Pequeño especial.


—No puedo creer que por fin podamos conocerlos— expresó con emoción el 7mo Hokage, con una enorme sonrisa en su rostro.

—Pareciera que tu fueras el padre de los bebés, Naruto— bromeó Shikamaru, a su lado, mientras esperaban a que la puerta del apartamento fuera abierta.

—Quizá no soy el padre, pero soy como su tío— afirmó el Uzumaki, alzando el pulgar izquierdo.

—Estamos a unos segundos de ver dos bebés Uchihas, no se si estoy en el paraíso o a unos cuantos pasos del infierno— murmuró Ino a Temari, ambas soltando una risita tras ese comentario.

La puerta del apartamento se abrió, Sarada Uchiha recibió a los amigos cercanos de sus padres con una sonrisa.

—Entren sin hacer mucho ruido, están tratando de dormir a mis hermanos— Naruto Uzumaki fue el primero en poner un pie dentro del apartamento, observando todo con detenimiento.

Cajas de pañales estaban en la sala, un café sin terminar en la mesa, y un par de medias de bebé colocadas sobre el sofá. Shiro se encontraba acostado frente a la puerta que pertenecía a la habitación principal, donde seguramente se encontraban los bebés y sus padres.

—Perdonen el desorden, nos está costando algo de trabajo adaptarnos a la nueva rutina— se excusó la pelinegra con un leve rubor en las mejillas.

—No te preocupes, tener un recién nacido siempre es trabajoso, no me imagino dos— susurró con gentileza la esposa del 7mo Hokage, mientras acariciaba la cabeza de Sarada.

—Vengan conmigo, papá está por aquí con uno de los bebés— la primogénita del clan Uchiha encaminó a los adultos hasta la primera habitación del pasillo, en ella, el líder del clan se encontraba en una mecedora, sin camiseta y con el bebé aferrado a su pecho, mientras le susurraba.

—OH POR DIOS— Sasuke alzó de inmediato la cabeza, el fuego ardiente en sus ojos. Naruto se cubrió la boca de inmediato.

—Siento que estoy invadiendo la privacidad ajena— expresó Karui, tratando por todos los medios no mirar el pecho al descubierto del azabache. Mucho menos la línea de pelo negro que conducía a su pelvis.

—Deja que vea a mi sobrino— el renovado padre se levantó, para acercarse a los recién llegados. Los ojos de Naruto se aguaron ligeramente, mientras observaba a la criatura.

Era hermoso, una de sus manos rodeaba el pulgar de su padre, mientras que la otra se encontraba cerrada en un puño. Las mejillas regordetas y los ojos cerrados, la respiración calmada, dejando notar que estaba dormido.

—A eso yo llamo un bebé bien criado, están haciendo un buen trabajo, no parece que tiene solo unos días— Sasuke sonrió, mientras permitía que su hija se hiciera cargo del recién nacido. Las mujeres se acercaron a ella, mientras que los hombres permanecieron junto al pelinegro, que se colocaba una bata de terciopelo, para estar un poco más presentable.

— ¿Dónde está ___? — cuestionó Temari, luego de haberle echado un vistazo al primer bebé —, debo de darle mis respetos por haber dado a luz a gemelos en tan difícil circunstancia— aclaró.

—Está con Tsunade en la habitación principal. Hace un momento terminaba de alimentar al otro bebé, ahora mismo debe estar por dormir un poco, lo necesita— sin embargo, la puerta del cuarto matrimonial fue abierta por Tsunade, una cansada peliblanca llevaba en sus brazos al niño restante, una copia del primero.

—Mi amor, ¿qué haces? — papá Uchiha se acercó a su esposa, colocando una mano en su espalda baja.

—Me hacía falta colocarme en pie, así que pensé en. . . oh— la líder del clan observó a sus invitados uno por uno, antes de sonreír —, hola, perdonen las pintas, pero sean todos bienvenidos a nuestra caótica casa. ¿Listos para ver el aterrador parecido de estos niños con su padre? — el resto de los presentes sonrieron por igual.

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