Las hojas de los árboles caen en el mar como si fuera otoño. El agua esta helada y por más que pasa el tiempo su promesa sigue intacta, pero él nunca regreso. Las lágrimas empapan mi rostro y el dolor en mi corazón crece, el saber que tal vez algo paso y yo no estaba ahí para él me mata. Un silbido capta mi atención haciendo que mire hacia arriba.

-Fue un tiempo, mi dulce Aura-una sonrisa de añoranza se dibuja en su rostro, y como si fuera un gesto involuntario en el mío también.

Cuando cae al agua y esta se tiñe de rojo, mi sonrisa se borra. Nado a toda velocidad hasta donde esta, lo tomo de la cintura llevándolo fuera del agua. Sus ojos se abren fijándose en los míos y unas cuantas lágrimas de mis mejillas caen en las suyas, con sus dedos limpia mis lagrimas ofreciéndome una sonrisa.

-No llores...mi preciado tesoro-musita con ternura.

-Pídelo, sabes que yo pued...-me interrumpe colocando uno de sus dedos sobre mis labios.

-No, debemos aceptar. Este bucle no, nos ha hecho bien Aura-toma aire, y apretando sus dientes continua-principalmente a ti-una lágrima se desliza cayendo a la nada.

-Lucharé, lo prometo...no, lo juro. Lo haré en esta y en mil vidas más-Doy un corto beso en sus labios.

-Te amo...Aura-susurra sobre mis labios, en lo que sus ojos se cierran lentamente.

- ¡No!, ¡por favor! -suplico tomando su rostro entre mis manos-¡no me dejes!-musito casi sin aliento.

Siento como su corazón se detiene, y por un segundo el mío para. Todo se nubla y como si mi cuerpo se moviera solo, lo dejo ahí en la arena regresando al agua. Nado hasta lo más profundo dejando que mi cuerpo me lleve, ya no estoy pensando. Ya no razono, mi mente está en blanco. Siento que nada tiene sentido, que mala pasada del destino que no nos quiere juntos. De repente me detengo cuando brilla en la arena del fondo, me acerco encontrando un filoso vidrio. Lo tomo con decisión y corto mi muñeca, la sangre no tarda en salir. Tengo los sentidos dormidos, ni siquiera siento el dolor de la herida.

-En mi próxima vida-digo para mí misma, cortando mi garganta tras lo último.