11 - Navidad oscura

Las luces navideñas colocadas en el jardín resplandecían en la nieve del suelo y en los copos que caían de la ligera nevada de aquella noche.

Múltiples invitados llegaron elegantemente vestidos a aquella mansión, desde socios de la familia hasta gente importante como científicos del momento o propietarios de exitosas empresas internacionales y nacionales. Sin dudas era una noche donde mirases a donde mirases veías a personas importantes llevando exquisitos trajes y vestidos.

Un ambiente que sin duda hechizó a los padres de Sabo, pues ellos sólo veían una excelente oportunidad para codearse con aquellas personas dejando desatendidos a sus dos hijos.

Mientras tanto, Judge Vinsmoke y el señor (Ta) hablaban animadamente con varios socios que se acercaban a ellos, muchos agradeciendo al segundo por aquella fiesta y señalando la exquisita decoración y manjares.

Una imagen que agradó a los hijos de Judge.

Yonji - Padre saldrá de esta cena con muchos más socios.

Niji - Y con tarjetas de invitación. -dijo al ver como uno de ellos les entregaba a ambos su tarjeta.

Reiju - Tendrá mucho trabajo después.

Ichiji - Cómo debe ser. -dijo orgulloso. - Padre es un gran hombre.

Niji giró su cabeza mirando a las demás personas como si buscase a alguien en específico, una imagen que provocó que su hermana mayor sonriera.

Reiju - (Tn) está al lado del árbol junto a Sabo.

Niji apretó sus labios por aquello y se cruzó de brazos.

Niji - No la buscaba.

Reiju sonrió y vió como nuevamente su hermano volvía a mirar, esta vez hacia el árbol frunciendo el ceño.

Allí se encontraban los dos niños, ella vestía un vestido blanco con detalles rojos y él un traje azul. Ambos iban tan bien vestidos que los invitados no podían evitar no mirarlos sintiendo ternura.

(Tn) - Mi regalo. - dijo con nervios. dándole una cajita fina de color negro. - Espero que te guste...

Sabo la tomó con cuidado y comenzó a abrir el regalo bajo la atenta mirada de la pequeña.

Abrió la caja y vió un pañuelo blanco con unos bordados en dorado con las iniciales de su nombre en los dos extremos.

(Tn) - Es un pañuelo para el cuello. -dijo sonriendo algo tímida. - Es de seda y tiene dos "S" grabadas... pensé que te quedaría bien y...

Sabo - Me encanta, (Tn). -dijo deteniéndola. - ¿Puedo ponérmelo?.

(Tn) - ¿Te lo puedo poner yo...?

Sabo abrió sus ojos sorprendido y asintió varias veces nervioso por aquella propuesta.

La pequeña sonrió y tomó con cuidado el pañuelo y Sabo se inclinó un poco ante ella para facilitarle el trabajo de atarlo a su cuello.

Ella con mucho cuidado y delicadeza comenzó a colocarle aquel pañuelo mientras que Sabo sentía sus mejillas arder al sentir a la niña tan cerca y rozar levemente su cuello con sus dedos.

(Tn) - Listo. -dijo sonriendo.

Sabo se miró y sonrió buscando la esfera del árbol más brillante para verse reflejado en ella.

Sabo - Me encanta... - susurró. - No me la pienso quitar nunca...

(Tn) - ¿De verdad te gusta...?

Sabo - Si, y siempre la llevaré para acordarme de ti. - sonrió.

La pequeña sonrió enternecida y Sabo bajó su mirada sintiéndose nervioso por aquella sonrisa. Sacó su cajita y se la dio.

Sabo - Este es el mio...

Ella la tomó con ilusión y sonrió viendo la alargada y fina cajita de color blanco.

La abrió con cuidado y sus ojos se iluminaron al ver de lo que se trataba. Un fino collar con el dije de un pájaro con sus alas abiertas.

Sabo - ¿Te gusta...?

(Tn) - ¡Es como los míos!. -gritó con ilusión. - ¿Me lo puedes poner?

