Capitulo 10
(No viene a cuento con la historia, pero sí con el dibujo. Estuve buscando ropa de moda que encajara con la imagen que tenía de cada una en web de ropas. Espero haber acertado. Es más sencillo hacer el uniforme sin más jajajjja)
Buenas a todos y todas lasMarvelitas que os encontréis en esta nueva historia (aunque con diezcapítulos ya subidos, de nueva ya tiene bastante poco la verdad),deseando que os esté gustando lo que está ocurriendo y como estoyllevando las cosas.
No sé como llegué a escribir todolo que he escrito en capítulos anteriores, la verdad, pero la cosaes que tengo que admitir que me gusta la complicidad que hay entreStephanie y Natasha. La mayoría ya me han dicho que les encantaStephanie porque es muy mona (cosa que es cierto) y que a Natasha sele nota el carácter Stark (cosa que también es verdad). Tengo queestar de acuerdo en esos dos puntos.
Pero, teniendo en cuenta que el yuriyo siempre lo he visto más de lejos, ya que a mi lo que más me tiraes el yaoi, ¿cómo os parece que están yendo las cosas? ¿Os parecedemasiado suave? ¿Demasiado lento? Id diciéndome vuestras opinionespara yo poder ir actuando en consecuencia.
No sería la primera ni la últimavez que creyera que estoy llevando bien la historia y que alguien mediga que habría cosas que tendría que revisar. Siempre que seancriticas constructivas, estoy preparada para escucharlas.
Después de todo, es lo que hacemosmi cuñada y yo. Ella es mi lectora 0 de mis novelas (fuera del mundofanfic), del mismo modo que yo soy la suya. Corregimos faltas, frasesque no expresen bien lo que quiera decir, ver que se meta informacióninnecesaria donde no se debe y ese tipo de cosas, para que todo quedeencajado y llegue bien a los futuros lectores.
Es algo que pasa mucho cuandoescribes. Que crees que todo está bien y se entiende y, cuando lolee alguien más, descubres que no estaba tan claro como tú creías.
Bueno.....como siempre me ocurreúltimamente, me he enrollado más de la cuenta. Mejor dejo de hablarya y os dejo con el capitulo. Espero que, como siempre, lo disfrutéisy seguimos hablando luego.
CAPITULO 10
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Por supuesto, al día siguiente,Stephanie y Natasha pudieron unirse a Bucky y a Samanta cuando estasse prepararon para ir al pueblo, ya que habían comprobado más quede sobra que Natasha no necesitaba ayuda alguna para estudiar.
Stephanie permaneció pegada a su ladotodo el tiempo, con una sonrisilla en la cara, como si no pudieraocultar lo que había ocurrido la tarde anterior.
-Se os nota raras a las dos- comentóSam, señalándolas a ambas, observándolas con atención.-¿Es queha ocurrido algo bueno o qué?
La joven Rogers abrió la boca, lo másseguro que para explicar a sus amigas todo lo que había pasado entreellas. Pero se le adelantaron.
-Estas tipas son raras continuamente.¿Acaso no os habéis dado cuenta ya?- comentó Joahnna, con sus treschicas fieles a su alrededor, y otras cuatro más al fondo.
Era como si hubiera recolectado másgente para su extraño grupito de seguidoras.
-Nadie estaba hablando contigo- le dijoSamanta, cruzándose de brazos, con malestar.
Todas las presentes lucían ropa decalle, ya que el uniforme no estaba permitido para usarse fuera delrecinto del colegio. Y, seguramente, todas iban a dirigirse al mismopunto; la parada del autobús que había en la entrada del colegio.
Pasaba cada hora hacia el pueblo yotros lugares de los alrededores, aunque la gente solo solía usarlopara echar un vistazo a la academia desde lejos, ya que losvisitantes sin autorización no estaban permitidos.
-¿Crees que necesito tú permiso parahablar?- bufó Joahnna.-Puedo decir lo que me venga en gana, delmismo modo que digo que ellas dos parecen tener algo entre ellas. Asaber como reaccionaría la señorita Danvers si se enterara.
Aquello hizo que los ojos de Stephaniecorrieran hacia Natasha, viendo como la mayor se ponía algo pálida.
-¡No digas tonterías!- le dijoSam.-Sabes que, si fueras contando eso, nadie se creería semejanteengaño y solo estarías perdiendo el tiempo.
