20 - Bloqueando sentimientos

Los dedos de la joven golpeaban ligeramente el volante de su coche mientras observaba en silencio la luz roja del semáforo através de los finos copos de nieve que caían en aquella mañana de Diciembre.

A su lado se encontraba Nami, quien buscaba la canción ideal, según ella, para finalizar una larga mañana de compras en busca del vestido perfecto para la cena navideña. Una búsqueda que terminó con dos posibles vestidos para la joven, quien no se terminó de decidir en la tienda.

Nami - Sigo pensando que ese vestido rojo te haría ver increíble. -dijo dándole play a la música. - Te verías como mamá noel sexy.

(Tn) - Nami... - susurró tratando de contener su risa.

Nami - Tu espalda estaría completamente descubierta, eso se vería sexy y ambas iríamos del mismo color.

(Tn) - Es cierto que iríamos conjuntadas y además, de todos los vestidos que me probé es el que más me gustó...

Nami - ¡Será ese entonces!

La joven sonrió y volvió a pisar el acelerador cuando el semáforo se puso en verde.

Nami - Será la primera Navidad en la que no viene Law. - dijo tras unos segundos en silencio. - ¿Estás mejor al respecto?.

(Tn) - Si, hace varios meses que lo dejemos... lo tengo aceptado y para mi él es un buen amigo.

Nami - Es curioso que tas lo ocurrido lo sigas manteniendo en tu vida.

(Tn) - Supongo que no éramos la pareja ideal... pero quizás si somos buenos amigos.

Nami - Dudo que para él tú seas una amiga...

(Tn) - Me sigue diciendo de volver a intentarlo... pero no puedo. -dijo en tono más bajo. - No después de aquel día...

Nami - Fuiste muy noble al escuchar sus disculpas y perdonarlo, pero también fuiste muy madura al no querer regresar. -señaló. - Hiciste bien en mi opinión...

La joven sonrió un poco sin apartar su mirada de la conducción.

Nami - Recuerdo la cara de satisfacción que puso Niji cuando diste la noticia en aquella cena. -dijo tras unos segundos en silencio. - Realmente era el único que estaba feliz por aquello.

(Tn) - Lo recuerdo... desde ese día se volvió a acercar más a mi.

Nami - Sorprendente que respetara tu relación con Law por esos años sin volver a acercarse. -susurró. - Ahora parece que no quiere perder oportunidad.

(Tn) - Hace días que no lo veo... y debo admitir que fui grosera con él la última vez, aún más cuando él me ayudó horas antes contra aquel sujeto...

Nami - ¿Por qué no le escribes?.

(Tn) - Lo pensé... pero no sé que decirle. -respondió. - Su familia es nuestro aliado más antiguo que tenemos, nunca nos falló y no quisiera formar una enemistad... pero Niji es un poco...

Nami - ¿Pegajoso?.

Ella asintió apretando un poco los labios recordando las múltiples veces en las que él peliazul trataba de acercarse a ella.

Nami - Sanji me habló de él. -comenzó a decir. - Dijo que siempre fue un niño horrible, de carácter agresivo, cruel y sin corazón... pero no es así como se muestra contigo, (Tn). -ella la miró con cuidado. - He visto como te mira y creeme cuando digo que no parece alguien que no tenga corazón.

(Tn) - Recuerdo aquel primer mes de mi ruptura con Law donde me envió una caja de bombones directamente desde Suiza. -dijo con una pequeña sonrisa. - En la nota puso que el chocolate siempre ayuda.

Nami - ¡Lo recuerdo! -gritó comenzando a reír. - Y aquella vez en la que viajó a Italia sin avisar sólo porque tú tenias tu primera reunión sola en otro país y no quería que estuvieses nerviosa.

(Tn) - Es verdad...

Nami - Pudo haber enviado un mensaje o llamarte, pero prefirió ir directamente él.

(Tn) - Cuando pasó dos días enteros en mi mansión únicamente enseñándome a utilizar un programa de datos... -susurró en tono bajo. - Realmente no fui buena persona con él.

Nami la miró en silencio observando los ojos apagados de su amiga mientras ella suspiraba recordando aquellos momentos. Unos momentos donde realmente agradeció la compañía de Niji Vinsmoke, quien más allá de mostrarse divertido por verla nerviosa o pasándolo mal, le ofreció su compañía y su apoyo.

Un apoyo que su familia le brindó desde hace años.

(Tn) - Esta tarde tengo una reunión con él, le pediré disculpas.

Mientras tanto...

