Capitulo 9
Buenas a todos losMarvelitos que seguÃs por aquÃ, en esta historia que, en ciertaforma, está siendo un quebradero de cabeza para mÃ, ya que no solotengo que escribir, si no que también dibujar todas las escenas detodos los capÃtulos. Por un lado, me viene bien porque practico conla tableta gráfica, ya que hacÃa tiempo que la tenÃa algoabandonada. Pero yo siempre he sido más de dibujar a mano y pareceque nunca me quedan igual los bocetos que el resultado final aordenador.
Pero.....¿por qué osestoy soltando eso? Ummmm......No consigo acordarme. En fin.Recordemos como iban las cosas en el capitulo anterior.
Natasha y Stephanie hanconseguido decirse lo que sienten. Hemos podido ver a la fuerte jovenStark llorando al darse cuenta de cuales eran sus sentimientos enrealidad y como Stephanie ha sentido que el corazón le explotaba defelicidad al verla de ese modo. Se ve que me dió la vena románticaescribiendo sobre ellas.
Pero, tras confesar sussentimientos, estas dos se dejaron llevar por esos sentimientos quelas embargaron a ambas y, en ese punto justo, fue donde os dejé,seguramente haciendo que todos me maldijerais al dejaros en esemomento jejejjejee.
Veamos como van aseguir las cosas, que seguro que es lo que os interesa. Asà que,como siempre, disfrutad del capitulo y nos seguimos hablando después.
CAPITULO 9
............................................
Poniéndose de lado en la cama, Stephanie intentó que todas lasemociones que estaba sintiendo no la abrumaran, pero, a pesar deello, solo pudo colocarse de lado, respirando con dificultad,mientras la mano de Natasha seguÃa dentro de su ropa interior y,pegándose a su espalda, comenzó a besarla en el cuello y la nuca,haciéndola temblar.
-Eres tan dulce- murmuró esta contra su piel mientras seguÃa conaquellas caricias, haciendo que Stephanie gimiera aún más alto.
Los comentarios de Natasha no ayudaban, desde luego, y sentir comoaquella mano la acariciaba sin cesar estaba empezando a volverlaloca, sentÃa que lo único que podÃa hacer era gemir y poco más,con las fuerzas de su cuerpo desaparecidas.
Además, la morena la tocaba con tanto mimo, aumentándolo todolentamente, que era imposible que ella pudiera resistirse, sintiendocomo sus labios y su lengua también estaban sobre su piel.
-Na......Nat, basta- consiguió murmurar, removiéndose sobre lacama.-Si......si sigues asÃ, yo......
-¿Cómo me has llamado?- le preguntó esta, conduciendo uno de susdedos a su interior, haciéndola gemir de nuevo.-Dilo. Dilo otra vez.
-Nata, no. Nat, para- rogó Stephanie, sintiendo que su mente era unavorágine de emociones imposible de desenredar, perdidas las fuerzasde su cuerpo.
-Me gusta como suena eso en tus labios- le dijo esta, pasando lalengua por la unión del cuello con la cabeza y acercándose denuevo.-Quiero que me llames asà a partir de ahora.
Stephanie solo asintió, pensando que asà tendrÃa algo de piedadsobre su cuerpo, pero no fue asÃ. Natasha trabajó cada vez másduro sobre ella, haciendo que cada respiración de esta setransformara en un gemido imposible de acallar, por mucho que pegarala cabeza contra la almohada.
-Vamos. No tienes porqué contenerte- le dijo esta.-Puedes dejarte ircuando quieras.
¿Dejarse ir? ¿A dónde? Lo única que Stephanie sentÃa era que sumente se ponÃa cada vez más en blanco y que los temblores de sucuerpo eran aún más incontrolables. El fuego lÃquido que habÃaestado corriendo por sus venas habÃa acabado por abrasar su cuerpo yera casi un milagro que aún pudiera respirar.
-Vamos. Quiero ver como te dejas ir. Dejame verlo- le rogó Natashaal oÃdo, haciendo que todas las sensaciones se incrementaran.
Stephanie sintió una especie de cosquilleo que nació en su bajovientre y empezó a extender a cada rincón de su cuerpo, aumentandode volumen, de intensidad. Trató de retorcerse, parar aquello, perolas manos de Natasha se lo impidieron y, transformando su mente enuna blanca bola de fuego, Stephanie gimió y se tensó sobre la cama.