-A saber. Ya había oído hablar deNatasha Stark y está teniendo mucho mejor comportamiento del quesolía lucir. ¿No parece eso muy sospechoso?
Bucky hizo la intención de lanzarsesobre ella, con toda la intención de callarla a golpes si haciafalta. Pero Samanta la cogió del brazo y la detuvo.
-No pierdas el tiempo con ella. No valela pena.
La conversación murió allí y,mientras esperaban el autobús, Stephanie, Sam, Bucky y Natashaesperaron a un lado, mientras el grupo de Joahnna se manteníamínimamente alejadas de ellas (o, al menos, lo que la parada lespermitía distanciarse), cuchicheando por lo bajo mientras Joahnnalas observaba con una sonrisilla en la cara.
Trataron de ignorar a esta. Al menos,hasta que montaron en el autobús, ya que el grupito de arpías sesentó al fondo y ellas delante, esperando no tener que volver ainteractuar.
-Mira que lo se llega a inventar paramolestar- se quejó Samanta, cuando ya había una buena distanciaentre ellas-Decir que estáis juntas.
Natasha echó un vistazo a Stephanie,que estaba sentada a su lado. Pero, desde luego, esta no parecíatener ninguna intención de decir nada al respecto, con las manosapretadas en el regazo, con la vista baja.
-Es que lo estamos- afirmó la morenapor ella.
En el acto, Bucky y Sam, que estabansentadas en los asientos de delante, se volvieron hacia ellas, conlos ojos abiertos como platos.
-¿Qué has dicho?- le soltó Sam.-Creoque no te he oído bien.
-No le hagas repetirlo aquí dentro- laregañó Stephanie.
Después de todo, por muy al fondo quese encontraran estas sentadas, era muy posible que estuvieranpendientes de su conversación.
-¿Cuándo ha ocurrido eso?- preguntóBucky.
-Hace muy poco- confesó Stephanie,sonriendo de manera avergonzada.
-Pero, ¿acaso estáis locas? ¿Sabéislo que puede ocurrir si alguien se entera?- les dijo Sam, echando unrápido vistazo al grupito del fondo.
-Creo que eso nos ha quedado claro-afirmó Natasha, bastante calmada.
-No. No lo sabéis. Ya no es solo elhecho de que os separaren o que avisaran a vuestros padres. Una devosotras acabaría fuera de la academia.
Aquello hizo fruncir el ceño a Natashay palidecer aun más a Stephanie.
-¿Cómo sabes eso?- le preguntó larubia.
-¿Crees que sois las primeras en teneruna relación aquí? ¿Steph, dónde creías que se iban las chicasque desaparecían, de pronto, de la academia?
-Pensaba que sus padres las querían deregreso. Nunca me plantee eso.
-¿Y por qué pensaba que llorabanotras que se quedaban aquí?- le dijo Bucky.
-Yo me pondría muy triste si una amigase fuera. Me parecía normal que se pusieran a llorar, la verdad.
-¿Ves por qué te digo que eres unainocente?- le dijo Natasha.
-No sabéis el cuidado que tenéis quellevar para que nadie sospeche- les siguió diciendo Sam.-Solo conque se generen rumores, os podríais meter en un buen lío.
-Si solo por los rumores ya te juzgan,habrán echado a más de una inocente- le dijo la morena, cruzándosede brazos con disgusto.
-No. Los rumores conllevan a tener unacharla con Danvers- le dijo Bucky.
-Y todavía no he conocido a ningunachica que haya salido de su despacho después de haber podidomentirle a la cara- añadió Sam.
-Realmente la directora puede serimplacable cuando quiere- comentó Stephanie, pareciendo másasustada por momentos.
-No tienes de lo que preocuparte- ledijo Natasha.-Tampoco es como si fuéramos gritándolo por todaspartes.
-Pero vosotras tenéis que llevar máscuidado que nadie- les dijo Sam.-Porque tenéis a Joahnna y a susequito con los ojos sobre vosotras.
-Por lo que sé, no duerme en nuestrahabitación- se quejó la morena.
-Pero podría tener a alguien a vuestroalrededor si sospechara algo- comentó Bucky.
-Dios. Haber si nos hiciera faltasacarnos una licencia de espía para esto- comentó Natasha,pareciendo más molesta por momentos.
