5 - La disculpa
Sabo apretaba sus labios manteniendo su postura inclinada tras haber realizado un discurso tan sorprendente ante los padres de (Tn), quienes lo miraban asombrados por aquello.
Un asombro que no compartía Garp, quien se mantenía al lado de la pequeña sintiendo su párpado temblar mirando a su nieto.
- Sin dudas tienes el don de la palabra, pequeño. -dijo la mujer sonriendo. - Creo que en nombre mío y de mi esposo, aceptamos tus disculpas.
- Por supuesto, también (Tn) nos comentó que ya no había problemas entre vosotros, pero este gesto ha sido muy noble y diplomático por tu parte.
- En efecto... venir solo a pedir disculpas es ya un acto de valentía.
Sabo - Gracias por sus palabras, señores. -dijo con una sonrisa y miró a la pequeña, quien le devolvió una sonrisa.
- Este fin de semana organizaré una cena para nuestras familias. -anunció. - Tengo entendido que pronto regresa tu hermano, Sabo, sería un momento idóneo para conocerlo ahora que todo está bien.
(Tn) - ¿Hermano...? - susurró confundida.
Sabo borró su sonrisa y miró a los mayores sintiendo como los nervios comenzaban a abrirse paso através de su pecho.
- Enviaré un aviso a tus padres hoy mismo. -dijo con una sonrisa el mayor. - ¿Deseas quedarte a cenar?.
Sabo - Yo... no debería...
Garp - Yo puedo acompañar a Sabo a su casa. -dijo a modo de advertencia para el rubio.
- Puedes tomar la libertad de aceptar, Sabo. -sonrió la mayor.
Sabo miró a su abuelo, quien le negaba levemente con la cabeza advirtiéndole rechazar la propuesta.
Sonrió desafiando a su abuelo y cambió su actitud a una más relajada.
Sabo - Aceptaré si (Tn) quiere que me quede. -dijo provocando que los padres de la pequeña la mirasen.
Garp - Será...
(Tn) - ¿Yo...?
Sabo asintió sin borrar su sonrisa.
Sabo - Me gustaría saber si estarías cómoda conmigo aquí.
(Tn) - Oh...
Garp - Si quiere voy preparando el coche para llevar al señorito Sabo a su casa, señor.
Sabo miró a su abuelo frunciendo el ceño.
- Aguarde a que responda mi hija, Garp. -dijo el señor sin borrar su sonrisa. - (Tn), ¿deseas que Sabo se quede a cenar?
Garp - Mira su cara. -la señaló. - Se está conteniendo, no sabe cómo rechazar al moco... digo al señorito Sabo sin ser descortés.
Sabo - ¿(Tn)...? -dijo apenado. - ¿No quieres...?
(Tn) - Me gustaría que te quedases...
Garp- ¿Vieron?, ya voy a por el coche... espera... ¿¡qué!?.
(Tn) - Puedes quedarte a cenar... -dijo en tono bajo mirando al niño.
Garp - ¿Está segura, señorita?. -insistió. - Puedo dejarlo en dos minutos en su casa.
- Garp. -dijo el mayor.
Garp - Sus padres estarán preocupados, señor... su hijo se escapó sin decir nada a nadie.
- En eso tiene razón... enviaré un correo a tu padre para avisarle. -dijo con una sonrisa. - Estás en tu casa, Sabo.
Sabo - Gracias, señor y señora (Ta). -dijo con una sonrisa. - Y gracias, (Tn).
(Tn) - ¿Te gustaría ir a ver a mis amigos?. -preguntó de forma tímida.
Sabo asintió y miró a la pequeña con una sonrisa tierna.
Una sonrisa que provocó que Garp borrase su expresión de enfado a una sorprendida.
Observó en silencio como ambos niños salían de aquel salón hacía el jardín, quedando así el solo con los dos señores.
- Garp. -llamó el mayor. - Antes me pareció que no deseabas que Sabo se quedase, ¿estoy en lo cierto?.
Garp - Lo está, señor.
