Capítulo 24: PAZ EN EL CAOS
Capítulo XXIV
Paz en el caos
Algunos seres humanos somos muy tercos.
Algunos, aunque veamos el mal acercarse a toda velocidad, no huimos. Sino que preferimos atacarlo de frente, con todas nuestras fuerzas y convicciones alineadas pera vencerlo. porque a veces, el mal del que huimos, será el que después nos persiga. Y ahora la pregunta es, ¿Atacarás? O Dejarás que te atrape.
1 día después.
Los días anteriores al día del evento nos reuníamos los tres en la casa donde Rafael y yo nos quedábamos, planeando cuáles serían nuestros movimientos y finalmente, después de tener un plan, ya estábamos listos. Tenía que ser perfecto, sin ninguna falla, porque tan solo una podría acabar con nosotros.
Cada uno por su parte nos fuimos preparando, Alexandra y Rafael seguían planeando todo y haciendo reconocimiento del terreno de la universidad ajustando los últimos detalles, mientras que yo, a espaldas de ellos, me prepararía de otra forma.
(Viernes 18) 7:00 am
36:00:00 horas para el atentado.
—¿hola? —llamaba mientras tocaba la puerta— ¿Hola? ¿Hay alguien?
—... ¿Qué? ¿Tú de nuevo? —dijo el señor asomándose por una orilla de la puerta— ¿volvieron a seguirme haciendo más preguntas?
—No, no se preocupe —respondí— vine yo solo, necesito su ayuda.
—No puedo ayudarte —dice serrando la puerta.
—¡ESPERE!, hay vidas en riesgo ¡Por favor necesito su ayuda! —insistí.
—¿¡En que quieres que te ayude!? —dijo abriendo la puerta de golpe, con una expresión seria en su rostro.
—¡Moon Red está planeando atacar la universidad donde estudio!, ¡Y No sé qué hacer!
—¿Y qué crees? ¿Qué puedo mover una varita mágica y evitar todo? —dijo de forma irónica.
—¡Por favor!... sé lo que hizo en su época cuando era de Moon Red, sé que es muy buen estratega y sabe de combate, por favor enséñame.
—¿De dónde sacaste todo eso? —preguntó confundido y cerio.
—Lo leí en un diario hecho por la mamá de una amiga llamada Dianne.
—Dianne —dijo sorprendido y en un tono algo triste mirando hacia abajo.
—¿Qué? ¿La conoce?
—Ok, te ayudaré —dijo cambiando el tema.
—¿¡En cerio!? —respondí— ok gracias.
Salimos ambos y fuimos a la parte trasera de su casa, donde había un depósito, herramientas, leña, entre otras cosas.
—Ok, ¿vez ese tronco de allí? —dijo señalando un tronco cortado que estaba sobre una base para cortarlo.
—Sí —dije afirmando con la cabeza.
—golpéalo.
—¿Qué lo golpee dice? —exclame confundido.
—Sí, golpéalo con todas tus fuerzas.
—Okaaay, lo intentaré.
Me acerqué al tronco y poniéndome en posición, le lanzó una patada con todas mis fuerzas, y tan solo logré hacerlo caer.
—¡AA!, duele.
—¿Duele?, entonces lo haces mal —según lo que me dijiste, tienes algo raro por dentro, digamos que... una nueva habilidad mal usada, rapidez, fuerza... ira, todo eso te hace tener ventaja sobre los demás, pero ¿supongo que te concentras para perder el control y desbloquear esas habilidades para atacar no?
—pues.
—¡Exacto! Solo pierdes el control, desaprovechando todo tu potencial, ahora mira —dijo agarrándome de los hombros colocándome frente a otro tronco posicionado igual al anterior— ahora necesito que sierres los ojos, concentra toda esa ira, toda esa tristeza y todo ese poder, mándalo hacia tu pierna ¡y patea!
Me acerqué al tronco y me puse frente a él, serré los ojos y me concentré, sentí todo mi cuerpo y sentí como ese escalofrío corrían por él, y concentrándome lo más que pude, ¡Abrí los ojos y pateé con todas mis fuerzas!, logrando lanzar el tronco tres metros hacia adelante.