.Solo tendréis que tener cuidado decómo os comportáis delante de otras personas- le dijo Bucky,echando un vistazo a las chicas del fondo, que había ido subiendo eltono de voz hasta saber que era imposible que las escucharan.
Para su buena suerte, cuando ellas sebajaron del autobús, Joahnna y las suyas no se bajaron en el mismolugar, así que o tenían pensado bajarse en otro lugar o ya habíandejado tranquilas por ese día.
-Yo creo que ha Joahnna la mandaronaquí porque sus padres no la aguantaban- se quejó Sam.-No hay quiénla soporte mucho tiempo.
-Excepto sus seguidoras- añadióBucky.
-Pero eso, sabemos, que es solo porquese creen que van a obtener favores a cambio de su sumisión.
Las demás asintieron en silencio ydecidieron centrarse en otras cosas. Como, por ejemplo, lo que lashabía llevado allí.
-Tenemos que comprar las entradas decine para esta tarde y algunas cosas más- comentó Samanta, haciendomemoria.
-Y tenemos que mirar un vestido paraNatasha, antes de que el baile se nos eche encima y las chicasarrasen con todo- les recordó Stephanie.
-¿Tan importante es ese baile?-preguntó la morena.
No le veía ningún sentido a aquelbaile. Ya había conocido a la suficiente gente importante en lasfiestas de su familia como para saber moverse en sociedad. Y dudabaque aquellos chicos fueran más importantes que los emisarios árabeso los hijos de ministros y empresarios que había conocido.
-Bueno.....Para la escuela sí. Es elúnico día del año que nos podemos relacionar con hombres. Eso estoda una novedad- comentó Sam.
-Pero también es divertido- añadióStephanie.-Hay baile y buena comida, se respira buen humor, cambiamosla rutina....
-Ya. Supongo que te hace ilusiónvolver a ver a Meter Carter- le dijo Natasha.
Y, por el modo en el que la miró larubia, parecía haber acertado.
-Peter me cae bien y es muy amable. Notiene nada de malo que quiera volver a verlo. De todas formas, solole vemos una vez al año- le dijo Stephanie a su vez.
Sam y Bucky intercambiaron una miradaal ver como se estaba poniendo el tema, pero, antes de que Natashavolviera a explotar allí, ambas chicas decidieron intervenir.
-Dejad las peleas de pareja para cuandoestéis solas- les dijo Sam, mientras esta cogía a Stephanie delbrazo y Bucky hacia lo propio con Natasha.-Aquí hemos venidos adivertirnos y hacer compras, así que centrémonos en eso.
Bucky asintió, dándole la razón, yempezaron a arrastrar a estas por la calle, llevándolas de tienda entienda para ver cosas.
Era la primera vez que Natasha iba alpueblo, así que tenía que aprender lo que podía encontrarse allíde hacerle falta.
-Tienes muchas tiendas aquí para serun pueblo tan pequeño- comentó Natasha tras una rápida vuelta,paradas como estaban en la taquilla del pequeño cine del pueblo,observando que no había mucha gente por la calle.
-Las tiendas están por nosotras- leexplicó Stephanie.-Vieron que, con el colegio tan cerca, podíansacar provecho.
Claro. Era un colegio entero deseñoritas que solo podían salir un día a la semana y aquel puebloera lo que había más cerca. Era absurdo que no trataran de obtenerbeneficios de eso de algún modo.
-bueno....ya que tenemos las entradas,¿por qué no vamos a ver los vestidos antes de que empiecen avolar?- sugirió Samanta.
-Sí, será lo mejor- afirmóStephanie, sonriendo.
Bucky aun no se había apartado de allado de Natasha, pero, al menos, ya no iba agarrada de su brazo. Siveía algo que le llamaba la atención, lo cogía y se lo enseñaba aNatasha, buscando que ella hiciera algún comentario.
-Al parecer, se han hecho muy buenasamigas- comentó Sam mientras se dirigían a una de las tiendas deropa, observando como aquellas dos caminaban por delante.
-Venga ya. Pero si apenas me habla- sequejó Natasha, echando un vistazo por encima del hombro a las otrasdos chicas.
-No hablo mucho- dijo Bucky, sin más,mirando al frente.
-Eso es cierto- le dijo Sam.-Que nohable mucho no significa que no te considere una maiga. Ya soloporque te hable es que significa que ya te ha aceptado.
