1 - Entre la nobleza
El aroma de la exquisita comida entraba de forma suave por la nariz de la pequeña cada vez que los camareros pasaban por su lado con bandejas repletas de finos entrantes.
Cerró sus pequeñas manos envueltas en unos finos guantes de seda blanca y miró hacia sus padres, quienes hablaban con dos importantes hombres de negocios.
Aquella fiesta le parecía de todo menos divertida. Sólo había gente adulta hablando de temas que ella aún no entendía y por protocolo impuesto por sus padres, no podía comer ni beber nada hasta que no se sentase en una mesa.
Un protocolo que a su hermano mayor le costaba aceptar. Sus ojos llenos de deseo se iban tras aquellos camareros, en especial los que llevaban en su bandeja de plata carne.
Un gesto que provocaba que la pequeña contuviese una sonrisa.
(Tn) - Ya queda menos para la cena. -le susurró muy a suave a su lado.
Shanks - Ese tiene pato... -se quejó. - ¿Eso es cangrejo...?.
(Tn) - Shanks...
Shanks - Tsk... maldita norma...
Sonrió alzando su mirada para ver aquellas bandejas pero su mirada se cruzó con los ojos de un niño, quien se estremeció al encontrarse con su mirada y la bajó bruscamente hacia sus zapatos.
Iba acompañando a dos personas más que se dirigían hacia ellos y, sin poder evitarlo, su rostro se iluminó en una sonrisa al ver a otro niño en aquel lugar. Una expresión que asustó aún más al pequeño.
Outlook - Señor y señora (TA). -dijo un hombre alto con sombrero acercándose a ellos. - Es un honor poder conocerles al fin.
- Señor, Outlook. - dijo su padre estrechando su mano de forma elegante y firme. - No me constaba que viniera a este evento.
Outlook - No estaba en mis planes, sin dudas. Pero venimos de una reunión en la ciudad vecina y decidimos pasarnos un momento por aquí. - explicó con aires de grandeza. - Ya sabe como son las agendas de los nobles, a penas tenemos tiempo de respirar.
- Me agrada entonces su presencia aquí, señor Outlook. -dijo con una leve sonrisa. - Sin embargo, no hemos tenido el privilegio de conocer a su familia.
Outlook - Qué gesto más maleducado de mi parte. -dijo fingiendo apuro y señaló a la mujer de su lado. - Ella es mi esposa, Didit. -dijo provocando una ligera reverencia en la mujer. - Y él es mi hijo Sabo. -dijo esta vez señalando al pequeño, quien se inclinó un poco.
Didit - Es un placer conocerlos al fin, señor y señora (TA). He oído hablar maravillas de ustedes, su gran labor en la intervención de las ruinas halladas en Asia acaparó todas las noticias durante semanas.
- Fue un gran negocio. -sonrió el mayor. - Nosotros también oímos grandes cosas de ustedes, la más reciente fue la asociación que hicieron con una gran empresa al norte de Europa.
Outlook - Un gran comienzo para los negocios que tengo entre manos. -sonrió. - Si desean, podéis acompañarnos en la cena para hablar de nuevos proyectos.
- Será un honor poder escucharle.
(Tn) miró a ambos hombres y suspiró un poco bajando la mirada hacia su vestido antes de mirar nuevamente al niño, quien volvió a bajar la mirada rápidamente al cruzarse otra vez con su mirada.
(Tn) - Hola. -dijo de forma dulce sonriendo. - Yo me llamo (Tn).
Sabo alzó su mirada tímida y separó los labios para responder, pero su padre lo interrumpió con un tono de voz duro.
Outlook - La señorita (TA) se está presentando, Sabo. -dijo a modo de regaño provocando que la pequeña y Shanks lo mirasen por aquel tono.
Sabo - Mu-Mucho gusto, (Tn)... yo soy Sabo. -respondió en tono bajo.
(Tn) - ¿Nos sentamos los tres juntos en la cena?. -preguntó sonriendo.
Sabo asintió de forma tímida ganándose el disgusto de sus padres.
Outlook- Disculpad a mi hijo, es un poco reservado.
- Oh, no se preocupe. -dijo la mujer sonriendo. - Se ve que es un pequeño muy formal y disciplinado.