Sabo asintió con una sonrisa y tomó el collar mientras la pequeña se giraba y se recogía el pelo a un lado. Él pasó el colgante y comenzó a atarlo atrás hasta que sintió nuevamente el perfume de la pequeña. Ese perfume que le encantaba y que amaba poder oler.

Ató el collar, la niña se giró dejando caer su pelo y miró su collar con emoción.

(Tn) - Qué bonito es...  yo tampoco me lo pienso quitar nunca. -dijo feliz.

Sabo - Un pájaro volando libremente -dijo sonriendo. - Así deberíamos ser todos...

(Tn) - Algún día, quizás de mayores...

Sabo - Eso espero... -susurró.

(Tn) - Sabo. -lo llamó. - Gracias por esto... me gustó el regalo... me encantan los pájaros y... este me recordará a los míos y a ti...

Sabo - Y yo el tuyo... -susurró sintiendo sus mejillas calientes.

La pequeña sonrió, le tomó de la mano y tiró de él con suavidad. Sabo se dejó llevar por ella sintiendo su corazón latir con fuerza por aquello.

La suave mano de la niña enlazada con la suya, el regalo que recibieron el uno del otro y aquella cena con ambos juntos, era sin duda el momento más especial para él.

Salieron de la mansión y caminaron por el jardín hasta una zona alejada de la entrada, una zona iluminada por aquellas luces que adornaban los árboles y en la cual se podía escuchar la música que había en el interior del salón.

Mientras tanto...

Outlook- A las doce en punto sucederá. -dijo mirando si reloj.

Didit - Al fin nuestra hermosa ciudad quedará limpia. -sonrió sosteniendo su copa de champagne.

Sterry sonreía observando aquella fiesta y escuchando la conversación de sus padres.

Outlook- Llega nuestra era dorada, Didit.

La mujer rió brindando con su marido mientras Shanks los observaba en silencio.

En ese momento...

(Tn) - Señor Sabo. - dijo adoptando un tono de voz que hizo reír a su amigo poniendo una mano a su espalda y la otra haciendo una reverencia. - ¿Me concede este baile?.

Sabo - ¿Por qué no bailamos dentro?.

(Tn) - No tomé mis clases de baile este año... -murmuró.

Sabo - No hizo sus deberes. -dijo sin parar de reír. - Acepto el baile a la señora pato mareado.

(Tn) - Bu... - se quejó.

Sabo tomó la mano de ella y la otra la puso en su cintura. Se mordió el interior de la mejilla tratando de controlar sus nervios al sentir la mano de la pequeña también en su cintura.

Comenzaron a moverse en un baile torpe provocado también por la nieve del suelo.

Un baile que provocó la risa en ambos y exagerando aún más los movimientos convirtiéndose en un baile sin ritmo y lleno de giros y movimientos exagerados.

Ambos se tomaron de las manos y comenzaron a girar formando un círculo en la nieve del suelo.

(Tn) - ¡Más rápido, más rápido!. -gritó sin dejar de reír.

Sabo rió siguiendo girando y la pequeña ya mareada se dejó caer en el suelo riendo.

(Tn) - Aaah el cielo da vueltas...

Sabo - No mentias cuando dijiste que no tomaste clases de baile. -dijo sin dejar de reír sentándose a su lado. - Bailas fatal.

(Tn) - ¡Hey!. - se quejó riendo. - ¡Tú también bailas mal!.

Sabo - Sólo seguía tu ritmo.

La niña rió y abrazó al pequeño, quien borró su sonrisa a una mueca nerviosa al sentir el cuerpo de ella pegarse al suyo.

Sabo - Estás helada... -susurró al tocar la piel de sus brazos. - Vayamos dentro.

(Tn) - Quiero quedarme más tiempo aquí contigo...

Sabo - Pero podemos estar juntos dentro.

(Tn) - Pero aquí no nos ve nadie.

Sabo - ¿No te gustan que nos vean?.

(Tn) - No es eso... es que aquí somos más libres. -explicó. - No nos ven, no nos dicen normas ... como el pájaro. -dijo tomando su collar. - Aquí podemos bailar sin ser juzgados por lo mal que lo hacemos.