—¡Wow! — exclamé— ¿¡cómo fue eso posible!
—Solo lo fue, ahora ya sabes que posees más fuerza que cualquier otro, podrás vencerlos con facilidad, pero ahora tienes que irte.
—¿Qué?, ¿tan rápido?
—sí, lo siento hijo —dijo en un tono algo, triste— ¿sabes por qué estoy acá tan lejos de todos?
—No, pero no tiene por qué estar así.
—Estoy acá escondido porque siempre supe que Moon Red volvería de las cenizas, y algún día vendrán por mí.
—No se preocupe, yo lo cuidaré.
—No lo digo por mí, yo hice muchas cosas y en parte lo merezco, pero no quiero que le hagan más daño a nadie... así que si vienes solo puede ser por un corto tiempo o Moon Red podría rastrearme.
—Si, creo que he leído eso en el diario de Dianne, a y por cierto, ¿usted conoce a Dianne? Porque no sé, reacciono raro cuando se la nombre.
—Ya debes irte, nos vemos luego —cambio el tema de nuevo.
—Ok, cuídese.
—Lo mismo digo.
Salí de esa casi mirando hacia atrás, era un señor algo obstinado y extraño, pero en él veía la soledad y una tristeza que trataba de ocultar de los demás. Algo entristecía su alma y eso me conmovía y en ese momento, mirando hacia atrás, en mi mente le decía gracias, gracias por ayudarme a controlar lo que usaría para enfrentar el mal que se acerca, le prometo que mi historia no terminara como la de usted.
Porque yoo ganaré.
(Viernes 18) 8:00 pm
23:00:00 horas para el atentado.
Volví a casa ya de noche, y me encontré con Rafael dormido en el mueble, pobre... debe de estar cansado, me acerqué y vi una nota al lado de él, y con mucho cuidado me acerqué a él y agarre la nota y alzándola leo en ella:
"Hola Adrián, ya logré terminar las cosas que necesitaríamos para mañana junto con Dianne, tratamos de seguir lo mejor posible tus planos raros y bueno, ahí está, espero que sirva"
Luego de leer la carta vi que cerca de él también había una gran caja de cartón, la tomé y la subí a mi habitación para revisarla allá, al abrirla pude ver su contenido, y con una sonrisa pícara me dije a mi mismo.
O sí, claro que servirá.
(Sábado 19) 05:00 pm
02:00:00 horas para el atentado.
Toda la mañana de ese día nos preparamos, compramos algunas cosas para el plan, al igual que un poco de ropa más elegante para la fiesta, y a las 5:00 de la tarde ya faltaba poco para qué empezará la fiesta. Ya Rafael y yo nos habíamos arreglado y preparado para ir, pero hacía falta Alexandra.
—hey Adrián —dijo Rafael— recuerda que tienes que ir a buscar a Alexandra a su casa para ir a la fiesta.
—Rayos —dije llevandome una mano a la cara— se me había olvidado, ya voy.
—Anda de una vez.
—Okok.
—Y aprovecha que andas elegantes y trata de conquistarla —guiño un ojo riendo.
—Yaaaaa deja tus cosas —dije riendo un poco— iré a buscarla, en un rato vuelvo.
Salí rápidamente de mi casa para ir a la de Alexandra y buscarla. En el camino, tengo que confesar que andaba algo nervioso, y no por los planes ni por Moon Red, era por... no se, tal vez por algunas cosas que tratada de negar. Después de unos diez minutos caminando, finalmente llegue a su casa parándome frente a la puerta, y por unos segundos me quede allí de pie... pensando. ¿Será lo correcto dejar que ella nos ayude? Podría ser peligroso, entonces decidí dar la vuelta y dejarla allí, pero de repente escucho.
—¿Adrián?
Me doy la vuelta y allí la veo. Me quedé un segundo allí admirándola, estaba muy hermosa, tenía un vestido color negro y tenía rizado su cabello marrón. Sus ojos color café deslumbraban y me dejaban hipnotizado.