Sabo se encontraba encontraba recostado en su asiento frente al escritorio leyendo en su ordenador de mesa unos correos de próximas reuniones. Entre sus manos desmenuzaba en tiras una carne asada de pollo mientras unos ojos llenos de deseo observaban hacia donde iban aquellos trozos.

Sabo - Hay demasiadas reuniones este mes... -susurró lanzando hacia tras un trozo de pollo siendo captado rápidamente por el águila a sus espaldas. - Treinta y un días de diciembre y veintiséis reuniones... a penas hay tiempo para respirar.

El águila movió sus alas dejando ver su mancha blanca en su ala y observó con atención el pollo aún en las manos del rubio, quien volvió a lanzar otro trozo que fue alcanzado en el aire por el animal.

Los ojos del joven se deslizaron hacia un extremo de aquella pantalla leyendo la notificación de un mensaje entrante que le llegó, un mensaje que provocó en él una pequeña y casi imperceptible sonrisa en su rostro.

Koala: Me lo pasé muy bien anoche, espero tener otra oportunidad de salir contigo.

Minutos más tarde...

(Tn) abrió la puerta del la sala de reuniones deteniendo su paso al encontrarse con una mirada femenina en su interior.

La mujer sentada en aquel lugar le dedicó una ligera sonrisa mientras ella la observaba con una mezcla de sorpresa sintiendo una punzada que no supo lograr identificar.

(Tn) - Reiju. -saludó cerrando la puerta y caminando hacia un sillón frente a la pelirrosa. - Que extraño verte aquí.

Reiju - Mi hermano me mandó a cubrir su lugar, espero estar a la altura.

(Tn) - ¿Le pasó algo a Niji?.

Reiju - Tan solo está ocupado. - lo excusó. - Por ello me mandó a mi en su lugar. De ahora en adelante tomaré sus reuniones con tu familia, (Tn). -sonrió.

(Tn) asintió ligeramente y tomó asiento tomando los documentos que había en frente a ella sintiendo una oleada de pensamientos inundar su mente.

Unos pensamientos que trató de ignorar durante la hora y media que duró aquella reunión, la cual terminó en buenos términos con una nueva misión del área de arqueología llevada en Noruega.

Justo en esos momentos, Niji se encontraba en la sala de entrenamiento de su mansión. Su cuerpo húmedo por el sudor y su cabello recogido ligeramente hacia atrás reflejaban el largo y duro entrenamiento al que se había enfrentado aquella tarde.

Su móvil sonó señalando la entrada d en nuevo mensaje.

Al tomarlo sintió una corriente eléctrica invadir su pecho al leer el nombre de la persona que le envió aquello. Una corriente que aumentó en él al leer aquel mensaje.

(Tn): Me extrañé al no verte hoy en la reunión. Reiju me dijo que tomó todas las reuniones de tu familia con la mia y no pude evitar preocuparme... quiero hablar contigo de algo...

Apretó ligeramente sus labios y releyó aquel mensaje varias veces antes de apagar la pantalla.

Miró hacia un punto perdido de aquel suelo acolchado del gimnasio procesando aquel mensaje, procesando aquella situación. Dándose cuenta de la presión que comenzaba a sentir en su pecho.

Una presión que siempre aparecía cuando la joven estaba cerca.

Una presión que siempre aparecía con ella.

La puerta del gimnasio se abrió dando paso a su hermana, quien sonrió al ver a su hermano pequeño allí y se acercó a él parándose a escasos metros cruzándose de brazos.

Reiju - Te perdiste la reunión de hoy. -alardeó divertida. - Estaba más bonita de lo normal.

Niji la miró en silencio pudiendo observar la mirada divertida de su hermana.

Reiju - Te esperaba a ti, pude ver como la luz en sus ojos se apagó cuando me vio a mi en tu lugar.

Niji - No digas tonterías. -se quejó. - ¿Llegasteis a un acuerdo?.

Reiju - La misión se llevará a cabo este sábado, es cuando el bando contrario hace un alto en su avance por las costas de Noruega.

Niji - Notifica a padre de ello.

Reiju - Ya lo hice, hermanito. -sonrió.

Niji asintió ligeramente y apartó la mirada de su hermana, quien lo seguía analizando en silencio.

Reiju - Me ha preguntado por ti.

Niji tomó aire tratando de no reflejar en su rostro lo que quella frase le provocó.

Reiju - Se sorprendió de que no fueses tú, quiere saber como estás.

Niji - Se acostumbró a que fuese yo siempre... es normal que ahora se extrañe. -su hermana lo miró y él se levantó tomando su móvil y su toalla. - Lo harás mejor que yo, Reiju. -le dijo pasando por su lado. - No volveré a su mansión a menos que sea necesario.

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