Natasha no estaab muy de acuerdo coneso, pero dejó el tema. Después de todo, Bucky era demasiadoextraña para poder entenderla. De momento, no le molestaba supresencia, que era mucho más de lo que podía decir de otraspersonas.
-¿En qué tienda entramos?- preguntóStephanie, echando un vistazo a la calle.
En esa misma calle, había tres tiendasde ropa. Las llevaba la misma familia, pero, con todas las chicas quehabían en la academia, una se había quedado pequeña demasiadorápido.
-Creo que da igual por donde empecemos.En cuanto encuentre un vestido que me quede bien, podremos irnos- lesdijo Natasha a las presentes.
-No digas eso- la regañóStephanie.-El vestido es importante. Todo el mundo te verá con él.¿No quieres que todo el mundo te admire al verte?
-¿Y yo para qué voy a querer que meadmiren un puñado de desconocidos?- se quejó ella.
Aquello pareció dejar sin palabras aStephanie, ya que, cuando abrió la boca para replicar, se dio cuentaque tenía algo de razón.
¿Para qué querían que un montón degente con la que apenas hablaban una vez al año las observaban?¿Para qué servía la competencia que existía entre las chicas porquién llevaba el vestido más bonito?
-Al menos, piensa que Stephanie podráverte usando un vestido espectacular y tú a ella. ¿Eso no teemociona un poquito?- le dijo Sam.
Aquello hizo que Natasha se volvierahacia ella y mirara a Stephanie, que rápidamente se sornojómientras veía el modo en el que la observaba la morena.
-Buen punto de vista- le dijo Natasha aesta, volviendo la vista y su atención hacia la primera tienda deropa que le salió al paso.
Decidieron empezar su recorrido porallí, ya que era una tienda tan buena como cualquier otra. La mujerque había tras el mostrador se levantó de la silla en cuanto lasvió entrar, dirigiéndoles una amplia sonrisa.
-Bienvenidas- dijo.-Ya se acerca lafecha del baile, ¿verdad?
-Sí, como cada año- le dijoStephanie, sonriéndole ampliamente a su vez.
-Bien, bien. Si necesitáis cualquiercosa, no tenéis más que decírmelo y estaré encantada de ayudaros-les dijo la mujer, volviendo a su asiento.
Si había un mes al año durante en elque les sacaba verdadero dinero a las chicas, era en esas fechas, yaque vestidos que se encontrarían más baratos en otras épocas,subía drásticamente de precio en ese mes antes de la fiesta.
-Hacen negocio como pueden- afirmóSam.
Pero esta no pudo decir mucho más, yaque Bucky la cogió por la manga de su camisa y le señaló algo enel otro lado de la tienda, arrastrándola hacia allí.
En esos momentos, Natasha y Stephaniese quedaron más o menos solas en aquella parte de la tienda, echandoun vistazo a los vestidos.
-¿Qué tal este?- comentó la morena,sacando un vestido negro de una de las perchas.
Stephanie le echó un rápido ojo,frunciendo el ceño.
-¿No es algo.....corto?- comentó lajoven Rogers.
A pesar del tamaño de Natasha, aquelvestido le quedaría por encima de las rodillas con toda seguridad.
-¿En serio? Yo creo que es bonito. Elnegro siempre ha sido mi color- afirmó esta, dirigiéndole unasonrisa juguetona. Stephanie no pudo evitar dirigirle una sonrisa asu vez.-Voy a probármelo.
Había unos cuantos probadores al fondode la tienda. Cinco para ser exactos , uno al lado de los otros,viendo como el del extremo contrario ya estaba siendo ocupado porBucky y Sam, que llevaban unos cuantos vestidos entre los brazos.
-Supongo que no hay nada malo en que telo pruebes- comentó Stephanie, siguiendo a la joven Stara hasta lacortina del probador, quedando ella fuera.-Pero recuerda que habráun montón de chicos en esa fiesta y, cuanto más enseñes, más sefijaran en ti- le recordó.
Por un momento, la joven Rogers seimaginó la fiesta, con Natasha luciendo el provocador vestido que seestaba probando, viéndose rodeada de chicos que se desvivían porqueles hiciera un poco de caso.
Podía imaginarse a esta totalmentecalmada ante aquella situación, ya que siendo de una familia tanimportante como parecía ser ella, estaría más que acostumbrada aque los ojos estuvieran puestos sobre su persona. Además, esta yahabía asegurado tener experiencia con los hombres, así que habíanestado más cerca de lo que ella había hecho en un simple baile.
