Capítulo 17

Neuvillette

— ¡Waa! ¡Qué precioso!

La sonrisa en sus labios, iluminó su rostro y siendo que sus ojos aguamarina se volvían más claros contra los rayos solares, la hacían lucir adorable. Leyna miraba de un lado a otro cada lugar que cruzábamos, ella admiraba los lugares como esos niños humanos que siempre sonreían felices al descubrir un nuevo tesoro, esa felicidad calentaba mi corazón. Para mí ver feliz a Leyna, era un sentimiento de satisfacción y no quería quitarlo en ningún momento.

Si ella era feliz yo también lo era.

Leyna y la señorita Furina hablaban entre ellas, la última le explicaba sobre todo aquello que Leyna tenía curiosidad, fuese el Palacio Mermonia, el Instituto de Ciencias de Fontaine o Elynas. Por lo visto, ambas se habían hecho grandes amigas, la señorita Furina se veía más feliz después de todo lo ocurrido en Fontaine, una sonrisa se dibujo en mis labios al verlas reírse como un par de cómplices, incluso Menthe se une a ellas en la conversación y agrega algunos detalles que cree importante.

— Menthe. Ella es Leyna, mi pareja.

Leyna le sonrió no sin antes hacer una reverencia como saludo. Menthe la miró curiosa pero no dudo en mostrarle una sonrisa.

— ¡Es un placer conocer a la pareja de Su señoría Neuvillette!

Leyna soltó una suave risa que fue oculta detrás de las mangas de su vestuario. Ella asiente con una mirada amable y se inclina a la altura de Menthe para verla aún mejor.

— El gusto es mío, Neuvillette me ha hablado mucho de ustedes.

No puedo evitar desviar la mirada cuando los ojos curiosos de Menthe se dirigen a mi, es clara la pregunta que hay en sus ojos "¿En serio?". La respuesta viene por si sola, ellas me conocen como yo a ellas, saben que me siento orgulloso y nunca he desconfiado de ellas, del mismo modo que nunca las he rechazado.

La mirada de Leyna recae en mi cuando se da cuenta de la mirada de la Melusina, ríe divertida y yo solo puedo sentir un rastro de vergüenza inundar mi rostro.

— Escuché que son como sus hijas — dijo de repente ganándose toda mi atención, mi cuerpo se tensa pero no niego sus palabras y tampoco la detengo —. Pero como aún no me caso con Neuvillette, espero seamos grandes amigas.

Las palabras de Leyna despiertan a mi dragón interior, su emoción la puedo sentir al igual que sus deseos.

Menthe abre sus pequeños ojos con sorpresa, ella me mira esperando que diga algo, sin embargo, no tengo nada que decirle ya que de ellas depende aceptar la amistad de Leyna, jamás las obligaría a hacer algo que no quieren.

— ¡Si!

Su sonrisa se ensacha, parece feliz de tener una nueva amiga. Leyna rie sin borrar su sonrisa, sus ojos brillan emocionados sin un rastro de disgusto en sus expresiones. Un suspiro de alivio abandona mis labios y es ahí cuando me doy cuenta que estaba preocupado por la reacción de Leyna.

Las horas pasan y el ocaso se oculta desde el horizonte. Las estrellas pronto hacen presencia sobre los cielos creando así, algunas de sus constelaciones, al mismo tiempo, llegamos a nuestro destino. Bajó del ferribús, observó los alrededores siendo consciente de algunos miembros de la orden judicial se encontraban haciendo guardia.

— Fontaine es realmente hermosa.

Unos brazos al rededor de mi cintura me recuerdan la presencia de mi pareja. Leyna se asoma desde atrás de mi espalda y sonríe de forma contagiosa que me provoca sonreír a mi también. Un bufido llama nuestra atención minutos después, la señorita Furina nos mira con reproche manteniendo sus brazos cruzados.

— No deberían comer frente a los pobres.

En un principio no entendí sus palabras, sin embargo, Leyna parecía que sí porque soltó una risa divertida. Se acercó a ella y restregó su mejilla con la Arconte, no pude evitar sentirme celoso de su cercanía, debido a eso mi mirada se volvió oscura.

— ¡Monsieur[1] Neuvillette, Sœur[2]!

— ¡Frère[3]!

Un joven cuya apariencia se asemejaba a la de Furina pero en una versión masculina y más alto. Sonreía de oreja a oreja, su largo cabello albino con degradado azul sobre las puntas, se ondeaba en su andar provocando que la belleza etérea brillara más. La reacción de Leyna fue linda, ella tenía sus ojos abiertos de uno en uno, miraba a la señorita Furina y a Monsieur Forcis, supongo que su sorpresa se debía al gran parecido entre ambos.