Sabo - Que la hija de un noble de prestigio baile así da para hablar. -dijo riendo.

(Tn) - ¡Me gusta bailar así!.

Sabo - Como pato.

(Tn) - Si. -respondió orgullosa provocando la risa en él.

Permanecieron en silencio durante unos segundos y la pequeña lo miró.

(Tn) - Contigo me siento libre...

Sabo la miró sorprendido por aquello.

(Tn) - Siento que puedo ser yo misma a tu lado...

Sabo - (Tn)...

(Tn) - Durante años... -comenzó a explicar- Sentía que siempre tenía que jugar con un papel ante los demás socios y nobles que tenían relación con mis padres. Tenía que ser educada, callada y estudiosa... no podía ser yo...

Sabo la miró atento.

(Tn) - No tenía amigos... y eso me hacía sentir más sola aún, solo Shanks sabía como era realmente. - lo miró y sonrió. - Gracias tu amistad.

Sabo - Me siento igual que tú... eres la primera persona noble con la que puedo ser yo... eres la única de nuestro círculo que vio mi verdadera personalidad y aún así le gustó. -susurró. - Siempre sentí que no pertenecía a este mundo... pero... te conocí a ti y pensé que estando tú, quizás no era tan malo seguir en el.

(Tn) - También siento algo aquí... -dijo tocándose el pecho. - Una sensación cálida cuando estás a mi lado...

Sabo - Yo... yo también siento lo mismo cuando estoy contigo... - susurró.

(Tn) - Una sensación agradable. -añadió.

Sabo - Cómo si... deseara que esto fuera para siempre...

Ella sonrió de forma tierna mientras que el pequeño miraba a otro lado sintiéndose nervioso.

(Tn) - Te quiero... -susurró provocando que el corazón del pequeño se detuviera por unos segundos.

Permaneció en silencio sin decir nada, un gesto que provocó que la pequeña sonriera algo apenada y se levantara.

(Tn) - Vamos con los demás... si hace frío. -dijo riendo un poco.

Sabo se levantó, se acercó a ella y le dio un tierno beso en la mejilla que provocó que los ojos de la pequeña se abriesen sorprendida.

Sabo rió al ver su rostro y echó a correr hacia la mansión seguido por la pequeña, quien entre risas y llamadas lo comenzó a seguir.

Al llegar a la entrada Sabo se detuvo provocando que la niña chocase con él sin dejar de lado aquella diversión. Se puso de puntillas y le dio un pequeño beso en la mejilla provocando que el rostro de Sabo se volviera a encender. Miró a la pequeña queriendo poder ofrecerle de nuevo un beso pero fue en ese momento en el que una voz poco amable lo evitó.

Niji - ¿Le diste un beso? . - dijo pareciendo molesto.

(Tn) se giró viendo al peliazul acercase a ellos con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón de diseñador mientras tenía una expresión seria.

Niji - Le diste un beso en la mejilla a ese.  -dijo despectivamente.

Sabo - Oye...

Niji - No estoy hablando contigo. -dijo de mala gana

(Tn) - Si se lo di, ¿qué tiene de malo?.

Niji - No puedes hacerlo.

(Tn) - ¿Quien lo manda?.

Niji - Yo.

(Tn) - ¿Y quien eres tú?. - dijo cruzándose de brazos molesta.

Niji miró a Sabo, quien lo observaba de forma seria y a la niña, quien lo veía de forma poco agradable.

Una imagen que provocó que algo en él comenzase a angustiarle.

Niji - Tú futuro esposo.

La niña abrió los ojos por aquella respuesta mientras que Sabo separaba sus labios.

Sabo  - ¿Qué...?

(Tn) - ¿Estás loco?

Niji - ¿No se lo contaste?. -preguntó divertido provocando que Sabo mirase a la niña sin entender. - Pensé que era algo ya oficial.

(Tn) - Eres una persona horrible...

Niji - Lo sé. -dijo riendo un poco. - Pero a pesar de eso tengo mi lugar, y debes respetarlo.

(Tn) - No tienes ningún lugar.

Niji - Yo diría que si.