- ¿Puedo saber el motivo?.
Garp - Le hizo daño a la señorita, tan solo eso. -dijo sintiendo una gotita de sudor resbalar por su frente.
- Agradezco tu preocupación, pero no te opongas a mi palabra ante invitados. -advirtió. - Tus reclamos puedes hacerlos en mi despacho a solas, no ante el resto de personas.
Garp - Entendido.
El mayor tomó aire y su mujer sonrió.
- Agradecemos que estés de lado de nuestra hija, Garp. -dijo ella con tono dulce. - Hemos hecho bien asignándote como su guardaespaldas.
Garp - Gracias, señora (Ta). -dijo inclinándose ligeramente su cabeza. - Iré con los pequeños por si necesitan algo.
Los mayores asintieron y Garp salió de aquel lugar haciendo un gesto de desagrado con su lengua y calentando sus puños.
Salió al jardín y se acercó al lugar donde se encontraban los pequeños.
Mientras tanto...
Sabo - ¿Seguro que no estás enfadada ya...?
(Tn) - No. -dijo mirándolo con un pajarito posado en sus dedos.
Sabo - ¿Seguro...?
(Tn) - Si.
Sabo - ¿Seguro, seguro?. -insistió.
(Tn) - Seguro...
Sabo - ¿De verdad?
(Tn) - ¿Estás bien...?
Sabo - Es que nunca respondiste mis cartas y el último día no me hablabas... solo hablabas con Luffy y Ace... -dijo apenado.
(Tn) - Al principio sí estaba molesta... pero entendí que es egoísta de mi parte estarlo contigo. -dijo sorprendiendo al rubio. - Fuiste obligado a acercarte a mi, no tienes la culpa de no querer pasar tiempo conmigo... fue grosero enojarme.
Sabo - (Tn)...
(Tn) - Entiendo como te sientes, a mi también me obligaron a relacionarme con niños que no me caían bien... niños que me daban miedo... pero tuve que hacerlo en muchas ocasiones para no enojar a mis padres. -sonrió un poco.
Sabo - ¿Te obligaron a ti a relacionarme conmigo...?
La pequeña negó con una sonrisa.
(Tn) - Yo quise ser tu amiga, salió solo de mi. -le dijo en tono bajo. - Perdona si fui muy pesada.
Sabo agachó la cabeza sintiendo una presión en su pecho.
(Tn) - Actuemos como si nos llevásemos bien hasta que los negocios de nuestros padres terminen. -dijo sonriendo un poco.
Sabo - Pero...
(Tn) - ¡Mira!. -dijo contándolo y señalando a un lateral.
Sabo se giró y abrió los ojos al ver a la pequeña águila posada en una rama mientras sacudía sus alas.
(Tn) - Vaya... -musitó observándola. - Está más activa cuando estás tú.
Sabo la miró.
(Tn) - La última vez dejó que te acercaras... conmigo no se deja. - confesó. - Parece que le caíste bien. -sonrió.
Sabo - ¿De verdad...?.
La pequeña asintió sin borrar su sonrisa.
(Tn) - Ve, a ver si te deja esta vez.
Sabo asintió sintiendo una pequeña oleada de nervios y apretó sus labios caminando despacio hacia la pequeña ave, la cual observaba con sus brillantes ojos cada movimiento que el rubio hacia.
Sabo - Hola... -dijo en tono bajo una vez estuvo enfrente suya. - ¿Te acuerdas de mi?.
La pequeña ave ladeó un poco la cabeza mirándolo.
Sabo - ¿Eso es un si?. - preguntó con una sonrisa.
(Tn) - Le gustas.
Sabo - ¿De verdad?.
(Tn) - Si... a mi no me deja acercarme tanto.
Sabo se giró para mirarla y extendió su mano hacia ella sorprendiéndola.
Sabo - Ven.
La pequeña se acercó con cuidado y le dio la mano al pequeño, quien sintió una pequeña corriente eléctrica atravesar su mano cuando ambas hicieron contacto.
