Rasqué mi mejilla con nerviosismo.

— Lo siento, Lumine. La verdad es que planeaba entrenar un poco — Lumine me miró con una ceja alzada, su mirada parecía pedir una explicación al respecto —. Tu ya me has visto, mi poder es débil al igual que mis fuerzas, necesito volverme fuerte.

No era mentira, era débil y necesitaba incrementar mi poder. Este juego me poseyó como un ser débil como cualquier otro protagonista de una novela web — aunque en mi caso yo no era el protagonista—, no entendía la razón de no darme todo mi poder desde el inicio, de esta manera, solo tendría que conocer mis habilidades y practicar con ellas.

¿Esto es lo que los protagonistas sienten al empezar de cero en un nuevo mundo?

Lumine me analizó unos segundos antes de asentir con un gesto de cabeza. Sabía que ella también me entendía, ser débil en este mundo no me serviría de nada, ya que no sabía a que podríamos enfrentarnos en el futuro. Además, puedo tomarme el tiempo de buscar una solución para el problema de Sumeru, el cual espero no sea borrar alguna entidad que el Irminsul guarde entre sus raíces.

— ¿Quieres que vaya contigo?

Las comisuras de mis labios se levantaron.

— No hay necesidad, princesa.

Lumine frunció sus labios, parecía querer decir algo más pero no pude adivinar que era. El brillo en sus ojos se había apagado unos segundos como si la ilusión en ellos hubiese desaparecido, la observé un par de segundos más incluso mire sus ojos, sin embargo, ella desvío su mirada al armiño para que no la viera.

— Está bien, entonces me iré.

Ella dio media vuelta y camino a la salida dispuesta a irse, antes de que me diera cuenta, mi cuerpo fue más rápido y una de mis manos tomaron su muñeca. Esto en definitiva no estaba en mis planes, parecía una escena cliché  de Shojo.

— Espera, Lumine.

La rubia miró de mi mano a mis ojos, nuestros ojos se conectaron ante ese pequeño gesto. Sí, esto era como un Shojo de esos que algunas veces me llegaron a hacer llorar, porque maldita sea, soy un hombre y también lloro con esas escenas.

¡No me juzguen!

— ¿Qué pasa?

Ella me sostuvo la mirada, ante esto, los nervios crecieron en mi sistema.

— Hm..

¡Justo de eso hablo!

¡Incluso puedo ver las diferencias de altura!

Me fue difícil evitar comparar nuestras diferencias de altura ante la pequeña cercanía que se había formado entre nosotros. Lumine me llegaba a los hombros, de no usar esos zapatos con tacón seguramente me llegaría unos centímetros más abajo de los hombros.

Carraspeo llevando mi puño a la boca. 

— Te gustaría...hm, ¿te gustaría ir a ver las estrellas conmigo más tarde?

Rasqué mi nuca con nerviosismo mientras la miraba. Parece que a Lumine le tomó por sorpresa mi propuesta, pues sus ojos se abrieron con sorpresa luego desvío su mirada a otra zona de mi habitación.

Ah, lo había olvidado. Estamos en mi habitación, ¿no es eso malo?.

— Está bien — Lumine se liberó de mi agarre con suavidad, no me queje, la solté —. Te veré más tarde, entonces.

Con un movimiento de mi cabeza le dije que "SI". Ella me echó un vistazo antes de irse, al cual le devolví acompañado de una sonrisa pintada en mis labios. Inclusive el pequeño armiño había copiado el gesto para despedirse de mi, y aunque me pareció raro, al principio no le di importancia hasta que me di cuenta de algo.

Sí, lo había olvidado por un momento.

¡Lumine se llevó el sistema!

Pensé entre ir a buscarla aprovechando que no llevaba mucho tiempo de haberse ido o dejar al sistema en sus manos y aprovechar el bug. Con una sonrisa traviesa pintada en mis labios, decidí dejar al armiño en manos de Lumine, era seguro que estarían bien así que no había nada de que preocuparse.

Con ese plan en mente, me preparé para cumplir con el dichoso entrenamiento. Antes de eso, llamé a la ventana de estado en voz alta en mi idioma nativo [Español], la ventana de estado pronto se reflejo frente a mi, afortunadamente el sistema servía de forma automática, este detalle no lo pase desapercibido.

De la misma manera que en un videojuego, la pantalla de inicio que se presentó fue una presentación sobre el jugador actual (osea yo), había una imágen de mi aparecía actual en la parte de en medio de la pantalla, también estaba el número de mi nivel y el elemento que manipulaba.

En la parte izquierda de mi imágen estaba mi nombre e información básica y en la parte derecha habían unos apartados pequeños en forma rectangular que tenían títulos (armas, habilidades, constelación, etc).

Finalmente en la parte de arriba, estaban otros apartados pero estos solo eran tres (home, misiones y tienda online).

Ignorando el resto de apartados, solo di clic en el apartado de misiones, cada una de ellas tenían colores distintos de manera que daba a entender la importancia de cada una. Sí, tal como piensan, el diseño de este sistema no era como el que me recibió al inicio, este era nuevo en muchos aspectos.

Leí la información de la misión de entrenamiento, entre toda la información busque la ubicación.