Todo su cuerpo pareció algo ajeno a ella misma, experimentando unafuerza desconocida para ella, haciendo que, hasta por un momento, nopudiera respirar.
Para cuando consiguió tomar una bocanada, Natasha la habÃa tumbadoboca arriba y la estaba observando con atención.
-¿Qué.....?- murmuró la joven rubia.
En realidad, le hubiera gustado preguntar ''¿Qué ocurre?''. Perono contaba con el aliento suficiente como para eso.
Natasha se inclinó hacÃa ella y la besó un instante antes devolver a contemplarla.
-Gracias- le dijo la morena, dejando a Stephanie desconcertada.
-¿Por qué me das las gracias?
-Por dejar que te tocara.
Stephanie la observó con atención y, alzando la mano, acarició lamejilla de ella, viendo como esta se recostaba contra su mano con lamayor naturalidad.
-No pensaba que......serÃa asÃ- murmuró Rogers.
-¿As� ¿Cómo?
-De esa manera tan.....abrumadora. Por un segundo creà que iba amorir.
-Bueno. Los franceses lo llaman la pequeña muerte.
-Ha sido muy intenso.
-Con el tiempo, te acostumbrarás y lo querrás- le dijo, dedicándoleuna sonrisa.
-¿Tú lo quieres?- le preguntó Stephanie, girándose en la cama,haciendo que Natasha tuviera que girarse con ella.-¿Quieres queyo....?
-No quiero forzarte. A penas hemos hecho esto por primera vez. Noquiero que te obligues a hacer algo solo porque lo haya hecho yo- ledijo Natasha, frunciendo el ceño.
-¡No es por eso!- afirmó Stephanie con energÃa.-Tú.....me hasestado regalando todas esas emociones y yo, sin embargo, no he podidotocarte mucho. Quiero hacerlo. De verdad.
Natasha la miró, parpadeando, notando como esta hablaba en serio,mirándola con expectación, como si necesitara su permiso.
La joven Stark estaba más acostumbrada a que la gente hiciera lo quequisieran y tuviera que pararlos a que le pidieran permiso.
-Claro que puedes tocarme- le dijo.-Siempre querré que me toques.Pero, si tú no estás cómoda con esto, siempre podemos.....
No le dio lugar a terminar la frase, ya que esta empezó aacariciarla por encima de la ropa, haciendo que el aliento se leescapara en un gemido.
-¿Eso es bueno?- le preguntó Stephanie, mirándola a los ojos.-¿Esbueno que hayas reaccionado de esa manera?
-S.....sÃ. No te preocupes- le dijo Natasha, solo consiguiendo abrirun ojo para poder mirarla.-Sigue, por favor.
Animada por las palabras de esta y por el modo en el cuerpo deNatasha reaccionaba, Stephanie fue cogiendo más confianza y acabóintroduciendo la mano dentro de la ropa de esta, viendo como la jovenStark saltaba sobre la cama.
Cuando Stephanie la tocó en su centro, le sorprendió lo queencontró y, bajando la mirada desde su rostro, miró la mano quetenÃa dentro de su ropa interior.
-Estás.....estás mojada- murmuró.
-Pues claro que lo estoy- replicó Natasha, gimiendo contra laalmohada.-Me.....me estás tocando. ¿O no? AsÃ.....asà estabastú.......también.
El rostro de Stephanie se sonrojó cuando oyó eso, volviendo a alzarla mirada hacÃa el rostro de Natasha.
-¿Yo también estaba as�
-Y lo seguirás estando- le dijo la morena, introduciendo su manodentro de la ropa de esta de nuevo, haciéndola saltar.
-¿Ves? Mojada- le dijo Natasha, moviendo sus dedos sobre ella.
Stephanie tendrÃa que haber replicado algo, pero, sentir de nuevoaquellos dedos sobre ella dejaron su mente en blanco.
-Eh. No te olvides de mÃ- le pidió Natasha, viendo como estaparecÃa incapaz de moverse mientras sentÃa sus caricias de nuevo.
Stephanie abrió los ojos, viendo como esta la estaba esperando.
