26 - Delicia suiza

Los ojos de la joven suspiró un poco después de una larga mañana de trabajo.

Se encontraba sentada frente a la mesa de trabajo de su despacho, una mesa repleta de documentos y su portátil encendido con varias pestañas abiertas a la vez.

Posiblemente, ese sería el escenario más catastrófico a los ojos de alguien que amaba tener su zona de trabajo organizada. Pero tras horas trabajando, esto era lo máximo que podía ofrecer la joven.

Cerró durante unos segundos sus ojos sintiendo como la calma comenzaba a llegar a su cuerpo, pero el sonido de alguien tocar la puerta antes de abrirse la sacó ligeramente de ese estado.

Alzó la mirada viendo hacia la puerta y sonrió un poco a la persona que acababa de llegar.

(Tn) - Gracias por venir tan rápido...

Niji - En cuanto vi tu mensaje ya me estaba preparando. - bromeó acercándose.

(Tn) - Es importante que veas es... -sus palabras quedaron en el aire al ver como el joven dejaba una caja de tamaño mediano de color azul oscuro con detalles dorados frente a ella. - ¿Y esto?.

Niji - Llegados de esta mañana desde Suiza. - dijo con una sonrisa. - Imagino que llevas horas aquí trabajando, te ayudarán a tomar fuerza.

(Tn) tomó aquella caja y la abrió con cuidado.

Al retirar la tapa un hermoso y delicioso aroma a chocolate invadió su nariz. Allí se encontraban unos bombones delicados sobre una bandeja elegante dorada.

Niji - Esos son mis favoritos. -sonrió al ver su expresión. - Ese de ahí tiene en su interior coco con almendras, puede que te guste.

La joven apretó un poco sus labios tratando de ignorar el repentino deseo que inundó su cuerpo por probar aquellos dulces, recordando así que no había apenas desayunado.

(Tn) - Para después... -dijo conteniéndose cerrando la caja con cuidado. - Primero vamos a lo importante.

Niji sonrió y se sentó al lado de ella.

(Tn) - Cómo te dije en el mensaje, estuve estudiando el nuevo proyecto de Caesar, con el que nuestras familias desean asociarse y trabajar. -comenzó. - Pero hay algo que no me gusta.

Niji se acercó más leyendo lo que la joven señalaba.

(Tn) - Supuestamente tenemos la idea que nos vendió Caesar donde nos dice que su nuevo fármaco será más efectivo contra las enfermedades mentales que los expuestos ahora mismo en el mercado. Logrando bajar los niveles de alteración, alucinaciones y psicosis considerablemente. Hasta ahí todo bien...

Niji la miró tratando de contener su sonrisa por la seriedad que tenia la joven.

(Tn) - Pero mira esto. -dijo señalando con un círculo unos valores.

Niji - La fórmula del medicamento.

(Tn) - Así es, y este componente en concreto es el que me preocupa.

Niji - ¿Por qué?.

(Tn) - Supuestamente el propósito del medicamento es mejorar las enfermedades mentales, evitando su desarrollo o en el peor de los casos, ralentizando su proceso.

Niji - Un gran avance en el mundo de la ciencia. -añadió.

(Tn) - Pero este componente del fármaco, en breves palabras, crea una fuerte dependencia, provocando que el paciente cada vez necesite más dosis.

Niji - ¿Eh?.

(Tn) - Sospecho que Caesar no fue del todo sincero con nosotros a la hora de negociar... quiere crear una dependencia enfermiza hacia su medicamento. Si tendrá buenos resultados frenando el desarrollo de la enfermedad pero a su vez creará cada vez más necesidad de tomar sus pastillas...

Niji - Una droga. - concluyó. - Crearán una masa de personas que sólo buscan aliviar su dolor con las pastillas, necesitándolas cada vez más frecuentemente.

(Tn) - Provocando que su compra sea cada vez mayor.

Niji - ¿Caesar tiene como plan crear drogados dependientes a su creación...?

(Tn) - Haciéndonos creer que fue un gran éxito uniéndonos a él. -añadió. - Pensaríamos que fue buena idea debido a su buena acogida y tras ver cómo cada vez más los valores de venta crecen cada vez más.

Niji - Cuando realmente el propósito oscuro que tuvo permanecería oculto...

(Tn) - Exacto.

Niji la miró durante unos segundos y sonrió.

Niji - ¿Cómo supiste analizar esa fórmula para darte cuenta?.

(Tn) - Salí por dos años con un médico cirujano. -respondió provocando que Niji borrase su sonrisa. - Muchas veces me quedaba en su casa viéndolo trabajar... en uno de esos días me explicó los componentes de las drogas y justamente uno de ellos fue este.

Niji - Sirvió de algo esos dos años...

La joven sonrió un poco recordando aquellos momentos en los que permanecía al lado de Trafalgar mientras este estudiaba. Su rostro de concentración siempre le hacia lucir enojado y a la joven le encantaba observarlo en silencio hasta caer dormida.

Niji - ¿Cuál es tu plan entonces?. -preguntó sintiendo una punzada en su pecho al verla sonreír al recordar aquello.

(Tn) - Me gustaría evitar dicha alianza. -lo miró. - No quiero unirme a algo así... le diría a Shanks ahora mismo pero él está de viaje en la ciudad vecina.

