más joven, besando la parte interna de sus muslos. Ahogo un gemido al sentir su lengua, jugueteando con la bolita de carne que habia ahí, apretó las sabanas, no entendía mucho lo que pasaba, pero el placer la estaba enloqueciendo y dejando a merced del mayor.

Dos dedos se hundieron en ella, gruño un poco mientras jadeaba. Exploraban su interior de forma curiosa, cada vez que tocaba una zona sensible se concentraba ahí. Escondió su rostro entre las sabanas ahogando un gemido y cerrando ligeramente las piernas. Jadeaba buscando una forma de relajarse, McCree alejo su rostro un momento y se posiciono entre sus piernas. Esté le sonrió de forma cálida, pero sin perder la lujuria. Volvió a acariciar su clítoris de forma que esta se arqueo y apretó las sabanas de nueva cuenta. Se detuvo y se acomodó sobre ella.

-Prometo no ser agresivo-murmuro mientras sentía las manos de McCree moviéndose entre sus piernas.

-Confió en ti-tartamudeo estaba cegada por el placer que la estaba consumiendo.

El mayor tomo con cuidado las caderas de la más joven, levantándola ligeramente. Jadeo al sentir la intrusión del mayor en ella, la callo con un beso. McCree se dedico a guiarla lo mas que pudo, entendía que no era una "experta" porque era su primera vez (en teoría). La más joven se cubrió la cara con ambos brazos, no entendía si estaba llorando o si estaba avergonzada. Con cuidado retiro sus brazos. Su cara roja y los labios ligeramente abiertos. Solo lo excito más.

-¿Quieres que me detenga? -Negó y estiro un poco los brazos. McCree rio un poco y paso las manos de la menor a su cuello. El beso de forma dulce y empezó a embestirla.

Trataba de que los empujes fueran dulces para ella, pero estaba tan excitado que la dulzura duro muy poco. Rompió el beso y recargo su cabeza en las sabanas. Los gemidos de la menor lo aturdieron un poco, pero no se detuvo. Esperaba que ella lo disfrutara igual que él.

Sentía a la menor, sentía como se retorcía ¿era mucho? Talvez, por el simple hecho de ser su primera vez. Dio una embestida fuerte y vio cómo se arqueaba, gimiendo y jadeando, susurraba un nombre. Apenas entendible.

-Déjame oírte. -gruño el mayor, la levanto y se sentó con ella en la orilla, la miro a los ojos y tomo las manos de la menor por su espalda. Con la mano libre empezó a guiarla de arriba abajo. Se arqueo un poco. "Joder, que bien se siente". Pensó mientras la menor seguía gimiendo y jadeando. Aun no distinguía lo que decía, al menos tenía la certeza de que lo disfrutaba, talvez más que él. Rio y empezó a ser mas duro, mas agresivo. Necesitaba más.

-Espera, no-los jadeos de la mas joven incrementaron. Estaba cerca y McCree también. No quería detenerse, no estando tan cerca al igual que ella.

-No puedo. -murmuro y las embestidas de tronaron agresivas y frenéticas, haciéndola gritar. Soltó las manos de la joven y se centro en tomar sus caderas, guiándola.

Las uñas hundiéndose en su piel, arañándolo. Le encantaba esta niña, inexperta, inocente y gozándolo. No tardaron mucho en llegar, juntos. La menor se habia abrazado a él, enterrando lo más que pudo sus uñas en su piel, como un gatito asustado. El apretaba sus caderas con un poco de fuerza, jadeando ligeramente. Beso su mejilla mientras ambos se relajaban.

-Considera esto como un inicio princesa. -murmuro al sentir como la joven se alejaba, conectando ambos sus miradas. Tomo el rostro del moreno y se fundieron en un beso. Se dejaron caer a la cama, abrazados y sin intención de soltarse.

"Esto apenas inicia". El arco resonó en su interior, pero logro ignorarlo. Por primera desde que esas pesadillas la atormentaron podría dormir con calma y en paz. Los brazos de McCree la acobijaron y la seguridad de estará ahí con ella hacía sentir paz.

Al otro lado de la calle arriba de un par de rocas, una silueta totalmente oscura con una esfera morada en manos, jugándola. Sonreía complacida por lo visto. Se puso de pie y la esfera se transformó en un arco de color morado y dejando una estela de luz del mismo color.

-Ya falta poco. Pronto madurara. -y desapareció dejando firmas de vacío y una ligera neblina negra.

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