Capítulo I

Recuerdos Confusos

Esta historia será extensa, solo trato de mis recuerdos, excavando en los profundos terrenos de mi mente y así contar mejor esta historia, este largo camino por el cual he perdido el rastro, tal vez por alguna razón que aún no llega a mi cabeza o que tal vez está allí, esperando a ser descubierta de nuevo. Este rompecabezas distorsionado al cual llamo vida es muy difícil de armar, pero haré el mayor intento de hacerlo bien.

Desde pequeño me gustaba la lectura, y aunque era algo perezoso para leer me encantaban las historias que allí se narraban, el cómo simples palabras sin sonido, sin efectos especiales ni nada que saliera de sus páginas, aun asi lograba generar emociones en el lector, un mundo entero y complejo, vasto como las estrellas del firmamento, sendas que elevan la imaginación y el descubrimiento de un sin fin de mundos tan lejanos, y tan cercanos como los que están en nuestra propia mente, y eso me inspiro a escribir esto, a tratar de organizar mi vida como si de un libro se tratase y cada suceso de mi vida fuese uno de sus capítulos, uno tras de otro, contando una historia, eso es lo que intentó, organizar capítulo a capítulo el revoltijo de recuerdos que flotan sin orden en mi cabeza, solo espero lograrlo y que quien lo lea también pueda entender mi mente, su luz en la oscuridad, el intenso y arduo debate que siempre me ha atormentado, mi alma, mis penas, mi dolor, mi historia.

Ash... Lo último que recuerdo fue que iba corriendo por las calles oscuras, muy agitado y cansado, huyendo de mi propia creación. Estaba lastimado y me costaba correr, escuchaba sus pasos y sentía su presencia acechante, casándome, buscándome. Pero no podía dejar, ¡No podía dejar que me alcanzara!. Me sentía agotado, Abatido, cansado de todo, cansado de tratar de encontrar paz y solo encontrar caos. Me sentía solo, realmente solo, traicionado por quienes juraron nuca abandonarme ni hacerme daño, una apuñalada en mi corazón y en mi alma que me impedía seguir, que ardía, que lastima a cada paso como una herida abierta que no sanaba. Engañado, por esas personas y por mí mismo, creyendo que de su lado estaría seguro y que en sus fríos brazos encontraría paz, pero había sido un gran error que pagaría caro, muy caro. Y todo este desfile de pensamientos pasaba por mi cabeza mientras escuchaba una voz que solo decía corre, ¡Corre!

Que no te alcancen.

Siempre que cuento todo lo que me paso, es algo difícil de creer, y más para quienes no lo vivieron en carne propia, para quienes solo tenían que fiarse de mis palabras y de los acontecimientos inexplicables de los cuales en poco tiempo todos se enterarían. Aquellos que han escuchado la historia y han creído me preguntan cómo he llegado hasta donde estoy ahora, Y la verdad es que ni yo lo sé. Los recuerdos son confusos, mi vida ha sido confusa, por eso es que me di a la tarea de escribir esto, así comprenderán mejor, y yo tal vez pueda recuperar todo el recuerdo de mi pasado, reconectar todo, reparar mi mente hecha mil pedazos, y tal vez así sea la forma que entiendan cómo he llegado hasta acá.

Es difícil de creer, lo sé, pero solo te pido.

Escucha, cree, huye.

Los monstruos existen, y tienen muchas formas, no dejes que te atrapen, y sobre todo, nunca te conviertas en uno, o estarás perdido.

Realmente perdido.