Jensen acompañaba a Jared y Jessica que se encontraban en el centro comercial de compras. Habían visitado las tiendas donde vendían ropa para mujeres embarazadas porque el cuerpo del castaño estaba creciendo y la ropa que tenía ya no le estaba quedando. La tarea no les estaba resultando nada bien puesto que no encontraban la pinta perfecta y Jared ya estaba agotado.

¿Podemos parar? Tengo hambre y estoy cansado - suspiró - creo que me hará bien una hamburguesa con papas fritas y una gaseosa.

Los dos jóvenes y el guardaespaldas se dirigieron a un restaurante que se encontraba cerca y pidieron sus comidas. Mientras hablaban de cualquier cosa, Jessica notó la leve tensión que había entre Jared y el hombre, también las miradas que se dedicaban cuando el otro no lo miraba. Al rato Jensen se levantó para ir al baño dejando a los chicos solos.

- Bien, ¿vas a contarme que está sucediendo con Jake? - soltó la rubia.

- ¿De qué estás hablando? - respondió con el ceño fruncido.

- Soy lenta pero no idiota Jay, y sé que algo pasa entre ustedes, la forma en que se miran mientras el otro no lo hace no es normal entre el guardaespaldas y el protegido.

El chico no contestó de inmediato, tomó una papa frita y se la llevó a la boca tomándose su tiempo. Suspiró largamente y comenzó su relato. Le contó a su amiga todo lo sucedido, desde el beso que Jake había correspondido hasta la reciente platica que habían tenido cuando decidió guardar la foto. La rubia estaba realmente sorprendida y también preocupada.

- Jay, creo que tu guardaespaldas tiene razón, debes darte tiempo.

- Ustedes me han pedido que me enamore de alguien.

- Si, pero nos referíamos a un chico de nuestra edad, alguien con quien puedas salir sin importar lo que digan los demás, como por ejemplo Hunter.

- ¿Hunter? ¿ te volviste loca? Además olvidas un pequeño detalle: estoy esperando un bebé.

- ¿Y crees que a él le importa eso? Estoy segura que el siente algo sincero por ti.

- No quiero lastimarlo. No sería justo para él.

- Es lo mismo que piensa Jake, no es justo que tú sientas algo que él no pueda corresponder.

Los adolescentes se callaron cuando vieron al hombre acercarse a ellos.

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Jensen aparcó el impala al frente de la que alguna vez fue su casa. Pues resulta que Darren había llamado a Jessica y los había invitado a almorzar a todos incluyendo al guardaespaldas.

Aunque al principio se había resistido, terminó accediendo gracias a Jared. La rubia tocó la puerta y al momento se abrió dándole paso a los asistentes.

Al instante en que el hombre puso pie en el interior, se vio invadido por todos los recuerdos que allí se encontraban. Su corazón latía tan fuerte que parecía que estaba a punto de estallar. Recordó aquella vez que volvió de Nueva York y vio su casa repleta de adolescentes ebrios cantando, bailando o hablando de cualquier cosa. Dirigió su mirada a la cocina donde sin premeditarlo conoció al que sería el amor de su vida...

- ¿Jake? - escuchó a sus espaldas haciéndolo volver a la realidad.

- Lo lamento, estaba admirando el lugar, tiene usted una casa muy linda, joven Darren - carraspeo su garganta.

- Gracias y llámame Darren - sonrió el ojimiel - ya está listo el almuerzo, vengan al comedor.

Después de comer, Jensen pidió permiso para lavarse las manos, mientras los adolescentes veían una película en la televisión. Cuando caminaba hacia el baño se encontró al frente del pasillo su habitación. Sin pensarlo dos veces entró al lugar y vio que todo estaba de la misma forma en que lo había dejado la última vez que estuvo allí.

- ¿Puedo ayudarte en algo? - preguntó una voz haciendo que el mayor saltara de la sorpresa.

- Lo siento, buscaba el baño y...

- Está a dos metros - dijo el ojimiel cerrando la habitación de su hermano con enojo - no me gusta que se entrometan en las cosas de mi hermano.

- Lo lamento, sólo estaba mirando el lugar.

- No tiene nada de especial, sólo están las fotos y su ropa - suspiró.

- Perdón - dijo el hombre sin saber más que decir. Siguió su camino y vio a su hermano volver con los chicos.

De alguna manera le alegraba saber que su hermano fuera receloso con su familia. Él le había enseñado eso. Desde que Darren llegó a su vida, Jensen se propuso en enseñarle todo lo que había que aprender para que en un futuro pudiera defenderse sólo. Desafortunadamente a sus padres sólo les interesaba sus viajes de trabajo más que a sus propios hijos. Por eso el rubio fue su tutor legal hasta que el chico cumplió la mayoría de edad.

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Luego de dejar a Hunter a su casa, Jensen y Jared volvieron a la casa Padalecki. Su hermana había dejado comida con una nota diciendo que se quedaba en casa de una amiga.

Jared se había sentado en el sofá frotando su cuello de manera lenta.

- ¿Te encuentras bien? - preguntó el hombre sentándose a su lado.

- Sólo estoy cansado y con dolores de espalda que son habituales.

- Puedo ayudarte con un masaje - se acercó más.

- ¿masaje? - frunció el ceño con diversión - no sabía que supieras hacer masajes.

- Puedo ayudarte a aliviarte el dolor de espalda - sonrió.

El de ojos almendrados asintió y subió las escaleras para que el hombre hiciera lo suyo. 

El hombre estaba de rodillas en la cama mientras Jared se encontraba de medio lado con su pancita mirando hacia el piso.

- Necesito que te relajes - dijo tomando el aceite, untándolo en sus manos y repasando sus hombros.

- Hjmm - respondió el castaño como un gruñido cerrando sus ojos dejándose llevar.