Ella, se acercó a mí y dijo.
—heeeeey, ¿ya estamos listos? —pregunto mientras bajaba las escaleras del frente de su casa.
—amm, sisi —dije nervioso— ya estamos listos para ir.
—okaaay —sonrió.
—hey... —dije en tono bajo y muy apenado— estás muy hermosa hoy Alex.
—¿Insinúas que los otros días ando fea?
—No No No —dije entrando en pánico.
—Es brooooma —rio a carcajadas— gracias, tú también estás muy guapo hoy —dijo acercándose a mí— es hora de irnos Adrián.
—A, si vamos —respondí nervioso.
Junto con ella fuimos a donde estaba Rafael para cargar todo lo que necesitaríamos para el plan, verificando por última vez todo para que no nos faltara nada, y después de tener todo, fuimos a la fiesta.
(Sábado 19) 06:00 pm
01:00:00 Hora para el atentado.
Finalmente, había llegado la hora. Habíamos llegado cuando la fiesta ya había empezado hace un rato, estábamos allí frente a las puertas de la universidad, y fue la hora de separarnos. Rafael tomó uno de los bolsos y se fue a su posición, mientras que para Alex y para mí había llegado el momento de entrar a la fiesta y empezar con el plan.
—Bueno, llego la hora de entrar —dije volteando hacia Alex.
—Ok —suspiro hondo— ahí vamos.
Ella me tomo del brazo y juntos empezamos a caminar en dirección a esas grandes puertas iluminadas por miles de luces amarillas de navidad. Ese hermoso paisaje me recordaba la gran fijación que tengo hacia las estrellas que siempre ocultaba, esas luces, ese ambiente... era muy hermoso. Volteaba hacia Alexandra y ella miraba fijamente las luces con gran asombro y una sonrisa hermosa de gran gozo y alegría mientras sus ojos eran iluminados por todas esas luces... como las estrellas más brillantes que alguna vez había visto, y de repente ella voltea así mi y me sonríe, llenándome de esa luz interior que reflejaba, y por un par de segundos sentí algo que no había sentido desde hace mucho tiempo... paz.Incluso, casi olvidaba por completo que todo ese bello ambiente y toda esa luz, pronto sería interrumpida por el caos.
Finalmente, entramos a la fiesta, y en esta había bastantes personas, más de la que esperaba, el lugar estaba decorado con tonos dorados y plateados, el balcón frontal el cual daba hacia la puerta estaba decorado con flores amarillas y blancas, aparte de cortinas doradas mientras todo el lugar era iluminado por tenues luces de navidad amarillas en su interior, y bajo el balcón había un pasillo el cual llevaba al centro de la universidad donde había personas bailando y se oía de fondo una canción que me gustaba bastante "Control - KING COUNTRY" Y al parecer a Alex también le gustaba bastante.
—¿¡Escuchas!? ¡Amo esa canciooon! —dijo muy entusiasmada mientras entrabamos al patio central de la universidad.
Este sitio tenía un techo al aire libre en forma de cúpula, la cual dejaba que la luz de las estrellas entrase a iluminar el sitio aparte de las luces amarillas, las cuales alumbraban el centro del lugar donde era la pista de baile.
—¡heeey Adrián! —dijo en voz alta para que la escuchara con tanto ruido— ¡ya vengo, espérame aquí!
—¡Está bien!
Ella salió corriendo para donde estaban controlando la música y acercándose a él, le dijo algo y se devolvió.
—¿Qué paso Alex? —dije confundido.
—¡Ya veraaaaas!
—¿Pero qué? —preguntaba confundido.
—¡Es una Sorpresa! ¡Espera!
Ella me tomo del brazo y me llevo hacia la pista de baile.
—¿A dónde vamos?
—¡cállate y ven! —dijo riendo.
Ya en la pista de baile tengo que confesarlo, andaba muuuuuy nervioso.
—¡ahí viene!
—¿Qué? ¿Qué viene?
De repente, al terminar la canción, colocaron otra, una de mis favoritas, una interpretación de una canción de Elvis, "Can't Help Falling in Love" pero cantada por Ed Sheeran.
