Capítulo V

Pasos en la oscuridad

Y después de estar inconsciente por un rato, desperté... Estaba muy aturdido, y en mi cabeza solo escuchaba el desgarrador sonido de los gritos de Luis, que se hacía más y más fuerte con cada segundo que pasaba. Atormentándome con mi propio nombre, hasta que de repente sus gritos cesaron y entre en razón.

Tenía un fuerte dolor de cabeza, estaba mareado y aturdido por el golpe, sin saber por unos segundos donde estaba ni como había llegado hasta allí.

Al pasar de unos segundos recordé parte de lo que sucedió. Había caído allí, culpa de Taylor que me hacía lanzado con una patada en el pecho, no lo podía creer ¿Así sería mi primer día?, ¿En serio?

En fin, no pensé mucho en eso y me enfoqué en saber qué hacer ahora. Intente levantarme como pude cayéndome en el primer intento, pero logre levantarme sujetándome de las frías paredes de concreto que me rodeaban para ver a mi alrededor. Oscuridad... paredes de concreto y un silencio abrumador era lo único que allí se encontraba.

O eso pensaba.

Me levanté y miré hacia arriba de donde caí, y pude ver que la caída había sido de tres metros y el agujero estaba muy alto como para intentar volver por allí. También había notado que ya era casi de noche, calculé que había pasado allí como unas tres horas. ¡Empecé a gritar, a ver si alguien me respondía! Pero nadie contestó, era un lugar algo aislado y un poco boscoso, era muy difícil que alguien me escuchara allí. Lo único que se me ocurrió hacer fue sentarme recostado a una pared, mirando a la otra pared de enfrente, pensando, "Probablemente, se den cuenta de que estoy aquí y vendrán por mí o Luis les dirá dónde estoy y volverá". Pero paso el tiempo, y nada.

Ya estaba entrando en pánico y en mí se formaban miedos nunca antes experimentados. Entonces agarré un poco de valor y me levanté con intención de recorrer el túnel en busca de otra salida. Pero había dos caminos, izquierda y derecha. Como no supe como decidir por cuál camino ir, solo me senté de nuevo a pensar.

No tenían luz ninguno de los dos, estaban completamente oscuros y la única luz que en ese sitio se veía era la que entraba por el agujero por donde caí. Pero no termine de coordinar mis ideas y tomar una decisión cuando escucho una pequeña salpicadura a lo lejos, creí que era una gotera, pero empezó a sonar más fuertes y más seguidas. Me levanté para escuchar mejor mirando hacia donde venía el ruido. ¡Cada vez se hacía más fuerte! Hasta que por mi mente paso.

Son pasos en la oscuridad.

No sabía qué hacer, ¡Estaba muy asustado!, ¡¡Estaba entrando en pánico, no sabía que hacer!!, Y cuando escuché esos pasos acercándose más rápido, cuando empezaron a correr hacia mí, mis instintos solo me dictaron una cosa.

¡¡CORREEE!!