15
Desperté como un muerto volviendo a la vida, respiré agitado mientras tocaba mi pecho en la zona donde se encontraba mi corazón. Los recuerdos del combate que tuve con Dainslef llegaron a mi de nuevo, el sudor recorrió mi frente y bajo hasta mi barbilla. Había perdido, eso estaba claro, mi oportunidad de ir a la superficie fue desperdiciada.
Observé la habitación en la que me encontraba, era la mía. Estaba vestido con ropa de dormir, las preciosas joyas y decoraciones incómodas ya no estaban, me sentía más ligero, gracias al gran trabajo de los sirvientes. Solté un suspiro, las persianas color crema bloqueaban la luz que entraba por las ventanas, no sabía que hora era, pensé incluso que podía ser de noche.
Me senté el borde de la cama para colocar mis pantuflas, luego me levanté y me dirigí a los ventanales de mi habitación, tomando las persianas de ambos lados las empuje con fuerza para abrirlas.
Pronto, la luz de un sol resplandeciente iluminó mi habitación, algunos de los rayos solares calentaron mi cuerpo con su calidez. Este sol no era eterno eso lo sabía bien, pronto este sol dejaría de existir y la luna escarlata se adueñara de esta dinastía. No es algo que me importará en realidad, pero si quería vivir en este mundo tendría que evitar que la luna escarlata naciera de nuevo.
Desear la paz para vivir una vida de holgazán es un cliché que en las novelas web aparece a menudo. ¿Ahorrar dinero? No, al menos debería aprender a vivir en este mundo como lo hice en mi anterior mundo. Este es un mundo irreal aún en mi mente, eventualmente volveré a mí mundo ese es mi objetivo principal. Al menos si quiero ser un holgazán, prefiero serlo en el otro mundo donde los dioses no terminarán con el planeta, bueno, si lo que dice la biblia de mi mundo es real, entonces tengo mucho tiempo antes que el reinicio del mundo comience.
Oh, un suspiro salió de mi boca. En ese momento la puerta de mi habitación se abrió, no me moleste en reprender a la persona por no tocar antes de entrar, estaba cansado, la batalla con Dainsleif me había agotado.
— Estás despierto.
Irmin habló a mis espaldas, mantuve mi vista sobre el jardín que se apreciaba a través de la ventana, las aves volaban y cantaban, al estar apartados de la gente común, no se escuchaba el bullicio de la ciudad.
Irmin soltó un suspiro.
— Puedes ir a la superficie — dijo observando su voz se escuchó un poco lejana como si hubiera mirado otro punto de la habitación. Mi cuerpo se tenso pero no lo miré—: Como te dije cuando llegaste aquí, eres aquel que "Tejera los Hilos del Destino".
Eso era tan claro como el agua, incluso el propio sistema me lo había dicho antes de llegar a este mundo, yo soy es esa persona que derrocará a aquellos que transgredieron Teyvat. Esta es mi misión principal, la cual debo cumplir hasta el final de la historia.
Un segundo, ¿el sistema dijo hasta el final de la historia? lo reflexioné con seriedad.
— Lo sé, por esa razón me diste el título de tu heredero.
— Eso es correcto, tu eres mi heredero, el que llevara mi voluntad.
Irmin dio unos cuantos pasos para colocarse a mi lado, ninguno de los dos nos miramos solo mantuvimos la vista al frente.
— Me di cuenta que no usaste todo tu poder cuando peleaste con Dainsleif, eso me hace pensar que aún escondes mucho y que podrías haberlo derrotado si quisieras.
Irmin no se equivoca, es cierto que tengo un más poder del que expuse en la batalla, pero es mentira que podría derrotarlo si yo hubiera querido. El principal motivo es porque mi poder no es grande, ni siquiera yo conozco mi propia fuerza así que no sería fácil derrotarlo incluso si lo quisiera, necesitaría años de entrenamiento.
— Lo he estado reflexionando mucho, incluso recibí consejos de Rhinedottir — está vez sí lo mire, ambos nos miramos a los ojos cuando sentimos que era necesario ser sinceros —: Ella mencionó que para tejer los hilos del destino, era necesario que viajaras a la superficie y encontrarás respuestas. Confío en ella, por lo que yo también creo que sí quiero salvar Khaenria'h, debo dejar que mi heredero deje el nido.
Una sonrisa burlesca apareció en mis labios, peine mis cabellos hacia atrás con una de mis manos y volví a mirar el horizonte. No sabía que planes tenía esa bruja, ella pudo haber dicho todo esto porque tal vez tenía un plan en mi contra o porque en realidad no podía ver mi constelación.
....
Lo reflexioné, si la bruja que puede ver el destino de la gente por medio de las constelaciones, eso quiere decir que tal vez el mío no puede verlo y el de Lumine sí. En pocas palabras, Lumine ya tiene un destino escrito en este mundo porque ya se le dio un "rol", no necesitaba pensar mucho, estaba seguro que se trataba de su futura relación con el abismo.