—Esa canción.
—¿Te gusta? —dijo sonriendo volteando hacia mí.
—Si, es una de mis favoritas —dije asombrado sonriendo un poco— ¿Cómo supiste?
—también es una de mis Favoritas —dijo sonriendo extendiendo su mano— ¿bailamos?
—¿En serio? —dije confundido y apenado.
—¡Claro bobooooo!
—Pero no sé bailar —dije bajando un poco la mirada.
—¿¡Y eso que!? Es un vals sencillo, ven —extendió su mano de nuevo, A lo que yo correspondí y la tomé.
Nos colocamos uno frente al otro, y ella colocó mis manos en su cintura y colocó sus manos en mis hombros.
—¿Okaay? Sigue mis pasos Adrián, uno a la izquierda y otro a la derecha.
—lo intentaré —sonreí nervioso y empecé a dar los pasos que ella me dictaba.
—¡VEZ! ¡estás bailando! —rio entusiasmada.
—¡Estoy bailandoo! —dije riendo muy entusiasmado mientras bailábamos al son de la canción.
Hera un momento hermoso, los dos nos veíamos a los ojos mientras dábamos vueltas en la pista al son de la música, ojalá este momento durara para siempre, y esa sonrisa tan hermosa siempre siga brillando. Pero, ese momento fue interrumpido de repente por una llamada telefónica.
—Ash, dame un minuto Alex, tengo que contestar.
—aamm claro, casi olvidaba lo que teníamos que hacer —bajo un poco la mirada.
—Ok, no tardo —dije con un tono de frustracion soltándome de ella.
Agarré mi teléfono y vi en la pantalla.
(Llamada entrante: Rafucho)
—¿Hola? ¿Qué paso Rafa?
—Aaaww tan lindos los dos allí bailando, me conmueven —dijo ironicamente— perdón por interrumpirlos, pero tenemos otros asuntos que atender.
—Ash, lo había olvidado, ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estás?
—Estoy en el techo de la universidad, cerca del patio central.
—¿Qué has visto? —pregunte.
—Veo a algunos de nuestros amiguitos de Moon Red en la entrada, pero no están haciendo nada, aun, solo están allí.
—¿Crees que me habrán visto?
—Pienso queeeeeee, sí.
—¿Los tienes en la mira con el rifle de clavos que te di? —dije por teléfono mientras me alejaba un poco de la gente.
—Sí, y no me molestaría en nada clavar a esos bastardos en una pared.
—Calma Rafael, hay que seguir con el plan, me iré a cambiar.
—Ok, te avisaré si sucede algo.
—Dale —dije mientras bajaba el teléfono y le marcaba a Alex.
(llamando...)
—¿Hola? ¿Adrián que pasa?
—Ya es hora —suspiré— ¿Esta lista? —dije en un tono algo desanimado.
—A ok, si estoy lista, tampoco es como si tuviera que alistarme tanto, solo tengo que ser carnada y ocultarme, ¿no?
—Cuídate por favor... —dije preocupado.
—No te preocupes, yo siempre ando bien y hoy no será la excepción, nos vemoooos.
—Ok, en verdad cuídate, tengo que colgar iré a cambiarme, adiós.
—Baaaaay
Colgué el teléfono y respiré hondo. Ash, es hora de empezar. Fui rápidamente a buscar la maleta que tenía guardad, en la cual tenía ropa distinta a la que había usado para entrar, de forma que no me reconocieran si me habían visto antes. El plan era que al verme entrar con Alex a la fiesta, ellos entrarían también, y con algunos explosivos y tomando control de los portones eléctricos, atraparlos dentro de la universidad y que la guardia estudiantil y la policía los atraparan, mientras que Rafael en el techo estaría al pendiente de disparar con un rifle de clavos para inmovilizarlos si trataban de atacar a alguien. Era un plan casi perfecto, relativamente, pero no siempre salen las cosas como uno las planea, ¿no?