Outlook- A veces no tanto como me gustaría, pero ya sabe como son los pequeños. -sonrió. - Tiene que haber mano dura para que aprendan los modales y sepan enfrentarse al gran cargo de ser un noble.
Sabo apretó sus puños bajo la atenta mirada de la pequeña.
- Señores. -dijo un camarero acercándose a ellos. - Ya podéis pasar al comedor.
El señor Outlook hizo un gesto con la mano dándole el paso a los padres de la pequeña.
Un gesto que no sorprendieron a los niños, pues siempre se debía dar el paso a aquel que tenga más cargo social o económico, y para (Tn), en la gran mayoría de las ocasiones eran a sus padres a quienes le cedían el paso.
Una lección que la pequeña aprendió tras experimentar un vergonzoso pero tierno suceso en una de sus primeras intervenciones sociales, donde ella tras ver aquello, decidió ceder el paso a unos socios de sus padres, provocando así las risas y comentarios tiernos hacia su comportamiento.
Sabo se sentó entre (Tn) y su madre con timidez mientras que ella miraba a Shanks sentarse a su otro lado.
La niña alzó la mirada hacia el otro lado de la mesa circular viendo a su padre seguir la conversación con Outlook. Siempre le habían enseñado a ella y a su hermano a no intervenir en aquellas conversaciones hasta que no fuesen lo suficientemente adultos como para tener los conocimientos necesarios para hacerlo.
Pero algo en su interior la tentaba a escuchar aquello en silencio y, aunque no entendiese muchas cosas de las que se decían, trataba de aprender de su padre, quien era un gran hombre de negocios y que había abarcado grandes mercados en el ámbito de la ciencia y la historia. Ganándose a mucho reconocimiento el gran poder que tiene.
El camarero comenzó a sentir los platos de comida y el estómago de Shanks rogaba por un poco de aquel grueso bistec que le pusieron ante él.
(Tn) - Al ataque. -le dijo en voz baja al ver su expresión.
Shanks - El momento más esperado de la noche. - le respondió imitando su tono y comenzando a comer.
La pequeña sonrió y bajó la mirada a su plato oyendo el murmullo de aquel gran salón lleno de mesas con personajes ilustres en su campo, todos reunidos bajo un mismo techo para presenciar el largo discurso que dio uno de ellos al inicio de la ceremonia.
Un discurso que Shanks describió como "igual de aburrido que las clases de cálculos."
Giró su cabeza hacia Sabo y vio como apartaba muy delicadamente los guisantes de su salsa.
(Tn) - ¿No te gustan?. -le susurró.
Sabo - No... -murmuró.
(Tn) - A mi no me gusta la zanahoria. - confesó. - ¿Cuántos años tienes?.
Sabo - Nueve... tú ocho, ¿verdad?.
La pequeña abrió los ojos sorprendida provocando la sorpresa del pequeño.
(Tn) - Wa... eres un mago. -dijo con asombro.
Sabo - No soy...
(Tn) - Adivinaste mi edad, si eres.
Shanks los miró masticando su carne.
Sabo - Lo sé porque eres muy famosa. -sonrió. - Bueno... tus padres. -corrigió. - Pero al ser su hija también lo eres.
(Tn) - Ah... vaya. - se quejó. - Pensé que ese sombrero de copa era también porque eras mago.
Sabo - ¿Y esa cara de decepción...?
La pequeña sonrió un poco y bajó su mirada hacia la mesa, concretamente hacia el brazo de Sabo sobre esta, pudiendo ver bajo la manga de su camisa sobresalir ligeramente una rojez en su piel.
Llevó sus dedos hacia esa zona y Sabo reaccionó apartando el brazo rápidamente y metiéndolo bajo la mesa.
(Tn) - ¿Qué es eso...? -susurró sorprendida por la rapidez de su movimiento.
Sabo - Nada. -dijo en tono brusco bajando su manga.
Alzó su mirada encontrándose con la de su padre lanzándole una mirada tan dura que provocó que el pequeño la bajase nuevamente sintiéndose apenado. Todo aquello bajo la atenta mirada de Shanks y (Tn), quienes al ver el rostro de Outlook se miraron entre sí.