''Sigue. ¿Por qué tendrÃas que ser tú la única que siempredisfrutando estas cosas?'', le dijo una voz dentro de su cabeza. Y,obedeciendo aquella voz, empezó a mover su mano de nuevo, haciendogemir a Natasha.
Ver como esta se retorció en la cama por lo que le hacÃa ledevolvió esa sensación de poder, aunque, en aquella ocasión, eranambas la que parecÃan incapaces de dejar de gemir, tocándose la unaa la otra, llenando el cuarto de jadeos.
No habÃa nadie en el cuarto que tenÃan enfrente. Pero, incluso deser asÃ, seguramente nadie las hubieran oÃdo.
La señorita Danvers habÃa tenido el buen cuidado, cuando se hizocon el control de la academia, de aislar bien los cuartos.
No querÃa que se oyeran los escándolos de todos los cuartos,teniendo en cuenta que aquella era una academia llena de jóvenesadolescentes.
Lo cual era una ventaja más para ellas. No tenÃan que temer quenadie descubriera lo que estaban haciendo porque nadie podÃa oÃrlasdentro de su cuarto. Era su pequeño mundo a parte, donde nadiepodrÃa entrar.
Cuando Natasha trabajaba más duro contra ella, Stephanie la imitaba,haciendo que los gemidos de ambas se mezclaran en el interior delcuarto, haciendo como si el aire de la habitación hubieradesaparecido por completo.
-Nat- volvió a llamarla Stephanie cuando se acercó a su limite.
Era lo único seguro, lo único sólido que tenÃa a su lado, asÃque recurrÃa a ella para tratar de anclarse a la realidad.
Esta abrió los ojos y la miró, pero, en aquellos instantes, Natashaestaba igual o más perdida que ella, asà que, inclinándose hacÃaStephanie, besó a esta, robándose la una a la otra el poco alientoque ahora pudieran conservar.
Stephanie no tardó en sentir de nuevo como su cuerpo empezaba adejarse ir, del mismo modo que el cuerpo de Natasha se tensaba a sulado, sabiendo que ella también se estaba precipitando a su final.
El beso se hizo aún más crudo, más lleno de necesidad, como si, alprecipitarse hacÃa su clÃmax, se necesitaran aún más la una a laotra.
Unieron las manos que tenÃan libres mientras seguÃan besándose,como si, al unirse todo lo posible, supieran de que podrÃan librarsede la tormenta que se cernÃa sobre ellas.
Stephanie fue la primera que se puso a temblar de pies a cabeza,haciendo que, poco después, Natasha rompiera junto a ella, haciendoque las dos gimieran la una contra la otra.
Volver a sus cuerpos después de eso fue lo fácil. Volver a respirarfue lo que costó más trabajo, ya que ambas parecÃan incapaces derecuperar el aliento suficiente para que sus pulmones volvieran afuncionar.
-¿Esto es......siempre as�- murmuró Stephanie, cuando consiguióaire suficiente.
-En realidad, no. Depende de con quién lo hagas- le dijo Natasha.-Siestás con alguien que no tienen ni idea qué es lo que te gusta, tegarantizo que no se sentirÃa asÃ.
Stephanie se apretó más contra Natasha, quedando todo lo cercaposible de ella, haciendo que esta la observara con más atención.
-A lo mejor, se ha sentido asà porque nos hemos confesado antes-murmuró.
En el acto, el rostro de Natasha se coloreó de rojo mientras abrÃaaún más los ojos, ya que, para ella, lo único que podÃa hacerlatÃmida de verdad era hablar de sentimientos.
-¿A qué viene eso ahora?- le dijo.
-Bueno.....es la primera vez que me confesaba a alguien- le dijoStephanie.-El corazón todavÃa me está latiendo con fuerza- ledijo, cogiendo la mano de Natasha y llevándosela al pecho para quepudiera comprobarlo.
Por un momento, Natasha saltó, pero, en seguida comprobó lo queStephanie querÃa decirle.
PodÃa sentir perfectamente los latidos acelerados de esta bajo susdedos, casi como si su corazón fueras a saltar de su pecho y a caeren su mano.
-¿Tú estás igual?- le preguntó la joven Rogers.
-¿Por qué no me tocas y lo compruebas?- le dijo esta, alzando losojos hacÃa ella.
Stephanie alzó su mano y la colocó sobre el corazón de Natasha.