Subí corriendo por las escaleras para ir al baño y cambiarme, hasta que llegué y entre. Coloque la maleta en una mesa, me asegure que no hubiera nadie y serré la puerta para que nadie entrara. Este baño se encontraba en el tercer piso, el cual estaba completamente solo, al igual que el segundo, lo cual era perfecto para poder cambiarme sin que nadie se diera cuenta. Pero cuando estuve a punto de empezar a cambiarme, entra una llamada.
00:10:00 minutos par el atentado.
(Llamada entrante: Rafucho)
—¿Hola? —hubo silencio en la línea— ¿¡hola!?
—¡Adrián! ¡ADRIÁN!
—¿¡Que pasa!? —pregunte alarmado.
—¡Tenemos un problema! Estaba viendo la entrada, ¡y la guardia estudiantil ya no está!
—¿¡QUE!? —exclame.
—¡Y los de Moon Red tampoco están! Este plan se está viniendo abajo.
—No aun no —dije serio.
—¡Van a entrar y harán un desastre! ¡Y ni siquiera sé por dónde atacarán! ¡¡fracasamos!!
—¡Que no, aún no! Veré que puedo hacer, me cambiaré y bucare por el lugar a ver si los encuentro.
—¡No! —dijo serio y en tono fuerte— ¡hay que seguir el plan hasta las últimas consecuencias, A demás¡es muy arriesgado que te encuentren! Si te ven te atacarán, de ninguna forma permitiré que salgas a buscarlos, a demás estoy acá arriba vigilando y no podre ayudarte, ¡No permitiré que lo hagas!
—Lo siento Rafa... —dije— pero no fue pregunta.
00:04:00 minutos para el atentado.
Bajé el teléfono y colgué. Coloque mis manos sobre la mesa y respirando hondo, levante mi cabeza y mire mi reflejo en el espejo y me dije a mi mismo. No puedo creer que tendré que hacer esto de nuevo, pero es la única forma, lo siento Rafael... pero hoy no seguiremos los planes.
Entonces cambiando la cara a una de seriedad, tomé con las dos manos la maleta y la abrí, allí estaba la otra ropa para cambiarme, pero también había otra... un sobretodo blanco el cual había comprado hace un tiempo, una máscara de metal parecida a los cascos de motocicleta pintada de blanco, y también había traído el traje que había hecho cuando estaba en Moon Red, totalmente reparado y con varias mejoras, aparte que le había cambiado el color a esta armadura, pintándola con aerosol blanco para ocultar el color negro original, ya que no era la misma armadura, y yo ya no era la misma persona... o eso intentaba. Ya era hora de usar esta armadura para el bien. Tristemente, no había podido salvar la armadura "creación" pero esta haría lo que necesitara. Me la puse rápidamente mientras el teléfono sonaba una y otra vez, era Rafael, pero no podía atenderle en ese momento.
00:00:05 segundo par el atentado
Mientras me vestía pensaba, tal ves no ocurra nada ¿no?
00:00:04
Tal vez solo exageramos y en realidad todo sea falsa alarma.
00:00:03
00:00:02
O... tal vez no.
00:00:01
Cuando estaba terminando de ponerme la armadura, de repente se escuchó un gran estruendo. En ese momento sentí un vacío en mi estómago y sentí cada uno de los latidos acelerados de mi corazón y en voz baja exclamé.
Ya empezó...
00:00:00
Rápidamente, termine de vestirme y Salí del baño golpeando la puerta y corriendo a toda velocidad por los pasillos hasta pasar por el pasillo de mi sueño. Era todo igual, se escuchaban los gritos de fondo y una de las luces parpadeaba, el pasillo estaba solo y se escuchaban disparos al aire de fondo y solo pude pensar.
No pude evitar el desastre.