El resto de la cena transcurrió de forma tranquila. Sabo ya no quería volver a hablar con la pequeña y su brazo permaneció siempre bajo la mesa. Outlook y el padre de los niños conversaron gran parte de la noche, llegando al acuerdo de reunirse en los próximos días para una reunión de negocios.
Outlook - Gracias por la velada, familia (TA). -dijo haciendo una reverencia frente a las grandes puertas que daban a la salida. - Nos volveremos a ver este Viernes.
- Espero que se encuentren de la mejor manera. -dijo de forma dulce la mujer. - Ha sido agradable su compañía.
Didit - Al igual que la vuestra, señora (TA). Los cuatro irradiais elegancia y clase.
Outlook miró a la pequeña, quien miraba atenta Sabo con una sonrisa.
(Tn) - ¿Nos veremos también nosotros este viernes?. - preguntó con curiosidad.
Outlook- Podemos traer a Sabo si lo desea, (TN). -le dijo provocando que los padres de la pequeña la mirasen.
- Mi hija es muy dulce y familiar. -sonrió. - No me extrañaría que se hicieran buenos amigos.
Outlook- En ese caso, si no es demasiada imprudencia traeré a mi hijo. -le dijo mirándolo. - En este mundo se necesita amistades fuertes desde pequeños.
La pequeña sonrió feliz ante aquello y volvió a mirar a Sabo, quien parecía muy lejos de compartir su sentimiento.
(Tn) - Nos vemos entonces este viernes, Sabo. -sonrió de forma tierna.
Sabo - Hasta el viernes...
Outlook endureció su mirada hacia su hijo y se despidieron amablemente de la familia (Ta) mientras se dirigían hacia su coche, el cual los esperaba en la entrada.
Shanks - ¿Notaste que Outlook es muy agresivo?.
(Tn) - Me dio miedo como miraba a Sabo... -susurró.
Shanks - No me gusta esa familia...
- Niños. -llamó el padre de ambos. - Vamos a despedirnos de otros compañeros antes de irnos.
Ambos asintieron y caminaron al lado de sus padres rumbo al interior del edificio mientras que la pequeña giraba su cabeza sobre su hombro viendo el coche en el que iba Sabo alejarse.
Mientras tanto...
La fuerte bofetada sonó violentamente en aquel vehículo. Un acto de agresividad y violencia que a pesar de que el pequeño tenía su cinturón de seguridad se giró sobre su asiento perdiendo el equilibro.
Outlook - ¿No te dije que te acercases a esa niña?, Sabo. -le dijo con dureza.
Didit - La niña quería hablar con él y nuestro torpe hijo ignorándola. -añadió con amargura.
Outlook- Sólo te di una orden esta noche y me fallaste.
Sabo - Pero si hablé...
Outlook- ¡No lo suficiente!.
Sabo apretó sus labios por aquello sintiendo su cara arder por el golpe.
Outlook - Debes acercarte más a esa mocosa. -volvió a explicar con dureza. - Con el paso de los años os iréis haciendo más cercanos hasta que los padres de ella decidan que sería buena idea comprometeros.
Didit - Ascenderiamos de clase y poder con este enlace.
Outlook- Debes de ser rápido, Sabo. -dijo cruzándose de brazos. - Esa niña es una mina de oro y muchos ya quieren comprometerla.
Sabo asintió sintiendo un nudo en la garganta y al cabo de un tiempo llegaron a su hogar.
Ordenaron al pequeño a ir a su habitación en compañía de dos sirvientas que le ayudarían a asearse mientras ellos conversaban en el salón.
Ayudaron a Sabo a quitarse la ropa superior y el pequeño se miró al espejo que había delante de él, pudiendo ver una mancha rojiza extenderse por todo su brazo.
Una mancha que confirmaba el gran abuso físico que sufría en casa por parte de sus padres.
- Señorito Sabo, la bañera ya está lista. - le dijo una sirvienta.
Sabo - Quiero bañarme solo. -respondió apenado.
- Pero el señor nos ordena a...
Sabo - Pueden esperar al otro lado de la puerta. - la interrumpió. - Diré que me ayudasteis... pero quiero hacerlo solo.
Ambas se inclinaron ligeramente y salieron del baño.
Sabo - No soy tan inútil... -susurró.
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