Capitulo 11




(Antes de empezar con el capitulo, os dejo un enlace a un blog donde me han publicado un relato corto de romantica historica, por si queréis echarle un ojo y conocerme fuera de los fanfics ^^: https://www.picaronia.com/dias-del-pasado-judit-da-silva/ )



Buenas a todos losMarvelitos que estáis ahí, a mi lado, acompañándome en esta nuevahistoria Stony que tengo entre manos.


Si supierais todas lasideas que tengo para hacer sobre Stony, de verdad fliparíais.Incluso por mi cabeza ronda una historia algo más cruda de lo quesuele ser normal en mi sobre un Steve Rogers de Hydra y un Tony Starkque no puede evitar ir hacia él, incluso sabiendo que es de losmalos.


Pero no os pondré lamiel en la boca aun. Por el momento, lo único Stony que estoyescribiendo ahora mismo es esta historia, la de You are my destiny yuna titulada ''Manada'', donde, podréis haber podido deducir, sonhombres-lobo. Pero sin embarazos. Ya sé que hay gente que les gustaese rollo de los tíos embarazados. Pero aquí a la servidora eso love como genéticamente imposible. A parte de que el hombre no tienedichos órganos, no cuenta con espacio para albergar al bebé ni lacapacidad para hacerle hueco, así como sus caderas tampoco son lobastante anchas como para poder expulsarlo cuando tenga que salir. Enfin......que por una serie de cosas, conmigo no vais a ver eso.¿Pueden adoptar niños? ¡Claro! ¿Pueden tenerlo ellos? NO


Y hablando delobos.....¡Este finde voy a ver Logan! ¡¡¡Sí!!! ¡¡¡Por fin!!!Para cuando lleguéis a leer este capitulo, ya la habré visto másque de sobra, así que, aquellos que también la hayan visto,comentadme que os pareció. Hugh Jackman fue mi primer amor desde quele vi en X-men y he visto todas sus películas. Ese hombre me encantay más le vale a su mujer cuidarlo muuuuy bien.


En fin.....ummmm. Loque decía ¿Qué decía? Sí, que este finde toca cine. Porque elsábado voy a ver Logan, pero el viernes por la tarde voy con micuñada, su hermana y su sobrina a ver ''La Bella y la Bestia''.


Sale Luke Evans (aunquehaciendo de malo) y ese hombre también me gusta. Aunque no heseguido tanto su filmografía. Además, aunque os resulte difícil decreer, no había visto nunca la película. Mis padres me compraron elRey león y la Sirenita, pero los demás clásicos nada. Aladin la vien casa de mi cuñada porque me la puso ella, pero no he visto laCenicienta, ni la Bella Durmiente, ni la Bella y la Bestia.Blancanieves la vi porque hace unos años la compraron pirata paraque la viera y me hizo tener cuestiones que solo Disney me podíaresolver. Como por ejemplo; después de que Blancanieves despiertapor el beso del príncipe, ¿a qué castillo se van a vivir? Osea,Blancanieves es una princesa y tiene un reino, pero el Príncipetiene otro. ¿Cómo se organizan? ¿Viven en un castillo seis meses yluego se cambian?


Esto es lo que pasacuando ves esas películas de mayor por primera vez.


Como creo que ahoramismo os acabo de soltar un señor rollazo, pero con mayúsculas,será mejor que os deje con el capitulo de una buena vez y cierre elpico ya. Espero que disfrutéis del capitulo y ya seguiremos hablandoal final.


CAPITULO 11


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Cuando Stephanie se viódentro de un espacio tan pequeño con Natasha, el calor que habíaestado llameando por su cuerpo solo se intensificó, haciendo quevolviera la cabeza hacía otro lado mientras trataba de hacerle unnudo rápido a esta para que el vestido quedara en su lugar.


-¿Qué? ¿Te gusta?- lepreguntó la joven Stark, girándose hacía ella dentro del pequeñoespacio, mostrándole el ajustado vestido.


Como ya había supuesto,le quedaba por encima de las rodillas, dejando gran parte de laespalda al aire y tenía un escote importante, pero tampoco podíadecir que le quedara mal.


De cierta manera, Natashase veía bastante sensual con él.


-Te queda bien- lerespondió Stephanie, sintiendo que el rostro le iba a explotar encualquier momento.