Seguí corriendo y baje al segundo piso, pero al intentar bajar al primero, la puerta estaba cerrada, entonces me di la vuelta y busque otra forma de bajar, pero solo había unas escaleras y ya. Sin forma de bajar y con Moon Red abajo amenazando a la gente, tuve que tomar una decisión. Del bolsillo saque el control que detonaba los explosivos de la alarma y de las puertas, lo saque y serrando los ojos, presione el botón, y un gran estruendo se escuchó. Empezó a sonar la alarma y las dos puertas de los laterales cayeron y se serraron en seguida ¡Pero la puerta del frente había quedado atorada!, ¡No se cerraban!, No sabía qué hacer en ese momento. Escuchaba debajo de mí como los soldados de Moon Red se empezaron a alarmar por las explosiones diciéndose entre sí.
—¡Tratan de atraparnos!
Y entonces empecé a escuchar sus pasos corriendo para salir, ya no había tiempo para pensar... Solo empecé a correr hacia el borde del balcón que veía hacia ese portón, y salte por él. Empecé a correr por una pequeña orilla sobresalían de la pared de los lados y luego salte hasta el portón sujetándome de él y haciéndolo caer frente a ellos. Caí frente a sus rostros con las plantas de los pies mientras caían chispas de las luces que rompí al bajar la puerta, y quedando allí de pie frente a ellos mirándolos, levanté mis manos en forma desafiante y dije.
—buenas noches caballeros.
Ellos solo se quedaron allí parados, viendo, tal vez pensando ¿¡quién rayos es este tipo!?, vi que tenían los brazaletes que disparaban balas que yo había hecho cuando estuve en Moon Red, pero probablemente ya no tendrían balas, ya que las abrían gastado disparando al aire, puesto que no esperarían que alguien les aria frente. Ellos sacaron unos garrotes eléctricos y empezaron a caminar hacia mí para atraparme, pero yo presioné un botón en uno de mis guantes, el cual convertía mis guantes en guantes eléctricos para atacarlos también, y empecé a caminar también hacia ellos. ¿Solo son cuatro, no? ¿Qué tan difícil puede ser?
Es hora de la acción.
Uno corrió hacia mí y trato de golpearme con el garrote, a lo que yo logre esquivarlo y con el guante eléctrico le sujete el cuello haciendo que se retorciera por la electricidad quedando inconsciente, en eso otro de ellos me golpea con el garrote en el brazo y después trata de golpearme de nuevo, pero logro agarrar este con la mano quitándoselo y golpeándolo en la cabeza con él, luego uno de ellos trata de electrocutarme con su garrote a lo que con el mío logro bloquear y lo golpeo en la rodilla y luego encendiendo mi garrote lo electrocuto clavándoselo en el pecho.
Solo quedaba uno.
Este agarro dos garrotes, uno en cada mano y empezó a acercar a mí. Y cuando estuvo a punto de golpear, se escuchó un disparo y el callo de rodillas con un clavo clavado en la rodilla, él gritando por el dolor suelta ambos garrotes, a lo que yo suelto el mío y colocando mi mano en su cuello, lo electrocuto.
Todos estaban en el suelo, pero de repente otro sonido de disparo se escucha y un clavo se incrusta en mi armadura. Era Rafael, ¡No sabía que era yo!, me cubro la cabeza con los brazos y empiezo a correr junto con la multitud despavorida hacia uno de los portones, el cual habían logrado abrir. Pero en vez de salir, subo las escaleras hasta el baño donde me había cambiado para poder ir, quitarme el traje y ponerme ropa normal.
Después de cambiarme salgo a la parte de afuera y veo a la multitud asustada, y buscando entre esta veo... ¿Alex?, ¿¡Donde esta Alex!?
Desespero entre de nuevo al lugar en ruinas logrando llegar al patio central, este estaba vacío y en silencio, la decoración se había destruido y el piso estaba lleno de basura, y parándome en medio del sitio, escuché una voz.
—¿Adrián?
Empecé a ver a todos lados hasta que detrás de una mesa, la veo.
—¿Alex? ¿¡Alex!? —Salí corriendo hacia ella y la ayudo a levantarse.
—¿Dónde estabas? —dijo mientras se levantaba.
—Lo siento, quede atrapado en el baño, pero logre accionar los explosivos a tiempo.
—¿Cómo paso eso? —dijo extrañada y confundida.
—Ni yo lo sé —dije— ¿pero qué paso?