Niji - Hablaré con padre entonces.

(Tn) - ¿No tendrás problemas?... ¿y no tratas de discutirme sobre eso?... Judge quería hacerlo... tus hermanos también... y sé que tú también querías esa alianza.

Niji - Tu deseo es no aliarte con Caesar, y si no quieres, yo tampoco. -respondió tranquilo. - Mis hermanos no son problema, puedo comprar fácilmente su rechazo hacia la alianza.

(Tn) lo miró.

Niji - Ni el dinero ni las oportunidades  fueron un problema para mi, (Tn). -la miró. - Si puedo obtener tu tranquilidad, ofreceré lo que sea para lograrla.

(Tn) - ¿Harías eso...?

Niji sonrió ladinamente mirándola. - Te sigues sorprendiendo de mi muy fácilmente...

(Tn) - Me acostumbraste a esperar cosas malas de ti.

Niji - Cuando éramos pequeños si, pero ahora no tienes motivos.

Ella lo miró y sonrió un poco.

(Tn) - Me molesta tener que darte la razón en eso.

Niji alzó su ceja divertido y volvió a tomar la caja de cocholates delante de ella.

Niji - ¿Ahora si puedes?.

La joven sonrió asintiendo y observó como el peliazul retiraba la tapa luciendo aquellos exquisitos bombones.

Miró el de coco pero antes de que su mano pudiese dirigirse hacia donde estaba este, los dedos de Niji fueron más rápido en dirigirse hacia allí y tomarlo.

Ella lo miró sorprendida por esa rapidez y él se puso el bombón entre sus dientes de manera sugerente a la vez que se acercaba a su rostro.

Niji ignoró el latir de su corazón.

Ese latir que comenzó a ganar intensidad por la distancia tan pequeña que había entre ambos y por el ofrecimiento que estaba haciendo.

La joven bajó la mirada a sus labios observando el bombón mientras que la mano del peliazul se situaba en su nuca evitando que retrocediese.

(Tn) - Niji... -susurró sintiendo la cálida mano de él sostener su nuca.

Niji se acercó un poco más, provocando que el mínimo movimiento de ella provocasen el roce tan deseado por él.

Sintió su corazón ganar velocidad con cada segundo que pasaba. Sentía sus nervios comenzar a despertar al notar la respiración de él tan cercana a ella.

Sintió lo que nunca pensó sentir hacia Niji. Y, sin pensarlo mucho más, se dejó llevar por el momento.

No supo si fue por la repetida insistencia del él por todos esos años, no supo si fue por su favor de hace apenas unos minutos.

Tan solo fue consciente de que ella terminó de romper la distancia que los separaba y, con sus dientes, cortó de forma lenta el bombón que sobresalía de los labios de él, provocando en ellos una suave y cálida caricia.

Una acción que provocó que Niji se paralizara.

Ella se separó un poco saboreando aquel bombón, comprobando así la veracidad de las palabras del peliazul, aquellos bombones suizos eran una de las delicias chocolateras más impresionantes que ha podido probar nunca.

Alzó su mano y con su dedo pulgar, empujó el bombón restante introduciéndoló en la boca de él.

(Tn) - ¿Te pusiste rojo y te congelaste?. -susurró divertida al verlo.

Niji iba a responder pero sintió el corazón en su garganta al ver como ella introducía el dedo en su boca para terminar de saborear aquel dulce.

(Tn) - Trae más de estos bombones.

Niji no respondió.

(Tn) - ¿Te quedaste sordo?. -preguntó divertida.

Niji - S... si...

(Tn) - ¿Qué si te quedaste sordo?. -sonrió.

Niji - Qué si te traeré más...

(Tn) - ¿Por qué antes parecías tan lanzado conmigo y ahora tiemblas?.

Niji - Me molesta eso... -susurró. - Me molesta esto que me estas provocando... me siento débil.

(Tn) - Realmente lo eres. -dijo con tono divertido. - Se te va mucha fuerza por la boca.

Niji - No me hagas accionar... porque si no no podrás detenerme.

Ella apretó un poco sus labios al ver los ojo serios de él. Tenía sus mejillas enrojecidas y su respiración pesada. Sin dudas era una imagen poco común en él. Aún más habiendo sido producto de un roce mínimo de labios.

Niji - ¿Ahora tú te quedaste callada?. - sonrió. - ¿Cuántas copas necesitas para que me dejes ponerte sobre esta mesa?.

(Tn) - ¿Cuántas necesitas tú para no morir por un infarto ahora mismo?.

Niji frunció su ceño sintiendo el latido de su corazón.

(Tn) - Respira, peliazul. -dijo divertida. - ¿Cómo es posible que te hayas enfrentado a socios peligrosos sin sudar y ahora estés así por un leve roce?.

Niji - Me pones más nervioso que una pistola en el corazón. -dijo con molestia.

(Tn) sonrió y se levantó de su asiento bajo la atenta mirada del joven.

(Tn) - Pronto será la hora de almorzar, estoy sola hoy. - lo miró. - ¿Me acompañas?.

Niji sonrió ligeramente y asintió levantándose.

Mientras tanto...

- Sabo. -dijo un señor frente a unos ordenadores cuando el rubio entró a la sala. - He encontrado la red social de (Tn) (Ta) como me pidió.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top