-¿Solo bien? Yo pensabaque ibas a tener algo mejor que decirme- comentó esta, echándose unvistazo en el espejo del lugar.-Yo creo que me queda bastante bien.


-No irás a la fiesta así,¿verdad?- le preguntó Stephanie, sintiendo como su fantasía podíaacabar convirtiéndose en realidad.


Natasha volvió la vistahacía ella y, al ver la expresión en su cara, no pudo evitar queuna sonrisa acudiera a su rostro.


-¿Qué pasa? ¿Acasoestás temiendo algo si acudo de esta manera a la fiesta?- le dijo,colocando los brazos a ambos lados del cuerpo de esta, viendo comoaquel rostro parecía sonrojarse más por momentos.


-Seguro que todos los ojosestarían sobre tí si aparecieras de esa manera- afirmó la jovenRogers, mirando a otro lado.


Pero Natasha no permitióque mantuviera la mirada alejada de ella. Sujetando su barbilla conuna mano, la hizo girar la cabeza, hasta que los ojos increíblementeazules de esta se clavaron en los suyos, haciendo que todo el cuerpode Stephanie se estremeciera.


-¿Qué esperas que acabapasando aquí dentro, cap?- le susurró Natasha habiendo notado aquelpequeño estremecimiento sin ningún problema.


-Na....nada. No estoyesperando nada- susurró Stephanie a su vez, viéndose obligada amantenerle la mirada a Natasha.


Pero volvió a sacudirlaun estremecimiento cuando vio la sonrisa de medio lado que esta ledirigió.


-Mentirosa- murmuró a suvez.


Natasha se inclinó hacíaella, con la clara intención de besarla, pero, claro, con ladiferencia de altura, si ella no se agachaba, esta no podía llegar asus labios.


La joven Stark esperó,sabiendo que Stephanie sabía que no podía acercarse más por ellamisma, así que permaneció así, mirándola, esperando a que esta sedecidiera a acercarse.


El corazón de la jovenRogers latía con fuerza en su pecho, como si fuera una fuerza dedemolición, pensando abrir un agujero en su pecho. Y, de nuevo, sinpoder resistirse a aquella morena que tenía ante ella, se agachó,rompiendo la distancia que los separaba, y acabaron besándose.


Pudo sentir la sonrisa enlos labios de Natasha cuando ella rompió la distancia que habíaentre ellas, pero rápidamente esta desapareció cuando la morenaalzó su mano hasta colocarla sobre la mejilla de esta, sujetándolapara que no se apartara.


Stephanie corcoveó contrala pared del probador, sintiendo como la excitación del momentoaumentaba. Por ella, Natasha tuvo que pegar su cuerpo contra el suyo,procurando que se quedara quieta contra ella, suspirando en elinterior de su boca cuando sus cuerpos estuvieron apoyadas la unacontra la otra.


Las dos sabían que nodeberían estar haciéndolo en un lugar publico como ese, pero, ¿cómopoder resistirse, cuando había sido la propia Natasha la que lahabía llevado allí dentro de la mano?


Stephanie rodeó el cuellode esta con los brazos, queriéndola lo más cerca posible de ella,sintiendo como su corazón parecía hincharse y crecer dentro de supecho cuando podía tenerla así de cerca, necesitándola así decerca.


Natasha, por su parte,estaba llevando su mano libre a la pierna de Stephanie, subiendo poresta, agradeciendo que la joven se hubiera decantado por llevar unafalda ese día.


-Natasha- jadeó esta,cuando la sintió tan cerca de su centro, alzando la cabeza,necesitando más aire del que había allí dentro.


-¿Qué pasa? ¿No eraesto lo que estabas esperando?- le susurró la joven Stark junto a lapiel sensible de su cuello, notando como esta empezaba a regalarleuna serie de besos que la hicieron estremecerse de arriba a bajo.


Los brazos en torno alcuello de Natasha se apretaron aún más, como si ella fuera unsalvavidas en medio de aquella tempestad que se estaba despertando.


-Eres tan dulce- le dijola morena, contemplando el rostro deliciosamente sonrojado deesta.-No podía soltarte aunque quisiera.


Stephanie soltó unpequeño gemido ante esas palabras.


O, tal vez, se debió aque la mano de Natasha estaba sobre su ropa interior en aquellosmomentos, acariciándola, haciendo que el calor que había estadosintiendo se transformara en melaza caliente por sus venas,aumentando todo los demás.