【Coraje y Destreza: ¡Es hora de incrementar tu fuerza! Ha pasado un tiempo desde que el usuario llegó a este mundo, sin embargo, aunque cuenta con una visión Geo no ha desarrollado bien cada una de sus habilidades. ¡Por esa razón, el sistema ha preparado un entrenamiento especial para el usuario para incrementar su fuerza y tener mejor manipulación del elemento Geo!】

【 Ubicación: Aureópoli, Desierto de Sumeru ]

¿Aureópoli?

Lleve una de mis manos a mi barbilla, pensé profundamente sobre este lugar. No me sonaba, un nombre tan extraño que no recordaba escuchar de él. No le di importancia, tome todas las cosas que necesitaría para mi entrenamiento, ya preguntaría por ese lugar a mi salida.

Salí de nuestro hogar temporal, las calles del desierto de Sumeru ya estaban transitadas por muchas personas. El calor del desierto podía sentirse incluso dentro de las casas, por esa razón siempre era adecuado llevar agua si es que no querías morir deshidratado.

Las personas del desierto vestían todos con ropas blancas muy finas, algunas joyas pero no eran comunes en todos, salvo en aquellos con dinero. Al caminar por las calles, las personas me miraban con curiosidad y susurraban una que otra cosa que no me moleste en querer saber, estaba al tanto que destacaba, no solo por ser un extranjero sino por mi apariencia poco común.

Un hombre de cabellos semejantes al color de la luna y por ende a su hermosa luz, ojos dorados que brillaban como el sol, además de una piel morena que no era para nada una señal de bronceado. Por supuesto que no lo era, el tono de mi piel lo herede de mamá, por tanto no es ningún bronceado.

La mayoría de las personas del desierto del juego original, se presentaban como personas bronceadas. Por lo tanto, aquí en lo que es la "realidad" de este juego, no habían cambios, la mayoría de las personas tenían un bronceado semejante al tono canela de la piel, otros más ligeros y otros nada. Incluso su rey también lucía bronceado en la piel.

En pocas palabras yo era el único moreno, el único e inigualable, eso explica también porque destacó más que la mayoría. Solté un suspiro y observé mis vestimentas, para suerte mía, la ropa que usaba no mostraba ninguna parte de mi abdomen, por lo que nadie se daría cuenta que no tenía cuadros.

¿Qué si me preocupa?

En realidad no, he vivido toda mi vida sin ellos. No se equivoquen, no es que sea gordo, mi abdomen es plano y delgado sin cuadros aunque en el pasado si hubo una pancita —señal de lo bien que mi mamá me alimentaba—, el tema es que soy inseguro, por lo que estando en un nuevo mundo que no conozco como es la mayoría de personas, no me gustaría que juzgarán mi cuerpo así que prefiero esconderlo.

Este mundo creado por los diseñadores está inspirado en el mundo de dónde vengo y en países que yo no conozco.

La forma de hablar, la forma de vestir, la forma de comer, todo es nuevo para mí, ¿entienden?. Tengo que conocer una antigua India mezclada con un antiguo Egipto desde cero, que en nada se parece a mi país nativo.

Es difícil, muy difícil.

— Calisto.

— ¡Ugyaaa! — el alma se me salió del cuerpo ante el susto pero regreso al poco tiempo en el que descubrí al causante de que casi se me bajara la azúcar, lleve una mano a mi pecho —. por Los Siete, no me des esos sustos, Hermanubis.

Lamentablemente por la máscara que cubría su rostro, no podía ver el tipo de expresión que había puesto, sin embargo, no parecía preocupado por el susto que me causo al hablarme de repente.

— Lo siento.

Su disculpa tampoco sonó sincera, no le di importancia aunque sabía que no lo fue. Observé al hombre que venía acompañado del antepasado de Tighnari, era curioso ver su cabello cenizo al igual que esas largas orejas del mismo color o la cola.

— ¿Me buscaban?

Tighnari 2.0 — así lo llamaré de momento hasta saber su nombre — asintió con un gesto de cabeza, en sus manos llevaba unas hojas de un material antiguo y viejo, pero la mejor calidad.

— El rey Deshret lo llama, quiere hablar con usted.

— ¿Conmigo? — me apunte a mi mismo con incredulidad. Bueno, han pasado unos días desde lo sucedido, creí que ya no querría saber nada sobre mi.

No lo malentiendan es que Amón a lejitos se notaba que no nos quería en su reino, si fue considerado en dejarnos un hogar, lo más seguro es que fue por lástima, porque por otra cosa lo dudo. "Invitados" ¿quién chuchas cree en eso? por eso me extraña que me mandara llamar, no miento, en serio que es extraño, ya hasta estaba considerando ir a la ciudad de Sumeru.

— Si, a usted — respondió Tighnari 2.0 con una sonrisa divertida, parece que entendía mi incredulidad o puede ser que yo le parezca divertido.

— Oh shit, para que me quiere ahora — murmuré. Por la mirada que ambos me dieron, supuse que no entendieron al menos la primera palabra y agradecía que fuese así, porque de entenderlo no me gustaría que me corten la lengua. Les sonreía a ambos de forma inocente, creo que tendré que atrasar mi entrenamiento un poquitín más —: Muy bien, yo los sigo.

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¡Hola!

Gracias a todos y a todas por leer, pero sobre todo, por esperar está actualización.

Nos vemos en la siguiente actualización.