-El tuyo también está latiendo muy rápido- le dijo, dedicándoleuna sonrisa.
-Claro. Porque tú me estás tocando- le dijo Natasha.-Siempre queestás cerca, mi corazón se acelera. Imagina cuando me tocas.
Stephanie sentÃa que era imposible que le desapareciera la sonrisade la cara. Era como si una emoción nueva se hubiera abierto paso através de ella, reduciendo a todas las demás.
-¿Sabes que haces que todo eso suene muy bonito, Nat?- le dijo esta,aún sonriendo.
-Y a mi me gusta oÃr como me llamas Nat. Tienes que hacerlo siempre.
-Bueno......creo que cualquiera puede llamarte de ese modo. Es laforma más rápida de acortar tu nombre. ¿Por qué no pensamos otraforma de llamarte? Algo que solo usemos nosotras dos? ¿Qué teparece?
-¿Y en qué estabas pensando?- le preguntó esta, apretándosecontra ella.
Sus rostros estaban a punto tocarse y, aún asÃ, era como si las dosaún sintieron que estaban demasiado alejadas.
-¿Qué tal Tasha?- le sugirió esta.
Natasha frunció el ceño.
-¿Sabes que asà me llamaba mi padre a veces?
-Bueno.....Pero si yo te empiezo a llamar a si, ¿no te irá sonandocada vez mejor?- le dijo Stephanie, a su vez, aún sonriendo.
-Ummmm. PodrÃa ser posible.
-Pues decidido. Comenzaré a llamarte Tasha a partir de ahora- ledijo esta, sonriendo más ampliamente.
-¿Y cómo deberÃa llamarte yo a tÃ?- le preguntó esta a su vez,colocando el brazo alrededor de la cintura de esta.
-Pues.....las verdad es que no lo sé. La gente me ha llamado demuchas maneras. Dudo que haya alguna forma de mi nombre que alguienno haya usado antes- comentó Stephanie, pareciendo algodecepcionada.
Ella también querÃa que Natasha tuviera un modo especial dellamarla.
La joven morena cerró los ojos, pensando en algún modo que pudierausar solo ella y, como un flash, le vino una idea brillante, haciendoque abriera los ojos.
-¿Y qué tal Cap?-le sugirió Natasha de golpe.
-¿Cap? ¿Por qué de esa manera?- le preguntó esta.
-Cuando llegué, parecÃas la capitana de este sitio. Eras como lasegunda al mando, después de Danvers, y dudo que alguien más tevaya a llamar de esa manera.
-Cap. Bueno......no suena mal- comentó Stephanie, sonriendo denuevo.
-Pues decidido entonces. Asà te llamaré.
-Pero.....¿qué le diremos a la gente si alguien nota algo diferenteentre nosotras? ¿Les contaremos que estamos juntas?- le preguntóStephanie.
Aquello hizo que Natasha frunciera el ceño por un momento.
Ya habÃa visto qué les hacÃan a algunas chicas que admitÃan estarjuntas, al igual que a algunos chicos, en otros internados en los quehabÃa estado.
Nunca habÃa entendido porqué estos se arriesgaban a los castigos alos que se exponÃan por estar con alguien. Al menos, hasta ahora,que tenÃa a Stephanie a su lado.
-Si quieres, puedes contárselo a Sam y a Bucky, pero a nadie más.Es demasiado arriesgado que alguien más lo sepa.
Aquello hizo que fuera Stephanie la que frunciera el ceño en esaocasión.
-¿Arriesgado? ¿Por qué?
¿En serio no lo entendÃa? ¿En qué mundo tan feliz habÃa estadoviviendo esta hasta ahora?
-Esta academia es para jóvenes señoritas, para enseñarles comocomportarse de la manera correcta y todo eso. Y, al parecer, una vezal año, os reúnen con los chicos de la academia Banner. ¿Por quécrees que hacen eso?- le preguntó Natasha.
-Para que.....sepamos comportarnos ante los hombres, ¿no?
-No. Para que encontréis un marido igual a vosotras, de vuestromismo nivel. Si, por ejemplo, la señorita Danvers se enterara queestamos juntas, no quiero imaginar lo que acabarÃa pasando- comentó,dejando que su mente se perdiera por un momento en la posibilidad.