Tomó aire y miró a la pequeña ave, quien estuvo atenta a cada movimiento.
Sabo - Ella es (Tn). -le dijo sin soltar la mano de la pequeña. - Es quien te cuida cada día y la que te rescató.
La pequeña sonrió un poco y miró a la ave, quien observaba las manos entrelazadas.
Sabo - Es una niña muy buena... aunque un poco rara.
(Tn) - ¿Rara?. -cuestionó.
Sabo - Hablas con los pájaros.
(Tn) - ¿Y qué estás haciendo tú ahora?.
Sabo - ... -miró a la ave. - Yo también soy raro.
La pequeña rió y el pequeño animal chocó su pico con el dedo de la pequeña sorprendiendo.
(Tn) - ¡Ah! -gritó ilusionada provocando que la pequeña águila agitase sus alas.- ¡Me tocó!.
Sabo - Sólo hacia falta una presentación. -dijo sonriendo.
(Tn) - Waaaaa... -exclamó acercando su rostro hacia el animal bajo la atenta mirada de Sabo. - Ahora sí puedo verte mejor... que bonita eres...
Sabo sonrió un poco mirándola hasta que un golpe los sobresaltó a los tres.
Garp - ¡Mocoso!. -gritó entrando al lugar espantado a los pájaros, incluido el pequeño águila, quien salió volando escondiéndose entre las ramas del árbol que tenían sobre ellos.
(Tn) - Oh...
Sabo - ¡Viejo que hiciste!
Sabo - ¡Señorita apartese de mi nieto leproso!.
(Tn) - Asustaste al águila bebé... -dijo haciendo un mohín triste.
Sabo - ¡Consiguió acercarse al águila y tú estropeaste el momento! -gritó.
Garp - Pareces una rata chillona. -dijo restando importancia. - ¿Por qué diablos accediste a quedarte?.
Sabo - (Tn) me lo pidió. -dijo enojado.
Garp - Señorita (Tn), permiso para darle con mis puño de amor. -dijo calentando su mano.
(Tn) - Denegado.
Sabo - ¡Ja!.
Garp - En el bosque no estará (Tn) para protegerte. -dijo con una sonrisa. - Mis golpes de amor se almacenan, cuanto más tiempo pase más fuerte el golpe.
Sabo sintió su sonrisa temblar ante esa confesión.
(Tn) - ¿Te pega muy seguido?. - le dijo mirando si cabeza. - A ver... -musitó quitándole el sombrero y tocando su coronilla. - Oh... tienes abolladuras.
Garp empezó a reír y Sabo aportó su mano sintiendo los nervios recorrer de golpe su cuerpo.
Sabo - ¡N-No tengo!. -gritó. - ¡Soy fuerte!.
(Tn) - Tienes la cabeza de un niño abollado. -dijo sacando su lengua.
Sabo - ¡No es cierto!. -gritó. - ¡Dame mi sombrero!.
(Tn) - ¡Préstamelo!.
Sabo - ¡Un caballero nunca presta su sombrero!.
La pequeña comenzó a reír poniéndose el sombrero del rubio y echó a correr por el lugar alarmando a sabo, quien corrió tras ella tratando de quitarle su propiedad.
Garp sonrió mirando a ambos niños, en especial a Sabo. Siendo esa la primera vez que lo veía divertirse con otros niños nobles.
La tarde transcurrió llena de juegos hasta la hora de la cena.
La familia (Ta) se reunió para cenar junto con Sabo, quien observó sorprendido la buena relación que tenían en aquella familia.
Pudo apreciar el amor que sentían los padres entre ellos y el amor que le tenían a sus hijos. Un amor y cariño que también estaba presente entre ambos hermanos.
Y por primera vez, sintió envidia.
Envidia por no poder disponer de ese privilegio en su casa.
Un privilegio que ni todo el oro del mundo podría comprar, era algo que simplemente era dado y que solo unos pocos afortunados tenían ese gozo.
Algo que él no tuvo.