¿Debo preocuparme? la respuesta sería no, la viajera estaría bien hasta que llegue la destrucción de Khaenria'h, por lo tanto para prevenir que ella se una al abismo yo debo salvar Khaenria'h, sería matar dos pájaros de un tiro.
— Entonces, ¿tengo tu permiso, padre? — pregunté con burla, Irmin me miró con el ceño fruncido pero asintió con un gesto de cabeza —: Entonces iré, ya que tengo tu permiso.
— Le diré a Dainsleif que te acompañe para que te guíe a la puerta que conecta con la superficie.
Puse los ojos en blanco, aunque el espadachín me caía muy bien y era uno de mis personajes favoritos, ahora que lo conocía más allá de un personaje sabía que no le caía muy bien, sobre todo porqué me ve como su rival en el amor.
— Bueno, pero prefiero no llevarlo conmigo en mi viaje, quiero hacerlo solo.
Todo sea para un buen plan. Además si voy con ese chico, seguramente no tardarán en darse cuenta que venimos de Khaenria'h, no es común que la gente de la superficie viaje a la dinastía así como ellos viajen a la superficie.
— Bien, si eso es lo que quiere mi heredero, le cumpliré su capricho por esta ocasión.
Bufé con irritación, comienzo a creer que si nos parecemos en algo. Luego recordé algo, gire mi cuerpo para poder ver a Irmin, me era extraño ver a Irmin tan joven y no como un viejo canoso, era como ver a mi yo del otro mundo solo que unos cuantos años más grande.
— Tal vez lo que te diga no te guste, pero no confíes en Anfortas. Sí algo sucede, envía a alguien en mi búsqueda y vendré, primero iré a Sumeru, de ahí iré a Liyue en el caso de que no me encuentres en estas dos naciones, entonces estaré en Mondstadt, ese es mi plan de viaje por ahora.
Irmin me observó con el ceño fruncido, había desconfianza en su mirada y podía imaginarme el porque.
— ¿Anfortas? Él es una buena persona y un gran amigo.
Crucé mis brazos sobre mi pecho.
— Eso es lo que tú crees, yo solo te estoy diciendo que te cuides de él - alcé una mano para colocarla en su hombro y le di unas cuantas palmadas —: Regresaré en tres meses.
Antes de que Celestia convoque a Los Siete.
El silencio que reinaba entre nosotros era incómodo o al menos a mí me pareció así. Dainsleif caminaba a mi lado en silencio, mientras tanto yo observaba a nuestro alrededor admirando el paisaje que Khaenria'h. Desde que llegué a este mundo, no había salido del castillo, me mantuvieron como un ave enjaulada, no sé cuántos días habían pasado creo que incluso ya se cumplió un mes desde que llegué.
Solté un suspiro profundo, el alivio que sentía al no estar encerrado era un placer exquisito, nunca pensé que amaría tanto salir afuera y eso que en mi mundo me quedaba las 24/7 jugando videojuegos.
— No sé por qué me odias tanto si yo no pienso quitarte a Lumine. Si ella te gusta, yo no pienso interferir. — exclamé con una expresión de fastidio. El espadachín se quedó quieto unos minutos por lo que me detuve a tiempo antes de chocar con su espalda.
Lo vi girar para darme la cara, sus ojos eran fríos aunque su expresión era confusa.
— ¿Qué le hace pensar que a mí me gusta Lumine, Su Alteza?
No supe que decir debido al extraño que me pareció la situación. Si tuviera que dar una lista de las veces que Dainsleif parecía querer amenazarme con una espada cada vez que intentaba acercarme a Lumine, la lista es grande. Carraspeo para aclarar mi garganta.
— Bueno, eres sobreprotector con ella, parece que no quieres que me acerque, siempre tienes una mirada fría cuando intento interactuar con Lumine — enumeré con mis dedos la lista. Dain se cruzó de brazos y me miró con una ceja alzada.
— Entonces, según Su Alteza, ¿esas son las razones que le confirman que a mí me gusta Lumine? — preguntó a lo que yo asentí con un gesto de cabeza, el río con sarcasmo —: Ridículo. Ella me recuerda a alguien, pero no me gusta, es una amiga que aprecio desde que la conocí.
Abrí mi boca para decir algo pero la cerré cuando me puse a reflexionar en su respuesta. Había un detalle importante que yo no sabía y era la escena en como Dainsleif y Lumine se conocieron, esto se debía a qué yo estaba encerrado entre cuatro paredes y toda información con el exterior se me fue bloqueada al menos la mayoría.
En el momento que yo menos me imaginé, Lumine ya había conocido a Dainsleif y se hicieron amigos, luego en el dichoso banquete que hubo hace semanas atrás, fue cuando la ví. Pensándolo, me perdí de muchas cosas de las cuales Lumine no me ha contado y tampoco es que hubiera una razón, este era el principal error que cometí.
Yo salve a Lumine, pero la deje sola sin decirle nada, soy una basura como reencarnado.
— Ya veo...