Natasha solo pudoobservarla mientras la acariciaba, observando aquella belleza quetenía ante sí, sin creerse realmente que tuviera el privilegio detocarla el placer, viendo como Stephanie reaccionaba abiertamente asus caricias.


Esta jadeó de nuevo,pareciendo incapaz de silenciare, por lo que la joven Stark tuvo queinclinarse todo lo posible hacía su oído.


-No gimas tan alto ocualquiera podría oírnos. ¿Acaso quieres que la dependienta seentera de lo que estamos haciendo?


Aquello hizo que estaabriera los ojos, dándose cuenta que todo lo que las separaba delmundo exterior era una simple cortina. Pero aquel hecho, sabía quehabía gente al otro lado, solo pareció esperar más su sangre,haciendo que los estremecimientos de placer la recorrieran de arribaa bajo sin control.


-Serás traviesa- lesusurró Natasha, notando perfectamente lo que sus palabras habíanprobado.-¿Te has excitado al pensar que hay gente fuera?


-No....no.....Yono....-murmuró Stephanie.


Pero las caricias deNatasha la dejaban rápidamente sin aire.


-¿Qué ibas a decir?- lepreguntó esta, depositando pequeños besos en el escote de lacamiseta que esta le dejaba.


Stephanie odió brevementea esta por jugar con ella de aquella forma, sabiendo que la tenía asu completa merced. Así que, como vergüenza, recordando que esta noera la única que tenía derecho atacar, llevó una de sus propiasmanos al interior del vestido de Natasha, llegando a su propio centrosin ningún impedimento, haciendo que esta soltara un jadeo demasiadoaudible, ya que no se había esperado para nada ese movimiento.


-¿Chicas, qué estáishaciendo ahí dentro?- les preguntó Sam, sonando como si lasestuviera regañando, sabiendo la respuesta a su propia pregunta.


-Stephanie me ha pilladoel pelo con el nudo del vestido- les dijo Natasha, obligándose aapartarse del cuerpo de Stephanie en el acto.


Esta parecía costarletrabajo respirar y su rostro, con una piel tan clara, dejaba a lavista demasiado su vergüenza, así que fue Natasha la que abrió lacortina y salió, mostrándoles el vestido a las dos chicas queesperaban fuera.


-¿Qué? ¿Qué os parecesi me llevo este?- les preguntó, dando una vuelta para que pudieranverla bien.


-Creo que quieres que a ladirectora Danvers le da un infarto al verte- le dijo Samanta alinstante, observando el vestido de arriba a bajo.-¿Acaso quierespasarte castigada toda tu estancia en la academia?


-¿Qué? ¿Por qué diceseso? El vestido es precioso.


-Y revelador- le dijoBucky.


-Esta fiesta no es paralucirnos. Es para que los profesores comprueben como sabemos movernosen ese tipo de eventos. Llamar la atención de alguien es lo menosimportante- le dijo Sam.


-Venga ya- se quejóNatasha.-Vivís aisladas del mundo exterior los 364 días restantesdel año, teniendo solo un día para poder atraer la atención dealguien. No me ireís a decir que las chicas no están interesadas eneso.


-Sí y no- comentó Bucky,siempre tan explicita ella.


-Es cierto que la mayoríade las chicas esperan con emoción este día para llamar la atenciónde algún chico- le aclaró Sam.-Pero la señorita Danvers nopermitirá que se vaya de cualquier manera. Antes de empezar lafiesta, echa un vistazo a todas las chicas para asegurarse de queninguna vaya fuera de lugar.


-Así que esta amargahasta ese día- comentó Natasha con malestar.-Quién diría que soloparece estar en el colegio para amargar a las chicas.


-La señorita Danvers noes tan mala como la pintas- le dijo Stephanie, emergiendo en esemomento del probador, con la calma algo más restaurada.-Lo que pasaes que vuestros caracteres chocan todo el tiempo.


-Eso es muy posible-comentó Natasha.


-La cuestión es que nopuedes ir así. Tienes que seguir buscando el vestido- le dijo Sam.


-Tengo la impresión quenada de lo que yo elija pasaría por el detector de esa mujer- lesdijo la joven Stark, frunciendo el ceño.


A ella le había encantadoese vestido. Aunque no pudiera a ponerse en la dichosa fiesta de laacademia, pensaba comprarlo. Después de todo, no era muy diferente aotros vestidos que había usado anteriormente.


