II

Se retiró las gafas para después posar el dedo índice y el pulgar de su mano izquierda sobre el puente de su nariz, por fin había terminado el reporte de su investigación, solo restaba entregarlo junto con el papeleo pendiente que tenía sobre la legión. Se colocó nuevamente las gafas y observó detenidamente su escritorio donde tenía varios libros abiertos y hojas sueltas por todo el espacio, luego pasó la vista por todo su alrededor, notando las bolas de papel que yacían en el suelo, así como envolturas vacías de comida y algunas prendas de ropa sucia; llevaba una semana entera sin salir de su oficina, decidió fijar su atención en el trabajo que tenía pendiente y lo hizo a tal grado que solo comía cuando Moblit, su asistente, la obligaba y solo dormía cuando sus ojos le pedían a gritos que los dejara descansar. Se acomodó en su asiento recargando la espalda en el respaldo del mismo, sabía que tenía que ponerse a limpiar antes de que Moblit llegara con el desayuno del día, le había prometido hacerlo, pero estaba tan cansada que no sabía cómo mover alguna articulación sin pesar.

—No puedo hacerlo —dijo en voz baja.

Antes de encerrarse en su lugar de trabajo por siete días, Hange tuvo una reunión con los altos mandos de cada facción, incluyendo al general Pixis, el superior de todos. Tras el último enfrentamiento entre las tropas de Marley y las de Eldia, en dónde el comandante de la legión de reconocimiento Erwin Smith recibió heridas mortales, se tomó la decisión de que el soldado más apto para tomar el cargo era Hange y en esa reunión se lo hicieron ver para fijar la ceremonia de promoción.

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—No quiero el cargo —fue su respuesta después de haber permanecido varios minutos en silencio—, nombren comandante a alguien más.

—No hay nadie más para el cargo.

—Levi Ackerman es mejor soldado que yo.

—Pero Erwin no quería a Levi como su sucesor —respondió Pixis extendiéndole unos documentos—. Su testamento.

—No quiero leerlo —dejó los documentos en el escritorio del general.

—Tal vez deberías, ahí mismo él especifica que con su muerte Hange Zoë debe ser promovida.

La mujer dudó un poco antes de volver a tomar los papeles y comenzar a leerlo, percatándose de que las palabras de Pixis eran ciertas.

—¿Por qué nombraría comandante a alguien como yo?

—Tal vez vio algo en ti que ninguno de nosotros y ni siquiera tú misma ha podido ver.

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—Oye, ¿sigues con vida? —Preguntó Levi recargándose sobre el escritorio de la joven.

—¿En qué momento entraste?

—Estás tan distraída que ni siquiera te diste cuenta —señaló la bandeja con comida que había dejado frente a ella.

—Creí que Moblit...

—Le encomendé una tarea —interrumpió cruzándose de brazos.

Hange no dijo nada más, solo acomodó en su asiento para empezar a comer la comida que Levi le había llevado. Su compañero tampoco dijo nada, no quería distraerla o darle una excusa para dejar de comer, solo permaneció de pie en silencio esperando a que terminara, lo cual sucedió después de unos minutos.

—Gracias —se levantó de su asiento con la intención de dirigirse a la puerta.

—Hange —la tomó del brazo—, ¿seguirás huyendo de esto?

—Soy una legionaria, solo eso.

—Ahora no, eres la comandante.

—Es ridículo —se soltó de su agarre para encarar a su compañero—, ¿por qué a mí?

—Eres la más apta para liderar.

—¿En serio? ¿La persona que no pudo acabar con el enemigo cuando lo tenía en sus manos?

—Fue hace cinco años, Hange, no puedes seguir culpándote por lo que pasó.

—Pude detenerla.

—Estabas herida.

—Ella también y aún así pudo escapar.

—No ha vuelto aquí en cinco años, no te consta que siga colaborando con Marley.

—Claro que lo hace y estoy segura que volverá, es por eso que no puedo liderar a la legión, mi enfoque está en atraparla y cuando eso suceda sé que perderé de vista a los nuestros.

—¿En verdad serías capaz de dejar a todos por ir tras Pieck?

La puerta de la oficina se abrió de imprevisto dejando ver a un Moblit desesperado en busca de sus superiores. Las tropas marleyanas habían irrumpido en Eldia con sus dirigibles y desde arriba sus guerreros se encontraban disparando a los habitantes de Paradis, ante esto Levi y Hange como superiores inmediatos de la legión se movilizaron para organizar a sus tropas que se unirían junto a las tropas militares y estacionarias para enfrentar al enemigo.

—Esperamos sus órdenes, comandante.

Ante las palabras de Moblit, Hange sintió una presión en el pecho, pero no tenía tiempo para debatirse si era la indicada para liderar o no, en ese momento la legión dependía de su voz.

—¡Soldados, preparen sus cuchillas!

Teniéndola al frente, la legión de reconocimiento se puso en marcha para enfrentar a los marleyanos, defendiéndose con sus equipos de maniobras de los disparos que las armas de fuego enemigas les iban llegando.

—Son mejores que antes —comentó Levi observando desde el edificio más alto—, quién los lidera es bueno —volteó a ver su compañera al no recibir respuesta alguna—. ¿Hange?

—No puede ser...

Usando su equipo de maniobras trató de acercarse hacia un dirigible en particular y usando una lanzatruenos de nivel bajo consiguió derribar el transporte haciendo que todos los enemigos abordo de él saltaran tratando de salvarse. Levi no lo sabía, pero aquella estrategia que Marley estaba usando con ellos Hange la conocía y no tardó en identificar la nave desde donde les iban dando las instrucciones. Manteniéndose arriba del edificio más cercano a dónde el dirigible se había estrellado, Hange esperó a que la líder de las tropas enemigas saliera de ahí, vislumbrando su silueta entre el humo que aquella nave expulsaba; tomó con fuerza sus cuchillas dispuesta a no dejar escapar a su objetivo, esta vez no sería igual que hace cinco años, esta vez no permitiría que se vuelva a ir.

—Algo me decía que reconocerías la formación de mis tropas —le quitó el seguro a su escopeta—, de cierta forma me alegra que aún recuerdes mis tácticas después de estos años, pero también es cierto que es un completo dolor de cabeza que así sea.

—Debiste idear nuevas estrategias para evitar que te descubriera —respondió la castaña mientras la imagen de su enemiga ya no era cubierta por el humo.

La líder de la legión y la líder de las tropas marleyanas estaban frente a frente nuevamente, dispuestas a terminar con el enfrentamiento que iniciaron cinco años atrás.

—Hola, Hange.

—Pieck...


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