Sabo - ¿Qué está ocurriendo, (Tn)...?

La pequeña lo miró apenada pero fue Niji quien respondió a aquella pregunta.

Niji - Estamos comprometidos, nuestras familias firmarán el acuerdo en breves.

(Tn) - ¡Eso nunca!.

Niji - Apostemos. -dijo sonriendo.

Sabo - ¿Por qué no me dijiste nada?. -preguntó sintiendo algo romperse dentro de él. - ¿Por qué no me dijiste que estabas comprometida?.

(Tn) - Sabo...

Sabo - ¿Por qué no me dijiste que estabas comprometida con Niji?. -repitió bajo la divertida mirada de Niji.

(Tn) - No es algo seguro... quise decirlo cuando todo se...

Sabo - ¿En el último momento me lo dirías?. -se quejó. - ¿Por qué?

(Tn) - Quise creer que eso cambiaría...

Sabo - ¿Por eso ese idiota estaba portándose mejor contigo?. -cuestionó molesto. - ¿Por qué estáis juntos?.

Niji comenzó a reír de forma amarga provocando el enojo de la pequeña.

(Tn) - No es oficial, Sabo.

Sabo - ¡Pero lo será!.

(Tn) - No quiero que lo sea...

Sabo se apartó de ella provocando que en la niña los nervios le comenzaran a invadir.

Sabo - Por un momento pensé que... que...

(Tn) - Sabo...

El rubio no dijo nada más, salió por la puerta a paso acelerado ignorando a la pequeña y las miradas curiosas de varios invitados presenciando aquello.

(Tn) echó a correr siguiéndolo mientras Niji fruncia el ceño al verlos alejarse.

(Tn) - ¡Sabo!.

El pequeño no respondió, salió por la valla principal hacia la calle y antes de que ella pudiera seguirlo, unos brazos la atraparon.

(Tn) - ¡Suelta!.

Garp - No puedo dejar que salgas.

(Tn) - ¡Sabo se va!. -gritó sintiendo sus ojos empañarse. - ¡No dejes que se vaya!.

Garp - El estará bien, vamos dentro.

(Tn) - ¡No!. - se quejó forcejeando. - ¡Sabo!.

Garp suspiró cargando a la pequeña y llevándola dentro mientras ella observaba como la pequeña figura del niño se perdía de su vista.

Y ambos, sin saber lo delicada de la situación, dejaron que se fuera.

La noche transcurrió amarga para la pequeña, quien decidió irse a su habitación ignorando la fiesta que había en el gran comedor. Se quitó su vestido, se puso el pijama y se metió en la cama sin dejar de llorar.

Sentía que su amigo estaba enojado con ella por no contarle la verdad y, en parte lo entendía, entendía que no había hecho bien.

Pero quería creer que eso no era necesario contarlo, pues pronto se cancelaría. Quiso creer que lo haría.

Pero la intervención de Niji lo estropeó todo, provocando en ella aún más rencor hacia el peliazul.

No supo cuánto tiempo pasó hasta quedarse dormida.

No supo tampoco la hora que era cuando alguien la despertó.

Abrió los ojos adormilada y vio a su hermano encender su mesita de noche, llevaba aún puesto su traje y tenía una mirada preocupada y llena de lágrimas.

Algo poco común en él, pues en todos aquellos años jamás vio a su hermano llorar.

(Tn) - Shanks...

Shanks - (Tn)... yo... lo siento mucho. -comenzó a decir. - No sé cómo pasó... no se que... -trató de decir.

(Tn) - Shanks... ¿Qué...?

Shanks - Padre y madre están enfurecidos, han desplegado a todos sus hombres y a la policía por toda la ciudad...

La niña lo miraba sin entender.

Shank - Se ha producido un gran incendio en el lado este de la ciudad... decenas de familias han muerto en sus casas... nadie supo por qué ocurrió aquello...

(Tn) - ¿Qué...?

Shanks - (Tn)... -dijo tomándole de los hombros sin saber como decir aquello.

Sin saber como darle aquella noticia a (Tn).

A su hermana pequeña.

Shanks - Sabo es uno de los fallecidos.

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