Y estaba totalmente segurade que tenía razón con lo que había dicho. Nada que ella dijerallevar en esa fiesta sería del agrado de la señorita Danvers. Y eraimposible que lo fuera ya que sus gustos con muy diferentes.


-¿No sería mejor queeligiéramos algo por ella?- les preguntó Stephanie a sus dosamigas, haciendo que estas se volvieran a mirarla.


-Creo que será lo mejorsí- comentó Sam, haciendo que las tres empezaron a pulular por latienda, buscando un vestido adecuado, mientras Natasha permanecíaante el probador, viendo como estas iban recolectando vestidos aquíy allá.


La dueña de la tiendasolo las observaba hacer desde detrás del mostrador, asegurándosede que no destrozaran nada, pero sin querer meterse en medio de suscompras. Era como si la gente del pueblo las dejaran hacer con tal devender algo.


Al cabo de un rato, lastres chicas se acercaron a ella y, con una serie de vestidos, se lostendieron a Natasha, para que entrara en el probador y vieron cualera el que le quedaba mejor.


-¿De verdad se supone quetengo que probarme todo esto?- les dijo esta, viendo la montaña deropa que le esperaba.


-Sí. Y ya puedes darteprisa. Tenemos que ir a comer antes de ir al cine- le indicó Sam.


Natasha, a regañadientes,viendo como las tres chicas le indicaban que se metiera en elprobador, hizo lo que estas querían, quitándose el vestido negro einiciando todo un desfile de vestidos, todos demasiado recatados parael gusto de esta.


-No sabía que tenía queir de monja a la fiesta- comentó Natasha, saliendo del probador conun vestido beigse que le tapaba hasta el cuello. Y era tan entalladoque solo podía caminar dando pasitos cortos.


-Vaya. Desde luego esevestido no es para ti- comentó Sam, pareciendo horrorizada cuando lavio salir con aquella pinta.-¿Quién a elegido ese vestido?-preguntó.


En el acto, Bucky alzó lamano.


-Pensé que estábamosbuscando vestidos que le gustaran a la señorita Danvers- comentó lajoven restando importancia aquello.


-Desde luego, ese vestidole gustaría- comentó Stephanie, con una sonrisilla en los labios,viendo como lucía Natasha de aquella manera.


-¿Esto te parece muygracioso?- le preguntó la muchacha.


-Mucho- afirmó esta, yasin ocultarla.-No sabía que podías lucir de esa manera.


-De acuerdo. Se acabó lasesión de circo. Bucky, no me probaré ningún vestido más quehayas elegido tú- le dijo.


-¿Y cómo lo vas asaber?- le dijo esta a su vez.-Te dimos todos los vestidos juntos,así que es imposible saber quién eligió cuál.


Aquello dejó a estaparalizada por un momento, como si no hubiera caído en ese detalle,pero Sam dio unas sonoras palmadas.


-Basta. No tenemos tiempoque perder. Sigamos probando cosas. Y Bucky, tú también deberíasestar probándote algo. Tú tampoco tienes un vestido que ponerte.


La joven castaña asintióy, colocándose de cara a la tienda, hizo un nuevo barrido entre losvestidos, casi como si fuera un robot y hubiera entrado a modoautomático, cogiendo un vestido aquí o allá de cada percha,colocandolo sobre sus brazos.


Natasha se la quedómirando un instante, preguntándose si esta realmente era humano o sisolo lo fingí, pero las manos de Stephanie sobre sus hombros lahicieron volver la vista hacía esta.


-Tienes que seguirbuscando- le indicó la joven rubia, empujándola suavemente hacíael probador, viendo como la joven Stark parecía moverse como unpingüino hacía allí.-Sigue probándote cosas y daremos con eladecuado.


-¡Tiene que ser bastantecómodo para ti que te manden el vestido!- se quejó Natasha, desdedentro del probador, haciendo un nuevo cambio de ropa.


Como siguiera mucho másallí, no sabría qué se había probado o que no, donde estaba laropa con la que ella había llegado o siquiera cual era su nombre,mareada ya de todo aquello.


-Tengo la impresión deque vamos a pasarnos aquí todo el día- comentó Samanta, cruzada debrazos como estaba, mirando a su alrededor, mientras Stephanie nopodía ocultar la sonrisa que se había formado en sus labios alescuchar a Natasha.


-Bueno.....tampoco es quetengamos algo mejor que hacer- comentó la joven Rogers.