Aquello hizo que Stephanie se sintiera inquieta de golpe, viendo laexpresión en el rostro de Natasha, que habÃa cambiado de golpe.
-¿Tan arriesgado es?- le preguntó a esta, sintiendo su corazóninquieto.
-Lo mÃnimo que nos harÃan serÃa separarnos, avisarÃan a nuestrasfamilias y.....
-Me da igual que mis padres se enteraran- le dijo Stephanie en elacto.-Si estoy con la persona que amo, lo que quiero es que seenteren.
-Lo que quiero decir es que serÃa un gran lÃo y harÃan todo loposible para que todo pareciera peor de lo que es.
-¿Esto .....lo has visto antes?- le preguntó esta.
-En otras ocasiones, claro. Piensan que, al estar encerrados en unmismo lugar, los chicos solo están confundidos y nada más.
-Pero.....yo no quiero que nos separen- le dijo Stephanie, rodeandola cintura de esta también con sus brazos.-Lo que yo siento no esuna confusión.
Aquello hizo sonreÃr a Natasha, alzando una mano y colocando elcabello de esta en su sitio, detrás de su oÃdo.
-Eso ya lo sé. No tienes que alterarte tanto. Nadie tiene queenterarse si no queremos. Y dudo que tus amigas digan nada- trató detranquilizarla esta.
-Ni Bucky ni Sam dirÃan nada- afirmó Stephanie.
-Bien. Pues dÃselo a ellas si quieres. Si confÃas en ellas, no hayproblema.
-No habÃa caÃdo en que la señorita Danvers podrÃa alterarse si losupiera- comentó Stephanie, aún aferrada a ella, con caritatriste.-Ella es muy estricta. He tenido que recordarlo.
-Eso es porque tienes un modo muy inocente de ver el mundo.
-¿Me estás llamando simple?- le replicó Stephanie, mirándolamientras parecÃa hacer un puchero.
-No. Te he llamado inocente, que es mucho mejor.
Y, antes de que esta pudiera decir algo más, se inclinó hacÃa ellay la besó, haciendo que ambas se dirigieran una sonrisa tras elbreve contacto.
Findel capitulo 9
Vaya.Esta historia se me va de las manos. No tenÃa la intención de quetodo fuera tan deprisa ni que ellas aclararan sus sentimientos tanrápido. En realidad, ha sido DEMASIADO rápido, pero es como lahistoria lo ha pedido en realidad.
Nuncahe estado en un internado, pero dudo mucho que en uno de esos centrosdejen que los alumnos tengan esa clase de relación entre ellos, yasean chicos con chicos, chicas con chicas o chicos con chicas.Básicamente, si te envÃan a un sitio asÃ, es porque tus padresquieren que tengas una educación estricta y centrada en los libros ypoco más, no que vayas buscando novios en cada rincón.
Pero,vamos, como ya he dicho, nunca he estado en un centro de esos y notengo la mejor idea de como funcionan o hasta donde dejan a losalumnos a su aire. A lo mejor sà les dejan tener parejas, pero nopermiten un tipo muy cercano de intimidad. Y, desde luego, nopermitirÃan que una pareja compartiera habitación.
Sialguien ha estado en un internado, que me informe como se tomabanestas cosas en esos sitios. He hecho que este sea un centro superestricto porque Danvers es militar y, como la mayorÃa de losmilitares, les gusta que todo esté en orden y correcto, que secumplan unos horarios y que todos obedezcan las reglas sinexcepciones.
Ycreo que eso es algo que va a chocar mucho con la relación deNatasha y Stephanie.
Tampocorecuerdo con qué intenciones cree la existencia de la academiaBanner, pero, si los juntan cada año, estoy de acuerdo con Natasha.Lo hacen de ese modo para que sus chicos se relacionen entre ellos yencuentren una pareja adecuada, alguien de su mismo nivel social yque tenga una educación acorde.
Creoque la hice para sacar a otros personajes en versión chico, como aPeggy Carter, pero la cosa, como siempre, se me está llendo de lasmanos.
Enfin......por ahora, nada más que añadir, Marvelitos, asà que, eneste punto, me despido de vosotros. Como siempre, espero que osmantengáis sanos y nos seguimos leyendo en el siguiente capitulo.Hasta entonces, chao. ^^
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top