Jensen se estaba conteniendo al ver a su chico cerca de él, dejando que hiciera lo que quisiera. Repasó su espalda bajando los nudillos de tensión que allí se encontraban.

Al parecer, el menor lo estaba disfrutando por los gemidos que se escuchaban en la habitación.

- ¿Cómo te sientes? - preguntó pegando su aliento a su oído haciendo estremecer al joven de arriba a abajo.

- Mucho mejor - suspiró - eres muy bueno en esto Jake.

- Cuando quieras - bajó del colchón y caminó hacia el lavabo.

Jared se puso la pijama y fue hasta Jake que secaba sus manos con una pequeña toalla. 

- ¿Necesitas algo más? - preguntó mirando al chico. 

- Que me quieras - se acercó estirándose un poco para darle un pequeño beso en sus labios. 

-Si me permito esto, te daré alas. 

- Entonces hazlo - sonrió un poco - te juro que no volveré a molestarte si llega a suceder. 

Jensen llevó sus manos a la cintura del joven y muy lentamente fue acercando su cuerpo al suyo, tocó su boca y profundizó el beso introduciendo su lengua en ella. Pero luego como si quemara, el hombre se apartó y bajó la mirada. 

- Lo sé - contestó Jared leyendo sus pensamientos - no puedo pasar nada entre nosotros, lo entiendo. Ahórrate lo que ibas a decirme - casi corrió a su habitación. 

- Lo entiendo, estás molesto y está bien - lo siguió - pero necesito que entiendas que no puedes enamorarte de mi, no es lo que quieres ahora.

- ¿Por qué no entiendes que por más que quieras decirme lo que tengo que hacer, no voy a hacerlo? - volteó a ver al hombre.

- Olvidaba lo terco que puedes llegar a ser - soltó desesperado. 

- ¿Disculpa? - levantó una ceja claramente ofendido - ¿que quisiste decir con eso?

- Nada - exhaló el aire con fuerza - Jared sólo quiero que te des cuenta que sólo estás atraído a mi porque de alguna manera te recuerdo a Jensen.

El chico abrió los ojos sorpresivamente al escuchar eso y lo único que atinó fue a estrellar su puño contra la cara del hombre.

- No te permito que hables de Jensen, nunca lo conociste, no sabes lo que sentía por él.

- Lo lamento - contestó tomando su rostro y sobando la parte afectada.

Jared cerró la puerta con fuerza y se  acostó en su cama.

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Abrió sus ojos y miró el reloj de su celular que daba la medianoche. Se levantó cuidadosamente y buscó su gaban negro en el closet. Salió de su habitación y al ver que no había señales de Jake, bajó las escaleras, tomó las llaves del auto y se dirigió a la salida de su casa.

Condujo hasta el cementerio y caminó hasta la lápida de Jensen que se hallaba recién apodada.

Como pudo se sentó encima de ella y comenzó a llorar.

- Jensen no sabes lo duro que ha sido estar sin ti, se que dije que iba a salir adelante por nuestro bebé, pero realmente no sé como hacerlo. ¿Porqué tuviste que dejarme? Debí ser yo, no sabes lo mal que la he pasado estos meses - miró la foto del chico que le sonreía - quisiera odiarte, tal vez sea más fácil pero no puedo. Dame una señal, sólo una para poder seguir adelante sin tener que extrañarte así de manera intensa.

Jensen saltó de un respingo cuando sintió un vacío colarse en su estómago. Salió de la cama y fue directo a la habitación de Jared que estaba vacía. Lo llamó mientras lo buscaba por toda la casa pero el chico no le respondía. Miró al costado del buro de la sala y se dio cuenta que las llaves no estaban. Volvió a su habitación y tomó el celular para prender el gps del impala y así saber donde estaba. Le llamó la atención ver que el aparto le indicaba que el chico estaba en el cementerio.

Tomó un taxi y se dirigió hasta allí. Lo encontró acostado en su lápida y con los ojos cerrados. Como pudo lo tomó en sus brazos y lo acostó en la parte trasera del auto.

A la mañana siguiente Jared despertó y por un momento no supo como llegó hasta allí. Cuando se acomodó vio al hombre que estaba en una silla sentado con los ojos cerrados.

- Espero que hayas descansado - dijo aún con los ojos cerrados.

- ¿C-como llegué hasta aquí?

- Te traje - lo miró y se inclinó hasta él - entiendo que te molestaras por el comentario que hice sobre Jensen, pero no tenías que escaparte, no sabes el susto que tuve cuando me levanté y no estabas.

- Lo siento...

- No Jared, de ahora en adelante las cosas van a cambiar entre nosotros. A mi me contrataron para cuidarte, no para que te enamoraras de mi. Así que sólo tendremos trato empleado - cliente, ¿entendido?

Estaba molesto, no por el hecho de que Jared no quisiera seguir adelante si no también porque estaba esperando a su hijo y si seguía en ese tono, iba a suceder una desgracia y era lo que menos quería. El joven no supo que contestar y sólo asintió.

- Bien, ¿necesita que lo lleve a alguna parte?

- No - contestó con voz queda.

- Ok, ¿cree que pueda comportarse mientras hago el oficio de su casa?

- Si.

El hombre se paró del asiento y salió de la habitación del chico.

Le dolía ser duro con el amor de su vida, pero al verlo en su tumba, tuvo claro que tenía que hacer que Jared dejara de sentir cosas por él como Jake y que tenía que seguir su vida sin Jensen a su lado.

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Hola de nuevo, lamento desaparecer un mes pero he estado como loca buscando trabajo y lamentablemente no he podido encontrar. Quiero agradecerles por los votos y comentarios, me hace muy feliz que les interese la historia. Espero estar más constante 😉

Danhy :)