(Tn) - ¿Te gusta la cena?. -preguntó al ver como él rubio permanecía callado observándolos.
Sabo - Si... está delicioso.
La pequeña sonrió y Shanks lo miró.
Shanks - ¿Estás bien?.
Sabo - ¿Eh?...
Shanks - Parecías pensativo hace un momento.
Sabo - Oh... es solo que... -murmuró. - Es muy linda vuestra familia y no he podido evitar no observaros. - sonrió un poco sintiéndose avergonzado.
La pequeña y los mayores sonrieron al escucharlo.
- Gracias, Sabo. -dijo la mayor. - Puedes venir siempre que quieras, ¿de acuerdo?.
Sabo - Gracias, señora (Ta).
- De hecho tu padre me respondió al correo que le envié hace unas horas, me dijo que estaba preocupado por tu desaparición pero que se alegraba de que ya todo estaba solucionado.
"No se preocupaba." Pensó el pequeño.
- Accedió a la cena de este fin de semana. -siguió. - Pero como dice mi esposa, las puertas están abiertas, Sabo.
Sabo - Gracias, de verdad...
Shanks lo miró en silencio mientras que la pequeña sonreía.
(Tn) - Eres libre de elegir, Sabo. -le dijo. - No sientas presión.
El rubio la miró sabiendo a lo que se refería.
Poder elegir sin necesidad de ser obligados a cumplir con aquello, únicamente hacerlo si realmente tú lo deseas.
Algo que nunca tuvo la oportunidad de disfrutar.
Sabo - Si... me gustaría aceptar. - susurró.
La pequeña rió un poco ante aquello y Shanks miró a ambos.
- En ese caso, siempre que lo desees puedes venir. - dijo la mayor.
Sabo asintió con una sonrisa y la cena transcurrió tranquila hasta llegada la hora de llevar al pequeño a su casa.
Una "misión" a la que la pequeña quería ir.
Garp - Yo me encargo de llevarlo de una patada. - le dijo únicamente a la pequeña.
(Tn) - ¡Pero yo quiero ir a la misión!.
Garp - No es una misión, solo es sacar la basura.
Sabo - Viejo...
La pequeña corrió hacia el coche y abrió la puerta trasera entrando rápido.
(Tn) - ¡Vamos, vamos!.
Sabo sonrió y fue tras ella dejando al mayor suspirando.
(Tn) - ¡Misión casa de Sabo!.
Sabo - ¡Muévete viejo!.
Garp caminó a paso rápido al coche y al entrar le dio un coscorrón a Sabo.
Garp - ¡Más respeto!.
(Tn) - ¡OH!. -exclamó. - ¡Sonó a hueco!.
Sabo - ¡Mentira!.
Garp - A ver... -volvió a golpear con malicia. - Es verdad.
Sabo - ¡Viejo!
La pequeña rió y el mayor encendió el motor poniendo rumbo a su casa.
El trayecto fue silencioso, Sabo sintió como toda la alegría que había sentido aquella tarde iba desapareciendo poco a poco a medida que se acercaban a su casa.
Al infierno que vivía en su casa.
Bajó la mirada pudiendo ver como la pequeña movía sus pies en el aire mientras observaba por la ventana, una escena que le hizo sonreír un poco.
Sabo - Gracias por hoy. -le dijo llamando la atención de Garp.
(Tn) - Gracias a ti por venir. -sonrió. - Pero con tu abuelo no es necesario que actues...
Sabo - No estoy actuando... ¿tú lo hacías...?
La pequeña negó.
(Tn) - Sentía que tú si, pero aún así me lo pasé bien.
Sabo - Hoy no actué... -susurró. - Realmente me gustó estar contigo...
Garp lo miró por el espejo retrovisor, pudiendo ver como la pequeña le sonreía de forma tierna.
Una sonrisa que el pequeño se quedó mirando en silencio.
Garp - Lleguemos. - anunció.
Los tres bajaron del coche y se acercaron a la puerta de la gran casa.
