DYING SLOW

Jared estaba sentado en una de las mesas de la cafetería, había pedido dos hamburguesas y una soda. desde su estado, su ansiedad había crecido y comía más de lo debido. Vio de reojo como Alexander, uno de sus compañeros se sentaba cerca de él y sonrió.

- ¿Cómo te encuentras? - rompió el hielo después de un tiempo.

- Bien, gracias por preguntar- respondió el castaño de forma educada.

- Jared escucha, quiero que sepas, que cualquier cosa que necesites, sólo dímelo e intentaré ayudarte.

- Gracias Alexander - sonrió pero su sonrisa de inmediato se borró al ver a Ian pasar por un lado.

- No puedo creer que él haya ayudado a ese psicópata a secuestrarte - comentó el joven - y que sea la razón de que Jensen esté muerto.

- Te agradecería que no sacaras ese tema - dijo Darren que llegaba con Jessica - aún siento muchas ganas de romperle la cara.

- Lo siento, no era mi intención - mordió su labio.

- Está bien- respondió Jared - No es tú culpa, es mía por haber confiado en él.

- Nadie es culpable de nada - intervino Jessica - No podemos dejar que esto nos siga afectando, no te hace bien Jay.

- Lo sé, es que sólo verlo, me hace recordar todo lo que sucedió.

- Jensen no querría esto - volvió a decir la rubia tomando su mano suavemente.

El chico suspiró y asintió terminando de comer sus hamburguesas.

💞💞💞

Jared estaba perdido en sus pensamientos mientras Misha lo llevaba a su casa. Pensaba en como Ian había destruido parte de su vida y aún así estaba libre y como si nada. Es cierto que el qué había planeado todo había sido Matt Bommer pero Somerhalder fue su cómplice aunque no supiera que Jared iba a ser secuestrado, pero era su cómplice al fin y al cabo.

Pensaba que si no le hubiera ofrecido su amistad nada de eso habría pasado y Jensen aún estaría vivo. Una lágrima recorrió su mejilla mientras acariciaba su pequeño vientre.

- ¿Estás bien? - preguntó Misha mirando al chico por el retrovisor.

- ¿ Puedes llevarme al cementerio por favor?

Y ese era otro tema. Desde el funeral de Jensen, el chico no había tenido las fuerzas para volver a ese lugar. Pensaba que asi no lo extrañaría demasiado. Pero realmente estaba equivocado.

- Jared, no creo que sea buena idea, ese lugar no es para ti y menos ahora que estás en estado.

- Pero lo necesito Misha, por favor, llevame al cementerio - pidió.

El ojiazul respiró profundo y desvió el auto hacía el cementerio.

Antes de entrar al lugar, Jared compró un ramo de rosas rojas y juntos caminaron hasta la tumba del hombre que había amado con toda su alma.

Empezó a acomodar las rosas alrededor de la lápida mientras hablaba:

- Hey Jen, ha pasado un mes de tu muerte y siento que ha sido ayer cuando moriste en mis brazos - sintió las lágrimas resbalar en su cara - No sabes cuanto te extraño, ha sido difícil no sólo para mi, también para Darren. Nos hemos apoyado mutuamente pero me ha costado bastante...

Misha estaba a unos centímetros de la tumba, sacó su celular del bolsillo y le escribió a Jensen diciéndole que Jared estaba en el cementerio central de la ciudad. Se sentía horrible por no compartirle al castaño que su amigo estaba vivo. Pero ¿Cómo le das una noticia así a un chico de 18 años? Primero no lo creería y segundo, con esa noticia, el muchacho podría estresarse y sobre todo tener una amenaza de aborto.

- Jensen - prosiguió Jared tocando la imagen donde estaba grabado su nombre - vas a ser padre - sonrió un poco - se qué suena loco, pero es cierto, aún estoy intentando procesar esto, pero estoy esperando un hijo tuyo.

El guardaespaldas no había sido capaz de decirle a su mejor amigo que él chico estaba embarazado. Creía que no estaba calificado para decirle a Jensen, además que Jared nunca se lo perdonaría.

- Odio haber confiado en Ian, pienso que si no le hubiera ofrecido mi amistad nada habría pasado y tú y yo estaríamos juntos, formando nuestra propia familia - se limpió el rostro - pero tú me enseñaste que hay que mirar hacia adelante, y eso es lo que voy a hacer, por ti y este bebé que está en mi vientre.

Acarició la foto que se hallaba allí en la lápida y le dio un beso - te amo y nunca dejaré de hacerlo.

Se puso de pie y caminó hacia Misha que lo siguió hasta el auto no sin antes voltear por última vez y ver a Jensen a unos metros de distancia.

💞💞💞

MARTES

- Tú debes ser Jared - dijo un chico de cabello rubio oscuro y ojos celestes, acercándose al castaño que estaba sacando los libros de su casillero.

- Si soy yo - respondió un poco cohibido.

- Lo siento- movió su cabeza - mi nombre es Hunter Clarington, soy de intercambio - estiró su mano- me dijeron que tú podías darme el recorrido.

- Oh si lo siento- tomó el saludo con una sonrisa - me habían dicho que llegabas la semana entrante - caminaron por el pasillo.

- Y así era, pero mis padres tuvieron que irse de viaje de negocios unos días antes así que...

- ¿De dónde eres?

- De Colorado Springs.

- Vaya, si que debió ser muy duro cambiar el clima soleado por los vientos de Texas.

- Puedo acostumbrarme - alzó los hombros y sonrió.

- Bien, ¿Qué clase tienes ahora?

- Deja miro - buscó el papel que le habían entregado cuando se matriculó - historia.

- Genial, mi clase está junto al aula de historia, te llevo allí y luego nos juntamos en el break ¿de acuerdo?

- Está bien, gracias.

10 AM

Caminaron hacia la cafetería y pidieron sus respectivos refrigerios. Se sentaron en una de las mesas y empezaron a platicar con ánimo. Parecía que el chico se estaba acoplando rápidamente y eso que sólo había llegado hace apenas dos horas.

- ¿Jared? - los chicos miraron hacia la persona dueña de aquella voz.

- Hey Darren - sonrió al verlo con su amiga - ¿por qué se demoraron tanto?

- El profesor Hoffman, no paraba de dictar tarea - comentó la rubia mirando al nuevo - ¿quién es tu nuevo amigo?

- Su nombre es Hunter, acaba de llegar de Colorado Springs de intercambio, Hunter, ellos son Darren Criss Ackles y Jessica Moore.

- Es un gusto - dijo la pareja al tiempo.

- El gusto es mío - sonrió pero luego fruncio el ceño - disculpa, ¿eres pariente de Jensen Ackles?

- Sí, soy su hermano ¿lo conoces? - respondió el joven con extrañeza.

- No tuve la fortuna, pero mi padre sí, trabajó con él en las agencias de Nueva York. Lamento mucho su muerte.

- Gracias - asintió mirando a Jared qué había bajado la mirada.

Jéssica rápidamente cambió de tema y los cuatro chicos empezaron a hablar sobre las actividades extracurriculares que ya se acercaban.

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