De Vuelta a Casa

-Credence... Idiotas ¿Entienden lo que hicieron?

-El obscurial fue destruido por orden mía, Sr. Graves.

-Y la historia seguramente lo recordará, Sra. Presidenta... Lo que iban a hacer no es correcto.

-Él es responsable de la muerte de un nomaj ¡Expuso a nuestra comunidad! ¡Rompió una de nuestras más sagradas leyes!

-Leyes que nos mantiene ocultos como ratas en una alcantarilla, una ley que nos obliga a ocultar nuestra naturaleza, una ley que obliga a los poderesos a esconderse con miedo para no ser descubiertos... Le pregunto, Sra. presidenta, le pregunto a todos... ¿A quién protege la ley? ¿A nosotros... O a ellos?... Me niego a seguir inclinandome...

-Aurores, arresten al Sr. Graves y confisquen su varita.

Graves se defiende, del ataque de los aurores, incluso siendo tantos magos contra uno solo, Newt lanzó el swiping evil, distrayendolo y permitiéndole atraparlo con un hechizo de ataduras, Tina le quito su varita. El magizoologo se acercó al agente, utilizando revelio, dejando ver el rostro del mago tenebroso temido por muchos y seguido por otros.

-¿Creen que pueden detenerme?

-Haremos lo posible, Sr. Grindelwald- los aurores se lo llevaban, cuando se detuvo frente a Newt.

-... Daremos la vida por esto...- Los aurores se llevan a Grindelwald.

-Le debemos una disculpa, Sr. Scamander.

-Más que eso, si soy honesto...- ve a Amanda levantarse con dificultad, corriendo a ayudarla -¿Estas bien?

-... ¿Dónde está, Credence?

-Lo lamento, Amanda...- ella lo abraza, susurrando a su oído.

-... Es libre ahora...- Newt se muestra confundido.

-La comunidad mágica ha sido expuesta. No podemos desmemorizar a toda una ciudad.

-De hecho... Yo creo que sí.

Newt coloca su valija en el suelo, abriéndola y llamando a Frank, que salió con todo su esplendor de la maleta, Amanda no podía dejar de estar impresionada al mirarlo. El magizoologo le da unas palabras de adiós al ave, Amanda se acerca con cautela, teniendo a su tutor guiando su mano para acariciarlo por última vez. Newt saca un frasco con un líquido celeste brillante de su abrigo, lanzándolo al ave, que vea volando con el frasco en el pico, al poco rato haciéndolo llover.

-No van a recordar nada- dice viendo como los aurores ya se habían puesto a reparar la ciudad -Ese veneno tiene propiedades desmemorizadoras poderosas.

-Le debemos mucho, Sr. Scamander. Y ahora, saque esa maleta de Nueva York.

-Sí, Sra. Presidenta- estaban por irse, pero entonces notan un detalle.

-¿Ese nomago sigue aquí?- Jacob se revela detrás de Queenie -Desmemorícenlo, no puede haber excepciones. Lo siento, pero ni un solo testigo... Conocen la ley... Los dejo que se despidan.

El grupo sube las escalares a la salida del subterráneo, viendo la intensa lluvia que Frank había provocado, como si fuera la única cosa interesante que haya pasado en la última semana. Se detienen en el último escalón, no queriendo despedirse de Jacob, pero sabiendo que no podían seguir postergando lo que debían hacer desde el comienzo.

-Oye...- dice Jacob al sentir a Queenie jalando su saco -Así esta mejor... Sí... Yo nisiquiera debería estar aquí... Nisiquiera debería saber... Que existían... Como sabemos, Newt me dejo quedarme porque... Oye... Newt ¿Porqué dejaste que me quedara?

-Porque me agradas... Porque eres mi amigo... Y no olvidaré cuanto me ayudaste, Jacob.

-Ow...- contesto enternecido.

-Oye, iré contigo. Iremos a otra parte. A cualquier otra parte. Ves... Nunca voy a encontrar a nadie como tú...

-... Hay cientos como yo...

-No, no, se rompió el molde contigo.

-... Cuidate, Amanda. No hagas más colgantes como ese por favor.

-No...- dice Amanda entre risas -Con uno fue suficiente.

-Adiós a todos...

-Jacob...

-Esta bien... Esta bien... Será igual que despertar ¿No?

Jacob retrocede hacía la lluvia, dejándo que las gotas cayeran sobre él, Queenie usa un hechizo de sombrilla, despidiéndose de él con un beso, antes de que todos se aparecieran fuera de su visión, dejando a un perdido Sr. Kowalski en el sendero peatonal. Tiempo después, habiendo dejado un pequeño regalo a su amigo muggle, Tina acompaño a Amanda y Newt al puerto para despedirlos.

-Bueno... Eso fue...

-¿Verdad que sí?...- ambos se miran tímidos -Escucha, Newt... Quiero darte las gracias.

-Pero ¿Porqué?

-Bueno, si sabes. Si no le hubieras hablado bien de mi a la presidenta Picquery, no estaría de vuelta en el equipo de investigación.

-... No se me ocurrió nadie mejor para investigarme...

-Ouuuuh...

-Silencio, Amanda... Ve buscando nuestro cuarto.

-Bien. Adiós, Tina...- Amanda la abraza.

-Adiós, linda. Cuida a Newt.

-Eso haré- Amanda se va, dejando una mirada de duda en Newt.

-Trata de hacer que no te investiguen por un tiempo.

-Seguro. Viviré tranquilamente desde ahora. De vuelta al ministerio, llevaré mi manuscrito.

-Cuando salga, lo buscaré. Animales fantásticos y dónde encontrarlos... ¿A Leta Lestrange le gusta leer?

-¿Quién?

-La chica de la foto que lleva.

-... En realidad no sé que le gusta leer hoy en día, así que... Las personas cambian...

-Sí.

-Yo cambie... Creo... Un poquito...- suena el silbato del barco -Te enviare una copia de mi libro, si me permites.

-Me encantaría... ¿Amanda estará bien?

-... Ha estado más callada, creo que aún le duele haber sentido a Credence morir.

-Ella me dijo que ahora es libre... Supongo que al menos esta tranquila, sabiendo que esta en paz.

-Sí...- Newt acomoda el cabello de Tina, mirándola unos momentos más, antes de irse al barco, pero regresó casi al instante -Perdón, pero ¿Qué te parecería si te diera tu copia en persona?

-Me encantaría... Y mucho.

Esta vez, Newt se sube al barco, deteniéndose un momento en las escaleras, pero terminando de subir, Tina se fue del puerto, con una sonrisa y dando pequeño brincos de felicidad. Amanda se encontraba en su habitación, sacando de su bolso un volante de los segundos salem, tocandolo con dolor y ternura, recordando a ese amigo que había hecho en su viaje, sintiendo que él seguía en alguna parte.

-Credence... Siento haber llegado tarde... Sé que estás ahí afuera... Quiero ayudarte a sanar... Quiero darte la vida que te mereces...- Amanda guarda el volante de vuelta en su bolsa -Siempre tendrás un hogar conmigo, Credence, donde quiera que estés. Siempre serás bienvenido en mi casa, si necesitas ayuda.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top