Lo entendía en gran manera, la primera vez que los conocí a ambos me sorprendió su gran parecido. Solía confundirlos, luego a ellos les gustaba jugar a intercambiar papeles y fingían ser el otro, siempre han sido unos adultos vestidos de niños.

Monsieur Forcis.

Lo salude, al mismo tiempo que observamos como ambos gemelos se fundieron en un abrazo. Duraron un rato en su propia burbuja, ignorando nuestra presencia, solté un suspiro y mirando a mi Diosa le extendí mi mano para que pudiera tomarla.

— No te preocupes por ellos, hablaremos en el Palacio Mermonia.

Leyna aparto su mirada de los gemelos y me miró con una sonrisa de labios cerrados, al tomar ella mi mano, fui capaz de sentir el temblor de su mano. Mi sorpresa al saber de su nerviosismo no duró por mucho tiempo, apretó su agarre sobre mi mano por lo que no dude en besa los nudillos de su mano.

— No estés nerviosa, estoy aquí para protegerte.

Ella me dio una última mirada y sonrió un poco más tranquila, asintiendo acepto mis palabras y ambos cruzamos el ascensor para ir en dirección al Palacio Mermonia, los gemelos venían detrás de nosotros en su propio mundo. Debido a la hora, pocos humanos se encontraban transitando por el Palacio Mermonia quienes al vernos llegar no dudaron en saludar y algunos otros que notaban a  Leyna, la miraban con curiosidad.

Al entrar en el Palacio Mermonia todas las miradas se dirigieron a nosotros, los saludos no se hicieron esperar por parte de los pocos trabajadores que se encontraban aún en su servicio.

— Su señoría Neuvillette, Focalors.

Los saludos de bienvenida fueron dirigidos a nosotros. Con un gesto de mano, se les dio la orden para que continuarán con sus labores, Focalors tomaron la decisión de tomar su propio camino para continuar su conversación, Furina realmente estaba emocionada, solo Sedenne se acercó a nosotros y nos acompaño a mi oficina.

Una vez dentro, escuché el informe de Sedenne sobre todo lo que Forcis había hecho en nuestra ausencia, así como alguno de los juicios que hizo al tomar mi lugar. Después de todo, Forcis no solo era el Arconte Usurpador de Fontaine, también era un juez. Mientras escuchaba el informe de Sedenne me encargue de dejar a Leyna en un lugar cómodo para que pudiera descansar, solo susurro un "gracias" para no interrumpir a Sedenne.

— Ludex Forcis dejó un juicio para que usted lo resolviera, en su escritorio se encuentra toda la información, ese es todo mi informe.

Observé los papeles sobre mi escritorio, había una carpeta de investigación de una persona masculina. Al tomarlo en mis manos y leer la información, entendí la razón de Forcis al dejarme este juicio,  no era algo que podía resolverse de un día para otro, aún tenía aberturas por investigar.

— Gracias, Sedenne. Me haré cargo desde aquí, diles a todos que pueden tomarse el día de mañana y el siguiente — la sorpresa se hizo visible en Sedenne lo que provocó una sonrisa en mi — Sedenne, ella es Leyna. Se quedará en el Palacio Mermonia conmigo.

Sedenne dirigió su mirada a mi pareja cuando Leyna se levantó de su lugar para caminar hasta ella y saludarla. 

— Un placer conocerte — a diferencia de su saludo a Menthe. Leyna tomo las manos de Sedenne con cuidado y le regaló una sonrisa amable, quizás porque se había dado cuenta que no estaban familiarizadas con los saludos formales fue que cambio su saludo.

— El placer es mío, señorita Leyna — tras su pequeño saludo, Sedenne me miró curiosa —. Entonces, ¿le preparo una habitación extra?

Negué con un gesto de cabeza—: La que está conectada a la mía es suficiente.

Tanto Leyna como Sedenne me miraron con asombro pero no quise dar explicaciones, así que desvié mi mirada al otro lado de la habitación. No quería que ella supiera que no quería tenerla muy lejos de mi.

— Está bien.

Sedenne salió de mi oficina, dejándonos solos a Leyna y a mi. Mi diosa no tardó en soltar una risa divertida luego de que el ambiente se volvió ligero al estar solo nosotros, la miré sin borrar la sonrisa en mis labios.

•••

¡Listooo!
OMG lo logrééé, no puedo creerlo.
Fue difícil este capítulo por qué hoy tocó narrar a Neuvillette. Así que espero les guste, les emocione y disfruten mucho de este capítulo.

Gracias a todos y a todas por esperar y leer el capítulo de hoy.

Nos vemos en la próxima actualización

Pd: Las fallas ortográficas las corrijo luego.

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