Garp llamó a la puerta y una dama de servicio abrió saludando cortésmente.
Un saludo que provocó que sus dos padres se acercaran con intención de reñir al pequeño pero su gesto agresivo cambió al ver a la pequeña allí.
Un cambio que Sabo y Garp notaron.
Outlook- Señorita (Tn). -dijo sorprendido. - No esperaba su visita.
(Tn). - Hola señor y señora. -dijo de forma educada. - Quise acompañar a Sabo a casa junto a Garp.
Didit - Mi pequeño... -dijo con preocupación fingida. - Estaba preocupada al ver que no estabas...
Sabo frunció el ceño mirando a su madre.
Outlook- Quedemos aliviados sabiendo que estaba en vuestra casa, señorita (Ta). Lamento el comportamiento de mi hijo al presentarse de esa forma...
(Tn) - Me gustó que lo hiciera. -confesó sorprendiendo a ambos padres. - Sabo puede venir siempre que quiera a mi casa, es un buen amigo.
Sabo la miró cambiando su expresión a una más amable.
Didit - Oh... P-pero...
(Tn) - Mis padres dieron permiso, si ustedes quieren, él puede venir siempre que lo desee.
Outlook- Gracias por su hospitalidad, escribiré a sus padres ahora mismo agradeciéndoles. -dijo tratando de contener su satisfacción.
La pequeña sonrió mirando a Sabo. Una sonrisa que también compartió el con ella hasta que se congeló al oír a alguien acercarse.
Sterry - Al fin he puedo conocerle. -dijo caminando hasta al frente de sus padres.
La niña lo miró confundida mientras que Sabo endurecia el rostro al ver allí al niño.
Sterry - Soy el hermano menor de Sabo. -dijo tomando la mano de la pequeña y depositando un beso en el dorso.
(Tn) - Ah... un gusto...
Sterry - Pensaba en conocerla este fin de semana, pero el destino nos cruzó antes. -dijo de forma poetica provocando que Garp emitiese una risa ocultándola con una tos.
Garp - Disculpen, hace frío.
Sterry - Cómo iba diciendo... -dijo molesto por aquella interrupción.
(Tn) - Un placer, hermano menor de Sabo. -dijo con una sonrisa apartando su mano. - Ya nos veremos este fin de semana. -miró al rubio, quien desvió su mirada hacia ella. - ¿Nos vemos mañana?.
Sabo asintió sintiendo como sus labios temblaban al querer esbozar una sonrisa.
La pequeña sonrió feliz e inclinó la cabeza hacia sus padres.
(Tn) - Buenas noches.
Didit - Buenas noches, señorita. -dijo sorprendida por aquello.
Garp y la pequeña salieron de la casa dejando a Sterry petrificado.
Sterry - ¡Llevaba toda la tarde ensayando y me ignoró!. -gritó enojado provocando la risa de su hermano. - ¿¡Y tú de que te ríes, payaso!?.
Mientras tanto en el coche, Garp tomaba un paño húmedo en desinfectante y le limpio la mano a la pequeña.
Garp - Tiene boca de pulpo. -dijo limpiando. - No sé preocupe, yo desinfecto los parasito de ese engendro.
(Tn) - No seas grosero, es el hermano de Sabo. -riñió.
Garp - El hermano feo, ¿viste el corte que tenía...?
(Tn).- ¡Garp!.
Garp - ¿Qué? -dijo inocentemente. - Tú también te quieres reír, te tiembla el labio.
(Tn) - Bu.... es que... no sé parecen. -añadió emitiendo una risa.
Garp rió. - Y parecía que recitaba un poemario.
(Tn) - Qué niño más curioso...
Garp sonrió secando su mano y guardando el desinfectante.
Garp - Lo tendré siempre a mano.
(Tn) - ¡No seas malo!. -dijo riendo. - La fiesta será entretenida.
Garp - Al menos comeré yo también.
(Tn) - ¿No te damos de comer...?.
Garp - Cuidar de cuatro niños es agotador...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top