Sintió un rápido ramalazo de celosante aquella imagen, sobretodo porque se había imaginado a sí mismaviendo aquella escena desde lejos, y crispó sus manos contra elregazo, no queriendo ser realmente así.
¿Por qué pensaba que Natasha secomportaría de aquel modo con los chicos?
El ruido de la cortina siendo abiertatras ella la devolvió a la realidad, girándose al tiempo de ver aNatasha de pie, de espaldas a ella, mostrándole los tirantes sueltosdel vestido, dejando la mayor parte de su espalda y sus piernas aldescubierto.
-¿Me ayudas a abrocharlo?- le pidióesta, mirándola por encima del hombro, buscando un poco de ayuda.
Pero Stephanie sintió como todo surostro y su cuerpo explotaban en una bola de calor al verla desemejante manera, sintiendo como le ardían las mejillas al mirarla.
Natasha también debió de notarlo, yaque le dirigió una sonrisa de medio lado.
-¿En qué te has puesto a pensar alverme, pervertida?- le dijo.
-¡Yo no soy eso!- exclamó esta,sintiendo como rápidamente la vergüenza sustituía a todo lodemás.-Eres tú la que ha salido sin avisar.
-Ven- le dijo Natasha, cogiendo su manoy conduciéndola dentro del probador.-Sigamos hablando de esto enalgún lugar más privado.
La ventaja de ser dos chicas era quenadie se extrañaba si entraban juntas de aquel modo. Pero, de habervisto el color rojo fosforescente que teñía el rostro de Stephanie,habrían entendido con rapidez que allí pasaba algo más que unaayuda entre amigas.
Fin del capitulo 10
Pues nada. Un capitulo más alcanto. Con esto ya hemos llegado a los dos dígitos y, como me vieneocurriendo de un tiempo a esta parte, tengo ideas de cosas que quierohacer en el futuro de la historia, pero no tengo un final claro ydefinitivo, de esos que dices ''cuando llegue aquí, echo elcierre''. No, no hay nada de eso por ahora, amigos.
Como ocurre con ''You are mydestiny'' o ''Encontrémonos en el Espacio'', escribo sobre lamarcha, viendo a ver que sale, esperando no aburrir a nadie. Perocomo la historia StarkQuill y esta lleguen a los 40 capítulos comola de You, me tendré que pegar un tiro. No sé que leches me pasaúltimamente que escribo y escribo y escribo, como si me hubierandado cuerda.
Es que me veo llegando a los 40 conesas historias y llegando a los 80 o los 100 con la de You are mydestiny. Que hay gente que dice que no se les ha hecho muy largo oque no tienen la impresión de haber leido tanto, cosa quepersonalmente agradezco, pero tengo que ir aprendiendo ya donde se vaa tener que poner el broche final.
Algunos os quejáis de eso y decísque podría estar escribiendo de forma infinita (con ''Después deuna guerra'' muchos me lo decían también), pero ninguna historiadura eternamente. Incluso '''La Historia Interminable'' llegaba asu final antes o después. Porque yo recuerdo pensar, decepcionada,que para ser una ''historia interminable'' no se me había hechomuy largo.
Dios. Lo recuerdo porque nos lomandaron a leer en el colegio y pocos días después pusieron lapelícula en la televisión y yo emocionada, en plan ''¡Yo me estoyleyendo ese libro!''. Al parecer, cuando era niña no concebía elhecho de que se hicieran películas de libros.
En fin.....¿por qué estabadiciendo esto? ¿Véis? Ya me he vuelto a ir de lo que estabadiciendo. Siempre me pasa lo mismo. Por eso temo alargar demasiadolas historias. Temo que, por no tener un final claro, acabedesvariando y poniendo cosas que no tengan ningún sentido o que noencajen con la personalidad de los personajes o cualquier otrodesastre que estropee todos los demás capítulos.
No me quiero emparanoiar con estetema, pero es justo lo que me está pasando, ¿no? Suele ocurrir.
Bueno.....como creo queos he vuelto a soltar otra de mis movidas mentales, será mejor queme vaya despidiendo de una vez antes de que siga desvariando aun más.Así que, como siempre, Marvelitos míos, manteneos sanos y nosseguimos leyendo en el próximo capitulo. Bye!!!
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