—Alguien vestido de blanco logro detener a los tipos de Moon Red y Rafael bajo y los ato con unas cuerdas para que viniera la policía por ellos.
—A ok —reí aliviado— todo un espectáculo, ¿no?
—Pues sí —rio un poco— lo bueno es que nadie salió herido y se solucionó todo.
—See, lástima que toda esta fiesta se echara a perder.
—heeeey, ¡pero aún no está arruinada por completo! —sonríe mientras rie un poco.
—¿Qué? ¿De qué hablas? —dije confundido.
—¡espéreme aquí, ya vengooo!
—ammm ¿okay?
Ella corrió hasta la computadora donde estaba la música, busco algo y empezó a escucharse música. Mientras esta sonaba a todo volumen en el lugar, ella empezó a caminar hacia mí y sonriendo dijo.
—¿Te gusta el vals? —pregunto en tono picaro.
—Bueno emm, ya me enseñaste a bailarlo hoy, ¿no? —dije nervioso.
—Entonces, ¿quieres bailar una última vez? —guiño el ojo extendiendo su mano mientras se escuchaba un son de vals de fondo.
—¡Claro hermosa! —dije sonriendo de lado tomándo su mano— ¿y como se llama la canción?
Ella me miro, sonrió, y sujetándome los hombros dijo.
—Vals con la muerte.
Y empezamos a bailar en el centro de esa pista, iluminada por las luces amarillas que parecían estrellas, mientras bailábamos esa tocada atrevida de vals en medio del desastre viéndonos a los ojos, olvidando todo. Aun después del infierno, juntos logramos conseguir paz mientras bailábamos y cantábamos esa canción:
"Un, dos, tres, un, dos, tres baila niña.
Un, dos, tres, un, dos, tres con tu pesar.
Un, dos, tres, un, dos, tres tan perdida.
Un, dos, tres, un, dos, en este lugar.
En este lugar.
En este lugaaaaar
Perfecto para un vals"
Y de repente en medio de nuestro baile se empiezan a escuchar las sirenas de la policía, nos miramos uno al otro y sonriéndonos yo dije.
—¡Hora de escapar! —dije riando a carcajadas.
La tomé de la mano y salimos corriendo del lugar mientras reíamos como unos completos locos a pesar de todo lo que había pasado esa noche, los dos juntos... andábamos felices de alguna extraña forma, una que solo nosotros comprenderíamos, y antes de terminar la noche, caminamos por las calles oscuras hasta llegar a su casa.
—hey —volteo hacia mí.
—¿umm? Dime.
—La pase muy bien hoy, bueno a pesar del gran desastre que paso —dijo sonriendo mientras se quitaba un cabello de la cara.
—sii —reí nervioso— yo también la pase bien aun en medio del desastre, ese último baile se sintió, paz, una extraña e incomprensible paz.
—siii —rió— bueno, tengo que entrar, nos vemos luego Adrián —volteo hacia la puerta mientras que se despedía con la mano por encima de su hombro.
—hey... espera — traté de llamar su atención.
—¿dime? —se dio la vuelta para verme.
—Emm —me puse nervioso— N-no no nada, olvídalo, después te digo —sonreí nervioso.
—¿Okaay? Nos vemos —sonriendo, se da la vuelta y entra a su casa.
Yo respiro hondo, y me doy la vuelta para volver a casa. En el camino seguía pensando algunas cosas, las luces de la calle me hacían recordar ese momento cuando bailábamos y las estrellas me recordaban las luces reflejadas en los ojos de Alex. Pero también pensaba en el ataque de Moon Red. ¿Lo volverán a intentar?, ¿Estaremos a salvo?
A cada paso que daba esperaba con todas mis fuerzas no tener que usar ese traje de nuevo, pero también imaginaba las posibles consecuencias que mis actos de esta noche repercutirían en el futuro. Pero estaba muy ocupado en mi mente pensando en Alex como para reflexionar en lo que había pasado hoy, lo que habíamos hecho. Esto, traería consecuencias, y lo pagaríamos caro.
Muy caro.
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