Capítulo II

Principio

Bueno, para entender esto mejor, empecemos desde el principio.

Desde que era muy pequeño siempre fuí, por decirlo así, diferente al resto.

Pensaba, actuaba y me comportaba distinto a los demás, era un chico de gran intelecto y una mente prodigiosa. Me la pasaba construyendo máquinas raras que salían del fondo de mis pensamientos, de mis sueños. Aparte era muy inocente, en vez de querer tener malicia para sobrevivir al mundo, prefería tratar de devolverle la bondad que a este le hacía falta.  

Me gustaba la paz, la música, era un chico tranquilo, casi invisible, tenía un acento diferente a los demás, entre otras cosas que marcaban una diferencia, y aunque tratara de encajar, no lo lograba. Por ser diferente al resto he sufrido mucho en la vida.

Por ser diferente, el mundo me ha hecho sufrir. 

Pero creo que vale la pena ser diferente al mundo que te hace sufrir.

Y aunque no me avergüenzo de como soy, hay veces que me he preguntado ¿Y si fuera una persona normal?, ¿Cómo sería si por al menos un día no sufriera por lo que soy?, y si todas mis cualidades se fueran y fuera uno más de muchos, ¿Será que sería feliz? ¿Encajaría con los demás?, Será que, ¿Encontraría paz?

Hay muy pocas personas que me han aceptado como soy. Incluso mi familia a veces no lo acepta. Muchas personas me tachan de bicho raro solo por no pensar como ellos, eso duele.

 Y dolió por mucho tiempo, pero nunca hubiera imaginado.

Que todo estaba a punto de cambiar.