-Eso lo dices porque estásviendo a tu novia probándose vestidos- le susurró esta a su vez, losuficientemente bajo para que la dueña de la tienda no las pudieraescuchar.


El sonrojo en el rostro deStephanie ante esas palabras fue prácticamente inmediato.Volviéndose hacía su amiga con los ojos abiertos como platos.


-¿Qué?- le espetó esta,al ver que la miraba de aquella manera.-¿Acaso es que es mentira?-le dijo.


-Bueno.....no, pero......


-¡Ajá!- le dijoesta.-Así que ya no es que seáis solo pareja, si no que admitísser novias. ¿Tan en serio vais?- le preguntó Sam.


-Yo....bueno....supongoque sí.


-¿De qué estáishablando?- preguntó Natasha, saliendo del probador, viendo elsonrojo que teñía por entero el rostro de Stephanie.


-Nada- le dijo Sam.-Solomanteníamos una conversación intima de amigas.


Natasha entrecerró losojos, mirándolas con desconfianza, pero Bucky salió al mismo tiempode otro probador, luciendo un vestido verde con una gran falda, losuficientemente grande como para que recordara a los vestidosantiguos.


-Guau- dijo Natasha nadamás verla, más por la impresión que le había causado verlaaparecer de aquella manera más que porque le gustara el vestido.


No sabía que los gustosde Bucky fueran por el lado Disney.


-¡Bucky, pareces unaprincesa!- exclamó, pareciendo emocionada al verla.


¿En serio le habíagustado verla vestida de ese modo?


Samanta parecía habersequedado sin palabras, mirando hacía esta, con una mano delante delos labios, como si buscara algo que decir, pero le faltara el airepara ello.


-La señorita Danvers yaha aceptado otros vestidos de este estilo- comentó la muchacha, comosi no notara los diferentes sentimientos que había despertado alaparecer de esa manera.-Creo que aceptaría este.


-Y....¿no te parece, talvez, un poquito excesivo?- comentó Sam, tratando de hablar con elmayor tacto posible.


-¿Tú crees?- le preguntóla castaña, echándose un vistazo.-A lo mejor si que la falda es unpoco demasiado grande para pasar por las puertas.


-Pero, mientras que a tite guste- le dijo Stephanie.


En el acto, Bucky alzólos ojos hacía ella.


-No, si a mi no me gusta-les dijo a las presentes.


-Entonces, ¿para qué telo pruebas?- le preguntó Natasha, sin conseguir comprender comofuncionaba la mene de aquella chicas.


-Porque solo he elegidolos vestidos que le gustarían a la señorita Danvers. A mí no megustan los vestidos- comentó esta sin más, como si fuera de lo másobvio.


Natasha no supo muy bienqué decirle a eso.


-Anda. Vuelve a entrar enel probador y cambiate- le dijo Samanta.-Yo te ayudaré a buscar unvestido que te quede bien.


Y así se dividieron endos equipos, tratando de cumplir aquella misión mientras el mediodíase cernía sobre ellas.


Fin del capitulo 11


Bueno, gente, aquíestamos con un capitulo más de estas chicas. Si tengo que admitiralgo, cuando me imaginé a Bucky con el vestido, no pudo evitarreírme. Es que me la imaginé saliendo del probador con ese enormevestido y todas mirándola alucinadas, y me dio por reírme.


Los vestidos deprincesitas quedan muy bien para una foto o para los dibujos, pero,en la vida real, si hubiera que moverse con uno de esos puesto,seguro que tendríamos más de un accidente. El bajo del vestido nosharía difícil caminar. Y eso sin contar cómo tendríamos que hacerlas cosas si es que quisiéramos ir al baño. Eso sí que sería todauna aventura.


En fin. En esta ocasiónno tengo mucho más que decir, la verdad. Donde vivo esta lloviendo yhace un frío anormal para estar en primavera. Este tiempo me haceestar un poco proff, lo que me hace pensar si no seré algometeorópatica o algo por el estilo, así que no estoy en mis plenasfacultades para recordar si tenía que deciros algo más en estecapitulo concreto. Mejor pasemos al siguiente porque vienen cosasinesperadas.


Y no os voy a revelarnada a ese respecto hasta que lo vayáis a leer.


Como siempre,Marvelitos míos, manteneos sanos y nos seguimos leyendo. Bye ^^

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