Dainsleif me miró en silencio, luego chasqueo la lengua y retomo el camino hasta la entrada a la superficie. De pronto sentí un ligero escalofrío, por alguna razón fui más consciente de que pronto me expondría al peligro y yo no era muy habilidoso.
— Aquí está, está puerta lo llevará al desierto de Sumeru.
Observé las enormes puertas frente a mi, en medio estaba la estrella representativa de Khaenria'h. La recordaba muy bien y casi se sintió como un dejá vù, pues cuando el último capítulo de la historia llegó, la entrada que cruzamos para ir a Khaenria'h fue la misma puerta.
Otro suspiro abandono mi boca.
— Estaré en la superficie por algunos meses, si algo ocurre pueden ir a buscarme o mandar a alguien en su lugar — hablé sin quitar mi mirada de las enormes puertas, pude sentir la mirada de Dainsleif sobre mi pero decidí no mirarlo aún —: Sumeru, Liyue o Mondstadt, estás son mis tres parada. Dainsleif, no confíes en Anfortas y protege a Lumine, yo buscaré a su hermano.
Gire mi rostro para mirar los zafiros que aún no estaban escondidos detrás de una máscara. Dainsleif parecía no entenderlo, pero sabía que se daría cuenta pronto si algo ocurría con ese Anfortas. La verdad es que dejar Khaenria'h en parte no me gustaba, me daba un mal presentimiento, obvio no podía aferrarme y debía confiar.
— ¿Anfortas Alberich?
— Sí, él podría pronto asesinar a Irmin.
Lo que dije es cierto, Anfortas podría aprovechar que al irme quiera convertirse en el regente de Khaenria'h. Si yo me encuentro en la superficie lo más seguro es que invente una historia de mi muerte, si es lo que mi intuición supone la muerte de Irmin ocurrirá en un par de semanas.
Los zafiros del joven se abrieron con sorpresa, frunció su ceño y me miró molesto.
— Sabiendo eso, ¿por qué te vas a la superficie?
Una sonrisa se dibuja en mis labios.
— Irmin necesita darse cuenta de quién es aliado y quién es enemigo, él confía en Anfortas mientras que yo no — dije, luego continúe —: Mi plan es buscar un aliado entre Los Siete y que se convierta en mi mensajero con Celestia y de ser posible, evitar que destruyan la Dinastía.
Dains me miró en silencio.
— Si alguna vez Anfortas dice que he muerto a manos de Los Siete o en relación a la superficie, no lo crean. Esperen a que yo regrese y entonces me enfrentare a él para eliminarlo.
Levante mi mirada, un poco lejos de donde nos encontrábamos, pude visualizar la figura de Lumine que nos miraba con seriedad. No me sorprendió, sabía que de alguna manera ella buscaría entender lo que ocurría para hacer sus propios planes, entonces una idea vino a mi cabeza.
— ¡Lumine! — grité y saboree su nombre que salió de mi boca. Dainsleif giro su rostro sorprendido en dirección a la rubia que se encontraba a lo lejos, no tardó mucho en acercarse.
— ¿Lumine? ¿Por qué estás aquí? — preguntó el rubio mirándola con el ceño fruncido.
— Me enteré que Calisto iría a la superficie — respondió mirándome, por alguna razón ella tenía una mirada triste cuando sus ojos conectaban con los zafiros del rubio. Me di cuenta de la razón en poco tiempo.
Le sonreí a la rubia y extendí mi mano frente a ella.
— ¿Quieres venir conmigo?
Ella observó mi mano unos segundos, el espadachín me fulminó con la mirada cuando la propuesta salió de mi boca aunque lo ignoré. Era la segunda vez que se lo pedía, pero no me importaba, creía que Lumine estaría mejor fuera de Khaenria'h que dentro de ella.
— Si no quieres venir está bien, no te obligaré — baje mi mano dispuesto a rendirme pero tan pronto como lo hice, la rubia la tomo entre las suyas, un escalofrío recorrió mi espalda.
— Quiero ir — dijo — Yo te acompañaré.
Moví mi cabeza como respuesta, el contacto con la calidez de su mano me había robado las palabras. Escuché el suspiro de Dainsleif a lo que ambos lo miramos.
— Si eso es lo que quieres, no te detendré — habló mirando a Lumine, ella le dedico una mirada decidida y sería a su vez, yo no dije nada pues no quería interrumpir su conversación —: Me aseguraré de buscarte por cielo, mar y tierra si algo le ocurre.
Me miró con frialdad, yo sonreí con burla antes jalar con suavidad a Lumine para cruzar las puertas de Khaenria'h.
— No soy una basura de hombre, la protegeré.
Incluso si debo entregar mi vida.
•••
¡Hola! Un nuevo capítulo más, las aventuras de Calisto han dado su inicio y junto a él, Lumine. Dichoso Calisto que irá acompañado de una bonita dama, por supuesto que en este viaje muchas cosas pueden suceder, pero esperemos sea una aventura divertida para ambos.
Muchas gracias a todos y todas por leer este nuevo capítulo.
Nos vemos en la próxima actualización.
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